Empiezo por decir que tengo que felicitar al Presidente Oscar Arias, quien después de tratar de reinstalar a Manuel Zelaya, el violador de la Constitución y las leyes en Honduras, a contrapelo de la legalidad hondureña, ahora ha tenido la hidalguía de manifestar que reconocerá lo que el pueblo hondureño manifestó en las urnas, lo que hace que otro presidente, después de Barack Obama, Ricardo Martinelli, Allan García y Álvaro Uribe, se hayan inclinado por lo que más he tratado de defender desde este blog, la legalidad y el sentido común en el ámbito de la política.
Por otro lado están los países recalcitrantes en decir que no reconocerán la soberanía del pueblo hondureño expresada en las urnas, con Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua a la cabeza, seguidos por Guatemala, El Salvador, Brasil, Argentina, solamente entendibles por su ideologización radical que no les permite ver más allá de que la persona de Manuel Zelaya es su aliado.
Todo lo anterior es entendible, dada la enorme carga ideológica que los partidos de gobierno de estos países tienen.
Caso aparte es el de México (que conoció y entendió, en menos de 24 horas, con la visita relámpago de Zelaya a ese país, cuál era la causa de muchos males en Honduras, a pesar de lo cual el Presidente Calderón sigue haciendo un llamado al restablecimiento del orden constitucional: ¿el que rompió Zelaya o el de los militares?); de Chile (cuya Presidenta parece que no ha leído muy bien el Acuerdo Guaymuras) y de otros países que, teniendo una ideología de centro o de centro izquierda, pertenecen a la izquierda moderna (no mencionno a Uruguay en este renglón porque, siendo parte de este grupo, ignoramos qué rumbo tomará con su nuevo Presidente electo, José Mujica, a quien aprovechamos para felicitarlo por su legítimo triunfo, tan legítimo como el de Porfirio Lobo en Honduras).
Lo que no tiene pies ni cabeza, desde nuestro punto de vista, es la última declaración del gobierno socialista español, en el sentido que no reconocerán a las elecciones de Honduras pero no pueden ignorar los resultados ni el apoyo popular recibido por Lobo. ¿Queriendo quedar bien con Dios y con el diablo? Todo esto se ha dado en el marco de la Cumbre Iberoamericana que se está llevando a cabo en la ciudad de Estoril, Portugal, en donde no he tenido la suerte de estar, pero imagino que los presentes, quizás con mayor experiencia que la nuestra, han de haber hecho un esfuerzo por contener los comentarios, las sonrisas o qué sé yo.
Fue mano pero tengo que reconocer que fue gol. La nena no ha tenido novio pero tengo que reconocer que está preñada. ¿A quién pretenden engañar? La factura de la inconsistencia del gobierno de Rodríguez Zapatero se las habrá de cobrar el pueblo español, con mayor sentido común y político de lo que pensaríamos los hispano parlantes que no los conocemos personalmente.
Afirmo que les cobrarán la factura porque ésta es la muestra inequívoca de que están siendo gobernados por demagogos, por artífices de la palabra tratando de ocultar sus verdaderas intenciones u objetivos. Afirmo que se la cobrarán porque esto viene a atarle cabos a todos, que de la misma manera han sido tratados cuando el tema es económico, cuando se habla del desempleo (que es el mayor de Europa en estos momentos, según entendemos), que se sitúa en alrededor del 19% de la PEA y del 35% en los jóvenes.
Si el proceso de elecciones en Honduras hubiese sido raquítico, nadie tendría cómo hablar en favor de él; pero, hasta donde sabemos, fue ejemplar, fue una fiesta cívica, con música en las calles, con temor por los rumores de que iban a ser golpeados por los zelayistas, especialmente en los barrios populares, pero con una asistencia masiva, de más del 61% de electores empadronados, a pesar que Nicaragua y El Salvador cerraron sus fronteras para impedir, según cuentan, que más votantes que viven en esos países pudieran pasar a ejercer su sufragio.
Luego, la elección de Porfirio Lobo, con más del 61% de los votos válidos, hasta el momento, ¿qué dudas le dejan a España? ¿Cuál es la solución que el gobierno español propone?
Repito y anticipo: los sinsentidos políticos del gobierno español, en el tema de Honduras, no los olvidarán los sencillos electores españoles, que en este campo habrán de entender que su gobierno ya ni corta ni pincha. ¡Y ésa es la voz autorizada que, en los temas hispanoamericanos, suelen seguir los demás países europeos!
lunes, 30 de noviembre de 2009
jueves, 26 de noviembre de 2009
LA VERDAD SOBRE LA REUNIÓN DE PRESIDENTES DE CENTROAMÉRICA EN COSTA RICA
El Presidente Oscar Arias ostenta este semestre, según ha sido la costumbre porque no existe respaldo jurídico en Tratado o Convenio alguno, la Presidencia Pro Témpore de la Reunión de Presidentes de Centroamérica.
Corresponde a este Presidente Pro Témpore de facto, y aquí sí se aplica correctamente el término, la convocatoria a las Reuniones de Presidentes de Centroamérica.
Oscar Arias, el Presidente de Costa Rica, ha venido siendo la voz disidente dentro de esa Instancia Política, al haber manifestado, hace varios meses, su criterio acerca de la inutilidad de dichas reuniones en donde señaló que sólo se llega a perder el tiempo.
Hace unos meses hice público en este blog las ronchas que esas declaraciones hicieron, por lo menos en la Asamblea Plenaria del PARLACEN, en donde el grupo de izquierda presentó una propuesta calcada del manifiesto de la Cancillería nicaragüense, debate en el cual fui el único en otorgarle al Presidente Arias el beneficio de la duda de lo que había expresado públicamente, porque no se puede estar en desacuerdo que el proceso de integración de la región tiene más de 50 años, ha habido múltiples reuniones de Presidentes y la integración de nuestros países todavía no llega al nivel en que se beneficie a los ciudadanos.
El asunto, actualizando el tema, es que las noticias en Guatemala han sido que Oscar Arias había manifestado, ahora, que no iba a haber Reunión de Presidentes; así, sin mayor explicación, ya que la Secretaría General del Sistema de la Integración Económica, SG-SICA, sólo se concretó a mencionar las dificultades "por todos conocidas y demás dificultades para la realización de los trabajos preparatorios".
Las dificultades que nadie menciona pero que están en el ambiente, pueden ser la crisis política de Honduras que implica, intrínsecamente, un tema de representación de ese Estado en la Reunión, el Golpe de Estado Técnico en Nicaragua al favorecer un fallo la ilegal e inconstitucional reelección de Daniel Ortega y los alcaldes sandinistas, los roces anteriores entre las cancillerías nicaragüense y costarricense, especialmente, a raíz de las declaraciones de Oscar Arias a las cuales nos hemos referido (porque en esa época el Presidente Pro Témpore de facto era Daniel Ortega), la reciente sentencia de la Corte Centroamericana de Justicia en contra del Estado de Costa Rica por el tema aduanero (sobre el cual me refiero en la entrada del 16 de noviembre en curso), la posición política de Panamá con relación a su decisión de retirarse del PARLACEN pero solicitando integrarse a otras instituciones del SICA, que ha sido recibido con hielo en el resto de cancillerías del Sistema.
El fondo del asunto, según nos hemos enterado extraoficialmente, es que la cancillería costarricense sí hizo las convocatorias previas pero, bajo el liderazgo de Daniel Ortega, parece que recibió respuestas de hielo en toda la región, razón por la cual tuvo que dar marcha atrás y emitir una comunicación oficial a la SG-SICA en el sentido indicado.
Ahora bien, el semestre entrante, el Presidente Pro Témpore de hecho será el Presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, quien, como señalamos, está enfrentado con el resto de la región porque no entiende que la integración en ha sido concebida como un Sistema y que, por ende, no puede escoger a qué instituciones pertenece y a cuáles no, y mientras quiera disfrutar de unas y prescindir de otras, su posición no podrá ser entendida en el resto de países que sí ven el proceso de integración como un todo. Lo anterior es motivo suficiente para anticipar que, por lo menos hasta junio de 2010, no veremos una Reunión de Presidentes instalada formalmente.
Mientras tanto, seguirá siendo una aspiración de los ciudadanos centroamericanos ver avances concretos en la región en materia de integración, como por ejemplo la libre movilidad y tránsito de vehículos y personas, sin hacer una sola parada entre fronteras.
Corresponde a este Presidente Pro Témpore de facto, y aquí sí se aplica correctamente el término, la convocatoria a las Reuniones de Presidentes de Centroamérica.
Oscar Arias, el Presidente de Costa Rica, ha venido siendo la voz disidente dentro de esa Instancia Política, al haber manifestado, hace varios meses, su criterio acerca de la inutilidad de dichas reuniones en donde señaló que sólo se llega a perder el tiempo.
Hace unos meses hice público en este blog las ronchas que esas declaraciones hicieron, por lo menos en la Asamblea Plenaria del PARLACEN, en donde el grupo de izquierda presentó una propuesta calcada del manifiesto de la Cancillería nicaragüense, debate en el cual fui el único en otorgarle al Presidente Arias el beneficio de la duda de lo que había expresado públicamente, porque no se puede estar en desacuerdo que el proceso de integración de la región tiene más de 50 años, ha habido múltiples reuniones de Presidentes y la integración de nuestros países todavía no llega al nivel en que se beneficie a los ciudadanos.
El asunto, actualizando el tema, es que las noticias en Guatemala han sido que Oscar Arias había manifestado, ahora, que no iba a haber Reunión de Presidentes; así, sin mayor explicación, ya que la Secretaría General del Sistema de la Integración Económica, SG-SICA, sólo se concretó a mencionar las dificultades "por todos conocidas y demás dificultades para la realización de los trabajos preparatorios".
Las dificultades que nadie menciona pero que están en el ambiente, pueden ser la crisis política de Honduras que implica, intrínsecamente, un tema de representación de ese Estado en la Reunión, el Golpe de Estado Técnico en Nicaragua al favorecer un fallo la ilegal e inconstitucional reelección de Daniel Ortega y los alcaldes sandinistas, los roces anteriores entre las cancillerías nicaragüense y costarricense, especialmente, a raíz de las declaraciones de Oscar Arias a las cuales nos hemos referido (porque en esa época el Presidente Pro Témpore de facto era Daniel Ortega), la reciente sentencia de la Corte Centroamericana de Justicia en contra del Estado de Costa Rica por el tema aduanero (sobre el cual me refiero en la entrada del 16 de noviembre en curso), la posición política de Panamá con relación a su decisión de retirarse del PARLACEN pero solicitando integrarse a otras instituciones del SICA, que ha sido recibido con hielo en el resto de cancillerías del Sistema.
El fondo del asunto, según nos hemos enterado extraoficialmente, es que la cancillería costarricense sí hizo las convocatorias previas pero, bajo el liderazgo de Daniel Ortega, parece que recibió respuestas de hielo en toda la región, razón por la cual tuvo que dar marcha atrás y emitir una comunicación oficial a la SG-SICA en el sentido indicado.
Ahora bien, el semestre entrante, el Presidente Pro Témpore de hecho será el Presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, quien, como señalamos, está enfrentado con el resto de la región porque no entiende que la integración en ha sido concebida como un Sistema y que, por ende, no puede escoger a qué instituciones pertenece y a cuáles no, y mientras quiera disfrutar de unas y prescindir de otras, su posición no podrá ser entendida en el resto de países que sí ven el proceso de integración como un todo. Lo anterior es motivo suficiente para anticipar que, por lo menos hasta junio de 2010, no veremos una Reunión de Presidentes instalada formalmente.
Mientras tanto, seguirá siendo una aspiración de los ciudadanos centroamericanos ver avances concretos en la región en materia de integración, como por ejemplo la libre movilidad y tránsito de vehículos y personas, sin hacer una sola parada entre fronteras.
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miércoles, 25 de noviembre de 2009
UN MENSAJE PARA LOS HONDUREÑOS
Honduras ha entrado en lo que dan por denominar el período de reflexión, previo a acudir, el domingo 29 de noviembre de 2009, a votar para elegir a sus nuevas autoridades: Presidente de la República, Diputados, tanto nacionales como centroamericanos, Alcaldes, miembros de las Corporaciones Municipales.
Por experiencia sé que, cuando uno se interesa por la política, este período de reflexión, que dicen que le permite a hombres y mujeres determinar, pausadamente, por quién votarán, no tiene aplicación alguna, ya que uno de antemano ha fijado su criterio y sabe, ciertamente, de qué manera emitirá su sufragio. Los hondureños, por lo general, son muy aficionados a la política, de tal manera que muchos pensarán, al leer estas líneas, que tengo razón, que no hay mucho por qué reflexionar.
Pero son dos cosas distintas utilizar este período de reflexión para decidir por quién votar, que usarlo realmente para comprender el giro de los tiempos, las causas de la situación actual, la enorme responsabilidad que conlleva la buena o mala escogencia de los funcionarios, la seriedad con que debemos respaldar al país y, finalmente, cómo se nos verá en el futuro como parte de la historia tormentosa que cada quien ha vivido a su manera, pero que en poco tiempo será objeto de estudio desde el punto de vista social, legal, político, antropológico.
Mis palabras en esta oportunidad, después de todo lo que ha pasado y nos ha tocado analizar con seriedad, van encaminadas a valorizar a sus candidatos, sean del partido político que sean, los cuales han hecho un enorme esfuerzo para hacer política bajo tan ingratos señalamientos de extranjeros como yo que, lejos de respetar sus instituciones, sus leyes y las personas súbditas de su nación, se han dedicado a decirles qué hacer, cómo hacerlo y hasta cuándo efectuarlo. Ya quisiera ver a esos entrometidos si cualquiera de nosotros llegara a sus países, bajo parecidas circunstancias, en esa actitud proconsular infame con que ellos hacen sus visitas relámpago.
Ningún país del mundo sabe y puede desarrollarse sin políticos. Somos, hay que aceptarlo, un mal necesario en cualquier sociedad, de tal manera que mientras mejores políticos elijan, mientras más se valoricen sus líderes políticos, mejor le irá a todo el país y, por ende, a la región donde vivimos, y así no habrá Secretarios Generales o golpistas arribados a presidentes que, con sus petrodólares, les digan cómo hacer las cosas.
Hace poco menos de 200 años se iniciaban, en El Salvador, las gestas libertarias de las cuales todavía se habla. La historia de la Federación de Centroamérica todavía es viva, para todos nosotros, desde el punto de vista que conocemos qué hizo cada personaje y cómo actuó en esa oportunidad. Lo digo porque, así como esas gestas heróicas permanecen en la memoria de los pueblos y son objeto de planes de estudio, así los protagonistas de la crisis política de este año, sean del bando que sean, tendrán su sitial en la historia de Honduras, serán estudiados y todo el mundo sabrá qué papel jugaron frente al país.
Dentro de las gestas de este año debemos resaltar la que éstá a punto de darse, la del pueblo que entiende el valor de la emisión del voto y que acude en familia, masivamente, a emitirlo, con orden, con respeto, callando definitivamente a ese mundo ideologizado que se ha dedicado, ni siquiera paternalmente sino insidiosamente, sin comprender sus causas, a ordenarles qué hacer.
Quienes tenemos un poco de sentido común hemos sido la voz discordante de toda esta pléyade de funcionarios de alta y baja categoría, que se han igualado en la ignorancia del problema y no tienen más que ojos y oídos para una de las partes.
Demúestrenles, hermanos hondureños, de lo que son capaces de hacer este domingo al amparo de la Constitución, de las leyes ordinarias y de sus propias instituciones. Sean ejemplo de sus hijos y nietos.
Es el momento en que el pueblo tiene que asumir el papel que le corresponde ante los ojos del mundo que están pendientes de cualquier defecto, de cualquier error.
Tengan en cuenta que los terroristas de la democracia, aquellos seguidores del que dice una cosa y luego hace otra, reiteradamente, saldrán ese día a la calle con ganas de provocar, de boicotear, de destruir lo que tanto les ha costado defender a la mayoría. Sean pacientes pero firmes en sus convicciones. Recuerden que ellos son menos y que también pueden tener su verdad.
Sus hijos e hijas, sus nietos y nietas, sus descendientes a quienes ni siquiera se han podido imaginar porque están a 200 años en el futuro, algún día se lo van a agradecer y podrán contar, serenamente, que sus antepasados fueron artífices de la defensa de la legalidad, de la justicia y de la democracia; que no sólo ayudaron a salvar a Honduras sino dieron el ejemplo al mundo de lo que significa la palabra dignidad, por no referirnos con otros términos más, digamos, coloquiales.
¡Adelante, hondureños! ¡Y que ganen los mejores candidatos!
Por experiencia sé que, cuando uno se interesa por la política, este período de reflexión, que dicen que le permite a hombres y mujeres determinar, pausadamente, por quién votarán, no tiene aplicación alguna, ya que uno de antemano ha fijado su criterio y sabe, ciertamente, de qué manera emitirá su sufragio. Los hondureños, por lo general, son muy aficionados a la política, de tal manera que muchos pensarán, al leer estas líneas, que tengo razón, que no hay mucho por qué reflexionar.
Pero son dos cosas distintas utilizar este período de reflexión para decidir por quién votar, que usarlo realmente para comprender el giro de los tiempos, las causas de la situación actual, la enorme responsabilidad que conlleva la buena o mala escogencia de los funcionarios, la seriedad con que debemos respaldar al país y, finalmente, cómo se nos verá en el futuro como parte de la historia tormentosa que cada quien ha vivido a su manera, pero que en poco tiempo será objeto de estudio desde el punto de vista social, legal, político, antropológico.
Mis palabras en esta oportunidad, después de todo lo que ha pasado y nos ha tocado analizar con seriedad, van encaminadas a valorizar a sus candidatos, sean del partido político que sean, los cuales han hecho un enorme esfuerzo para hacer política bajo tan ingratos señalamientos de extranjeros como yo que, lejos de respetar sus instituciones, sus leyes y las personas súbditas de su nación, se han dedicado a decirles qué hacer, cómo hacerlo y hasta cuándo efectuarlo. Ya quisiera ver a esos entrometidos si cualquiera de nosotros llegara a sus países, bajo parecidas circunstancias, en esa actitud proconsular infame con que ellos hacen sus visitas relámpago.
Ningún país del mundo sabe y puede desarrollarse sin políticos. Somos, hay que aceptarlo, un mal necesario en cualquier sociedad, de tal manera que mientras mejores políticos elijan, mientras más se valoricen sus líderes políticos, mejor le irá a todo el país y, por ende, a la región donde vivimos, y así no habrá Secretarios Generales o golpistas arribados a presidentes que, con sus petrodólares, les digan cómo hacer las cosas.
Hace poco menos de 200 años se iniciaban, en El Salvador, las gestas libertarias de las cuales todavía se habla. La historia de la Federación de Centroamérica todavía es viva, para todos nosotros, desde el punto de vista que conocemos qué hizo cada personaje y cómo actuó en esa oportunidad. Lo digo porque, así como esas gestas heróicas permanecen en la memoria de los pueblos y son objeto de planes de estudio, así los protagonistas de la crisis política de este año, sean del bando que sean, tendrán su sitial en la historia de Honduras, serán estudiados y todo el mundo sabrá qué papel jugaron frente al país.
Dentro de las gestas de este año debemos resaltar la que éstá a punto de darse, la del pueblo que entiende el valor de la emisión del voto y que acude en familia, masivamente, a emitirlo, con orden, con respeto, callando definitivamente a ese mundo ideologizado que se ha dedicado, ni siquiera paternalmente sino insidiosamente, sin comprender sus causas, a ordenarles qué hacer.
Quienes tenemos un poco de sentido común hemos sido la voz discordante de toda esta pléyade de funcionarios de alta y baja categoría, que se han igualado en la ignorancia del problema y no tienen más que ojos y oídos para una de las partes.
Demúestrenles, hermanos hondureños, de lo que son capaces de hacer este domingo al amparo de la Constitución, de las leyes ordinarias y de sus propias instituciones. Sean ejemplo de sus hijos y nietos.
Es el momento en que el pueblo tiene que asumir el papel que le corresponde ante los ojos del mundo que están pendientes de cualquier defecto, de cualquier error.
Tengan en cuenta que los terroristas de la democracia, aquellos seguidores del que dice una cosa y luego hace otra, reiteradamente, saldrán ese día a la calle con ganas de provocar, de boicotear, de destruir lo que tanto les ha costado defender a la mayoría. Sean pacientes pero firmes en sus convicciones. Recuerden que ellos son menos y que también pueden tener su verdad.
Sus hijos e hijas, sus nietos y nietas, sus descendientes a quienes ni siquiera se han podido imaginar porque están a 200 años en el futuro, algún día se lo van a agradecer y podrán contar, serenamente, que sus antepasados fueron artífices de la defensa de la legalidad, de la justicia y de la democracia; que no sólo ayudaron a salvar a Honduras sino dieron el ejemplo al mundo de lo que significa la palabra dignidad, por no referirnos con otros términos más, digamos, coloquiales.
¡Adelante, hondureños! ¡Y que ganen los mejores candidatos!
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martes, 24 de noviembre de 2009
LA OBSERVACIÓN DE COMICIOS ELECTORALES, COSTUMBRE MODERNA.
El envío de delegaciones de observación de procesos electorales es relativamente nueva. Me parece que la primera vez que me fijé en dicho fenómeno fue en 1989, cuando compitieron por la Presidencia de la República el comandante Daniel Ortega Saavedra, en el poder desde 1979 por el Frente Sandinista de Liberación Nacional, FSLN, y otros candidatos, ocasión en la cual ganó doña Violeta Barrios de Chamorro, impulsada por la Unión Nacional Opositora, UNO, en Nicaragua.
Se da, principalmente, en aquellos países en donde el sistema democrático es débil, incipiente o vulnerable, y los países que se sienten del Primer Mundo ayudan, con su a veces discutida posición moral, a santiguar y dar por bien o mal efectuadas las elecciones de un pequeño país.
¿Cuándo hemos visto salir delegaciones de América Latina para ir a "supervisar", que eso es lo que conlleva la denominada Observación Electoral, elecciones en Alemania, en Francia, en Inglaterra o en Estados Unidos?
De igual manera que los procesos internos de elección de autoridades de cualquiera de los países en donde no suele hacerse esa Observación es totalmente legítima, así igualmente lo son los procesos electorales en cualquiera de nuestros pobres países, sin observación o con élla.
La Observación de Elecciones por delegaciones de terceros países no constituye requisito legal alguno para absolutamente nada. Sin embargo, debemos reconocer que, en muchos casos, ayuda muchísimo a que los gobernantes inmorales no violen sus propias leyes electorales y, en un abuso de poder y de autoridad, cometiendo delitos punibles las más de las veces, le pasen encima a los candidatos de la oposición. Es una ayuda al sistema de pesos y contrapesos que no pasa de ser de índole moral.
En el caso de las elecciones municipales nicaragüenses de noviembre de 2008, hay registros documentados en video de los delitos electorales cometidos por los fieles seguidores de Daniel Ortega y del sandinismo, los cuales indefectiblemente tuvo que haber "observado" la denominada "Comunidad Internacional" a través de los delegados que situó en Nicaragua el día de la elección. ¿De qué sirvió toda esa observación, si los comicios se convirtieron en un fraude electoral y nadie dice hoy absolutamente nada al respecto? ¿De qué ha servido la denuncia de estos actos antijurídicos y antidemocráticos, si la figura del Observador no tiene peso ni el acaecimiento de tales hechos le hace mella?
Por el contrario, esa triste "Comunidad Internacional", ahora, con el caso de la crisis política hondureña y su próximo evento electoral, pretende hacernos creer que de ellos depende la legitimidad en la escogencia de las nuevas autoridades de ese país. ¡Qué alejados de la verdad y de la realidad están! Los únicos que en la práctica y en la ley le pueden dar legitimidad al proceso de elecciones en Honduras son los hondureños.
Mal hace esa "Comunidad Internacional" en insistir en la reinstalación de Manuel Zelaya, al estilo del gobierno guatemalteco, porque él mismo desistió ya, públicamente, de aceptar el cargo, sea cual sea la manera que encuentren de restituirlo.
La única razón que encontramos para que algunos gobiernos, como el de Guatemala y el de España, por ejemplo, sigan insistiendo en el tema, es porque están preparándose para seguir haciéndole la vida imposible a los hondureños el año entrante, y eso no es justo para nadie.
En Guatemala, por ejemplo, ya he señalado que el gobierno está totalmente divorciado de lo que la población comenta en las calles. En el caso de España no nos extrañaría que la generalidad de los españoles, muy dados a comentar de todo, podrán por sí mismos darse cuenta de que las conversaciones de la gente, normalmente plagadas de más sentido común que los gobernantes, van mayoritariamente por el lado de que el problema es hondureño y debe ser resuelto por hondureños.
