miércoles, 27 de abril de 2011

EL CONFLICTO LIBIO Y EL PARLAMENTO CENTROAMERICANO

La izquierda centroamericana nos volvió a sorprender, en la Asamblea Plenaria pasada del Parlamento Centroamericano, al llevar, consensuada entre ellos, una iniciativa para defender carniceros de su misma ideología, en la cual se pintan solos, en la que solicitan se busque una salida negociada a la crisis libia, en una clara intención de hacerle ganar tiempo al dictador de Trípoli.

Por supuesto que nosotros apoyamos, pero proponiendo dos cambios, uno de ellos, que el ya avejentado coronel Muhamar Gadafi abandone el poder después de prácticamente 42 años de ejercerlo con mano de hierro. La propuesta, por supuesto, no pasó, pero fueron grandes los aplausos y tremenda la algarabía (para utilizar un término árabe, en su tercera acepción) cuando la iniciativa sí fue aprobada, como si el contexto de la opinión pública internacional vaya a mover un dedo por buscar una salida negociada a tan complejo conflicto armado interno, sólo porque el PARLACÉN lo declaró.

Toda esta defensa oficiosa (ex nihilo nihil fit, "nada surge de la nada"), era poco entendible como no fuera originada por el aspecto puramente ideológico que es muy fuerte entre marxistas, según hemos podido comprobar, pero cada vez es más comprensible en la medida que hay más información y ésta, a su vez, permite que el proceso de razonamiento vaya concatenando causas y efectos de las actuaciones de los voceros de la izquierda radical de Centroamérica y sus ad latere.

Por ejemplo, la reciente vinculación que se hace de Mohamed Mahamed Lasthar (que en algunos cables de prensa aparece como Lashtar), pues ahora resulta que, a través de uno de los miles de cables filtrados a través de wikileaks, por parte de embajadores de Estados Unidos de América, se sabe que este personaje, suplente del diputado por Nicaragua ante el Parlamento Centroamericano, Jacinto Suárez Espinoza (página 33), es, además de Secretario Privado de Daniel Ortega, el Presidente de la República, sobrino del coronel Muhamar Gadafi, quien viene gobernando Libia, con mano de hierro, desde hace más de 4 décadas.

Según el cable, toda esta información también era compartida por el gobierno del Reino de España.

Las notas de prensa de este caso son interesantes de leer, pues este obscuro personaje, de quien casi nadie sabe nada, no sólo dirige las inversiones libias de Gadafi en Nicaragua (el cable habla de las de la región de Tisma y las de San Francisco Libre, una agropecuaria, etc), de las cuales la más reciente es la concesión del canal 49 de la televisión nicaragüense, sino tiene otras actividades que comentaremos más adelante.

Todo comenzó cuando llegó a Nicaragua, alrededor del año 1980, pero durante los años de oposición de Ortega, de 1990 a 2006, según dice el cable, sirvió para canalizar el dinero libio, de Gadafi, para las campañas de Ortega, hasta que logró su reelección.

Pero investigando un poco más nos encontramos con cables noticiosos de otros tiempos, como el de 2007, en donde se le vincula con la indoctrinación islámica de Venezuela y Chiapas, especialmente, pero también en Nicaragua, y de otros datos interesantes, como que ha formado su propia red de inteligencia y que ha sido el vínculo entre los intentos de Irán, Venezuela, Argentina, Cuba, México y Nicaragua, especialmente, de formar la "Federación Latinoamericana de Trabajadores Nucleares", en donde se sabe, por correos electrónicos que han salido a luz, que están vinculados polacos, suecos y franceses, además de Al Qaeda, a través de familiares de Osama bin Laden.

Llama la atención, también, que este libio nacionalizado nicaragüense, quien opera desde su oficina en las instalaciones de la Cancillería de este país, ha permitido el ingreso a Nicaragua, sin visa, de 3 libios y 21 iraníes provenientes de Caracas. ¿ligados al plan de armar artefactos atómicos que la prensa viene denunciando desde principios de 2005? ¡quién sabe! pero todo esto es muy sospechoso. ¿Cuál es la fuente de poder de un extranjero en este país, por mucho que se haya nacionalizado?

