Acaba de ser noticia que un tribunal de primera instancia ordenó, dentro del juicio que se le sigue a un ex Presidente de la República, que se mejorara la calidad del alojamiento y la alimentación en el cuartel militar en donde, con anterioridad, había ordenado su traslado desde el Centro de Detención Preventiva de la zona 18, en donde se encontraba detenido.
En un ensayo anterior ya manifestamos nuestra inconformidad con que los cuarteles militares estén siendo utilizados para estos fines, sin embargo, lo que ahora llama nuestra atención es que el juzgador, indirectamente, está discriminando a los soldados y oficiales del Ejército para quienes ese mismo alojamiento y esa misma comida sí son buenos y suficientes.
Desde nuestro punto de vista, el juzgador se ha excedido en sus facultades y ha pasado por encima del Principio de Igualdad ante la Ley.
Además, nos parece absurdo que el remedio que ha planteado sea el traslado del reo de un cuartel militar a otro. ¿O es que el alojamiento y la calidad de la comida cambian de cuartel a cuartel? ¿No será algo más lo que se está cocinando, tomando en cuenta que quien está sujeto a proceso fue Comandante General del Ejército y resulta lógico pensar que todavía pueda haber lealtades que anden buscando para quién sabe qué fines?
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