Hay toda una doble moral en la disposición del Presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien por un lado le condona a Bolivia toda la deuda bilateral española (US$77.0 millones), sin que Evo Morales haya hecho mayor mérito, como no sea amenazar con nacionalizar las inversiones españolas en Bolivia (medidas que revirtió después de la negociación del perdón de la deuda), y se ensañe con los hondureños por todo el lío que, desde antes del Golpe de Estado, armó Manuel Zelaya, el cual perdura hasta la fecha por la incomprensión de estos líderes de doble moral. Por cierto, ¿qué pensarán los españoles de la condonación de deuda a un país que quiere poner en órbita un satélite de poco más de US$300.0 millones? ¿Cuál es el costo per cápita de "defender" las inversiones privadas de Repsol YPF, Iberdrola, Santillana, Vueling, Telefónica, en beneficio único de sus accionistas? ¿No es todo esto una muestra de "interés, cuánto valés"?
Y es que en todo esto de la geopolítica, los grandes intereses españoles no están en Honduras, sino en Venezuela, por su petróleo, en Bolivia, por sus yacimientos de gas, en Brasil, por muchas cosas, en Argentina, con inversiones hasta en líneas aéreas, en todos los países en las telecomunicaciones, generación y transmision de energía, y en todo esto puede estar influyendo más la doble moral y las peticiones de los ideologizados presidentes amigos de Zelaya, que el sentido común que consiste en apoyar al pueblo hondureño para recobrar la normalidad, y Rodríguez Zapatero está haciendo, en nombre de todos los españoles, que los pobres hondureños paguen los platos rotos.
Y España, que en cuestiones de América Latina (Hispanoamérica, dicen allá) tiene cierto liderazgo frente a sus pares europeos, con las constantes declaraciones de la Vicepresidenta Primera del Gobierno de Rodríguez Zapatero, María Teresa Fernández de la Vega, lejos de ayudar a encontrar una salida para la crisis hondureña, ha logrado que Europa se manifieste, por lo menos ante nuestros ojos, como incomprensible de la problemática total y compleja que ocasionó todo este lío, y que muchos de sus líderes, siendo tan inteligentes como lo han demostrado en el pasado, sólo demuestren que pueden leer lo que los militares hicieron en Honduras el 28 de junio, obviando todas las actuaciones previas de la Fiscalía, del Tribunal Supremo Electoral, de la Corte Suprema de Justicia, del Procurador de los Derechos Humanos, de las Cámaras, de las Iglesias, etc., así como de la actuación posterior del Congreso Nacional, que está integrado por diputados tan legítimamente electos como Manuel Zelaya.
¿Quién critica el cambio de rumbo de la política exterior estadounidense en el caso de estudio, como no sean Fidel Castro, Hugo Chávez, Daniel Ortega y Manuel Zelaya? Por lo menos en Guatemala, a nivel de gente de la calle que no participa en política activa pero se entera, fue totalmente comprensible y, además, plausible. Muchas personas venimos apoyando tal decisión.
Sin embargo, es buena y clara señal de que en Europa no se ha perdido del todo el sentido común, cuando nos enteramos que el Partido Popular Europeo, el grupo mayoritario en el Parlamento Europeo, enviará observadores, por su cuenta, en una clara señal de respaldo al pueblo hondureño, no a Zelaya ni a Micheletti. ¡Eso es sentido común!
Los invito a leer en este vínculo http://www.diariolasamericas.com/news.php?nid=89428 las declaraciones del líder de dicho grupo político, el eurodiputado Jaime Mayor Oreja, las cuales comparto casi en su totalidad, ya que, como señalé al principio, la legitimidad del proceso electoral no se la da una delegación de observadores, sino la manera como se lleva a cabo el proceso, la asistencia del pueblo a votar, la transparencia en el manejo del conteo de votos, el respeto mutuo de los delegados de los partidos políticos, etc, etc, etc, pero no los extranjeros, por bienvenidos que sean.
Como lo dije hace meses, hoy lo repito nuevamente: Esos representantes de la "Comunidad Internacional" que hoy le niegan el derecho al pueblo hondureño a elegir, bajo sus normas legales, a sus autoridades, negándoles el reconocimiento, a priori, a las mismas, se tendrán que tragar sus palabras. ¡Copa para Insulza!
Se da, principalmente, en aquellos países en donde el sistema democrático es débil, incipiente o vulnerable, y los países que se sienten del Primer Mundo ayudan, con su a veces discutida posición moral, a santiguar y dar por bien o mal efectuadas las elecciones de un pequeño país.
¿Cuándo hemos visto salir delegaciones de América Latina para ir a "supervisar", que eso es lo que conlleva la denominada Observación Electoral, elecciones en Alemania, en Francia, en Inglaterra o en Estados Unidos?
De igual manera que los procesos internos de elección de autoridades de cualquiera de los países en donde no suele hacerse esa Observación es totalmente legítima, así igualmente lo son los procesos electorales en cualquiera de nuestros pobres países, sin observación o con élla.
La Observación de Elecciones por delegaciones de terceros países no constituye requisito legal alguno para absolutamente nada. Sin embargo, debemos reconocer que, en muchos casos, ayuda muchísimo a que los gobernantes inmorales no violen sus propias leyes electorales y, en un abuso de poder y de autoridad, cometiendo delitos punibles las más de las veces, le pasen encima a los candidatos de la oposición. Es una ayuda al sistema de pesos y contrapesos que no pasa de ser de índole moral.
En el caso de las elecciones municipales nicaragüenses de noviembre de 2008, hay registros documentados en video de los delitos electorales cometidos por los fieles seguidores de Daniel Ortega y del sandinismo, los cuales indefectiblemente tuvo que haber "observado" la denominada "Comunidad Internacional" a través de los delegados que situó en Nicaragua el día de la elección. ¿De qué sirvió toda esa observación, si los comicios se convirtieron en un fraude electoral y nadie dice hoy absolutamente nada al respecto? ¿De qué ha servido la denuncia de estos actos antijurídicos y antidemocráticos, si la figura del Observador no tiene peso ni el acaecimiento de tales hechos le hace mella?
Por el contrario, esa triste "Comunidad Internacional", ahora, con el caso de la crisis política hondureña y su próximo evento electoral, pretende hacernos creer que de ellos depende la legitimidad en la escogencia de las nuevas autoridades de ese país. ¡Qué alejados de la verdad y de la realidad están! Los únicos que en la práctica y en la ley le pueden dar legitimidad al proceso de elecciones en Honduras son los hondureños.
Mal hace esa "Comunidad Internacional" en insistir en la reinstalación de Manuel Zelaya, al estilo del gobierno guatemalteco, porque él mismo desistió ya, públicamente, de aceptar el cargo, sea cual sea la manera que encuentren de restituirlo.
La única razón que encontramos para que algunos gobiernos, como el de Guatemala y el de España, por ejemplo, sigan insistiendo en el tema, es porque están preparándose para seguir haciéndole la vida imposible a los hondureños el año entrante, y eso no es justo para nadie.
En Guatemala, por ejemplo, ya he señalado que el gobierno está totalmente divorciado de lo que la población comenta en las calles. En el caso de España no nos extrañaría que la generalidad de los españoles, muy dados a comentar de todo, podrán por sí mismos darse cuenta de que las conversaciones de la gente, normalmente plagadas de más sentido común que los gobernantes, van mayoritariamente por el lado de que el problema es hondureño y debe ser resuelto por hondureños.
Hay toda una doble moral en la disposición del Presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien por un lado le condona a Bolivia toda la deuda bilateral española (US$77.0 millones), sin que Evo Morales haya hecho mayor mérito, como no sea amenazar con nacionalizar las inversiones españolas en Bolivia (medidas que revirtió después de la negociación del perdón de la deuda), y se ensañe con los hondureños por todo el lío que, desde antes del Golpe de Estado, armó Manuel Zelaya, el cual perdura hasta la fecha por la incomprensión de estos líderes de doble moral. Por cierto, ¿qué pensarán los españoles de la condonación de deuda a un país que quiere poner en órbita un satélite de poco más de US$300.0 millones? ¿Cuál es el costo per cápita de "defender" las inversiones privadas de Repsol YPF, Iberdrola, Santillana, Vueling, Telefónica, en beneficio único de sus accionistas? ¿No es todo esto una muestra de "interés, cuánto valés"?
Y es que en todo esto de la geopolítica, los grandes intereses españoles no están en Honduras, sino en Venezuela, por su petróleo, en Bolivia, por sus yacimientos de gas, en Brasil, por muchas cosas, en Argentina, con inversiones hasta en líneas aéreas, en todos los países en las telecomunicaciones, generación y transmision de energía, y en todo esto puede estar influyendo más la doble moral y las peticiones de los ideologizados presidentes amigos de Zelaya, que el sentido común que consiste en apoyar al pueblo hondureño para recobrar la normalidad, y Rodríguez Zapatero está haciendo, en nombre de todos los españoles, que los pobres hondureños paguen los platos rotos.
Y España, que en cuestiones de América Latina (Hispanoamérica, dicen allá) tiene cierto liderazgo frente a sus pares europeos, con las constantes declaraciones de la Vicepresidenta Primera del Gobierno de Rodríguez Zapatero, María Teresa Fernández de la Vega, lejos de ayudar a encontrar una salida para la crisis hondureña, ha logrado que Europa se manifieste, por lo menos ante nuestros ojos, como incomprensible de la problemática total y compleja que ocasionó todo este lío, y que muchos de sus líderes, siendo tan inteligentes como lo han demostrado en el pasado, sólo demuestren que pueden leer lo que los militares hicieron en Honduras el 28 de junio, obviando todas las actuaciones previas de la Fiscalía, del Tribunal Supremo Electoral, de la Corte Suprema de Justicia, del Procurador de los Derechos Humanos, de las Cámaras, de las Iglesias, etc., así como de la actuación posterior del Congreso Nacional, que está integrado por diputados tan legítimamente electos como Manuel Zelaya.
¿Quién critica el cambio de rumbo de la política exterior estadounidense en el caso de estudio, como no sean Fidel Castro, Hugo Chávez, Daniel Ortega y Manuel Zelaya? Por lo menos en Guatemala, a nivel de gente de la calle que no participa en política activa pero se entera, fue totalmente comprensible y, además, plausible. Muchas personas venimos apoyando tal decisión.
Sin embargo, es buena y clara señal de que en Europa no se ha perdido del todo el sentido común, cuando nos enteramos que el Partido Popular Europeo, el grupo mayoritario en el Parlamento Europeo, enviará observadores, por su cuenta, en una clara señal de respaldo al pueblo hondureño, no a Zelaya ni a Micheletti. ¡Eso es sentido común!
Los invito a leer en este vínculo http://www.diariolasamericas.com/news.php?nid=89428 las declaraciones del líder de dicho grupo político, el eurodiputado Jaime Mayor Oreja, las cuales comparto casi en su totalidad, ya que, como señalé al principio, la legitimidad del proceso electoral no se la da una delegación de observadores, sino la manera como se lleva a cabo el proceso, la asistencia del pueblo a votar, la transparencia en el manejo del conteo de votos, el respeto mutuo de los delegados de los partidos políticos, etc, etc, etc, pero no los extranjeros, por bienvenidos que sean.
Como lo dije hace meses, hoy lo repito nuevamente: Esos representantes de la "Comunidad Internacional" que hoy le niegan el derecho al pueblo hondureño a elegir, bajo sus normas legales, a sus autoridades, negándoles el reconocimiento, a priori, a las mismas, se tendrán que tragar sus palabras. ¡Copa para Insulza!
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sábado, 21 de noviembre de 2009
GOBIERNO DE GUATEMALA DIVORCIADO DEL SENTIDO COMÚN Y DE LA POBLACIÓN EN EL CASO HONDUREÑO
Los guatemaltecos tenemos, desde hace casi dos años, un gobierno que se ha caracterizado por hacer las cosas con el menor sentido común: cuando se ve que el mundo se cae, dicen que la crisis no nos va a afectar; cuando la crisis económica global ya nos tiene con la soga al cuello, que hay que subir impuestos; que necesitan más plata para repartir las bolsas solidarias a la gente pobre, y resultamos con la mayor mortandad, por hambre, de la historia del país.
Para mí, no fue entendible, siquiera, la estupidez de cerrarle, según el Gobierno de Guatemala, en conjunto con los de El Salvador y Nicaragua, la frontera a Honduras a raíz del Golpe de Estado, cuando el sentido común señalaba que eran los productores, especialmente los pequeños productores de esos tres países, pero especialmente los guatemaltecos que surten el mercado centroamericano de productos frescos, quienes más iban a sufrir. ¿Quién le repuso a los productores de fresa, de zanahorias, de cebollas, de tomate, de chiles pimientos, de vegetales verdes, las camionadas de producto que se perdieron y pudrieron en la frontera debido al estrabismo político de nuestro mandatario? ¡Nadie! Ni se disculparon por su estupidez (disculpen que lo repita, pero así lo veo, así lo siento y así lo digo rotundamente). Estupidez aparte, también se convirtieron en violadores de la normativa centroamericana al respecto.
Partamos del hecho que hubo un Golpe de Estado en contra de alguien electo democrática y legítimamente. Pero al analizar el hecho, vayámonos para atrás, primero, y analicemos todos los desmanes que Manuel Zelaya provocó, violando reiteradamente la Constitución y las leyes hondureñas, especialmente tratando de cambiar, a como diera lugar, artículos irreformables que conllevan la destitución y el delito de traición a la patria; pero, seguidamente, analicemos también que fueron 123 de 128 diputados, electos también democrática y legítimente, quienes, en un proceso contemplado en la misma Constitución, eligieron, para sustituir a Manuel Zelaya, a Roberto Micheletti, de tal manera que a todos estos hechos hay que agregar que la institucionalidad hondureña, a excepción de la salida violentada de Zelaya, con la cual no estoy de acuerdo, sigue funcionando intacta y regularmente, de tal manera que considero que no está en el ámbito de la denominada "Comunidad Internacional", sino en las instituciones internas de Honduras, y especialmente en su pueblo convocado con anterioridad a las urnas por una institución diferente a la Presidencia de la República y al Congreso Nacional, todo de acuerdo a lo que la Constitución hondureña estipula.
Los gobiernos del mundo pudieron haberse precipitado en un principio, tal como lo he venido denunciando en este blog. La parcializada Organización de Estados Americanos, obligada a informarse primero, no le interesaba todo lo que Manuel Zelaya venía haciendo, y en cuestión de horas había condenado a Honduras, sin comprender, para nada, a los hondureños, a sus instituciones y a sus leyes. Esa condena, considero, fue lo que detonó, conforme a la teoría del dominó, la serie de condenas posteriores, especialmente porque los demás países no percibían, como se percibe ahora, cómo la OEA había sido copada ideológicamente en función de la reelección de su Secretario General, José Miguel Insulza, dando al traste con la seriedad que le correspondía tener y mantener.
Para muestra, un botón: ¿Qué ha dicho la OEA con relación al fraude electoral que cometió Daniel Ortega en Nicaragua, en noviembre de 2008? ¿Que ha dicho la OEA del Golpe de Estado Técnico que viene dando Daniel Ortega al manipular, con "sus" jueces sandinistas, la Constitución de Nicaragua para favorecer únicamente "su" reelección y la de los alcaldes sandinistas (dejando por fuera a los alcaldes de los demás partidos políticos)? Pero ese no es el tema de hoy.
Recordemos que igualmente electo democrática y popularmente, y por tanto ostentando de legitimidad por igual, tenía la persona de Manuel Zelaya y los 128 diferentes diputados del Congreso Nacional de Honduras. Yo pregunto, ¿es legítimo que la OEA defienda las acutaciones ilegales de una sola persona en contra de la voluntad colegiada de 128 diputados igualmente legítimos en el ejercicio de sus cargos?
Después de poco más de cuatro meses y medio, de los gobiernos que originalmente condenaron, sólo dos han tenido la grandeza de enviar el mensaje correcto a los hondureños: Estados Unidos de América y Panamá. No necesitan decir que se equivocaron originalmente. Con sus posición actual, que yo me atreví a predecir, se están elevando por encima de los demás porque tienen la hidalguía de decir, en ese lenguaje diplomático de señales y mensajes cifrados, que entienden mejor que los demás lo que sucedió, que lo lamentan, pero que por encima de todo respetan la soberanía de Honduras y le dan primacía a la voluntad popular, la cual será expresada libremente dentro de unos días.
¿Y qué hace el Gobierno de Guatemala al respecto? Lejos de reconocer que había estado equivocado, lejos de quedarse callado, que es lo mejor en este caso, se vuelve a inclinar por el lado ideologizado de Manuel Zelaya, Hugo Chávez, Fidel Castro (como que ya no se recuerda cuando lo dejaron plantado en un parque de La Habana, Orden del Quetzal en mano, esperando para siempre su entrevista para tomarse la foto con Fidel) y demás comparsas agrupados en la OEA, y se pone en contra del pueblo hondureño, de lo que dicta la razón, del sentido común, en algún sentido de la legalidad de las disposiciones que ha tomado el Congreso hondureño, del Acuerdo Guaymuras que los delegados de Zelaya firmaron con su consentimiento para luego bombardearlo como cualquier terrorista de la democracia, y se pone en contra, también, de la mayoría de la población guatemalteca que ve, en el caso hondureño, un tema de Honduras, no de Guatemala.
Es otra estupidez política de Álvaro Colom (en el supuesto que sea una decisión de él y no de su acompañante) y de su canciller, Haroldo Rodas, salir diciendo que no reconocerán, a estas alturas, ni las elecciones del próximo domingo 29 ni sus resultados, atribuyéndolo a que eso obedece a lo acordado semanas atrás por la OEA.
¿Y no el mismo Acuerdo Guaymuras pide que se reconozcan las elecciones y sus resultados? ¿No es la OEA, con dos delegados, parte de la Comisión de Verificación recientemente instalada para darle seguimiento a dicho Acuerdo? ¿Es que ni la OEA, ni Colom (o su acompañante) ni Rodas saben leer lo que dicho Acuerdo acuerda?
Además, ¿cuál es la insistencia para instalar a alguien quien ya dijo que, hagan lo que hagan, no aceptará su restitución? Y si Zelaya dice que ya no acepta su propia restitución (que no es lo estipulado en el Acuerdo Guaymuras), ¿cuál es la salida de la crisis que proponen, entonces?
Ya dejé establecido, en otra entrada anterior a este blog, que el Acuerdo Guaymuras establece algunas cuestiones de forma para tomar decisiones de fondo, en un calendario incompleto porque faltó establecer algunas fechas, pero en ninguna parte se dice que una condición para que las elecciones de Honduras sean válidas es la restitución de Manuel Zelaya a la Presidencia de la República, aún antes de que el Congreso Nacional, a quien se le pidió resolver sobre el asunto, tome una decisión al respecto.
Yo denuncio por este medio a la OEA, a Álvaro Colom (a su acompañante) y a Haroldo Rodas, no de ignorancia, no de no saber leer, sino de mala fe para con el pueblo hondureño.
Estimo que están en todo su derecho de no reconocer al gobierno de Micheletti, si eso es lo que desean, pero no tienen derecho alguno de negarle al pueblo hondureño su legítimo derecho a elegir sus autoridades, ni tienen potestad alguna para negarle a los candidatos a la Presidencia, al Congreso, a las Alcaldías y Corporaciones Municipales, quienes no tienen nada que ver con las tonterías cometidas por Manuel Zelaya, por la otra tontería cometida por los militares hondureños, ni con las resoluciones legítimas tomadas por diputados actuales del Congreso y por magistrados de la Corte Suprema de Justicia, como para que un presidente (con minúscula) que no entiende por dónde va el mundo y por dónde debiera actuar, en beneficio de su propio país, se meta en los asuntos internos de su vecino.
Cobra tan poco sentido la palabrería del Gobierno de Guatemala en la medida que uno realiza y cae en cuenta que Honduras es nuestro tercer socio comercial, que por simples pláticas con las personas comunes y corrientes de la calle se palpa el sentimiento de solidaridad de las grandes mayorías, no para con Zelaya, no para con Micheletti, sino con el pueblo hondureño que está sufriendo desde hace meses y que ya desea, de una vez por todas, pasar la página de esta historia innecesaria en la que los metió un megalómano y sociópata al que le brillaron (y no es el único) los ojos con los petrodólares que corresponden a los venezolanos y que son derramados en otros países cuando los supuestos líderes saben cantar al son llanero de Caracas.
Es decir, el Gobierno de Guatemala, con esta actitud, vuelve a querer quedar bien con Fidel, continúa sus coqueteos con Caracas, pero se vuelve a divorciar del sector productivo guatemalteco, y no hablo del organizado en el CACIF; hablo de los pequeños productores que mencioné anteriormente, que también están interesados en pasar esta página de la historia de Honduras para seguir comprando, para seguir vendiendo, para seguir sobreviviendo.
En su infinita creatividad, ¿cuál es la propuesta, entonces? ¿Qué propone Guatemala como alternativa a las elecciones de Honduras para terminar con esta crisis? Si la zozobra, por la estupidez de varios gobiernos como el de Guatemala, continúa hasta finales de enero de 2010 en que tome posesión el gobierno que los hondureños elijan el próximo domingo, al igual que nuevos diputados, alcaldes, síndicos, concejales, ¿cuál será el planteamiento si ya no podrán decir que desan restituir a Zelaya?
Me explico mejor: la cantaleta de la restitución de Zelaya pueden seguirla ensayando pero no ad aeternum. Si el período constitucional finaliza el 27 de enero de 2010, ¿cuál será el argumento, posteriormente a esa fecha, para seguir con la cantaleta? ¿Es que no se dan cuenta que, después de todo, en el caso que el Congreso Nacional de Honduras decida que no "retrotrae las cosas" a como estaban el 28 de junio, tendrán que vérselas con un gobierno encabezado por otra persona?
¿Qué esperan, entonces? ¿Que sea el gobierno hondureño el que reconozca al de Guatemala cuando comience a gobernar el sucesor de Álvaro Colom?
Mientras tanto, el Gobierno de Guatemala se tendrá que conformar con que los guatemaltecos, en nuestra gran mayoría, estamos dispuestos a reconocer, con facilidad, que el pueblo hondureño es soberano, que los gobiernos extranjeros no tienen injerencia alguna en sus asuntos internos, y que seguiremos apoyando la elección legítima y democrática de sus nuevas autoridades para, finalmente, seguir haciendo negocios con ellos, como vecinos, como hermanos verdaderos que somos y que nos hace compartir de mejor manera que ninguno las penas por las que están pasando. ¡El pueblo de Guatemala sí apoya el retorno de la normalidad en Honduras!
El Gobierno de Guatemala se vuelve a lucir, ante el mundo, por su falta de propuestas y su divorcio con la población guatemalteca.
Para mí, no fue entendible, siquiera, la estupidez de cerrarle, según el Gobierno de Guatemala, en conjunto con los de El Salvador y Nicaragua, la frontera a Honduras a raíz del Golpe de Estado, cuando el sentido común señalaba que eran los productores, especialmente los pequeños productores de esos tres países, pero especialmente los guatemaltecos que surten el mercado centroamericano de productos frescos, quienes más iban a sufrir. ¿Quién le repuso a los productores de fresa, de zanahorias, de cebollas, de tomate, de chiles pimientos, de vegetales verdes, las camionadas de producto que se perdieron y pudrieron en la frontera debido al estrabismo político de nuestro mandatario? ¡Nadie! Ni se disculparon por su estupidez (disculpen que lo repita, pero así lo veo, así lo siento y así lo digo rotundamente). Estupidez aparte, también se convirtieron en violadores de la normativa centroamericana al respecto.
Partamos del hecho que hubo un Golpe de Estado en contra de alguien electo democrática y legítimamente. Pero al analizar el hecho, vayámonos para atrás, primero, y analicemos todos los desmanes que Manuel Zelaya provocó, violando reiteradamente la Constitución y las leyes hondureñas, especialmente tratando de cambiar, a como diera lugar, artículos irreformables que conllevan la destitución y el delito de traición a la patria; pero, seguidamente, analicemos también que fueron 123 de 128 diputados, electos también democrática y legítimente, quienes, en un proceso contemplado en la misma Constitución, eligieron, para sustituir a Manuel Zelaya, a Roberto Micheletti, de tal manera que a todos estos hechos hay que agregar que la institucionalidad hondureña, a excepción de la salida violentada de Zelaya, con la cual no estoy de acuerdo, sigue funcionando intacta y regularmente, de tal manera que considero que no está en el ámbito de la denominada "Comunidad Internacional", sino en las instituciones internas de Honduras, y especialmente en su pueblo convocado con anterioridad a las urnas por una institución diferente a la Presidencia de la República y al Congreso Nacional, todo de acuerdo a lo que la Constitución hondureña estipula.