Por último, al final de esta otra nota de prensa, hay tres apartados que merecen leerse con detenimiento: "El misterioso Lashtar", "Se nacionalizó hace mucho", y "El préstamo de Gaddafi" (sic), en donde, resumidamente, por información recuperada de Luis Edgar Devia, alias "Raúl Reyes" (amigo personal de Jacinto Suárez, según se indica), comandante de las FARC muerto en un bombardeo de las fuerzas armadas colombianas en territorio ecuatoriano, se sabe que Reyes le escribió a Daniel Ortega para que interpusiera sus buenos oficios para que Gaddafi (sic) le prestara 100 millones de dólares para comprar armamento antiaéreo, ante la presión de la fuerza aérea gubernamental.

¿Qué hace de Daniel Ortega un intermediario válido a la vista de conocidos comandantes guerrilleros para interceder ante la inmensa fortuna amasada por Muhamar Gadafi en Libia? ¿Qué está sucediendo, realmente, en Nicaragua, con el dinero a manos llenas que le ha llegado a Daniel Ortega de parte de Gadafi y de Hugo Chávez?

¿Estamos ante una interferencia directa y monetaria en los asuntos internos de los Estados de la región, y por eso la izquierda centroamericana se une graníticamente a defender lo que a las luces de la inteligencia, de la razón y del sentido común es indefendible?

No cabe duda que Gadafi y Chávez, teniendo la plata que le roban a sus respectivos pueblos y que trasladan a nuestras latitudes, tienen ya no influencia sino gran poder de decisión en nuestros pequeños países, al grado que es obvio que están ejerciendo su ius primae noctis, y los corifeos de la izquierda que anidan en el Parlamento Centroamericano no tienen más remedio que gozarla con la ilusión que algo de esa riqueza malhabida les ha de tocar, seguramente.

Vana ilusión, si los que siempre están dispuestos a "sacrificarse" para reelegirse, aunque la Constitución no se los permita, son los Gadafis, los Ortegas y los Chávez, no los niños y niñas del coro parlamentario centroamericano. ¡No cabe duda que el que es buey hasta la coyunda lame!

Así y todo, podrá haber amistad e intereses, pero esa sangre inocente derramada por mantener en el poder a un tirano les habrá de salpicar para siempre.

Yo hice mi parte: ¡que caiga Gadafi y cualquier otro tiranuelo con aires de redentor que tanto pululan ahora en el trópico de América!

Y lo vuelvo a hacer ahora: repito, como dije hace más de un año en este espacio, que Daniel Ortega está llevando a Nicaragua a una guerra civil, y ahora, a la luz de estos datos, agrego: el delicado equilibrio en Centroamérica podría perderse si Daniel Ortega, ya reelecto, hace con el resto de Centroamérica lo que Gadafi y Chávez vienen haciendo con él, financiarlo.

Si Daniel Ortega se convierte en fuente de distribución del dinero mal habido en Libia y en Venezuela, (porque es poco creíble que lo haga con dinero nicaragüense) con poco puede alterar completamente el espectro político de uno de nuestros países que, aunque con imperfecciones, todavía son muchísimo más democráticos que el que él dirige.

A ver cuándo el mundo voltea a ver lo que este Presidente, electo democráticamente pero a punto de convertirse en dictador, viene haciendo desde que su partido político, el Frente Sandinista de Liberación Nacional, FSLN, rompió con todas las normas legales y fracturó el sistema democrático al hacerse, por la mala, con las elecciones municipales de noviembre de 2008.

Recordemos todos que los vasos comunicantes en Centroamérica son fuertes, y que lo que pase allá afectará a todos, unos más que a otros, pero al conjunto.