Los gobiernos del mundo pudieron haberse precipitado en un principio, tal como lo he venido denunciando en este blog. La parcializada Organización de Estados Americanos, obligada a informarse primero, no le interesaba todo lo que Manuel Zelaya venía haciendo, y en cuestión de horas había condenado a Honduras, sin comprender, para nada, a los hondureños, a sus instituciones y a sus leyes. Esa condena, considero, fue lo que detonó, conforme a la teoría del dominó, la serie de condenas posteriores, especialmente porque los demás países no percibían, como se percibe ahora, cómo la OEA había sido copada ideológicamente en función de la reelección de su Secretario General, José Miguel Insulza, dando al traste con la seriedad que le correspondía tener y mantener.
Para muestra, un botón: ¿Qué ha dicho la OEA con relación al fraude electoral que cometió Daniel Ortega en Nicaragua, en noviembre de 2008? ¿Que ha dicho la OEA del Golpe de Estado Técnico que viene dando Daniel Ortega al manipular, con "sus" jueces sandinistas, la Constitución de Nicaragua para favorecer únicamente "su" reelección y la de los alcaldes sandinistas (dejando por fuera a los alcaldes de los demás partidos políticos)? Pero ese no es el tema de hoy.
Recordemos que igualmente electo democrática y popularmente, y por tanto ostentando de legitimidad por igual, tenía la persona de Manuel Zelaya y los 128 diferentes diputados del Congreso Nacional de Honduras. Yo pregunto, ¿es legítimo que la OEA defienda las acutaciones ilegales de una sola persona en contra de la voluntad colegiada de 128 diputados igualmente legítimos en el ejercicio de sus cargos?
Después de poco más de cuatro meses y medio, de los gobiernos que originalmente condenaron, sólo dos han tenido la grandeza de enviar el mensaje correcto a los hondureños: Estados Unidos de América y Panamá. No necesitan decir que se equivocaron originalmente. Con sus posición actual, que yo me atreví a predecir, se están elevando por encima de los demás porque tienen la hidalguía de decir, en ese lenguaje diplomático de señales y mensajes cifrados, que entienden mejor que los demás lo que sucedió, que lo lamentan, pero que por encima de todo respetan la soberanía de Honduras y le dan primacía a la voluntad popular, la cual será expresada libremente dentro de unos días.
¿Y qué hace el Gobierno de Guatemala al respecto? Lejos de reconocer que había estado equivocado, lejos de quedarse callado, que es lo mejor en este caso, se vuelve a inclinar por el lado ideologizado de Manuel Zelaya, Hugo Chávez, Fidel Castro (como que ya no se recuerda cuando lo dejaron plantado en un parque de La Habana, Orden del Quetzal en mano, esperando para siempre su entrevista para tomarse la foto con Fidel) y demás comparsas agrupados en la OEA, y se pone en contra del pueblo hondureño, de lo que dicta la razón, del sentido común, en algún sentido de la legalidad de las disposiciones que ha tomado el Congreso hondureño, del Acuerdo Guaymuras que los delegados de Zelaya firmaron con su consentimiento para luego bombardearlo como cualquier terrorista de la democracia, y se pone en contra, también, de la mayoría de la población guatemalteca que ve, en el caso hondureño, un tema de Honduras, no de Guatemala.
Es otra estupidez política de Álvaro Colom (en el supuesto que sea una decisión de él y no de su acompañante) y de su canciller, Haroldo Rodas, salir diciendo que no reconocerán, a estas alturas, ni las elecciones del próximo domingo 29 ni sus resultados, atribuyéndolo a que eso obedece a lo acordado semanas atrás por la OEA.
¿Y no el mismo Acuerdo Guaymuras pide que se reconozcan las elecciones y sus resultados? ¿No es la OEA, con dos delegados, parte de la Comisión de Verificación recientemente instalada para darle seguimiento a dicho Acuerdo? ¿Es que ni la OEA, ni Colom (o su acompañante) ni Rodas saben leer lo que dicho Acuerdo acuerda?
Además, ¿cuál es la insistencia para instalar a alguien quien ya dijo que, hagan lo que hagan, no aceptará su restitución? Y si Zelaya dice que ya no acepta su propia restitución (que no es lo estipulado en el Acuerdo Guaymuras), ¿cuál es la salida de la crisis que proponen, entonces?
Ya dejé establecido, en otra entrada anterior a este blog, que el Acuerdo Guaymuras establece algunas cuestiones de forma para tomar decisiones de fondo, en un calendario incompleto porque faltó establecer algunas fechas, pero en ninguna parte se dice que una condición para que las elecciones de Honduras sean válidas es la restitución de Manuel Zelaya a la Presidencia de la República, aún antes de que el Congreso Nacional, a quien se le pidió resolver sobre el asunto, tome una decisión al respecto.
Yo denuncio por este medio a la OEA, a Álvaro Colom (a su acompañante) y a Haroldo Rodas, no de ignorancia, no de no saber leer, sino de mala fe para con el pueblo hondureño.
Estimo que están en todo su derecho de no reconocer al gobierno de Micheletti, si eso es lo que desean, pero no tienen derecho alguno de negarle al pueblo hondureño su legítimo derecho a elegir sus autoridades, ni tienen potestad alguna para negarle a los candidatos a la Presidencia, al Congreso, a las Alcaldías y Corporaciones Municipales, quienes no tienen nada que ver con las tonterías cometidas por Manuel Zelaya, por la otra tontería cometida por los militares hondureños, ni con las resoluciones legítimas tomadas por diputados actuales del Congreso y por magistrados de la Corte Suprema de Justicia, como para que un presidente (con minúscula) que no entiende por dónde va el mundo y por dónde debiera actuar, en beneficio de su propio país, se meta en los asuntos internos de su vecino.
Cobra tan poco sentido la palabrería del Gobierno de Guatemala en la medida que uno realiza y cae en cuenta que Honduras es nuestro tercer socio comercial, que por simples pláticas con las personas comunes y corrientes de la calle se palpa el sentimiento de solidaridad de las grandes mayorías, no para con Zelaya, no para con Micheletti, sino con el pueblo hondureño que está sufriendo desde hace meses y que ya desea, de una vez por todas, pasar la página de esta historia innecesaria en la que los metió un megalómano y sociópata al que le brillaron (y no es el único) los ojos con los petrodólares que corresponden a los venezolanos y que son derramados en otros países cuando los supuestos líderes saben cantar al son llanero de Caracas.
Es decir, el Gobierno de Guatemala, con esta actitud, vuelve a querer quedar bien con Fidel, continúa sus coqueteos con Caracas, pero se vuelve a divorciar del sector productivo guatemalteco, y no hablo del organizado en el CACIF; hablo de los pequeños productores que mencioné anteriormente, que también están interesados en pasar esta página de la historia de Honduras para seguir comprando, para seguir vendiendo, para seguir sobreviviendo.
En su infinita creatividad, ¿cuál es la propuesta, entonces? ¿Qué propone Guatemala como alternativa a las elecciones de Honduras para terminar con esta crisis? Si la zozobra, por la estupidez de varios gobiernos como el de Guatemala, continúa hasta finales de enero de 2010 en que tome posesión el gobierno que los hondureños elijan el próximo domingo, al igual que nuevos diputados, alcaldes, síndicos, concejales, ¿cuál será el planteamiento si ya no podrán decir que desan restituir a Zelaya?
Me explico mejor: la cantaleta de la restitución de Zelaya pueden seguirla ensayando pero no ad aeternum. Si el período constitucional finaliza el 27 de enero de 2010, ¿cuál será el argumento, posteriormente a esa fecha, para seguir con la cantaleta? ¿Es que no se dan cuenta que, después de todo, en el caso que el Congreso Nacional de Honduras decida que no "retrotrae las cosas" a como estaban el 28 de junio, tendrán que vérselas con un gobierno encabezado por otra persona?
¿Qué esperan, entonces? ¿Que sea el gobierno hondureño el que reconozca al de Guatemala cuando comience a gobernar el sucesor de Álvaro Colom?
Mientras tanto, el Gobierno de Guatemala se tendrá que conformar con que los guatemaltecos, en nuestra gran mayoría, estamos dispuestos a reconocer, con facilidad, que el pueblo hondureño es soberano, que los gobiernos extranjeros no tienen injerencia alguna en sus asuntos internos, y que seguiremos apoyando la elección legítima y democrática de sus nuevas autoridades para, finalmente, seguir haciendo negocios con ellos, como vecinos, como hermanos verdaderos que somos y que nos hace compartir de mejor manera que ninguno las penas por las que están pasando. ¡El pueblo de Guatemala sí apoya el retorno de la normalidad en Honduras!
El Gobierno de Guatemala se vuelve a lucir, ante el mundo, por su falta de propuestas y su divorcio con la población guatemalteca.
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viernes, 20 de noviembre de 2009
HONDURAS: LOS DOS ERRORES DE ROBERTO MICHELETTI
Para quienes no somos hondureños, Roberto Micheletti, el Presidente interino de Honduras, saltó a la palestra pública a raíz de la destitución del anterior presidente, Manuel Zelaya Rosales, luego de que durante varios meses, reiteradamente, violara la Constitución y las leyes de su país, enfrentara a prácticamente todas las instituciones políticas, desafiara a la opinión pública, desacatara mandatos de los tribunales de justicia y, en general, ocasionara el peor caos político del último cuarto de siglo en ese vecino país.
Sin embargo, para los hondureños es una figura política conocida en donde no sólo fungía como Presidente del Congreso Nacional sino participó en las elecciones primarias de su partido, el Partido Liberal de Honduras, buscando la candidatura a la Presidencia de la República, la cual no logró pero si obtuvo un 27.76% de los votos, que fueron poco más de 174 mil, según datos del (http://www.tse.hn/jc/documentos/estadisticas_y_proce_elec/Elecciones%20Primarias%202008/Partido%20Liberal/PARTIDOLIBERAL.PDF) Tribunal Supremo Electoral.
En este espacio virtual hemos hecho diversos comentarios con respecto a la crisis política hondureña, los que van desde el aspecto doctrinario, como el tema de la legitimidad, al aspecto legal, como el análisis determinando que sí fue un Golpe de Estado el sucedido el 28 de junio de 2009 o el que, posteriormente, hice del Acuerdo Guaymuras, o sociológico, como cuando aseguro que Manuel Zelaya fue un presidente pontificio, porque fue quien de mejor manera creó los puentes para unir a toda la sociedad hondureña organizada en su contra.
Pensaba que, de aquí a las elecciones programadas para el domingo 29 de noviembre, no habría necesidad de comentar cosa alguna al respecto, pero ayer, jueves 19, el Presidente Interino Micheletti hizo el anuncio de que dejará temporalmente el poder, del 25 de noviembre al 2 de diciembre, según él, para que sus connacionales se concentren en el proceso electoral y no en la crisis política, lo cual me obliga a pronunciarme al respecto, so pena de, en el futuro, por callarme, se piense que estuve de acuerdo con su actitud y la medida que está pretendiendo tomar.
El primer error que señalé, del breve gobierno de Micheletti, fue el decretar Estado de Sitio, el lunes 28 de septiembre, mediante el Decreto Ejecutivo PCM-M-016-2009, dejando en suspenso 5 importantes garantías constitucionales y ordenando el cierre de algunos medios de comunicación afines al derrocado Zelaya. Estamos claros que esta medida es legal, ya que fue tomada de conformidad con el artículo 187 de la Constitución hondureña, el cual contempla como una de las cinco causales que pueden justificar una medida de esta naturaleza, la perturbación grave de la paz. Lo que criticamos es que, políticamente, haya sido una medida conveniente. Nosotros estimamos que jamás debió cerrarse medio de comunicación alguno.
Ahora que Micheletti pretende retirarse temporalmente del poder, nos atrevemos a señalar esta medida como un segundo error de su gestión, por las siguientes razones:
Sin embargo, para los hondureños es una figura política conocida en donde no sólo fungía como Presidente del Congreso Nacional sino participó en las elecciones primarias de su partido, el Partido Liberal de Honduras, buscando la candidatura a la Presidencia de la República, la cual no logró pero si obtuvo un 27.76% de los votos, que fueron poco más de 174 mil, según datos del (http://www.tse.hn/jc/documentos/estadisticas_y_proce_elec/Elecciones%20Primarias%202008/Partido%20Liberal/PARTIDOLIBERAL.PDF) Tribunal Supremo Electoral.
En este espacio virtual hemos hecho diversos comentarios con respecto a la crisis política hondureña, los que van desde el aspecto doctrinario, como el tema de la legitimidad, al aspecto legal, como el análisis determinando que sí fue un Golpe de Estado el sucedido el 28 de junio de 2009 o el que, posteriormente, hice del Acuerdo Guaymuras, o sociológico, como cuando aseguro que Manuel Zelaya fue un presidente pontificio, porque fue quien de mejor manera creó los puentes para unir a toda la sociedad hondureña organizada en su contra.
Pensaba que, de aquí a las elecciones programadas para el domingo 29 de noviembre, no habría necesidad de comentar cosa alguna al respecto, pero ayer, jueves 19, el Presidente Interino Micheletti hizo el anuncio de que dejará temporalmente el poder, del 25 de noviembre al 2 de diciembre, según él, para que sus connacionales se concentren en el proceso electoral y no en la crisis política, lo cual me obliga a pronunciarme al respecto, so pena de, en el futuro, por callarme, se piense que estuve de acuerdo con su actitud y la medida que está pretendiendo tomar.
El primer error que señalé, del breve gobierno de Micheletti, fue el decretar Estado de Sitio, el lunes 28 de septiembre, mediante el Decreto Ejecutivo PCM-M-016-2009, dejando en suspenso 5 importantes garantías constitucionales y ordenando el cierre de algunos medios de comunicación afines al derrocado Zelaya. Estamos claros que esta medida es legal, ya que fue tomada de conformidad con el artículo 187 de la Constitución hondureña, el cual contempla como una de las cinco causales que pueden justificar una medida de esta naturaleza, la perturbación grave de la paz. Lo que criticamos es que, políticamente, haya sido una medida conveniente. Nosotros estimamos que jamás debió cerrarse medio de comunicación alguno.
Ahora que Micheletti pretende retirarse temporalmente del poder, nos atrevemos a señalar esta medida como un segundo error de su gestión, por las siguientes razones:
- El proceso electoral no comenzó a raíz del Golpe de Estado de 28 de junio de 2009; fue convocado desde el 28 de mayo de 2009.
- La convocatoria a elecciones efectuada oportunamente por el Tribunal Supremo Electoral de Honduras no ha sido motivo de modificación alguna; es más, han sido tan firmes los hondureños defendiendo su proceso electoral que la pretensión de Oscar Arias, a través del denominado Acuerdo de San José, de modificar la fecha de las elecciones, fue declarada inconstitucional.
- Las elecciones de autoridades en Honduras no son convocadas por la Presidencia de la República sino por el mencionado TSE, el cual tiene a su cargo todo lo relativo a emisión de sufragio en ese país (la ingerencia de Manuel Zelaya en este campo, pretendiendo agregar una cuarta urna, es parte importante del problema).
- Así como he señalado que la Comunidad Internacional no le da legitimidad a un proceso electoral, también afirmo que tampoco se la da este o aquel funcionario en ejercicio. Sólo el pueblo hondureño, mediante el ejercicio del sufragio, le otorgará las credenciales de legitimidad que ningún país del mundo ni organización de países debiera poner en tela de duda.
- La presencia o no presencia del Presidente Interino en el despacho oficial, no le quita ni le pone al proceso en sí; solamente permite que se siga especulando alrededor de un tema en el cual el ex presidente Zelaya se había venido quedando solo.
- Desde mi particular punto de vista, el Presidente Interino Micheletti jamás habría podido permanecer firme, defendiendo los puntos de vista que ha defendido, sin el acompañamiento de la gran mayoría de instituciones, de personalidades y del pueblo hondureño; separarse del cargo en el momento crucial del proceso no le hace provecho a ninguna de las personas o instituciones que lo han acompañado, pero sí abre una brecha para generar más violencia (recordemos que ya ha habido asesinatos, hasta de un sobrino del Presidente Interino, y secuestros de altos jefes militares), lo cual obligaría al Presidente Interino a regresar antes del tiempo señalado, generando más oportunidad de crear zozobra alrededor de un proceso electoral que verdaderamente deseamos sea de lo más tranquilo para bien de todos.
Por el momento, y por que no se crea que deseo influir en los resultados electorales, me atrevo a decir que de todo esto hay sólo un ganador: El pueblo hondureño. Perdedores hay varios, entre ellos, Manuel Zelaya, condenado en el futuro a ser una figura internacional pero un paria en su propia tierra; Micheletti, porque teniendo aspiraciones y facultades para gobernar todo un período constitucional, lo hará por un tiempo limitado, siete meses menos un día.
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jueves, 19 de noviembre de 2009
LA INTOLERANCIA PRODUCIENDO TOLERANCIA. EL CASO DE LA CICIG
La Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, CICIG, es una comisión de la Organización de Naciones Unidas, ONU, que se instaló en nuestro país, a solicitud del Gobierno de Guatemala en el período de Oscar Berger (por iniciativa, según recuerdo, de su Vicepresidente, Eduardo Stein), por acuerdo de 12 de diciembre de 2006 pero que entró en vigor hasta el 4 de septiembre de 2007, con el objetivo de venir a determinar la existencia de cuerpos ilegales y aparatos clandestinos de seguridad, colaborar con el Estado en su desarticulación, promover la investigación, persecución penal y, además, recomendar la adopción de políticas públicas para erradicar, en pocas palabras, el crimen organizado.
El mandato original era por dos años que vencieron en septiembre de 2009, pero han sido prorrogados, después de que unas 60 organizaciones sociales pidieran al Gobierno de la República solicitar dicha prórroga, por dos años más.
Al principio, quizás por mi formación profesional de abogado, pensé que era el colmo que mi país, mi querido país, tuviese que depender, para lo que hemos dejado establecido, de extranjeros. Sentía que esto era, al mejor estilo ONUSAL que había observado en El Salvador, o MINUGUA, en Guatemala, ambas misiones de la ONU en los respectivos finales de los conflictos armados de estos países, otra excursión de funcionarios internacionales, vacacionando y pasándola bien en La Libertad, en El Salvador, como pude observarlo en el caso de la primera, o en los mejores hoteles de Atitlán o en Tikal como pudimos observar en años pasados, con la última delegación mencionada.
Sin embargo, el rumbo que le ha dado Carlos Castresana Fernández, un Fiscal del Tribunal Supremo de España, nombrado Comisionado en el caso al cual nos referimos, a dicha Institución, con una energía y una seriedad inusitadas para nosotros, acostumbrados a ver venir y partir a funcionarios internacionales, nos ha hecho meditar las cosas y corregir nuestras apreciaciones.
La política de tolerancia cero o de intolerancia que Castresana, a través de la CICIG, ha venido demostrando con el tiempo, nos hace a nosotros, escépticos al principio, comenzar no sólo a ser tolerantes con la Comisión sino a ver las cosas de otra manera.
Los indicios que ha evidenciado la CICIG de algunas ramificaciones de esas redes de corrupción que tienen capturado gran parte del Estado (territorios, poblaciones y algunas instituciones de los tres poderes), es verdaderamente alarmante, y como súbdito de mi país, al cual amo inmensamente, tengo que reconocer que ese cáncer requiere de una cirugía especial, por denominarlo de alguna manera. Caso contrario, no sólo tenderíamos a seguir igual, sino corremos el riesgo de caer en peores escenarios, lo cual, bajo la perspectiva actual, consideraríamos difícil, pero la verdad es que cada día nos sorprende con algo nuevo y negativo.
Desde hace varios meses vengo pensando que la soberanía del país tiene que ser rescatada por funcionarios que vengan de otras latitudes a formar nuevos cuadros con nuevas escalas de valores. Tiene que haber un período en que nuestra juventud se pueda formar en un ambiente sano y diferente, donde no se les peguen las mañas de los cuadros corruptos, y ese es un enorme valor agregado que la CICIG le puede dejar a Guatemala cuando su mandato ya no sea prorrogado, tanto en la Policía Nacional Civil, como en el Ministerio Público, el Organismo Judicial (jueces y magistrados) y el Sistema Penitenciario.
En ese orden de ideas, hace pocos meses, en el seno de la Comisión Política del Parlamento Centroamericano, apoyé francamente una iniciativa presentada por el diputado centroamericano Juan José Rodil Peralta, ex presidente de la Corte Suprema de Justicia y ex ministro en el área de gobernación, acerca de la creación del Instituto Latinoamericano de Investigación Criminal, que sería algo así como una fuerza de tarea destinada a la investigación del crimen organizado en varios países, que cuenta ya, entendemos, con el apoyo de España, Italia, Alemania, Estados Unidos, Chile, Colombia, México, entre otros, y la misma ONU. La apoyé porque no puede existir soberanía si no estamos libres del flagelo del narcotráfico y las montañas de dinero que utiliza para corromper todos los sistemas democráticos, por ejemplo.
Guatemala es demasiado linda y querida para sus hijos como para no conceder a estos funcionarios extranjeros que no han venido a vacacionar sino a arriesgar su prestigio personal y hasta la vida en el trabajo que están efectuando. Su intolerancia para con esos poderes oscuros debe ser fuente de inspiración, de tolerancia y de esperanza para todos nosotros.
El mandato original era por dos años que vencieron en septiembre de 2009, pero han sido prorrogados, después de que unas 60 organizaciones sociales pidieran al Gobierno de la República solicitar dicha prórroga, por dos años más.
Al principio, quizás por mi formación profesional de abogado, pensé que era el colmo que mi país, mi querido país, tuviese que depender, para lo que hemos dejado establecido, de extranjeros. Sentía que esto era, al mejor estilo ONUSAL que había observado en El Salvador, o MINUGUA, en Guatemala, ambas misiones de la ONU en los respectivos finales de los conflictos armados de estos países, otra excursión de funcionarios internacionales, vacacionando y pasándola bien en La Libertad, en El Salvador, como pude observarlo en el caso de la primera, o en los mejores hoteles de Atitlán o en Tikal como pudimos observar en años pasados, con la última delegación mencionada.
Sin embargo, el rumbo que le ha dado Carlos Castresana Fernández, un Fiscal del Tribunal Supremo de España, nombrado Comisionado en el caso al cual nos referimos, a dicha Institución, con una energía y una seriedad inusitadas para nosotros, acostumbrados a ver venir y partir a funcionarios internacionales, nos ha hecho meditar las cosas y corregir nuestras apreciaciones.
La política de tolerancia cero o de intolerancia que Castresana, a través de la CICIG, ha venido demostrando con el tiempo, nos hace a nosotros, escépticos al principio, comenzar no sólo a ser tolerantes con la Comisión sino a ver las cosas de otra manera.
Los indicios que ha evidenciado la CICIG de algunas ramificaciones de esas redes de corrupción que tienen capturado gran parte del Estado (territorios, poblaciones y algunas instituciones de los tres poderes), es verdaderamente alarmante, y como súbdito de mi país, al cual amo inmensamente, tengo que reconocer que ese cáncer requiere de una cirugía especial, por denominarlo de alguna manera. Caso contrario, no sólo tenderíamos a seguir igual, sino corremos el riesgo de caer en peores escenarios, lo cual, bajo la perspectiva actual, consideraríamos difícil, pero la verdad es que cada día nos sorprende con algo nuevo y negativo.
Desde hace varios meses vengo pensando que la soberanía del país tiene que ser rescatada por funcionarios que vengan de otras latitudes a formar nuevos cuadros con nuevas escalas de valores. Tiene que haber un período en que nuestra juventud se pueda formar en un ambiente sano y diferente, donde no se les peguen las mañas de los cuadros corruptos, y ese es un enorme valor agregado que la CICIG le puede dejar a Guatemala cuando su mandato ya no sea prorrogado, tanto en la Policía Nacional Civil, como en el Ministerio Público, el Organismo Judicial (jueces y magistrados) y el Sistema Penitenciario.
En ese orden de ideas, hace pocos meses, en el seno de la Comisión Política del Parlamento Centroamericano, apoyé francamente una iniciativa presentada por el diputado centroamericano Juan José Rodil Peralta, ex presidente de la Corte Suprema de Justicia y ex ministro en el área de gobernación, acerca de la creación del Instituto Latinoamericano de Investigación Criminal, que sería algo así como una fuerza de tarea destinada a la investigación del crimen organizado en varios países, que cuenta ya, entendemos, con el apoyo de España, Italia, Alemania, Estados Unidos, Chile, Colombia, México, entre otros, y la misma ONU. La apoyé porque no puede existir soberanía si no estamos libres del flagelo del narcotráfico y las montañas de dinero que utiliza para corromper todos los sistemas democráticos, por ejemplo.
Guatemala es demasiado linda y querida para sus hijos como para no conceder a estos funcionarios extranjeros que no han venido a vacacionar sino a arriesgar su prestigio personal y hasta la vida en el trabajo que están efectuando. Su intolerancia para con esos poderes oscuros debe ser fuente de inspiración, de tolerancia y de esperanza para todos nosotros.
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martes, 17 de noviembre de 2009
LAS VOCES DISIDENTES DE LA CONDENA A HONDURAS
El 27 de agosto de 2009, en el marco de la XVIII Conferencia Centroamericana y del Caribe de Partidos Políticos, en Santo Domingo, República Dominicana, por propuesta de quien escribe y luego de tener experiencia desde la Primera Conferencia Centroamericana de Partidos Políticos que organizara, en 1992, el extindo diputado centroamericano Mario Sandoval Alarcón, se llegó a algún grado de acuerdo de que prescindiéramos de las mesas de trabajo para privilegiar la interrelación personal, el cabildeo de ideas, el intercambio de opiniones.
Sin embargo, ¡Oh, iluso!, en la conferencia de clausura, "Coordinada" por la diputada centroamericana por el Estado de Honduras, Gloria Guadalupe Oquelí Solórzano de Macotto, "se sacaron de la manga o de la chistera" otra resolución condenando el Golpe de Estado en Honduras.
Por este medio, y por considerarlo un documento histórico, comparto con Uds. la versión textual del debate que hubo en ese contexto:
"Parlamentario Designado Radhamés Camacho, Presidente de la Comisión Política y de Asuntos Partidarios, Parlamento Centroamericano:
Doy lectura a la siguiente Declaración.
'DECLARACIÓN POLÍTICA SOBRE LA SITUACIÓN DE CRISIS POLÍTICA QUE SE PRESENTA EN EL ESTADO DE HONDURAS
Los y las representantes de los partidos políticos participantes en la XVIII Conferencia Centroamericana y del Caribe de Partidos Políticos,
CONSCIENTES:
Que la crisis política y social por la que atraviesa el Estado de Honduras, generada por el Golpe de Estado, afecta directamente los avances alcanzados por la región centroamericana en materia de integración regional, el fortalecimiento de sus sistemas democráticos y en la construcción del Estado de Derecho;
TENIENDO PRESENTE:
Que el Tratado Marco de Seguridad Democrática, como marco jurídico regional, garantiza la vigencia de los principios democráticos en la región y el respeto a la democracia representativa, garantizando a los y las centroamericanas el pleno goce de los derechos políticos, económicos, sociales y culturales, dentro de un marco de respeto a los ordenes constitucionales;
TOMANDO EN CUENTA
Que la única salida viable a la crisis política y democrática que afronta el Estado de Honduras es fortalecer y avanzar en lo que plantea la comunidad internacional, particularmente el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), y la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Organización de Naciones Unidas (ONU);
ACORDAMOS:
1. Manifestar, nuestra convicción de que es indispensable que se restablezca, a la mayor brevedad posible, el Orden constitucional e institucional, la Democracia, el Estado de Derecho y el pleno respeto a los Derechos Humanos en Honduras.
2. Reiterar nuestro respaldo al SICA, OEA, ONU, Grupo de Río y a cualquier iniciativa que tienda procurar una salida política en torno a la crisis de Hondura con fundamento en la restitución del Presidente Manuel Zelaya Rosales, como Presidente Constitucional de la República de Honduras.
3. Exhortar a todos los sectores de la sociedad hondureña a procurar de manera pronta, a través de la conciliación y el dialogo franco y abierto, fundamentado en los mas altos valores democráticos, que promueva de una manera pronta un acuerdo político que ponga fin a la crisis que vive la hermana República de Honduras.
Dada en la ciudad de Santo Domingo, República Dominicana, el 27 de agosto del 2009'
Con esta declaración nosotros pretendemos recoger el sentir que se ha expresado de manera mayoritaria unánime en todas las regiones del mundo y expresada ayer reiteradamente por el Presidente de la República Dominicana, Presidente Leonel Fernández y una buena parte de nosotros, incluidos quien les dirige la palabra.
Dejo abierto para hacer cualquier observación respecto a esta declaratoria final en relación a la crisis política que vive la hermana República de Honduras.
Señor Arnold Amaya, Democracia Cristiana de Honduras:
Muy buenos días. En representación del partido yo me pronuncio en total desacuerdo en los términos en que está elaborada esa declaración. No recoge precisamente la solución al conflicto. Nuestra posición es que debe continuarse la negociación alrededor precisamente del Acuerdo de San José y la Constitución de la República de Honduras. Solamente.
Señor Carlos Africo Madrid, Partido Nacional de Honduras:
Buenas tardes. Carlos Africo Madrid del Partido Nacional de Honduras, que es el principal partido de oposición y la realidad es que creemos que uno cuando existe un conflicto, una contienda entre hermanos o entre ciudadanos de una nación, uno puede hacer dos cosas, la primera es que uno puede formar parte del conflicto pronunciándose a favor o en contra de una de las partes que esta peleando y la otra forma es proponiendo soluciones o alternativas o salidas lógicas y correctas a los conflictos que se están suscitando.
En Honduras actualmente existe una verdadera polarización de nuestra sociedad. Existen unos a favor, otros en contra de lo que sucedió el 28 de junio recién pasado.
Mi partido, el Partido Nacional de Honduras, que es el principal partido de oposición, quiere ser parte de la solución de esos conflictos. Ya lo decía mi compañero del Partido Demócrata Cristiana y lo hablábamos aquí también con el compañero del Partido Innovación y Unidad Social Demócrata y el del Partido Liberal también que nos acompaña, que son 4 de los 5 partidos que existen en Honduras legalmente reconocidos y queremos nosotros en las buenas intenciones de este Foro, al redactar esta declaración, pero creemos que hay algunas decimos circunstancias detalladas en esa declaración que condenan a una de las partes en conflicto.
No queremos defender a nadie, ni queremos acusar a nadie, ni queremos justificar ni condenar, reitero, lo que sucedió el 28, pero creo yo que siendo este foro del Parlamento Centroamericano un foro de integración, de reconciliación cuando en los tiempos de la guerra fría, las sociedades de diferentes países de Centroamérica se debatían en una debacle de la guerra civil donde hubieron (sic.) muertos en varios países, pero este fue un foro de reconciliación, de reunificación y que permitió que muchos de los países volvieran a la paz, retomaran la paz, y retomaran los principios democráticos.
Entonces creo yo que este foro debería más bien de encauzar esa declaración como lo dijo mi compañero de la Democracia Cristiana, en el sentido de exhortar a las partes que actualmente están en conflicto para que retomen el diálogo de San José y en segundo lugar, nuestro país esta convocado a un proceso electoral el próximo 29 de noviembre, elecciones generales que fueron convocados antes de los hechos ocurridos el 28 de junio, en forma legal por el Tribunal Supremo electoral, que es un ente autónomo, que no importa quién haya sido o quien sea el Presidente de nuestro país, es un ente que tiene completa independencia para convocar al pueblo a un proceso electoral y es así que creo yo también que en esta declaración debe de incluirse un apoyo y un respaldo a ese proceso electoral como instrumento idóneo de expresión del pueblo hondureño. Muchas gracias compañeros.
Parlamentario Designado Radhamés Camacho, Presidente de la Comisión Política y de Asuntos Partidarios, Parlamento Centroamericano:
Y con eso cerramos para someter. ---aquí, estimado lector, ya pueden notar la urgencia que tenían de dar por terminada la discusión porque el debate no les era favorable---
Señor:
Honorable Presidenta del Parlamento, Honorables miembro de la mesa de honor, distinguido auditorio. Estamos aquí atendiendo una invitación que se le hiciera a los miembros del Comité Político del Partido Demócrata Institucional –PDI-.
Observamos ayer, para continuar con la resolución que se esta dando a conocer ahora, observamos el día de ayer que en su intervención, el Excelentísimo Señor Presidente de la República, expresó que en Honduras bastaba con que se restringiera a los golpistas del tratado de libre comercio y que si eso se hacía en un término de 3 días, ya los golpistas serían en sus intenciones de mantenerse en la República de Honduras como gobernando esa República de manera ilegal.
Entiendo que a esta resolución se debe acompañar de una petición al Honorable o al Excelentísimo Señor Presidente de la República que si ella en condiciones de formalizar esa propuesta que él dio a conocer aquí y si eso se hace, pues entonces en un termino muy corto de 3 días como él dijo y con conocimiento de causa puesto de que él ha tenido un rol muy preponderante en esa crisis pues no estaría de más que se incluyera esa propuesta del Excelentísimo Señor Presidente de la República, Doctor Leonel Fernández.
Parlamentario Designado Radhamés Camacho, Presidente de la Comisión Política y de Asuntos Partidarios, Parlamento Centroamericano:
Gracias, la próxima persona. Perdón, yo quiero que me anoten los turnos.
Señora:
Queremos respaldar la acción, condenando el golpe a Honduras. Entonces yo pienso que en los considerandos de esa declaración, debemos incorporar la posición que asumimos las mujeres de todos los partidos políticos y las diputadas centroamericanas y de la República Dominicana que participamos en esa actividad. Muchas gracias.
Parlamentario Designado Radhamés Camacho, Presidente de la Comisión Política y de Asuntos Partidarios, Parlamento Centroamericano:
Tres turnos y someto. ---sigue la urgencia por detener el debate---
Señor Tito Olivo, Alianza por la Democracia, República Dominicana:
Buenas a la Honorable Sala y a la Señora Presidenta. Tito Olivo de la Alianza por la Democracia en República Dominicana.
Yo creo que hoy las campanas están doblando por Honduras, pero mañana no sabremos por quién van a doblar las campanas y si nosotros le dejamos abierta la puerta al golpe de estado, nosotros seríamos culpables de lo que siga pasando y de lo que esta pasando en este momento.
Creo que debemos de ser prácticos con los golpistas en Honduras y debemos cerrarles las puertas al golpe de Estado en América Latina.
Señor:
La resolución que plantea la Comisión Política sobre Honduras, porque es imposible pedirle al Parlamento Centroamericano, una instancia democrática de concertación que no vea la situación de Honduras y que apoye un golpe de estado que es una amenaza contra todos los países centroamericanos y del Caribe. ---los asistentes creían, engañados, que esta propuesta provenía del seno de la Comisión Política del PARLACÉN---
Reafirmamos que es correcta esa resolución.
Parlamentario Designado Radhamés Camacho, Presidente de la Comisión Política y de Asuntos Partidarios, Parlamento Centroamericano:
Gracias. Próximo turno. ---la versión oficial no lo identifica por su nombre, pero tengo entendido que es un miembro de las Juventudes del Partido Nacional de Honduras; si estoy equivocado, sírvanse disculpar---
Señor:
De los partidos políticos de Honduras. Nosotros lamentamos que en esta conferencia los temas exclusivos hayan sido el problema de Panamá y la crisis de Honduras. Lo de crisis global creo que quedó relegado, eso se debió haber discutido en todo caso esto último, el problema con Honduras y el problema con Panamá en una sesión del Pleno del PARLACEN.
Nosotros veníamos a otro evento, a otro tipo de acto, pero queremos dejar constancia que en Honduras los partidos políticos, como alguien dijo aquí, que nutren este PARLACEN van a un proceso electoral éste próximo 29 de noviembre, los partidos políticos en Honduras vamos a elecciones y quiero dejar claro algo, es más importante 7.5 millones de hondureños que un señor con dudosa moralidad.
Nosotros los jóvenes lamentamos que aquí se haya dicho, se ha hablado de la factibilidad de una guerra y se ha querido condenar al pueblo hondureño por lo del CAFTA. Eso no es así señores, así no le están ayudando al pueblo de Honduras, están tomando una mala decisión, ustedes tienen que tener un balance en sus decisiones y no lo están haciendo, el PARLACEN no esta actuando con equilibrio.---es decir, las juventudes políticas de honduras tenían bien claro, ese día, a qué se les había invitado, qué se esperaba de la Conferencia y qué no debía esperarse del PARLACÉN---
Parlamentario Designado Radhamés Camacho, Presidente de la Comisión Política y de Asuntos Partidarios, Parlamento Centroamericano:
Bien, el turno para el Honorable Diputado Ricardo Flores Asturias y con ese turno cierro para someter. ---y, efectivamente, fue la última intervención, ya que se le negó el uso de la palabra, posteriormente, al Secretario de Organización del Partido Liberal de Honduras, el mismo de Manuel Zelaya y de Roberto Micheletti--- En la Plenaria del PARLACEN hemos discutido y seguiremos discutiendo el tema.
Diputado Ricardo Flores Asturias, Parlamento Centroamericano: ---para fines de facilitar la búsqueda posterior, me permito poner en negrita mi intervención---
Mi nombre es Ricardo Flores Asturias soy Diputado centroamericano por el Estado de Guatemala.
Yo tengo muchos años de estar observando la política centroamericana. Empecé a viajar frecuentemente a Honduras desde 1989 por aspectos políticos. Conozco muy bien la política hondureña; la admiro porque realmente les puedo decir que Honduras tiene la casta política más profesional de toda la región centroamericana y del Caribe, con esos partidos centenarios y esas luchas internas en donde al final de una batalla interna demuestran cómo son capaces de unirse alrededor del candidato que eligen; eso es único en nuestro entorno.
Sin embargo, en esta declaración que nos presentan el día de hoy, me parece extraño que no se haya incluido un tema importantísimo y es que en la Asamblea Plenaria del Parlamento Centroamericano, después de la primera reunión en donde se condenó el golpe, en una reunión que fue manipulada totalmente por la Señora Coordinadora que esta presidiendo esta mesa… (aquí comienzan los corifeos de la Coordinadora a interrumpirme en el uso de la palabra)
Es cierto lo que estoy diciendo, está en diario de debates donde pueden leer absolutamente todo.
Déjenme hablar por favor. No estoy faltando el respeto, estoy diciendo la verdad (efectivamente, no sólo es comprobable la manipulación por el medio que ahí indico, sino que también es cierto que resultó ser una simple Coordinadora de Debates, según la Corte Centroamericana de Justicia). Allí el día siguiente de eso, la delegación hondureña integrada por 5 partidos políticos presentó un proyecto que fue firmado casi por unanimidad, una persona faltó; no la voy a mencionar porque dicen que falto al orden... y en ese plan se habla por primera vez de un llamado al diálogo de la sociedad civil hondureña. Eso no se menciona en esta declaración y creo que tiene un gran valor porque proviene de 5 partidos políticos hondureños que se pusieron de acuerdo todos para decir 'esto es lo que queremos'.
Sin embargo, se fueron por el lado de la OEA, que primero condenó y después llegó a investigar qué había pasado, y luego sacan un Plan Arias, que dentro del Plan hablan de adelantar las elecciones, pero ya dijo el Tribunal Electoral de Honduras que eso no es constitucional. Entonces yo sigo creyendo que la solución está en la sociedad civil hondureña y que nosotros le debemos respeto a los hondureños que nos dan clases en aspectos políticos a los demás.
Así es que por favor seamos un poco más comprensivos con el tema que está pasando en Honduras; no es un Golpe de Estado al estilo de los del siglo pasado. (aquí comienzan los abucheos de los mencionados corifeos que hoy han de estar lamentando no haberle puesto atención a mi intervención). Es un proceso, es un Golpe de Estado, es un Golpe de Estado, yo lo digo, lo digo, (esas repeticiones obedecen a las interrupciones que estaba sufriendo, lo cual dificultaba una expresión normal de las ideas que se tenían en mente) pero es un proceso en donde no se ha roto con la institucionalidad, en donde no se ha derogado la constitución, es un caso 'sui generis' que va a ser objeto de estudio por muchas generaciones. Entonces lo que necesitamos en este momento de parte… (aquí la bulla que los corifeos de la Coordinadora de Debates estaban armando era tan grande, que el moderador tuvo que intervenir para pedir que me dejaran terminar de hablar)
Parlamentario Designado Radhamés Camacho, Presidente de la Comisión Política y de Asuntos Partidarios, Parlamento Centroamericano:
Un momento, un momento, un momento.
Diputado Ricardo Flores Asturias, Parlamento Centroamericano:
Lo que necesitamos en este momento de parte de los partidos políticos de Centroamérica y el Caribe es apoyo a los partidos políticos hondureños para que ellos solucionen sus problemas con el apoyo de todos nosotros. Muchas gracias.
Parlamentario Designado Radhamés Camacho, Presidente de la Comisión Política y de Asuntos Partidarios, Parlamento Centroamericano: ---mientras se daban las palabras que vienen a continuación, casi todos quienes intervenimos en contra del proyecto de resolución, y muchos más a quienes se les denegó el uso de la palabra, comenzamos a abandonar el salón. El final de la discusión en donde dan por aprobada la misma, ya no me consta porque, para entonces, ya nos hallábamos todos afuera, comentando acerca de la manipulación que se dió---
Bien, compañeros y compañeras presentes en este cónclave. Hay una cuestión de orden general que nosotros estamos sometiendo en este momento, porque así siento que se expresa y estoy sometiendo el contenido general de la propuesta, cuya única intención y fin es aportar para que el orden democrático, que no está en discusión, que está truncado en Honduras, sea restablecido con los más variados métodos, pero con fundamentos en el restablecimiento del orden constitucional. Estoy sometiendo a la aprobación de los y de las presentes, el contenido de esa iniciativa y la estoy sometiendo en este momento.
- Aprobado –"
A la fecha, no sabemos a ciencia cierta si es sólo necedad o una mezcla de ésta con estulticia, pero a pesar que han querido, a toda costa, condenar a Honduras y obligar a restituir a quien ha violado reiteradamente la Constitución de su país, es la posición que defendí en esa oportunidad la que ha venido prevaleciendo, ya que el Acuerdo Guaymuras, más que un esfuerzo foráneo, se trata de la voluntad de las partes por encontrar una solución.
Lástima que el terrorismo democrático, en combinación con la ignorancia para poder leer y entender lo que los documentos dicen, y la enorme tendencia a la sociopatía, no le han permitido a Manuel Zelaya entender que hay un proceso en marcha que debiera respetar.
Termino por manifestar mi esperanza por que los dos miembros de la OEA en la Comisión de Verificación, sí entiendan cómo fue diseñado el proceso al cual nos referimos.
Sin embargo, ¡Oh, iluso!, en la conferencia de clausura, "Coordinada" por la diputada centroamericana por el Estado de Honduras, Gloria Guadalupe Oquelí Solórzano de Macotto, "se sacaron de la manga o de la chistera" otra resolución condenando el Golpe de Estado en Honduras.
Por este medio, y por considerarlo un documento histórico, comparto con Uds. la versión textual del debate que hubo en ese contexto:
"Parlamentario Designado Radhamés Camacho, Presidente de la Comisión Política y de Asuntos Partidarios, Parlamento Centroamericano:
Doy lectura a la siguiente Declaración.
'DECLARACIÓN POLÍTICA SOBRE LA SITUACIÓN DE CRISIS POLÍTICA QUE SE PRESENTA EN EL ESTADO DE HONDURAS
Los y las representantes de los partidos políticos participantes en la XVIII Conferencia Centroamericana y del Caribe de Partidos Políticos,
CONSCIENTES:
Que la crisis política y social por la que atraviesa el Estado de Honduras, generada por el Golpe de Estado, afecta directamente los avances alcanzados por la región centroamericana en materia de integración regional, el fortalecimiento de sus sistemas democráticos y en la construcción del Estado de Derecho;
TENIENDO PRESENTE:
Que el Tratado Marco de Seguridad Democrática, como marco jurídico regional, garantiza la vigencia de los principios democráticos en la región y el respeto a la democracia representativa, garantizando a los y las centroamericanas el pleno goce de los derechos políticos, económicos, sociales y culturales, dentro de un marco de respeto a los ordenes constitucionales;
TOMANDO EN CUENTA
Que la única salida viable a la crisis política y democrática que afronta el Estado de Honduras es fortalecer y avanzar en lo que plantea la comunidad internacional, particularmente el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), y la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Organización de Naciones Unidas (ONU);
ACORDAMOS:
1. Manifestar, nuestra convicción de que es indispensable que se restablezca, a la mayor brevedad posible, el Orden constitucional e institucional, la Democracia, el Estado de Derecho y el pleno respeto a los Derechos Humanos en Honduras.
2. Reiterar nuestro respaldo al SICA, OEA, ONU, Grupo de Río y a cualquier iniciativa que tienda procurar una salida política en torno a la crisis de Hondura con fundamento en la restitución del Presidente Manuel Zelaya Rosales, como Presidente Constitucional de la República de Honduras.
3. Exhortar a todos los sectores de la sociedad hondureña a procurar de manera pronta, a través de la conciliación y el dialogo franco y abierto, fundamentado en los mas altos valores democráticos, que promueva de una manera pronta un acuerdo político que ponga fin a la crisis que vive la hermana República de Honduras.
Dada en la ciudad de Santo Domingo, República Dominicana, el 27 de agosto del 2009'
Con esta declaración nosotros pretendemos recoger el sentir que se ha expresado de manera mayoritaria unánime en todas las regiones del mundo y expresada ayer reiteradamente por el Presidente de la República Dominicana, Presidente Leonel Fernández y una buena parte de nosotros, incluidos quien les dirige la palabra.
Dejo abierto para hacer cualquier observación respecto a esta declaratoria final en relación a la crisis política que vive la hermana República de Honduras.
Señor Arnold Amaya, Democracia Cristiana de Honduras:
Muy buenos días. En representación del partido yo me pronuncio en total desacuerdo en los términos en que está elaborada esa declaración. No recoge precisamente la solución al conflicto. Nuestra posición es que debe continuarse la negociación alrededor precisamente del Acuerdo de San José y la Constitución de la República de Honduras. Solamente.
Señor Carlos Africo Madrid, Partido Nacional de Honduras:
Buenas tardes. Carlos Africo Madrid del Partido Nacional de Honduras, que es el principal partido de oposición y la realidad es que creemos que uno cuando existe un conflicto, una contienda entre hermanos o entre ciudadanos de una nación, uno puede hacer dos cosas, la primera es que uno puede formar parte del conflicto pronunciándose a favor o en contra de una de las partes que esta peleando y la otra forma es proponiendo soluciones o alternativas o salidas lógicas y correctas a los conflictos que se están suscitando.
En Honduras actualmente existe una verdadera polarización de nuestra sociedad. Existen unos a favor, otros en contra de lo que sucedió el 28 de junio recién pasado.
Mi partido, el Partido Nacional de Honduras, que es el principal partido de oposición, quiere ser parte de la solución de esos conflictos. Ya lo decía mi compañero del Partido Demócrata Cristiana y lo hablábamos aquí también con el compañero del Partido Innovación y Unidad Social Demócrata y el del Partido Liberal también que nos acompaña, que son 4 de los 5 partidos que existen en Honduras legalmente reconocidos y queremos nosotros en las buenas intenciones de este Foro, al redactar esta declaración, pero creemos que hay algunas decimos circunstancias detalladas en esa declaración que condenan a una de las partes en conflicto.
No queremos defender a nadie, ni queremos acusar a nadie, ni queremos justificar ni condenar, reitero, lo que sucedió el 28, pero creo yo que siendo este foro del Parlamento Centroamericano un foro de integración, de reconciliación cuando en los tiempos de la guerra fría, las sociedades de diferentes países de Centroamérica se debatían en una debacle de la guerra civil donde hubieron (sic.) muertos en varios países, pero este fue un foro de reconciliación, de reunificación y que permitió que muchos de los países volvieran a la paz, retomaran la paz, y retomaran los principios democráticos.
Entonces creo yo que este foro debería más bien de encauzar esa declaración como lo dijo mi compañero de la Democracia Cristiana, en el sentido de exhortar a las partes que actualmente están en conflicto para que retomen el diálogo de San José y en segundo lugar, nuestro país esta convocado a un proceso electoral el próximo 29 de noviembre, elecciones generales que fueron convocados antes de los hechos ocurridos el 28 de junio, en forma legal por el Tribunal Supremo electoral, que es un ente autónomo, que no importa quién haya sido o quien sea el Presidente de nuestro país, es un ente que tiene completa independencia para convocar al pueblo a un proceso electoral y es así que creo yo también que en esta declaración debe de incluirse un apoyo y un respaldo a ese proceso electoral como instrumento idóneo de expresión del pueblo hondureño. Muchas gracias compañeros.
Parlamentario Designado Radhamés Camacho, Presidente de la Comisión Política y de Asuntos Partidarios, Parlamento Centroamericano:
Y con eso cerramos para someter. ---aquí, estimado lector, ya pueden notar la urgencia que tenían de dar por terminada la discusión porque el debate no les era favorable---
Señor:
Honorable Presidenta del Parlamento, Honorables miembro de la mesa de honor, distinguido auditorio. Estamos aquí atendiendo una invitación que se le hiciera a los miembros del Comité Político del Partido Demócrata Institucional –PDI-.
Observamos ayer, para continuar con la resolución que se esta dando a conocer ahora, observamos el día de ayer que en su intervención, el Excelentísimo Señor Presidente de la República, expresó que en Honduras bastaba con que se restringiera a los golpistas del tratado de libre comercio y que si eso se hacía en un término de 3 días, ya los golpistas serían en sus intenciones de mantenerse en la República de Honduras como gobernando esa República de manera ilegal.
Entiendo que a esta resolución se debe acompañar de una petición al Honorable o al Excelentísimo Señor Presidente de la República que si ella en condiciones de formalizar esa propuesta que él dio a conocer aquí y si eso se hace, pues entonces en un termino muy corto de 3 días como él dijo y con conocimiento de causa puesto de que él ha tenido un rol muy preponderante en esa crisis pues no estaría de más que se incluyera esa propuesta del Excelentísimo Señor Presidente de la República, Doctor Leonel Fernández.
Parlamentario Designado Radhamés Camacho, Presidente de la Comisión Política y de Asuntos Partidarios, Parlamento Centroamericano:
Gracias, la próxima persona. Perdón, yo quiero que me anoten los turnos.
Señora:
Queremos respaldar la acción, condenando el golpe a Honduras. Entonces yo pienso que en los considerandos de esa declaración, debemos incorporar la posición que asumimos las mujeres de todos los partidos políticos y las diputadas centroamericanas y de la República Dominicana que participamos en esa actividad. Muchas gracias.
Parlamentario Designado Radhamés Camacho, Presidente de la Comisión Política y de Asuntos Partidarios, Parlamento Centroamericano:
Tres turnos y someto. ---sigue la urgencia por detener el debate---
Señor Tito Olivo, Alianza por la Democracia, República Dominicana:
Buenas a la Honorable Sala y a la Señora Presidenta. Tito Olivo de la Alianza por la Democracia en República Dominicana.
Yo creo que hoy las campanas están doblando por Honduras, pero mañana no sabremos por quién van a doblar las campanas y si nosotros le dejamos abierta la puerta al golpe de estado, nosotros seríamos culpables de lo que siga pasando y de lo que esta pasando en este momento.
Creo que debemos de ser prácticos con los golpistas en Honduras y debemos cerrarles las puertas al golpe de Estado en América Latina.
Señor:
La resolución que plantea la Comisión Política sobre Honduras, porque es imposible pedirle al Parlamento Centroamericano, una instancia democrática de concertación que no vea la situación de Honduras y que apoye un golpe de estado que es una amenaza contra todos los países centroamericanos y del Caribe. ---los asistentes creían, engañados, que esta propuesta provenía del seno de la Comisión Política del PARLACÉN---
Reafirmamos que es correcta esa resolución.
Parlamentario Designado Radhamés Camacho, Presidente de la Comisión Política y de Asuntos Partidarios, Parlamento Centroamericano:
Gracias. Próximo turno. ---la versión oficial no lo identifica por su nombre, pero tengo entendido que es un miembro de las Juventudes del Partido Nacional de Honduras; si estoy equivocado, sírvanse disculpar---
Señor:
De los partidos políticos de Honduras. Nosotros lamentamos que en esta conferencia los temas exclusivos hayan sido el problema de Panamá y la crisis de Honduras. Lo de crisis global creo que quedó relegado, eso se debió haber discutido en todo caso esto último, el problema con Honduras y el problema con Panamá en una sesión del Pleno del PARLACEN.
Nosotros veníamos a otro evento, a otro tipo de acto, pero queremos dejar constancia que en Honduras los partidos políticos, como alguien dijo aquí, que nutren este PARLACEN van a un proceso electoral éste próximo 29 de noviembre, los partidos políticos en Honduras vamos a elecciones y quiero dejar claro algo, es más importante 7.5 millones de hondureños que un señor con dudosa moralidad.
Nosotros los jóvenes lamentamos que aquí se haya dicho, se ha hablado de la factibilidad de una guerra y se ha querido condenar al pueblo hondureño por lo del CAFTA. Eso no es así señores, así no le están ayudando al pueblo de Honduras, están tomando una mala decisión, ustedes tienen que tener un balance en sus decisiones y no lo están haciendo, el PARLACEN no esta actuando con equilibrio.---es decir, las juventudes políticas de honduras tenían bien claro, ese día, a qué se les había invitado, qué se esperaba de la Conferencia y qué no debía esperarse del PARLACÉN---
Parlamentario Designado Radhamés Camacho, Presidente de la Comisión Política y de Asuntos Partidarios, Parlamento Centroamericano:
Bien, el turno para el Honorable Diputado Ricardo Flores Asturias y con ese turno cierro para someter. ---y, efectivamente, fue la última intervención, ya que se le negó el uso de la palabra, posteriormente, al Secretario de Organización del Partido Liberal de Honduras, el mismo de Manuel Zelaya y de Roberto Micheletti--- En la Plenaria del PARLACEN hemos discutido y seguiremos discutiendo el tema.
Diputado Ricardo Flores Asturias, Parlamento Centroamericano: ---para fines de facilitar la búsqueda posterior, me permito poner en negrita mi intervención---
Mi nombre es Ricardo Flores Asturias soy Diputado centroamericano por el Estado de Guatemala.
Yo tengo muchos años de estar observando la política centroamericana. Empecé a viajar frecuentemente a Honduras desde 1989 por aspectos políticos. Conozco muy bien la política hondureña; la admiro porque realmente les puedo decir que Honduras tiene la casta política más profesional de toda la región centroamericana y del Caribe, con esos partidos centenarios y esas luchas internas en donde al final de una batalla interna demuestran cómo son capaces de unirse alrededor del candidato que eligen; eso es único en nuestro entorno.
Sin embargo, en esta declaración que nos presentan el día de hoy, me parece extraño que no se haya incluido un tema importantísimo y es que en la Asamblea Plenaria del Parlamento Centroamericano, después de la primera reunión en donde se condenó el golpe, en una reunión que fue manipulada totalmente por la Señora Coordinadora que esta presidiendo esta mesa… (aquí comienzan los corifeos de la Coordinadora a interrumpirme en el uso de la palabra)
Es cierto lo que estoy diciendo, está en diario de debates donde pueden leer absolutamente todo.
Déjenme hablar por favor. No estoy faltando el respeto, estoy diciendo la verdad (efectivamente, no sólo es comprobable la manipulación por el medio que ahí indico, sino que también es cierto que resultó ser una simple Coordinadora de Debates, según la Corte Centroamericana de Justicia). Allí el día siguiente de eso, la delegación hondureña integrada por 5 partidos políticos presentó un proyecto que fue firmado casi por unanimidad, una persona faltó; no la voy a mencionar porque dicen que falto al orden... y en ese plan se habla por primera vez de un llamado al diálogo de la sociedad civil hondureña. Eso no se menciona en esta declaración y creo que tiene un gran valor porque proviene de 5 partidos políticos hondureños que se pusieron de acuerdo todos para decir 'esto es lo que queremos'.
Sin embargo, se fueron por el lado de la OEA, que primero condenó y después llegó a investigar qué había pasado, y luego sacan un Plan Arias, que dentro del Plan hablan de adelantar las elecciones, pero ya dijo el Tribunal Electoral de Honduras que eso no es constitucional. Entonces yo sigo creyendo que la solución está en la sociedad civil hondureña y que nosotros le debemos respeto a los hondureños que nos dan clases en aspectos políticos a los demás.
Así es que por favor seamos un poco más comprensivos con el tema que está pasando en Honduras; no es un Golpe de Estado al estilo de los del siglo pasado. (aquí comienzan los abucheos de los mencionados corifeos que hoy han de estar lamentando no haberle puesto atención a mi intervención). Es un proceso, es un Golpe de Estado, es un Golpe de Estado, yo lo digo, lo digo, (esas repeticiones obedecen a las interrupciones que estaba sufriendo, lo cual dificultaba una expresión normal de las ideas que se tenían en mente) pero es un proceso en donde no se ha roto con la institucionalidad, en donde no se ha derogado la constitución, es un caso 'sui generis' que va a ser objeto de estudio por muchas generaciones. Entonces lo que necesitamos en este momento de parte… (aquí la bulla que los corifeos de la Coordinadora de Debates estaban armando era tan grande, que el moderador tuvo que intervenir para pedir que me dejaran terminar de hablar)
Parlamentario Designado Radhamés Camacho, Presidente de la Comisión Política y de Asuntos Partidarios, Parlamento Centroamericano:
Un momento, un momento, un momento.
Diputado Ricardo Flores Asturias, Parlamento Centroamericano:
Lo que necesitamos en este momento de parte de los partidos políticos de Centroamérica y el Caribe es apoyo a los partidos políticos hondureños para que ellos solucionen sus problemas con el apoyo de todos nosotros. Muchas gracias.
Parlamentario Designado Radhamés Camacho, Presidente de la Comisión Política y de Asuntos Partidarios, Parlamento Centroamericano: ---mientras se daban las palabras que vienen a continuación, casi todos quienes intervenimos en contra del proyecto de resolución, y muchos más a quienes se les denegó el uso de la palabra, comenzamos a abandonar el salón. El final de la discusión en donde dan por aprobada la misma, ya no me consta porque, para entonces, ya nos hallábamos todos afuera, comentando acerca de la manipulación que se dió---
Bien, compañeros y compañeras presentes en este cónclave. Hay una cuestión de orden general que nosotros estamos sometiendo en este momento, porque así siento que se expresa y estoy sometiendo el contenido general de la propuesta, cuya única intención y fin es aportar para que el orden democrático, que no está en discusión, que está truncado en Honduras, sea restablecido con los más variados métodos, pero con fundamentos en el restablecimiento del orden constitucional. Estoy sometiendo a la aprobación de los y de las presentes, el contenido de esa iniciativa y la estoy sometiendo en este momento.
- Aprobado –"
A la fecha, no sabemos a ciencia cierta si es sólo necedad o una mezcla de ésta con estulticia, pero a pesar que han querido, a toda costa, condenar a Honduras y obligar a restituir a quien ha violado reiteradamente la Constitución de su país, es la posición que defendí en esa oportunidad la que ha venido prevaleciendo, ya que el Acuerdo Guaymuras, más que un esfuerzo foráneo, se trata de la voluntad de las partes por encontrar una solución.
Lástima que el terrorismo democrático, en combinación con la ignorancia para poder leer y entender lo que los documentos dicen, y la enorme tendencia a la sociopatía, no le han permitido a Manuel Zelaya entender que hay un proceso en marcha que debiera respetar.
Termino por manifestar mi esperanza por que los dos miembros de la OEA en la Comisión de Verificación, sí entiendan cómo fue diseñado el proceso al cual nos referimos.
lunes, 16 de noviembre de 2009
FALLO DE LA CORTE CENTROAMERICANA DE JUSTICIA BENEFICIA A CIUDADANOS COSTARRICESES
Muchas de las personas que, como quien escribe, participan de una manera o de otra del proceso de integración, suelen ver con desprecio la actitud costarricense frente al mismo: o no quieren estar en esta parte del mismo, o llegan tarde a las instituciones que se han creado para el efecto, o proceden a minar parte de ese proceso.
Yo no lo veo así. Están en todo su derecho de querer estar o de querer no estar en tales o cuales instituciones. Por eso, tal vez, es que en el seno de la Asamblea Plenaria, hace unos meses, cuando se discutían furibundamente las declaraciones del Presidente Oscar Arias, descalificando la calidad del trabajo de las Reuniones de Presidentes, a manera de explicación de por qué no tenía interés de asistir a la próxima, fui la única voz que hizo un llamado a la cordura e insistió en que, en lugar de descalificar, a nuestra vez, al Presidente Arias, que le pusiéramos atención a sus declaraciones y profundizáramos en el sentido de sus palabras, porque no es ningún secreto, por lo menos en mi caso, que tengo poco más de 19 años de tratar de impulsar el proceso de integración de nuestros pueblos, y todo parece casi igual que cuando comenzara, en 1990.
Es, simplemente, de sentido común, de tolerancia y de madurez política, que no todos pensemos igual; que haya una sana visión diferente de lo que es o debiera ser; que se hable franca y abiertamente sobre los desacuerdos, sin que nos espantemos por ello ni estigmatizemos a los demás. Si todos pensáramos igual no se justificarían los Congresos o Parlamentos. Si todo estuviera bien hecho, pongamos entonces una máquina a ejecutar el programa preestablecido.
Sin embargo, dentro del proceso de integración de Centroamérica, hay que entender que el mismo es en conjunto, no por celdas (como también pretende, ahora, el Presidente Ricardo Martinelli, de Panamá). Existe un marco jurídico constitutivo, el Protocolo de Tegucigalpa a la Carta de Organización de Estados Centroamericanos, ODECA, Convenios y Tratados Constitutivos de varias instituciones (la SIECA, el BCIE, por decir algunos), y sus tres poderes, el Ejecutivo a cargo de la Secretaría General del Sistema de la Integración de Centroamérica (SG-SICA), el Parlamento Centroamericano y la Corte Centroamericana de Justicia.
Un país miembro del SICA no puede escoger a cuáles instituciones pertenecer y de cuáles salirse, porque eso no es integración; media vez se es parte del mismo, el Derecho Comunitario es de aplicación general (en el caso de Costa Rica, además, preeminente, según fallo de la Sala Cuarta , de lo Constitucional), eso quiere decir que los fallos de la CCJ, aunque Costa Rica no haya ratificado el Estatuto de dicha Corte, son de aplicación en territorio costarricense; o que las resoluciones del PARLACEN, cuando este tenga facultades vinculantes, también lo serán. Lo anterior porque el Protocolo de Tegucigalpa, que es como la Constitución de Centroamérica, reconoce esas instancias como parte del Sistema y le da validez a sus resoluciones en todo el ámbito en donde dicho Protocolo tiene aplicación (la jurisdicción obligatoria de la Corte está contemplada en el artículo 35).
El caso concreto es que, dentro de los avances relativos de ese Derecho Comunitario Centroamericano, existe un Código Aduanero Centroamericano (CAUCA), que rige para toda la región y tiene sus procedimientos propios para hacerle modificaciones, es decir, no se acepta que un país, unilateralmente, cambie la aplicación de esas normas en el ramo aduanero. Sin embargo, la Dirección General de Aduanas de Costa Rica emitió una circular cambiando, según entendemos, los porcentaje o aforos de aparatos de la línea blanca, (lavadoras de ropa, me parece), gravando de diferente manera a como, entre todos los países, acordaron realizarlo, dañando directamente el bolsillo de los consumidores costarricenses.
Como los funcionarios de turno decidieron no dar marcha atrás, la Asociación de Agentes de Aduanas de Costa Rica demandó al Estado de Costa Rica ante la CCJ y, luego de un proceso que desconocemos, finalmente emitió la sentencia condenando al Estado de Costa Rica y ordenándole dar marcha atrás en su decisión unilateral y respetar, en ese sentido, la normativa del CAUCA.
Ha habido comunicados de la Cancillería de Costa Rica protestando por el fallo, señalando que es una violación a su soberanía, que el Estado nunca ha suscrito el Estatuto de la CCJ y, por ende, no acepta su jurisdicción y su competencia, etc., lo cual es bastante discutible, no sólo en el fondo, por las razones ya indicadas arriba, sino porque en la forma, Costa Rica sí ha aceptado, suscribiendo, en primer lugar, el Protocolo de Tegucigalpa y sus reformas, que así lo contemplan, sino a través de varios fallos de la Sala Constitucional de su Corte Suprema (la Sala Cuarta), no sólo la existencia de la CCJ sino la premacía del Derecho Comunitario, al cual considera complementario del Derecho Interno, de aplicabilidad inmediata y efecto directo.
En este caso es el Derecho Comunitario (CAUCA, Protocolo de Tegucigalpa), y las instituciones de la integración de Centroamérica (la Corte Centroamericana de Justicia) los que, de una manera u otra, han beneficiado a los ciudadanos costarricenses. Si el sistema no operara así, los bolsillos de los ciudadanos de Costa Rica se podrían ver cada vez más cargados, de acuerdo a las ocurrencias del funcionario de turno.
Sólo este caso aislado podría hacer que algunos o muchos costarricenses se den la oportunidad de ver las cosas de una manera diferente. Si Costa Rica no hubiese llegado, aunque fuese varios años tarde, al Banco Centroamericano de Integración Económica, BCIE, probablemente hoy sería diferente la vida de sus ciudadanos, con menos energía eléctrica, menos teléfonos, menos carreteras, menor calidad de aeropuertos, menos hoteles, computadoras, hospitales, etc.
La integración puede verse como una carga, pero puede verse también desde otra perspectiva.
Yo no lo veo así. Están en todo su derecho de querer estar o de querer no estar en tales o cuales instituciones. Por eso, tal vez, es que en el seno de la Asamblea Plenaria, hace unos meses, cuando se discutían furibundamente las declaraciones del Presidente Oscar Arias, descalificando la calidad del trabajo de las Reuniones de Presidentes, a manera de explicación de por qué no tenía interés de asistir a la próxima, fui la única voz que hizo un llamado a la cordura e insistió en que, en lugar de descalificar, a nuestra vez, al Presidente Arias, que le pusiéramos atención a sus declaraciones y profundizáramos en el sentido de sus palabras, porque no es ningún secreto, por lo menos en mi caso, que tengo poco más de 19 años de tratar de impulsar el proceso de integración de nuestros pueblos, y todo parece casi igual que cuando comenzara, en 1990.
Es, simplemente, de sentido común, de tolerancia y de madurez política, que no todos pensemos igual; que haya una sana visión diferente de lo que es o debiera ser; que se hable franca y abiertamente sobre los desacuerdos, sin que nos espantemos por ello ni estigmatizemos a los demás. Si todos pensáramos igual no se justificarían los Congresos o Parlamentos. Si todo estuviera bien hecho, pongamos entonces una máquina a ejecutar el programa preestablecido.
Sin embargo, dentro del proceso de integración de Centroamérica, hay que entender que el mismo es en conjunto, no por celdas (como también pretende, ahora, el Presidente Ricardo Martinelli, de Panamá). Existe un marco jurídico constitutivo, el Protocolo de Tegucigalpa a la Carta de Organización de Estados Centroamericanos, ODECA, Convenios y Tratados Constitutivos de varias instituciones (la SIECA, el BCIE, por decir algunos), y sus tres poderes, el Ejecutivo a cargo de la Secretaría General del Sistema de la Integración de Centroamérica (SG-SICA), el Parlamento Centroamericano y la Corte Centroamericana de Justicia.
Un país miembro del SICA no puede escoger a cuáles instituciones pertenecer y de cuáles salirse, porque eso no es integración; media vez se es parte del mismo, el Derecho Comunitario es de aplicación general (en el caso de Costa Rica, además, preeminente, según fallo de la Sala Cuarta , de lo Constitucional), eso quiere decir que los fallos de la CCJ, aunque Costa Rica no haya ratificado el Estatuto de dicha Corte, son de aplicación en territorio costarricense; o que las resoluciones del PARLACEN, cuando este tenga facultades vinculantes, también lo serán. Lo anterior porque el Protocolo de Tegucigalpa, que es como la Constitución de Centroamérica, reconoce esas instancias como parte del Sistema y le da validez a sus resoluciones en todo el ámbito en donde dicho Protocolo tiene aplicación (la jurisdicción obligatoria de la Corte está contemplada en el artículo 35).
El caso concreto es que, dentro de los avances relativos de ese Derecho Comunitario Centroamericano, existe un Código Aduanero Centroamericano (CAUCA), que rige para toda la región y tiene sus procedimientos propios para hacerle modificaciones, es decir, no se acepta que un país, unilateralmente, cambie la aplicación de esas normas en el ramo aduanero. Sin embargo, la Dirección General de Aduanas de Costa Rica emitió una circular cambiando, según entendemos, los porcentaje o aforos de aparatos de la línea blanca, (lavadoras de ropa, me parece), gravando de diferente manera a como, entre todos los países, acordaron realizarlo, dañando directamente el bolsillo de los consumidores costarricenses.
Como los funcionarios de turno decidieron no dar marcha atrás, la Asociación de Agentes de Aduanas de Costa Rica demandó al Estado de Costa Rica ante la CCJ y, luego de un proceso que desconocemos, finalmente emitió la sentencia condenando al Estado de Costa Rica y ordenándole dar marcha atrás en su decisión unilateral y respetar, en ese sentido, la normativa del CAUCA.
Ha habido comunicados de la Cancillería de Costa Rica protestando por el fallo, señalando que es una violación a su soberanía, que el Estado nunca ha suscrito el Estatuto de la CCJ y, por ende, no acepta su jurisdicción y su competencia, etc., lo cual es bastante discutible, no sólo en el fondo, por las razones ya indicadas arriba, sino porque en la forma, Costa Rica sí ha aceptado, suscribiendo, en primer lugar, el Protocolo de Tegucigalpa y sus reformas, que así lo contemplan, sino a través de varios fallos de la Sala Constitucional de su Corte Suprema (la Sala Cuarta), no sólo la existencia de la CCJ sino la premacía del Derecho Comunitario, al cual considera complementario del Derecho Interno, de aplicabilidad inmediata y efecto directo.
En este caso es el Derecho Comunitario (CAUCA, Protocolo de Tegucigalpa), y las instituciones de la integración de Centroamérica (la Corte Centroamericana de Justicia) los que, de una manera u otra, han beneficiado a los ciudadanos costarricenses. Si el sistema no operara así, los bolsillos de los ciudadanos de Costa Rica se podrían ver cada vez más cargados, de acuerdo a las ocurrencias del funcionario de turno.
Sólo este caso aislado podría hacer que algunos o muchos costarricenses se den la oportunidad de ver las cosas de una manera diferente. Si Costa Rica no hubiese llegado, aunque fuese varios años tarde, al Banco Centroamericano de Integración Económica, BCIE, probablemente hoy sería diferente la vida de sus ciudadanos, con menos energía eléctrica, menos teléfonos, menos carreteras, menor calidad de aeropuertos, menos hoteles, computadoras, hospitales, etc.
La integración puede verse como una carga, pero puede verse también desde otra perspectiva.
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EUROLAT Y LA CRISIS POLÍTICA HONDUREÑA. NUEVA MANIPULACIÓN DE LA "COORDINADORA"
Los días jueves 29 y viernes 30 de octubre de 2009, en Panamá, República de Panamá, tuvo lugar la reunión de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana, EUROLAT.
La movilización no es poca cosa. Sólo por parte del Parlamento Centroamericano han de haber acudido entre 17 y 20 personas, haciendo que cada viaje sea bastante oneroso para las alicaídas arcas del parlamento regional. Por parte de América Latina también están representados el MERCOSUR, el Parlamento Andino, el PARLATINO y, me parece, el Parlamento Amazónico.
Son reuniones generalmente serias, programadas con suficiente antelación, con documentos de soporte que han sido repartido con tiempo para el estudio de quienes deban participar en los debates de las 3 diferentes comisiones que, para efectos de trabajo, se han constituido de manera permanente.
Sin embargo, esta vez, la reunión de EUROLAT fue, hasta donde nos enteramos, prácticamente tomada por asalto por la ex canciller hondureña, Patricia Rodas, del anterior gobierno, el de Manuel Zelaya, interrumpiendo completamente el trabajo programado de las comisiones, a quienes los invitaron a salir de los salones en donde ya estaban reunidos, para pasar a otro en donde los tuvo más de cuatro horas hablando del caso hondureño.
Según me he enterado, todo giraba alrededor del tema que, antes del 5 de noviembre, su líder, Manuel Zelaya, iba a ser restituido en el ejercicio de la Presidencia de la República, dándole una lectura antojadiza al Acuerdo Guaymuras, que no es eso lo que establece por las partes.
Dicen que todos los seguidores de Manuel Zelaya aplaudían, a excepción de la "Coordinadora", presente en su calidad de ex-presidenta, la cual no le corresponde porque fue electa en un proceso viciado y totalmente ilegal. La famosa "Coordinadora de Debates", dicen, estaba escéptica al respecto, pero aprovechó muy bien la ocasión para hacerse la víctima y conseguir, según se puede leer en el texto de la Declaración de 30 de octubre de la Mesa Directiva de dicha Asamblea Plenaria, el cual, para facilidad de mis lectores, pueden encontrar en este vínculo(http://www.europarl.europa.eu/intcoop/eurolat/documents/declarations/honduras2009/794942es.pdf), apoyo para su persona porque está demandada por el Ministro de la Defensa de Honduras por difamación, por calumnia o algo por el estilo, el cual pueden leer en el punto cinco.
Baste decir, en aras del sentido común y la legalidad, que no es consiguiendo apoyos políticos en instancias ajenas que se van a desvanecer los cargos de índole penal que tienen, obligatoriamente, que ventilarse en los tribunales de justicia del país donde se han cometido actos antijurídicos. Ésa es otra manipulación de la "Coordinadora".
La movilización no es poca cosa. Sólo por parte del Parlamento Centroamericano han de haber acudido entre 17 y 20 personas, haciendo que cada viaje sea bastante oneroso para las alicaídas arcas del parlamento regional. Por parte de América Latina también están representados el MERCOSUR, el Parlamento Andino, el PARLATINO y, me parece, el Parlamento Amazónico.
Son reuniones generalmente serias, programadas con suficiente antelación, con documentos de soporte que han sido repartido con tiempo para el estudio de quienes deban participar en los debates de las 3 diferentes comisiones que, para efectos de trabajo, se han constituido de manera permanente.
Sin embargo, esta vez, la reunión de EUROLAT fue, hasta donde nos enteramos, prácticamente tomada por asalto por la ex canciller hondureña, Patricia Rodas, del anterior gobierno, el de Manuel Zelaya, interrumpiendo completamente el trabajo programado de las comisiones, a quienes los invitaron a salir de los salones en donde ya estaban reunidos, para pasar a otro en donde los tuvo más de cuatro horas hablando del caso hondureño.
Según me he enterado, todo giraba alrededor del tema que, antes del 5 de noviembre, su líder, Manuel Zelaya, iba a ser restituido en el ejercicio de la Presidencia de la República, dándole una lectura antojadiza al Acuerdo Guaymuras, que no es eso lo que establece por las partes.
Dicen que todos los seguidores de Manuel Zelaya aplaudían, a excepción de la "Coordinadora", presente en su calidad de ex-presidenta, la cual no le corresponde porque fue electa en un proceso viciado y totalmente ilegal. La famosa "Coordinadora de Debates", dicen, estaba escéptica al respecto, pero aprovechó muy bien la ocasión para hacerse la víctima y conseguir, según se puede leer en el texto de la Declaración de 30 de octubre de la Mesa Directiva de dicha Asamblea Plenaria, el cual, para facilidad de mis lectores, pueden encontrar en este vínculo(http://www.europarl.europa.eu/intcoop/eurolat/documents/declarations/honduras2009/794942es.pdf), apoyo para su persona porque está demandada por el Ministro de la Defensa de Honduras por difamación, por calumnia o algo por el estilo, el cual pueden leer en el punto cinco.
Baste decir, en aras del sentido común y la legalidad, que no es consiguiendo apoyos políticos en instancias ajenas que se van a desvanecer los cargos de índole penal que tienen, obligatoriamente, que ventilarse en los tribunales de justicia del país donde se han cometido actos antijurídicos. Ésa es otra manipulación de la "Coordinadora".
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Gloria Oqueli,
Honduras
sábado, 14 de noviembre de 2009
LA ÚLTIMA TRAGEDIA DE EL SALVADOR
La vulnerabilidad de los países centroamericanos ha quedado, nuevamente, en evidencia, con las, hasta ahora, 152 muertes, 68 desaparecidos y centenares de heridos, viviendas destrozadas y daños a la infraestructura en El Salvador, con ocasión del paso del huracán Ida, por la costa atlántica, y el sistema de baja presión en la costa pacífica, que ocasionó lluvias bastante fuertes durante unos tres días.
Casi todas las notas que he publicado, hasta hoy, en este blog dedicado a comentar por qué las actuaciones políticas tienen que ir acompañadas de la legalidad y del sentido común, han sido para criticar y denunciar abusos y situaciones creadas por los pseudo líderes de la región. Hoy es al contrario.
Realmente es gratificante haber podido escuchar las declaraciones del Presidente de El Salvador, Mauricio Funes, las que fueron transmitidas en vivo a través de Emisoras Unidas, a raíz de estos sucesos causados por la naturaleza. La rapidez con que estaba actuando, la claridad de sus ideas, el basamento en la legalidad cuando menciona la autorización que estaban, en esos momentos, solicitando a una entidad multilateral, con el objeto de contar con el aval para hacer un cambio de destino de recuros, por más de US$.120.0 millones, para poder apoyar, con recursos ya situados en ese país, a las poblaciones necesitadas de atención en estos momentos.
Valdría la pena como ejercicio que alguien pueda hacer, comparar la manera como el Presidente Funes está atendiendo esta emergencia, y cómo atenderá a las poblaciones afectadas cuando ya no sea emergencia, con el calvario que muchas comunidades, en Guatemala, tuvieron que sufrir y continúan padeciendo a raíz de la tormenta tropical Stan, acaecida hace varios años.
La atención a esas comunidades salvadoreñas afectadas en esta oportunidad, estoy seguro, será muchísimo mejor que la que en años ha podido brindársele a las comunidades guatemaltecas, aseveración que me atrevo a hacer con base en mi experiencia, mi sentido común y ese olfato que me indica que el Presidente Funes no va a dejar abandonada a su gente cuando sus penas y tristezas ya no sean noticia. ¡Así es como debe actuarse!
En lo que asevero en esta nota me juego mi prestigio personal como vaticinador de eventos, pero insisto en la seguridad que tengo de que así será.
Mi solidaridad a todas las familias salvadoreñas que hoy están sufriendo una pérdida de un ser querido o la pérdida de bienes materiales, pero a la vez mi felicitación por tener un Presidente que está a la altura de las circunstancias.
Casi todas las notas que he publicado, hasta hoy, en este blog dedicado a comentar por qué las actuaciones políticas tienen que ir acompañadas de la legalidad y del sentido común, han sido para criticar y denunciar abusos y situaciones creadas por los pseudo líderes de la región. Hoy es al contrario.
Realmente es gratificante haber podido escuchar las declaraciones del Presidente de El Salvador, Mauricio Funes, las que fueron transmitidas en vivo a través de Emisoras Unidas, a raíz de estos sucesos causados por la naturaleza. La rapidez con que estaba actuando, la claridad de sus ideas, el basamento en la legalidad cuando menciona la autorización que estaban, en esos momentos, solicitando a una entidad multilateral, con el objeto de contar con el aval para hacer un cambio de destino de recuros, por más de US$.120.0 millones, para poder apoyar, con recursos ya situados en ese país, a las poblaciones necesitadas de atención en estos momentos.
Valdría la pena como ejercicio que alguien pueda hacer, comparar la manera como el Presidente Funes está atendiendo esta emergencia, y cómo atenderá a las poblaciones afectadas cuando ya no sea emergencia, con el calvario que muchas comunidades, en Guatemala, tuvieron que sufrir y continúan padeciendo a raíz de la tormenta tropical Stan, acaecida hace varios años.
La atención a esas comunidades salvadoreñas afectadas en esta oportunidad, estoy seguro, será muchísimo mejor que la que en años ha podido brindársele a las comunidades guatemaltecas, aseveración que me atrevo a hacer con base en mi experiencia, mi sentido común y ese olfato que me indica que el Presidente Funes no va a dejar abandonada a su gente cuando sus penas y tristezas ya no sean noticia. ¡Así es como debe actuarse!
En lo que asevero en esta nota me juego mi prestigio personal como vaticinador de eventos, pero insisto en la seguridad que tengo de que así será.
Mi solidaridad a todas las familias salvadoreñas que hoy están sufriendo una pérdida de un ser querido o la pérdida de bienes materiales, pero a la vez mi felicitación por tener un Presidente que está a la altura de las circunstancias.
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Mauricio Funes
viernes, 13 de noviembre de 2009
¡¡¡¡¡ ME LLEVO MI PELOTA !!!!!
Cual niño rico y consentido por su mami, Manuel Zelaya, el que fuera Presidente de la República de Honduras hasta el 28 de junio de 2009, desautoriza lo actuado por sus propios delegados en la Comisión de Diálogo que suscribieran, junto con los delegados del gobierno de transición de Roberto Micheletti, el Acuerdo Guaymuras que contempla la instalación de una Comisión de Verificación, la constitución de un Gobierno de Unidad y Reconciliación, la solicitud para que el Congreso Nacional, en consulta con la Corte Suprema de Justicia y otras instancias, resuelva sobre una ficción jurídica que consiste en la posibilidad de retrotraer la situación de Manuel Zelaya al estado en que estaban las cosas antes del 28 de junio mencionado, el respaldo al Proceso de Elección de nuevas autoridades y la instalación, el año entrante, de la Comisión de la Verdad.
Es como ver a un niño regordete e inútil para jugar, pero dueño de la pelota, perseguirla hasta recuperarla y retirarse del campo de juegos, abrazándola, porque una decisión del árbitro le fue adversa. ¡Por favor!
Según entendemos, el proceso iniciado con el Acuerdo de Guaymuras está en marcha tal y como fue previsto. No se ha hecho absolutamente nada en contra del mismo, ni siquiera del calendario incompleto que contempla en su texto, como no sea haber dejado de instalar el Gobierno de Unidad y Reconciliación en la fecha prevista.
Ya se instaló la Comisión de Verificación; ya se tienen los candidatos para integrar el Gobierno de Unidad por todas las partes involucradas, a excepción de la de Manuel Zelaya, lo que ha ocasionado solicitudes (a nuestros ojos, ruegos), de parte del gobierno de transición, para que proponga a las personas que, a su juicio, podrían integrar dicho gobierno.
Ahora bien, el Acuerdo Guaymuras prevé que dicha instalación debió darse, a más tardar, el 5 de noviembre en curso (es decir, dicho acuerdo contempla la posibilidad de que se hubiera instalado antes de esa fecha). Si el 30 de octubre pasado se le entregó al Congreso hondureño la solicitud para entrar a conocer el tema, ¿cómo es posible que Manuel Zelaya haya remotamente pensado que, a más tardar el 5 de noviembre, con todo y el fin de semana de por medio, el mismo iba a solicitar la opinión de la Corte Suprema de Justicia y de"las instancias que considere pertinentes...", a recibir los informes de dichas instancias, a reunirse para inmediatamente resolver nombrarlo para que él y solamente él pudiese instalar al mencionado Gobierno de Unidad y Reconciliación? ¡Otra vez: por favor!
Ahora despotrica en contra de Estados Unidos y su cambiante política con relación a su caso, dice.
Ya es hora de que el mundo, en manos de algunos líderes ideologizados, abran los ojos con relación a esta otra manipulación, y le brinden a Honduras y a los hondureños el respeto que se merecen. Se los he venido cantando por este medio: Manuel Zelaya es un sociópata.
El Acuerdo de Guaymuras, como no sea la concesión de Roberto Micheletti de andar esperando que a Manuel Zelaya se le dé la gana nombrar sus delegados para constituir el Gobierno de Unidad y Reconciliación, ha venido siendo cumplido por quienes ejercen el gobierno, por las demás instituciones hondureñas involucradas y por la sociedad civil.
Ojalá las personas sensatas del mundo sí comprendan mejor que los líderes que los representan en el mundo la incómoda situación en que, innecesariamente, siguen poniendo a Honduras y a los hondureños.
Es como ver a un niño regordete e inútil para jugar, pero dueño de la pelota, perseguirla hasta recuperarla y retirarse del campo de juegos, abrazándola, porque una decisión del árbitro le fue adversa. ¡Por favor!
Según entendemos, el proceso iniciado con el Acuerdo de Guaymuras está en marcha tal y como fue previsto. No se ha hecho absolutamente nada en contra del mismo, ni siquiera del calendario incompleto que contempla en su texto, como no sea haber dejado de instalar el Gobierno de Unidad y Reconciliación en la fecha prevista.
Ya se instaló la Comisión de Verificación; ya se tienen los candidatos para integrar el Gobierno de Unidad por todas las partes involucradas, a excepción de la de Manuel Zelaya, lo que ha ocasionado solicitudes (a nuestros ojos, ruegos), de parte del gobierno de transición, para que proponga a las personas que, a su juicio, podrían integrar dicho gobierno.
Ahora bien, el Acuerdo Guaymuras prevé que dicha instalación debió darse, a más tardar, el 5 de noviembre en curso (es decir, dicho acuerdo contempla la posibilidad de que se hubiera instalado antes de esa fecha). Si el 30 de octubre pasado se le entregó al Congreso hondureño la solicitud para entrar a conocer el tema, ¿cómo es posible que Manuel Zelaya haya remotamente pensado que, a más tardar el 5 de noviembre, con todo y el fin de semana de por medio, el mismo iba a solicitar la opinión de la Corte Suprema de Justicia y de"las instancias que considere pertinentes...", a recibir los informes de dichas instancias, a reunirse para inmediatamente resolver nombrarlo para que él y solamente él pudiese instalar al mencionado Gobierno de Unidad y Reconciliación? ¡Otra vez: por favor!
Ahora despotrica en contra de Estados Unidos y su cambiante política con relación a su caso, dice.
Ya es hora de que el mundo, en manos de algunos líderes ideologizados, abran los ojos con relación a esta otra manipulación, y le brinden a Honduras y a los hondureños el respeto que se merecen. Se los he venido cantando por este medio: Manuel Zelaya es un sociópata.
El Acuerdo de Guaymuras, como no sea la concesión de Roberto Micheletti de andar esperando que a Manuel Zelaya se le dé la gana nombrar sus delegados para constituir el Gobierno de Unidad y Reconciliación, ha venido siendo cumplido por quienes ejercen el gobierno, por las demás instituciones hondureñas involucradas y por la sociedad civil.
Ojalá las personas sensatas del mundo sí comprendan mejor que los líderes que los representan en el mundo la incómoda situación en que, innecesariamente, siguen poniendo a Honduras y a los hondureños.
jueves, 12 de noviembre de 2009
EL ÚLTIMO PATALEO DE LA COORDINADORA DE DEBATES
Para todos aquellos lectores de este blog que durante algunos meses han venido siguiendo las ilegalidades cometidas por la diputada hondureña Gloria Guadalupe Oquelí de Macoto, quien quiso asumir la Presidencia de la Junta Directiva del Parlamento Centroamericano mediante la argucia de incluir en el padrón electoral a los Observadores Permanentes de República Dominicana, pero que mediante tres fallos seguidos de la Corte Centroamericana de Justicia, en sendas demandas interpuestas por varios diputados que creemos representar a los ciudadanos que desean el respeto a la legalidad, fue declarado ilegal el proceso de elección mediante el cual asumiera una presidencia espuria, razón por la cual la hemos venido denominando Coordinadora de Debates; en un intento por evadir su responsabilidad, por desviar la atención o simplemente por patalear, presentó varios recursos de aclaración y de ampliación en contra de las referidas sentencias.
Ahora, nuevamente, la mencionada Corte Centroamericana de Justicia vuelve a fallar, desestimando los frívolos recursos, los cuales, entendemos, ni siquiera los entró a conocer (así lo decimos porque no hemos recibido copia de las notificaciones que hicieran al abogado que nos representa en Managua, Nicaragua).
Aprovechamos para aclarar, en beneficio del mejor entendimiento de los ciudadanos que con orgullo representamos, cómo queda la denuncia que, en su oportunidad, hicimos acerca de que la CCJ está copada por el sandinismo, habiendo, efectivamente, resuelto aparentemente a nuestro favor.
Sin entrar a considerar el fondo del fallo con relación a la extensa petición que hiciéramos en nuestro libelo de demanda, podemos afirmar, hoy, lo siguiente:
Ahora, nuevamente, la mencionada Corte Centroamericana de Justicia vuelve a fallar, desestimando los frívolos recursos, los cuales, entendemos, ni siquiera los entró a conocer (así lo decimos porque no hemos recibido copia de las notificaciones que hicieran al abogado que nos representa en Managua, Nicaragua).
Aprovechamos para aclarar, en beneficio del mejor entendimiento de los ciudadanos que con orgullo representamos, cómo queda la denuncia que, en su oportunidad, hicimos acerca de que la CCJ está copada por el sandinismo, habiendo, efectivamente, resuelto aparentemente a nuestro favor.
Sin entrar a considerar el fondo del fallo con relación a la extensa petición que hiciéramos en nuestro libelo de demanda, podemos afirmar, hoy, lo siguiente:
- Las tres demandas planteadas más o menos en el mismo sentido, no pueden haber sido resueltas a nuestro favor, en virtud que ninguno de los accionantes pidió absolutamente nada en favor de sí mismo; las tres sentencias, por lo menos en cuanto a la presidencia espuria a la cual nos referimos, y a la ocupación espuria de los demás cargos de Junta Directiva 2008-2009, favorecen la legalidad del sistema, brindándole, por lo menos en el aspecto de la participación de los Observadores de República Dominicana, mayor grado de certeza jurídica, estableciendo, en contra de lo que algunos diputados, en su ignorancia, aseveraban, que no es la Asamblea Plenaria del PARLACEN absolutamente autónoma e independiente de hacer lo que le venga en gana, ya que sus actuaciones tienen, forzosamente, que enmarcarse en la normativa legal aplicable, especialmente la concerniente al Tratado Constitutivo de dicha Institución.
- Nuestra afirmación de que la CCJ está copada por el sandinismo sigue siendo válida, especialmente tomando en cuenta que el sandinismo, en la apreciación que nos atrevemos a hacer, no se limita al objetado nombramiento y actuación más poitiquera que jurídica (porque ni siquiera puede considerarse una actuación política seria) de los magistrados nicaragüenses en dicha Corte. Es más, en estos últimos días nos hemos enterado de las llamadas personales, diarias, constantes (como las que su hijastra Zoilamérica Narváez narra que le hacía, acosándola sexualmente) para ejercer presión en los fallos relacionados con las tres demandas a que nos referimos, a todos y cada uno de los demás magistrados que integran dicha Corte, del mismísimo Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega. Lo anterior, aunado a lo que ya contara anteriormente, de que todos los memoriales defendiendo la ilegalidad dentro de estos procesos, presentados por la "Coordinadora", fueron pensados y redactados por el equipo de abogados de la cancilerría nicaragüense (sandinistas), en una oficina contigua a la del propio Canciller (sandinista), reafirma lo dicho, aún cuando el resto de magistrados comprendiera la legalidad de los argumentos planteados y lo importante que es, para el futuro de la integración de Centroamérica y de la misma Corte, no violentar el marco legal, fallando dignamente y en fidelidad al juramento de hacerlo por los mejores intereses de Centroamérica.
- Los diputados que conforman la Asamblea Plenaria que, anteriormente, apoyaron las ilegalidades cometidas, en su gran mayoría han entendido el mensaje de la CCJ, al grado que, en otro intento de pataleo y de manipulación, la otrora Coordinadora de Debates trató, el mismo día de la elección de la Junta Directiva 2009-2010, a través de sus corifeos, de plantear una iniciativa que contemplaba una enmienda al Reglamento Interno con la finalidad de volver a incluir en el padrón electoral, nuevamente, a los Observadores dominicanos, intento que no logró, siquiera, a pesar de las manipulaciones que en su momento haré públicas por este medio, lograr que se admitiera la iniciativa para su discución.
Erravi coordinatorum, aberratum iudicis, autem sed lex, dura lex
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martes, 10 de noviembre de 2009
LA DINÁMICA DE LA GEOPOLÍTICA
El mundo en el que crecí era bipolar, en el sentido que las dos grandes superpotencias mundiales posteriores a la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos de América, por un lado, y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, por el otro, al enfrentarse en esa guerra fría (que en Centroamérica fue caliente), se mantuvieron más o menos contenidas, la una a la otra, durante décadas, con algunos intentos de avanzar hacia territorios de influencia del otro, como el caso de Cuba, que no quedó en el intento sino en un verdadero avance soviético, o el crecimiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte bajo las protestas socialistas, por el otro.
Ahora que se ha conmemorado el vigésimo aniversario de la caída del muro de Berlín, paradigma de ese enfrentamiento sordo al que me he referido, me he puesto a reflexionar cómo, en los últimos años, el posicionamiento político de los diferentes países ha venido cambiando.
El derrumbamiento de la URSS rompió el esquema bipolar, dejando por algunos años como superpotencia mundial, casi con exclusividad, a EEUU, pero eso, con el tiempo, ha venido modificándose con el aparecimiento, uno tras otro, de nuevos actores.
Por un lado está la Unión Europea, que de ser una asociación de dos países, Alemania y Francia, puestos de acuerdo acerca del uso común del carbón y del acero (fundamentales, ambos, para fabricar armamento), pronto se convirtió en la Comunidad Europea (que durante mucho tiempo tuvo 12 socios) y ahora, con 23 países miembros y luego de la aprobación del Tratado de Lisboa, no sólo se enfila hacia la elección de la primera persona que haya de ser el Presidente de Europa sino, con una moneda única, fuerte y reconocida ya en todo el mundo, se convierte en la primera potencia económica del mundo, produciendo un peso político fenomenal que se verá incrementado en la medida que comience a funcionar, además, el servicio diplomático europeo, previsto de unos 6000 funcionarios alrededor del mundo.
Por otro lado, el despegue de China en el aspecto económico, que la ha llevado, además, a efectuar algunas reformas políticas, de las cuales considero de vital importancia la renovación de algunos cuadros, importantes ya por su número, del Partido Comunista, lo que ayuda a pensar que todas esas reformas políticas y económicas que ha efectuado tienden a ser irreversibles y a profundizarse (especialmente con lo que le falta, las reformas sociales); teniendo las reservas monetarias internacionales más grandes del mundo (China es, entendemos, el ahorrante número uno de EEUU), le confiere un peso específico impresionante, especialmente tomando en cuenta su gran mercado potencial de alrededor de 1600 millones de personas (de las cuales sólo alrededor de 1300 millones existen oficialmente, según entendemos también).
Paralelamente, no podemos dejar de mencionar que EEUU, lejos de aprovechar esos años en que, en solitario, fue la superpotencia del mundo, ha menguado su capacidad de influir en el mundo, como no sea contagiando al resto de la comunidad global de sus problemas internos, como la última crisis financiera, la cual evolucionó en crisis inmobiliaria y en crisis económica, en general. Las guerras más largas de su historia republicana, la de Afganistán y la de Irak, y por mucho, además, las más costosas, no le han ayudado cuando de influir en otros temas globales se trata.
Los países productores de petróleo, en su conjunto, tienen algún tipo de influencia en el mundo a través de sus simples decisiones de subir o bajar la producción, lo cual se traduce en que haya más abundancia (oferta) o más escasez de crudo y, por ende, que éste valga más, porque no hay tanto como antes, o menos, porque en el mundo hay más del que se puede consumir. Lo anterior influye en los flujos de capitales; y los países que no son productores y que, además, deben comprar moneda dura para pagar esas facturas, son los más susceptibles de ser influidos por este tipo de decisiones tipo cartel.
Ahora bien, en nuestro hemisferio, tradicionalmente de gran influencia estadounidense, las cosas no son como antes y es evidente el surgimiento de nuevos actores.
Es evidente que Venezuela tiene ya varios años, a través de la enorme influencia que da el dinero del petróleo, de venir ejerciendo gran influencia sobre varios países latinoamericanos, comenzando por aquellos que ya tenían gobiernos ideologizados de izquierda como Cuba y Bolivia, para seguir, después, influyendo para que personajes, también de izquierda, vayan asumiendo el poder en otros países, como efectivamente ha pasado en Ecuador, El Salvador, o puede suceder, como en Uruguay, o se mantengan en él, como se pretendía hacer en Honduras, se está tratando de hacer en Nicaragua y, de manera subrepticia, también en Guatemala.
Podríamos discutir, en esta parte de mis reflexiones, si la actuación pasada y presente de Venezuela es geopolítica, estrictamente hablando, o injerencia en los asuntos internos de otros estados. Lo que sí es seguro es que la sola noticia del descubrimiento reciente de una reserva extraordinaria de barriles de petróleo en su territorio, hace que el peso específico de Venezuela pese más cada día.
Una manera de observar cómo se está orquestando este reordenamiento será el nombramiento o reelección del Secretario General de la OEA, actividad que viene dándose desde hace tiempo, girando muchas cosas alrededor de los designios de Caracas, circunstancia que también ha afectado el comportamiento del organismo regional no sólo en la injerencia en asuntos de Honduras, que motivaron hasta su expulsión temporal, como el levantamiento de anteriores medidas, por antidemocrático, hacia el régimen cubano, sin que haya habido mejora alguna en ese contexto.
Además, cuando el Presidente Hugo Chávez habla de prepararse para la guerra con Colombia, hay que pensar bien acerca de lo que está pasando en ese país y de cómo un mal líder en un país influyente, geopolíticamente, puede llevar al caos a todo un continente y a sus instituciones de integración.
No podemos dejar de mencionar a Cuba como eje político, un caso especial que, no teniendo recursos económicos como los demás debido a las décadas de un sistema que no está diseñado para producir, pero que, ante los ojos de algunas naciones, no sólo es respetada sino elevados los designios del viejo dictador a nivel de oráculo. En ese orden de ideas podemos pensar que hoy, en su vejez, Fidel Castro puede que tenga mayor influencia real a nivel de política efectiva que la que anteriormente tuvo como modelo de inspiración de la juventud revolucionaria de los años 1960's, 1970's y 1980's.
En América Latina, por otro lado, tradicionalmente hubo una fuerte influencia geopolítica de México, paladín, a través de la Doctrina Estrada, del respeto mutuo entre los Estados, especialmente en lo concerniente a los asuntos internos de cada quien y a su soberanía. Sin embargo, después de 70 años de mantener su tésis, la misma fue descartada en el año 2000 y, con ello, la estrella de México en la geopolítica latinoamericana declinó o, por lo menos, lo ha venido haciendo paulatina pero sostenidamente.
Hoy, la injerencia de la cancillería brasileña en los problemas internos de Honduras, actuando al margen de los dictados de la ONU y de la OEA, organismos de los cuales es parte, hace pensar que, geopolíticamente hablando, ha surgido un nuevo actor, Brasil, lo cual nos hace pensar que la influencia política va de la mano del crecimiento económico y del bienestar. Es como si los países, siguiendo la pirámide de Maslow, tuvieran el tiempo, la ocasión, la oportunidad, las fuerzas para pensar en cómo actuar para influir en el futuro de sus relaciones para con los demás países, mientras que las naciones pobres están inmersas en sus propios problemas de subsistencia y no tienen tiempo más que para ir, en el día a día, apagando incendios internos.
Hace algunos años hubiese sido impensable que Brasil incursionara, en un área de influencia cercana a México, de la manera que lo ha hecho en el caso de la crisis hondureña que desató el expresidente Manuel Zelaya. Hoy, el vigor de su economía y la confianza en un provechoso porvenir les permite a los brasileños incursionar en esferas de influencia que, antes, no habían recorrido.
De todos modos, es de darse cuenta que estamos viviendo una etapa de transición. Las transiciones políticas, más cuando se dan entre naciones, pueden durar años, lustros, décadas, siglos. Esta etapa ha comenzado pero no sabemos cuándo terminará, si terminará o por dónde, dentro de su evolución, nos encontramos.
Lo importante es, por el momento, entender que hay fuerzas que se están acomodando; unas porque pierden impulso, otras porque tienen mayor empuje y desean ocupar espacios.
Ahora que se ha conmemorado el vigésimo aniversario de la caída del muro de Berlín, paradigma de ese enfrentamiento sordo al que me he referido, me he puesto a reflexionar cómo, en los últimos años, el posicionamiento político de los diferentes países ha venido cambiando.
El derrumbamiento de la URSS rompió el esquema bipolar, dejando por algunos años como superpotencia mundial, casi con exclusividad, a EEUU, pero eso, con el tiempo, ha venido modificándose con el aparecimiento, uno tras otro, de nuevos actores.
Por un lado está la Unión Europea, que de ser una asociación de dos países, Alemania y Francia, puestos de acuerdo acerca del uso común del carbón y del acero (fundamentales, ambos, para fabricar armamento), pronto se convirtió en la Comunidad Europea (que durante mucho tiempo tuvo 12 socios) y ahora, con 23 países miembros y luego de la aprobación del Tratado de Lisboa, no sólo se enfila hacia la elección de la primera persona que haya de ser el Presidente de Europa sino, con una moneda única, fuerte y reconocida ya en todo el mundo, se convierte en la primera potencia económica del mundo, produciendo un peso político fenomenal que se verá incrementado en la medida que comience a funcionar, además, el servicio diplomático europeo, previsto de unos 6000 funcionarios alrededor del mundo.
Por otro lado, el despegue de China en el aspecto económico, que la ha llevado, además, a efectuar algunas reformas políticas, de las cuales considero de vital importancia la renovación de algunos cuadros, importantes ya por su número, del Partido Comunista, lo que ayuda a pensar que todas esas reformas políticas y económicas que ha efectuado tienden a ser irreversibles y a profundizarse (especialmente con lo que le falta, las reformas sociales); teniendo las reservas monetarias internacionales más grandes del mundo (China es, entendemos, el ahorrante número uno de EEUU), le confiere un peso específico impresionante, especialmente tomando en cuenta su gran mercado potencial de alrededor de 1600 millones de personas (de las cuales sólo alrededor de 1300 millones existen oficialmente, según entendemos también).
Paralelamente, no podemos dejar de mencionar que EEUU, lejos de aprovechar esos años en que, en solitario, fue la superpotencia del mundo, ha menguado su capacidad de influir en el mundo, como no sea contagiando al resto de la comunidad global de sus problemas internos, como la última crisis financiera, la cual evolucionó en crisis inmobiliaria y en crisis económica, en general. Las guerras más largas de su historia republicana, la de Afganistán y la de Irak, y por mucho, además, las más costosas, no le han ayudado cuando de influir en otros temas globales se trata.
Los países productores de petróleo, en su conjunto, tienen algún tipo de influencia en el mundo a través de sus simples decisiones de subir o bajar la producción, lo cual se traduce en que haya más abundancia (oferta) o más escasez de crudo y, por ende, que éste valga más, porque no hay tanto como antes, o menos, porque en el mundo hay más del que se puede consumir. Lo anterior influye en los flujos de capitales; y los países que no son productores y que, además, deben comprar moneda dura para pagar esas facturas, son los más susceptibles de ser influidos por este tipo de decisiones tipo cartel.
Ahora bien, en nuestro hemisferio, tradicionalmente de gran influencia estadounidense, las cosas no son como antes y es evidente el surgimiento de nuevos actores.
Es evidente que Venezuela tiene ya varios años, a través de la enorme influencia que da el dinero del petróleo, de venir ejerciendo gran influencia sobre varios países latinoamericanos, comenzando por aquellos que ya tenían gobiernos ideologizados de izquierda como Cuba y Bolivia, para seguir, después, influyendo para que personajes, también de izquierda, vayan asumiendo el poder en otros países, como efectivamente ha pasado en Ecuador, El Salvador, o puede suceder, como en Uruguay, o se mantengan en él, como se pretendía hacer en Honduras, se está tratando de hacer en Nicaragua y, de manera subrepticia, también en Guatemala.
Podríamos discutir, en esta parte de mis reflexiones, si la actuación pasada y presente de Venezuela es geopolítica, estrictamente hablando, o injerencia en los asuntos internos de otros estados. Lo que sí es seguro es que la sola noticia del descubrimiento reciente de una reserva extraordinaria de barriles de petróleo en su territorio, hace que el peso específico de Venezuela pese más cada día.
Una manera de observar cómo se está orquestando este reordenamiento será el nombramiento o reelección del Secretario General de la OEA, actividad que viene dándose desde hace tiempo, girando muchas cosas alrededor de los designios de Caracas, circunstancia que también ha afectado el comportamiento del organismo regional no sólo en la injerencia en asuntos de Honduras, que motivaron hasta su expulsión temporal, como el levantamiento de anteriores medidas, por antidemocrático, hacia el régimen cubano, sin que haya habido mejora alguna en ese contexto.
Además, cuando el Presidente Hugo Chávez habla de prepararse para la guerra con Colombia, hay que pensar bien acerca de lo que está pasando en ese país y de cómo un mal líder en un país influyente, geopolíticamente, puede llevar al caos a todo un continente y a sus instituciones de integración.
No podemos dejar de mencionar a Cuba como eje político, un caso especial que, no teniendo recursos económicos como los demás debido a las décadas de un sistema que no está diseñado para producir, pero que, ante los ojos de algunas naciones, no sólo es respetada sino elevados los designios del viejo dictador a nivel de oráculo. En ese orden de ideas podemos pensar que hoy, en su vejez, Fidel Castro puede que tenga mayor influencia real a nivel de política efectiva que la que anteriormente tuvo como modelo de inspiración de la juventud revolucionaria de los años 1960's, 1970's y 1980's.
En América Latina, por otro lado, tradicionalmente hubo una fuerte influencia geopolítica de México, paladín, a través de la Doctrina Estrada, del respeto mutuo entre los Estados, especialmente en lo concerniente a los asuntos internos de cada quien y a su soberanía. Sin embargo, después de 70 años de mantener su tésis, la misma fue descartada en el año 2000 y, con ello, la estrella de México en la geopolítica latinoamericana declinó o, por lo menos, lo ha venido haciendo paulatina pero sostenidamente.
Hoy, la injerencia de la cancillería brasileña en los problemas internos de Honduras, actuando al margen de los dictados de la ONU y de la OEA, organismos de los cuales es parte, hace pensar que, geopolíticamente hablando, ha surgido un nuevo actor, Brasil, lo cual nos hace pensar que la influencia política va de la mano del crecimiento económico y del bienestar. Es como si los países, siguiendo la pirámide de Maslow, tuvieran el tiempo, la ocasión, la oportunidad, las fuerzas para pensar en cómo actuar para influir en el futuro de sus relaciones para con los demás países, mientras que las naciones pobres están inmersas en sus propios problemas de subsistencia y no tienen tiempo más que para ir, en el día a día, apagando incendios internos.
Hace algunos años hubiese sido impensable que Brasil incursionara, en un área de influencia cercana a México, de la manera que lo ha hecho en el caso de la crisis hondureña que desató el expresidente Manuel Zelaya. Hoy, el vigor de su economía y la confianza en un provechoso porvenir les permite a los brasileños incursionar en esferas de influencia que, antes, no habían recorrido.
De todos modos, es de darse cuenta que estamos viviendo una etapa de transición. Las transiciones políticas, más cuando se dan entre naciones, pueden durar años, lustros, décadas, siglos. Esta etapa ha comenzado pero no sabemos cuándo terminará, si terminará o por dónde, dentro de su evolución, nos encontramos.
Lo importante es, por el momento, entender que hay fuerzas que se están acomodando; unas porque pierden impulso, otras porque tienen mayor empuje y desean ocupar espacios.
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sábado, 7 de noviembre de 2009
LA LECTURA DEL ACUERDO GUAYMURAS. INTERPRETACIÓN JURÍDICA-POLÍTICA-SOCIOLÓGICA.
El "Diálogo Guaymuras Acuerdo Tegucigalpa/San José" está escrito en 4 páginas de papel bond tamaño carta, más una adicional que contiene las firmas. Consta de 12 puntos, de los cuales uno, el número 9, es un calendario. Cualquiera que opine con seriedad sobre lo que hoy sucede en Honduras debe leer el documento; si no, como dicen los mismos hondureños, estaría "hablando papadas" (babosadas, en buen chapín; tonterías, para que me entiendan en España).
El papel que hoy está jugando la prensa, tanto la internacional que suele nutrir nuestros medios escritos, radiales y televisivos, como los enviados de prensa nacionales a cubrir la fuente, deja mucho que desear precisamente porque ignoran el documento.
Le han hecho caer el mundo encima a Roberto Micheletti (a quien se empeñan en denominar Presidente de facto y, a su gobierno, gobierno de facto, lo que significa una condena a priori cuando su función es la de informar), por la conformación del Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional, que es el primer punto del documento suscrito por los delegados del gobierno de transición y del depuesto presidente Manuel Zelaya.
Dicho punto establece, efectivamente, que se conformará un gobierno de esa naturaleza, "...integrado por representantes de los diversos partidos políticos y organizaciones sociales, reconocidos por su capacidad, honorabilidad, idoneidad y voluntad para dialogar, quienes ocuparán las distintas Secretarías y Subsecretarías así como otras dependencias del Estado, de conformidad con el artículo 246 y siguientes de la Constitución de la República de Honduras" (las palabras en negrita así vienen en el documento suscrito).
Sobre la conformación del gabinete y conforme al espíritu de las líneas anteriores, podemos decir lo siguiente:
Primero: las partes, al suscribir el Acuerdo, establecen su intención no sólo de conformar un gobierno de unidad sino que cumpla con la función de reconciliar a la sociedad hondureña, dándole una dualidad que no todos los gabinetes de mundo tienen: la de administrar la "res pública" y la de encaminar al país hacia una reconciliación que todos anhelan.
Segundo: los suscriptores del acuerdo, que eran delegados tan sólo de dos partes, en la búsqueda de las personas idóneas para ocupar los cargos, establecen un espectro que no se limita a esas dos partes sino a todos los partidos políticos y a las organizaciones sociales. Honduras es un país bipartidista en donde, según mi experiencia, si gana las elecciones el Partido Nacional, gobiernan los nacionales o "cachurecos"; si gana el Partido Liberal, gobiernan los liberales o "colorados"; de tal manera que este acuerdo así debe entenderse: el gabinete no estará conformado por personas de un solo partido político (que es lo tradicional); es más, se abre la posibilidad para que personas provenientes de las organizaciones sociales, y no sólo de los partidos políticos, gobiernen, administren la cosa pública y ayuden a buscar esa reconciliación que tanto anhelan.
Tercero: los mencionados suscriptores del Acuerdo no sólo abren la posibilidad descrita en el párrafo anterior, sino la califican: no puede ser cualquiera, tiene que ser alguien que tenga no sólamente una de las características, sino el conjunto de características que el punto primero del Acuerdo establece (aunque el texto es confuso, ya que en unas partes hace ver que no son doce puntos de un Acuerdo sino doce acuerdos). Es decir, no puede conformar el gabinete o ser parte de ese Gobierno de Unidad, alguien que tenga reconocida capacidad pero que su honorabilidad sea discutible; o que tenga voluntad para dialogar pero no sea idóneo, o que sea el más honorable de todos pero un perfecto incapaz. Quienes conformen ese pequeño grupo de personas que administrarán la cosa pública y, a la vez buscarán la reconciliación, tienen forzosamente que cumplir con todas las características acordadas.
Cuarto: quienes suscribieron el acuerdo al cual nos venimos refiriendo, no se limitan a hablar del gabinete, palabra que se utiliza para referirse a los colaboradores más cercanos del Presidente de la República, sean Ministros o Secretarios, como en el presente caso; el acuerdo menciona Gobierno de Unidad y Reconciliación y el texto lo amplía a otras dependencias del Estado que no sean las Secretarías o Subsecretarías de Estado.
El texto del punto uno del Acuerdo mezcla, en su segundo párrafo, lo relacionado con la falta de aprobación del Presupuesto General de Ingresos y Egresos, al 28 de junio pasado, e indica que el Gobierno de Unidad y Reconciliación respetará y funcionará sobre la base del recientemente aprobado por el Congreso Nacional, lo cual no tiene mucho que ver con lo que estamos analizando pero da una idea del caos institucional en que Manuel Zelaya tenía a Honduras mientras ejerció la Presidencia de la República.
Los siguientes puntos del Acuerdo Guaymuras son de vital importancia para Honduras y la resolución de su crisis política, pero no nos sirven para efectos del análisis que hoy deseamos efectuar. Se refieren a la Reuncia a Convocar a una Asamblea Nacional Consituyente o a reformar la Constitución en lo irreformable, que es la génesis del problema; sobre la situación de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional; sobre la creación de una Comisión de la Verdad; sobre la normalización de las relaciones internacionales; agradecimientos y consideraciones sobre la entrada en vigencia del mismo.
En esos puntos dispersos hay otros elementos que, para efectos de nuestro análisis, el cual hacemos conforme a los últimos sucesos que consisten en la conformación de lo que la prensa ha denominado el Gabinete de Reconciliación Nacional bajo la dirección del Presidente de facto (el mismo Congreso Nacional lo denominó de transición), Roberto Micheletti, vale la pena destacar, haciendo ver que la interpretación del Acuerdo de Guaymuras debe hacerse, precisamente, integrando sus diferentes partes. En este punto vale destacar que pensamos que, a la interpretación del Acuerdo, le son aplicables algunos de los Principios que rigen para la interpretación de los Tratados: la buena fe (pacta sund servanda), el sentido corriente de los términos, el contexto (aquí se incluye lo que dice el preámbulo), su objeto y fin, sobre la no obligatoriedad cuando no ha habido consentimiento (para lo que corresponde al Congreso Nacional, a la CSJ y otras instituciones), etcétera.
Primeramente nos referiremos a que ambas partes acordaron, en el punto 3, respetar el proceso electoral, y hacen un llamado al puebo hondureño para que participe pacíficamente en dichas elecciones, instando al Tribunal Supremo Electoral a que autorice y acredite misiones internacionales, tanto durante el proceso de elección hasta la declaratoria del resultado, como durante el traspaso de poderes en enero de 2010. Ahora es lamentable volver a leer declaraciones en el sentido contrario, cuando los electores hondureños deben ser el objeto del mayor respeto, comenzando por cualquier expresidente de la República.
El punto 5 del Acuerdo es el que establece que sea el Congreso Nacional el que decida, no sobre la restitución de Manuel Zelaya al poder, sino acerca de "retrotraer la titularidad del Poder Ejecutivo a su estado previo al 28 de junio hasta la conclusión del actual periodo gubernamental..."; es decir, no le solicita al Congreso Nacional, simplemente establece que ese es el acuerdo y que está dentro de las facultades del mismo; no habla de restitución sino de retrotraer el estado de las cosas a como estaban en determinada fecha, lo cual es una ficción jurídica entendible; jamás se habla de la Presidencia de la República sino del Poder Ejecutivo pero, para efectos prácticos, así debe entenderse. Recalco aquí que el acuerdo de las partes fue sin la intervención del Congreso Nacional por lo que, en sentido jurídico verdaderamente estricto, no está obligado a tomar una resolución al respecto, aunque es aconsejable, políticamente, que sí lo haga, sea en el sentido que sea y conforme a la conciencia de cada diputado.
Es este mismo punto 5 el que establece, y así lo firmaron las partes, que la decisión de esta ficción jurídica a la que nos referimos, la hará el Congreso Nacional "...en uso de sus facultades, en consulta con las instancias que considere pertinentes como la Corte Suprema de Justicia y conforme a ley...". Estas palabras merecen un pequeño análisis:
Primero: si el Congreso Nacional establece que no tiene facultades para retrotraer el estado de las cosas a como estaban el 28 de junio de 2009, está en su derecho de hacerlo y no por eso tendría que seguir causando caos el señor Zelaya; simplemente tendría que acatar lo resuelto, como estoy seguro lo acatará el señor Micheletti si le es adverso dicho fallo.
Recordemos que un acuerdo político tiene que estar enmarcado en la ley, y si el marco legal no da para el mejor acuerdo político, lo que significa es que se está violentando nuevamente la ley. No me atrevo a afirmar, tajantemente, que el Congreso Nacional de Honduras no tiene facultades legales para el presente caso; sólo menciono que tengo dudas de que las tenga y que lo que digo es que puede suceder que así se declare, lo cual no invalidaría el resto del Acuerdo, es decir, continuaría en ejercicio del poder, o el señor Micheletti o quien el Congreso Nacional designe (que eso sí estoy seguro de que sí tiene facultades legales para hacerlo), presidiendo un Gobierno de Unidad y Reconciliación hasta entregar el poder el 27 de enero de 2010.
Segundo: en este delicado caso los suscriptores del Acuerdo Guaymuras ya intuían el necesario acompañamiento, mediante la emisión de opinión, de la Corte Suprema de Justicia, quien tampoco está jurídicamente obligada por el Acuerdo a emitirla, aunque desconozco si está obligada conforme a la ley interna de Honduras, media vez fue solicitada por el Congreso Nacional; este último ha decidido, además, consultar las opiniones de otras instituciones, y es una facultad que se viene discutiendo por los zelayistas, pero que consideramos no sólo totalmente válida sino fundamentalmente necesaria, además de que sus delegados así lo establecieron en el Acuerdo.
También se viene cuestionando que el Congreso solicitó la opinión de dicha Corte Suprema sin ponerle plazo para que responda. ¿Se les olvida a estos críticos que la Corte Suprema representa a otro de los poderes del Estado, el Judicial, y que no está supeditada al Congreso Nacional? Yo sugiero que estos críticos tengan calma, porque estimamos que la CSJ no va a obviar la emisión de tan importante opinión. Ahora bien, la opinión de una CSJ no debe ser política sino eminentemente jurídica; recordemos que Manuel Zelaya no es precisamente un angelito y que fueron meses de violar repetidamente la Constitución y las leyes ordinarias de su país, al grado que uno de los puntos fundamentales del Acuerdo es que ya no se intentará modificar los artículos irreformables de dicha Constitución. Personalmente creo que la CSJ, si no emite una opinión política para quedar bien con la mal llamada "Comunidad Internacional", y emite una con carácter estrictamente jurídico, la misma será negativa, en tres sentidos: uno, que esa ficción jurídica a la que nos referimos es eso, simplemente una ficción que no es posible respaldar con seriedad por las Instituciones Públicas; dos, que el Congreso Nacional no tiene facultades legales para llevar a cabo el mencionado acto; tres, que la persona del señor Manuel Zelaya, mientras no tenga un indulto o se haya decretado una amnistía, lo cual no se ha dado en este caso, sigue siendo sujeto de persecución penal y, por ende, inelegible para ocupar un cargo de esta naturaleza. El Acuerdo Guaymuras no establece indulto ni amnistía alguna porque la Comisión de Diálogo no tiene facultades para otorgar cualquiera de esas medidas, pero tampoco solicita algo al respecto; es más, lejos de éllo, establece la creación de la Comisión de la Verdad, como veremos adelante.
También establece el Acuerdo, en el punto 6, la creación de dos Comisiones, la de Verificación, que ya se conformó con dos delegados internacionales y dos nacionales, uno por el grupo en el poder y otro designado por el expresidente Zelaya, coordinada por la injerente OEA, encargada de dar fe del estricto cumplimiento de dicho Acuerdo, lo cual no viene haciendo, sino criticando, como siempre, razón por la cual nos tomamos la molestia de hacer este análisis, un poco largo tal vez, pero necesario para explicar que no ha habido rompimiento del mismo más que por parte de quienes se comprometen, por un lado, pero no dejan de sabotear todo el proceso desde la palestra que les brindan los medios de comunicación que los hacen sentir famosos.
El peligro en ciernes que podría complicar más las cosas para Honduras es que la Comisión de Verificación tiene facultades para declarar el incumplimiento comprobado del Acuerdo, lo cual "producirá la activación de medidas que establecerá la Comisión para el transgresor o los transgresores" y, conforme lo que hemos venido viendo, el bando de Zelaya y de la mal denominada "Comunidad Internacional", sólo han demostrado saber leer para la izquierda, lo cual es, hasta cierto punto, entendible para el primero, pero no para la segunda, que debe ser totalmente imparcial, objetiva, creíble.
Confiamos en que prive el buen sentido y la hombría de bien de don Ricardo Lagos, ex Presidente de Chile a quien tuve el gusto de conocer en un viaje que hizo a Guatemala a principios de los años 1990's. Su trayectoria de muchos años no se puede ver manchada por favorecer, a contrapelo, a quien tiene a su propio país sumido en un caos que pudo no ser. Igual esperanza tenemos de la señora Hilda Solís, quien tiene una sólida y prolongada formación y, entendemos, ha colaborado con el tema de la violencia de género en Guatemala. Es grato que una mujer acompañe al expresidente Lagos; siendo una persona con potencial futuro político, confiamos en su experiencia y en la objetividad que pueda demostrar, lo cual le puede ayudar muchísimo a consolidar su reputación.
Ojalá sepan ver, los dos miembros de la "Comunidad Internacional" de la Comisión de Verificación, que la interpretación del Acuerdo de Guaymuras tiene que estar apegado a la Constitución y a las leyes hondureñas (punto 8 del Acuerdo) y es integral, no por partes. Ambos representan gobiernos de izquierda respetados y respetables. ¡Que Dios proporcione inspiración y serenidad a sus cabezas y ánimo a sus corazones!
El punto 6 al cual ya nos hemos referido contempla, además, la conformación de la Comisión de la Verdad, pidiendo al próximo gobierno que la conforme en el primer semestre del año entrante. Lo menciono porque, como mencioné, el Acuerdo que suscribió la Comisión de Diálogo, conocido como de Guaymuras, no contempla perdón, amnistía ni indulto alguno, y es factible que el año entrante se conforme esta Comisión por personas "Notables" que, al finalizar su comisión, establezcan las violaciones a la Constitución y las personas que han transgredido la Ley, desde los simples soldados que obedecieron órdenes, los altos mandos militares, como jueces, diputados, embajadores, secretarios y el mismo Presidente de la República. Es aquí en donde está ligado el tema del indulto o de la amnistía, la persecución penal de oficio mientras no haya uno u otra, la opinión de la CSJ, todo en el ámbito jurídico, para llegar, finalmente, al campo político, la resolución del Congreso Nacional, que pueda estar basada en la opinión jurídica de la CSJ.
El punto 9 es interesante de analizar porque contiene el Calendario de Cumplimiento de los Acuerdos, el cual desarrolla únicamente 5 puntos: 30 de octubre de 2009: suscripción y entrada en vigencia del Acuerdo y entrega formal del mismo al Congreso "para los efectos del Punto 5, 'Del Poder Ejecutivo' "; 2 de noviembre, conformación de la Comisión de Verificación; "A partir de la suscripción del presente Acuerdo y hasta el 5 de noviembre... Conformación e instalación del Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional"; 27 de enero de 2010: celebración del traspaso de gobierno; primer semestre de 2010: instalación de la Comisión de la Verdad.
Es decir, según mi leal saber y entender, Zelaya no ha violado el Acuerdo al hacer sus pataletas porque no lo han restituido, como no sea lo que mencionaré más adelante. El punto es que, emberrinchado porque no lo han restituido (que eso no fue lo acordado), no ha querido proponer personas de su confianza que cumplan con la idoneidad, honorabilidad, etc., para conformar el Gobierno de Unidad y Reconciliación.
Quien sí ha violado el Acuerdo al pasarse de la fecha límite sin conformarlo, haciéndole llamados a Manuel Zelaya para que proponga personas, es Roberto Micheletti, pero no ha violado acuerdo alguno al presidir dicho gobierno, el cual, si la CSJ y las demás instituciones consultadas emiten opinión favorable para aprobar la ficción jurídica de retrotraer las cosas al estado en que estaban el 28 de junio, y el Congreso Nacional así lo decide, podría pasar a ser presidido por Manuel Zelaya. Esto nos obliga a hacer otra consideración: es que, si Manuel Zelaya es "retrotraído" al estado en que estaban las cosas al 28 de junio de 2009, lo único que no podrá retrotraerse, porque eso es lo acordado, es el Gobierno de Unidad y Reconciliación, es decir, los funcionarios, hombres y mujeres, que hoy, bajo la presidencia interina de Micheletti, entren a conformarlo.
Zelaya, como decimos, emberrinchado porque no le dan el poder, cuando eso no fue lo acordado, no propone a su propia gente, en el supuesto de que cumplan con los cuatro requisitos que el Acuerdo señala, para formar parte de ese Gobierno de Unidad. Si por azares del destino la CSJ y las demás insituciones consultadas emiten opinión favorable para "retrotraer" las cosas, y el Congreso Nacional efectivamente las retrotrae al 28 de junio, en teoría, Zelaya tendría que presidir el Gobierno de Unidad y Reconciliación que en estos días se forme, sin allegados suyos. Conociendo su estilo de "rompe y rasga", con seguridad haría caso omiso de esa parte fundamental del Acuerdo, despidiendo a todas las personas que hoy acuden a conformar gobierno bajo circunstancias adversas y nombrando sólamente personas de su confianza, con lo cual se aseguraría la crisis política hasta el 27 de enero de 2010, por lo menos (que cada quién interprete esas últimas tres palabras).
Es decir, entendemos que la Comisión de Diálogo que suscribió el Acuerdo de Guaymuras privilegió el Gobierno de Unidad y Reconciliación, el cual puede ser presidido, desde la óptica de dicho Acuerdo, por Zelaya o por Micheletti, lo cual hace mucho sentido. Lamentablemente, Manuel Zelaya, que mal estudió ingeniería y que de leyes no sabe nada, con su empecinamiento demuestra que no sabe leer textos legales, entiende del acuerdo suscrito por su propia gente que debe restituírsele inmediatamente, lo cual no fue pactado, privilegiándose a sí mismo, no al país, y con él se pasa llevando a sus propios delegados a quienes, con esa actitud, demuestra no respetar, y arrastra a esa pléyade de pericos que, igual que él, no pueden leer y estudiar por sí mismos sino se dedican a repetir las tonterías o "papadas" de su líder.
Los delegados de Zelaya establecieron, de acuerdo con su contraparte, el calendario al cual nos hemos referido. No le pone tiempo límite a la CSJ para emitir la opinión que ellos mismos mencionan, ni se lo ponen al Congreso Nacional para fallar, lo cual ahora critican.
Creemos que si la intención de las partes hubiese sido reinstalar en la Presidencia de la República a Manuel Zelaya, así lo habrían dicho y lo hubieran establecido en un calendario. Ésa ha de haber sido la intención de los delegados de Zelaya, pero su insistencia e intransigencia en el tema habría llevado a no firmarse acuerdo alguno.
El Acuerdo de Guaymuras lo que hace es quitarle, a las dos partes más encontradas hasta entonces (porque son múltiples y no limitadas a éllas) dentro de la crisis política, las representadas por Manuel Zelaya y por Roberto Micheletti, la posibilidad de decidir por ellas mismas.
Dado que la "Comunidad Internacional" no tiene ingerencia para decidir el fondo del asunto y, aunque quisiera y así lo ha manifestado a través de José Miguel Insulza, que Zelaya fuese restituido inmediatamente, no lo pueden hacer, lo que ambas partes acordaron fue pasarle la brasa de la decisión política al Congreso de la República, el mismo que, con anterioridad y por unanimidad de votos presentes (123 de 128 diputados), eligió para sustituir a Manuel Zelaya a Roberto Micheletti.
El expresidente Zelaya incumple el Acuerdo de Guaymuras en el punto 10, cuyo primer párrafo transcribo: "En nombre de la reconciliación y el espíritu patriótico que nos ha convocado ante la mesa de diálogo, nos comprometemos a cumplir de buena fe el presente Acuerdo, y lo que de él se derive." (sic.). ¿De qué sirve enviar delegados, discutir con madurez, llegar a acuerdos, suscribirlos, publicitarlos y comenzar todo un proceso que involucra tiempos, Corte Suprema de Justicia, Congreso de la República y otras insituciones, si después desacreditamos todo lo acordado por los delegados y, para terminarla de amolar, no entendemos ni los tiempos pactados?
¿Cuál es el papel que viene cumpliendo la prensa que se llama independiente, si en lugar de informarnos de lo que sucede, casi todo lo que nos envía son notas plagadas de opiniones, la mayoría de las veces ideologizadas?
Se requiere, en estos momentos en que el Comandante Daniel Ortega, el Presidente de Nicaragua, pareciera que ha prendido nuevamente la mecha de la guerra civil en su país, que el apoyo de la prensa, la "Comunidad Internacional", no se dé hacia uno de los bandos, sino hacia Honduras y sus Instituciones, sean objetivos con el peso que dan la razón, la legalidad y el sentido común. Si las partes pactaron un proceso que está en marcha, hay que respaldarlo totalmente, no minarlo.
Las notas de prensa más desastrosas, quién sabe si previendo que Manuel Zelaya, el bando por el cual han optado traicionando a sus lectores en su objetividad e imparcialidad, no va a ser restituido, ahora dicen que el Congreso de Honduras responde sólo a la oligarquía. ¡Por favor! Todos los Congresos o Parlamentos del mundo representan lo variada que pueda ser su sociedad, el conglomerado humado al cual representan. Dado que los diputados llegan a representar a los ciudadanos mediante el voto de todos, esa aseveración implicaría una de dos cosas: o que la mayoría de votantes hondureños conforman esa oligarquía y que votan por sus representantes más oligarcas, o que la mayoría de votantes hondureños son idiotas, ya que ejercen su sufragio en función de lo que los verdaderos oligarcas del país les indican. ¡Qué desconocimiento de Honduras! Ese país es el de los ciudadanos de mayor sentido político del hemisferio y, de repente, de muchas partes del mundo. En Honduras hasta los niños opinan de futbol y de política, los jóvenes se involucran en movimientos de esa naturaleza que son el verdadero semillero de los futuros líderes del país, las mujeres tienen la mayor participación política de los países de América que conozco, y llegan a viejos hablando de la bandera política que ya enarbolan sus nietos y bisnietos. ¡Eso no se da en ningún otro país que yo conozca!
Por mi parte, aunque estoy convencido que los problemas políticos de Honduras fueron ocasionados por la megalomanía, la sociopatía, el autoritarismo y la prepotencia de una persona, si el Congreso Nacional de Honduras decide que el Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional ya no lo deberá seguir presidiendo Roberto Micheletti sino Manuel Zelaya, estoy dispuesto a manifestar, desde hoy, mi apoyo a dicha decisión, ya que va en la línea que siempre he venido sosteniendo. Es una solución acordada y resuelta por hondureños. Eso sí, deberá respetar la conformación que se haga de ese Gobierno de Unidad y Reconciliación.
Esperamos que este análisis que hemos efectuado sea de alguna utilidad para quienes, desde afuera, se interesan verdaderamente por el presente caso, y que aporte algunas luces para el entendimiento, con alguna seriedad, de las diferentes aristas del mismo.
El papel que hoy está jugando la prensa, tanto la internacional que suele nutrir nuestros medios escritos, radiales y televisivos, como los enviados de prensa nacionales a cubrir la fuente, deja mucho que desear precisamente porque ignoran el documento.
Le han hecho caer el mundo encima a Roberto Micheletti (a quien se empeñan en denominar Presidente de facto y, a su gobierno, gobierno de facto, lo que significa una condena a priori cuando su función es la de informar), por la conformación del Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional, que es el primer punto del documento suscrito por los delegados del gobierno de transición y del depuesto presidente Manuel Zelaya.
Dicho punto establece, efectivamente, que se conformará un gobierno de esa naturaleza, "...integrado por representantes de los diversos partidos políticos y organizaciones sociales, reconocidos por su capacidad, honorabilidad, idoneidad y voluntad para dialogar, quienes ocuparán las distintas Secretarías y Subsecretarías así como otras dependencias del Estado, de conformidad con el artículo 246 y siguientes de la Constitución de la República de Honduras" (las palabras en negrita así vienen en el documento suscrito).
Sobre la conformación del gabinete y conforme al espíritu de las líneas anteriores, podemos decir lo siguiente:
Primero: las partes, al suscribir el Acuerdo, establecen su intención no sólo de conformar un gobierno de unidad sino que cumpla con la función de reconciliar a la sociedad hondureña, dándole una dualidad que no todos los gabinetes de mundo tienen: la de administrar la "res pública" y la de encaminar al país hacia una reconciliación que todos anhelan.
Segundo: los suscriptores del acuerdo, que eran delegados tan sólo de dos partes, en la búsqueda de las personas idóneas para ocupar los cargos, establecen un espectro que no se limita a esas dos partes sino a todos los partidos políticos y a las organizaciones sociales. Honduras es un país bipartidista en donde, según mi experiencia, si gana las elecciones el Partido Nacional, gobiernan los nacionales o "cachurecos"; si gana el Partido Liberal, gobiernan los liberales o "colorados"; de tal manera que este acuerdo así debe entenderse: el gabinete no estará conformado por personas de un solo partido político (que es lo tradicional); es más, se abre la posibilidad para que personas provenientes de las organizaciones sociales, y no sólo de los partidos políticos, gobiernen, administren la cosa pública y ayuden a buscar esa reconciliación que tanto anhelan.
Tercero: los mencionados suscriptores del Acuerdo no sólo abren la posibilidad descrita en el párrafo anterior, sino la califican: no puede ser cualquiera, tiene que ser alguien que tenga no sólamente una de las características, sino el conjunto de características que el punto primero del Acuerdo establece (aunque el texto es confuso, ya que en unas partes hace ver que no son doce puntos de un Acuerdo sino doce acuerdos). Es decir, no puede conformar el gabinete o ser parte de ese Gobierno de Unidad, alguien que tenga reconocida capacidad pero que su honorabilidad sea discutible; o que tenga voluntad para dialogar pero no sea idóneo, o que sea el más honorable de todos pero un perfecto incapaz. Quienes conformen ese pequeño grupo de personas que administrarán la cosa pública y, a la vez buscarán la reconciliación, tienen forzosamente que cumplir con todas las características acordadas.
Cuarto: quienes suscribieron el acuerdo al cual nos venimos refiriendo, no se limitan a hablar del gabinete, palabra que se utiliza para referirse a los colaboradores más cercanos del Presidente de la República, sean Ministros o Secretarios, como en el presente caso; el acuerdo menciona Gobierno de Unidad y Reconciliación y el texto lo amplía a otras dependencias del Estado que no sean las Secretarías o Subsecretarías de Estado.
El texto del punto uno del Acuerdo mezcla, en su segundo párrafo, lo relacionado con la falta de aprobación del Presupuesto General de Ingresos y Egresos, al 28 de junio pasado, e indica que el Gobierno de Unidad y Reconciliación respetará y funcionará sobre la base del recientemente aprobado por el Congreso Nacional, lo cual no tiene mucho que ver con lo que estamos analizando pero da una idea del caos institucional en que Manuel Zelaya tenía a Honduras mientras ejerció la Presidencia de la República.
Los siguientes puntos del Acuerdo Guaymuras son de vital importancia para Honduras y la resolución de su crisis política, pero no nos sirven para efectos del análisis que hoy deseamos efectuar. Se refieren a la Reuncia a Convocar a una Asamblea Nacional Consituyente o a reformar la Constitución en lo irreformable, que es la génesis del problema; sobre la situación de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional; sobre la creación de una Comisión de la Verdad; sobre la normalización de las relaciones internacionales; agradecimientos y consideraciones sobre la entrada en vigencia del mismo.
En esos puntos dispersos hay otros elementos que, para efectos de nuestro análisis, el cual hacemos conforme a los últimos sucesos que consisten en la conformación de lo que la prensa ha denominado el Gabinete de Reconciliación Nacional bajo la dirección del Presidente de facto (el mismo Congreso Nacional lo denominó de transición), Roberto Micheletti, vale la pena destacar, haciendo ver que la interpretación del Acuerdo de Guaymuras debe hacerse, precisamente, integrando sus diferentes partes. En este punto vale destacar que pensamos que, a la interpretación del Acuerdo, le son aplicables algunos de los Principios que rigen para la interpretación de los Tratados: la buena fe (pacta sund servanda), el sentido corriente de los términos, el contexto (aquí se incluye lo que dice el preámbulo), su objeto y fin, sobre la no obligatoriedad cuando no ha habido consentimiento (para lo que corresponde al Congreso Nacional, a la CSJ y otras instituciones), etcétera.
Primeramente nos referiremos a que ambas partes acordaron, en el punto 3, respetar el proceso electoral, y hacen un llamado al puebo hondureño para que participe pacíficamente en dichas elecciones, instando al Tribunal Supremo Electoral a que autorice y acredite misiones internacionales, tanto durante el proceso de elección hasta la declaratoria del resultado, como durante el traspaso de poderes en enero de 2010. Ahora es lamentable volver a leer declaraciones en el sentido contrario, cuando los electores hondureños deben ser el objeto del mayor respeto, comenzando por cualquier expresidente de la República.
El punto 5 del Acuerdo es el que establece que sea el Congreso Nacional el que decida, no sobre la restitución de Manuel Zelaya al poder, sino acerca de "retrotraer la titularidad del Poder Ejecutivo a su estado previo al 28 de junio hasta la conclusión del actual periodo gubernamental..."; es decir, no le solicita al Congreso Nacional, simplemente establece que ese es el acuerdo y que está dentro de las facultades del mismo; no habla de restitución sino de retrotraer el estado de las cosas a como estaban en determinada fecha, lo cual es una ficción jurídica entendible; jamás se habla de la Presidencia de la República sino del Poder Ejecutivo pero, para efectos prácticos, así debe entenderse. Recalco aquí que el acuerdo de las partes fue sin la intervención del Congreso Nacional por lo que, en sentido jurídico verdaderamente estricto, no está obligado a tomar una resolución al respecto, aunque es aconsejable, políticamente, que sí lo haga, sea en el sentido que sea y conforme a la conciencia de cada diputado.
Es este mismo punto 5 el que establece, y así lo firmaron las partes, que la decisión de esta ficción jurídica a la que nos referimos, la hará el Congreso Nacional "...en uso de sus facultades, en consulta con las instancias que considere pertinentes como la Corte Suprema de Justicia y conforme a ley...". Estas palabras merecen un pequeño análisis:
Primero: si el Congreso Nacional establece que no tiene facultades para retrotraer el estado de las cosas a como estaban el 28 de junio de 2009, está en su derecho de hacerlo y no por eso tendría que seguir causando caos el señor Zelaya; simplemente tendría que acatar lo resuelto, como estoy seguro lo acatará el señor Micheletti si le es adverso dicho fallo.
Recordemos que un acuerdo político tiene que estar enmarcado en la ley, y si el marco legal no da para el mejor acuerdo político, lo que significa es que se está violentando nuevamente la ley. No me atrevo a afirmar, tajantemente, que el Congreso Nacional de Honduras no tiene facultades legales para el presente caso; sólo menciono que tengo dudas de que las tenga y que lo que digo es que puede suceder que así se declare, lo cual no invalidaría el resto del Acuerdo, es decir, continuaría en ejercicio del poder, o el señor Micheletti o quien el Congreso Nacional designe (que eso sí estoy seguro de que sí tiene facultades legales para hacerlo), presidiendo un Gobierno de Unidad y Reconciliación hasta entregar el poder el 27 de enero de 2010.
Segundo: en este delicado caso los suscriptores del Acuerdo Guaymuras ya intuían el necesario acompañamiento, mediante la emisión de opinión, de la Corte Suprema de Justicia, quien tampoco está jurídicamente obligada por el Acuerdo a emitirla, aunque desconozco si está obligada conforme a la ley interna de Honduras, media vez fue solicitada por el Congreso Nacional; este último ha decidido, además, consultar las opiniones de otras instituciones, y es una facultad que se viene discutiendo por los zelayistas, pero que consideramos no sólo totalmente válida sino fundamentalmente necesaria, además de que sus delegados así lo establecieron en el Acuerdo.
También se viene cuestionando que el Congreso solicitó la opinión de dicha Corte Suprema sin ponerle plazo para que responda. ¿Se les olvida a estos críticos que la Corte Suprema representa a otro de los poderes del Estado, el Judicial, y que no está supeditada al Congreso Nacional? Yo sugiero que estos críticos tengan calma, porque estimamos que la CSJ no va a obviar la emisión de tan importante opinión. Ahora bien, la opinión de una CSJ no debe ser política sino eminentemente jurídica; recordemos que Manuel Zelaya no es precisamente un angelito y que fueron meses de violar repetidamente la Constitución y las leyes ordinarias de su país, al grado que uno de los puntos fundamentales del Acuerdo es que ya no se intentará modificar los artículos irreformables de dicha Constitución. Personalmente creo que la CSJ, si no emite una opinión política para quedar bien con la mal llamada "Comunidad Internacional", y emite una con carácter estrictamente jurídico, la misma será negativa, en tres sentidos: uno, que esa ficción jurídica a la que nos referimos es eso, simplemente una ficción que no es posible respaldar con seriedad por las Instituciones Públicas; dos, que el Congreso Nacional no tiene facultades legales para llevar a cabo el mencionado acto; tres, que la persona del señor Manuel Zelaya, mientras no tenga un indulto o se haya decretado una amnistía, lo cual no se ha dado en este caso, sigue siendo sujeto de persecución penal y, por ende, inelegible para ocupar un cargo de esta naturaleza. El Acuerdo Guaymuras no establece indulto ni amnistía alguna porque la Comisión de Diálogo no tiene facultades para otorgar cualquiera de esas medidas, pero tampoco solicita algo al respecto; es más, lejos de éllo, establece la creación de la Comisión de la Verdad, como veremos adelante.
También establece el Acuerdo, en el punto 6, la creación de dos Comisiones, la de Verificación, que ya se conformó con dos delegados internacionales y dos nacionales, uno por el grupo en el poder y otro designado por el expresidente Zelaya, coordinada por la injerente OEA, encargada de dar fe del estricto cumplimiento de dicho Acuerdo, lo cual no viene haciendo, sino criticando, como siempre, razón por la cual nos tomamos la molestia de hacer este análisis, un poco largo tal vez, pero necesario para explicar que no ha habido rompimiento del mismo más que por parte de quienes se comprometen, por un lado, pero no dejan de sabotear todo el proceso desde la palestra que les brindan los medios de comunicación que los hacen sentir famosos.
El peligro en ciernes que podría complicar más las cosas para Honduras es que la Comisión de Verificación tiene facultades para declarar el incumplimiento comprobado del Acuerdo, lo cual "producirá la activación de medidas que establecerá la Comisión para el transgresor o los transgresores" y, conforme lo que hemos venido viendo, el bando de Zelaya y de la mal denominada "Comunidad Internacional", sólo han demostrado saber leer para la izquierda, lo cual es, hasta cierto punto, entendible para el primero, pero no para la segunda, que debe ser totalmente imparcial, objetiva, creíble.
Confiamos en que prive el buen sentido y la hombría de bien de don Ricardo Lagos, ex Presidente de Chile a quien tuve el gusto de conocer en un viaje que hizo a Guatemala a principios de los años 1990's. Su trayectoria de muchos años no se puede ver manchada por favorecer, a contrapelo, a quien tiene a su propio país sumido en un caos que pudo no ser. Igual esperanza tenemos de la señora Hilda Solís, quien tiene una sólida y prolongada formación y, entendemos, ha colaborado con el tema de la violencia de género en Guatemala. Es grato que una mujer acompañe al expresidente Lagos; siendo una persona con potencial futuro político, confiamos en su experiencia y en la objetividad que pueda demostrar, lo cual le puede ayudar muchísimo a consolidar su reputación.
Ojalá sepan ver, los dos miembros de la "Comunidad Internacional" de la Comisión de Verificación, que la interpretación del Acuerdo de Guaymuras tiene que estar apegado a la Constitución y a las leyes hondureñas (punto 8 del Acuerdo) y es integral, no por partes. Ambos representan gobiernos de izquierda respetados y respetables. ¡Que Dios proporcione inspiración y serenidad a sus cabezas y ánimo a sus corazones!
El punto 6 al cual ya nos hemos referido contempla, además, la conformación de la Comisión de la Verdad, pidiendo al próximo gobierno que la conforme en el primer semestre del año entrante. Lo menciono porque, como mencioné, el Acuerdo que suscribió la Comisión de Diálogo, conocido como de Guaymuras, no contempla perdón, amnistía ni indulto alguno, y es factible que el año entrante se conforme esta Comisión por personas "Notables" que, al finalizar su comisión, establezcan las violaciones a la Constitución y las personas que han transgredido la Ley, desde los simples soldados que obedecieron órdenes, los altos mandos militares, como jueces, diputados, embajadores, secretarios y el mismo Presidente de la República. Es aquí en donde está ligado el tema del indulto o de la amnistía, la persecución penal de oficio mientras no haya uno u otra, la opinión de la CSJ, todo en el ámbito jurídico, para llegar, finalmente, al campo político, la resolución del Congreso Nacional, que pueda estar basada en la opinión jurídica de la CSJ.
El punto 9 es interesante de analizar porque contiene el Calendario de Cumplimiento de los Acuerdos, el cual desarrolla únicamente 5 puntos: 30 de octubre de 2009: suscripción y entrada en vigencia del Acuerdo y entrega formal del mismo al Congreso "para los efectos del Punto 5, 'Del Poder Ejecutivo' "; 2 de noviembre, conformación de la Comisión de Verificación; "A partir de la suscripción del presente Acuerdo y hasta el 5 de noviembre... Conformación e instalación del Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional"; 27 de enero de 2010: celebración del traspaso de gobierno; primer semestre de 2010: instalación de la Comisión de la Verdad.
Es decir, según mi leal saber y entender, Zelaya no ha violado el Acuerdo al hacer sus pataletas porque no lo han restituido, como no sea lo que mencionaré más adelante. El punto es que, emberrinchado porque no lo han restituido (que eso no fue lo acordado), no ha querido proponer personas de su confianza que cumplan con la idoneidad, honorabilidad, etc., para conformar el Gobierno de Unidad y Reconciliación.
Quien sí ha violado el Acuerdo al pasarse de la fecha límite sin conformarlo, haciéndole llamados a Manuel Zelaya para que proponga personas, es Roberto Micheletti, pero no ha violado acuerdo alguno al presidir dicho gobierno, el cual, si la CSJ y las demás instituciones consultadas emiten opinión favorable para aprobar la ficción jurídica de retrotraer las cosas al estado en que estaban el 28 de junio, y el Congreso Nacional así lo decide, podría pasar a ser presidido por Manuel Zelaya. Esto nos obliga a hacer otra consideración: es que, si Manuel Zelaya es "retrotraído" al estado en que estaban las cosas al 28 de junio de 2009, lo único que no podrá retrotraerse, porque eso es lo acordado, es el Gobierno de Unidad y Reconciliación, es decir, los funcionarios, hombres y mujeres, que hoy, bajo la presidencia interina de Micheletti, entren a conformarlo.
Zelaya, como decimos, emberrinchado porque no le dan el poder, cuando eso no fue lo acordado, no propone a su propia gente, en el supuesto de que cumplan con los cuatro requisitos que el Acuerdo señala, para formar parte de ese Gobierno de Unidad. Si por azares del destino la CSJ y las demás insituciones consultadas emiten opinión favorable para "retrotraer" las cosas, y el Congreso Nacional efectivamente las retrotrae al 28 de junio, en teoría, Zelaya tendría que presidir el Gobierno de Unidad y Reconciliación que en estos días se forme, sin allegados suyos. Conociendo su estilo de "rompe y rasga", con seguridad haría caso omiso de esa parte fundamental del Acuerdo, despidiendo a todas las personas que hoy acuden a conformar gobierno bajo circunstancias adversas y nombrando sólamente personas de su confianza, con lo cual se aseguraría la crisis política hasta el 27 de enero de 2010, por lo menos (que cada quién interprete esas últimas tres palabras).
Es decir, entendemos que la Comisión de Diálogo que suscribió el Acuerdo de Guaymuras privilegió el Gobierno de Unidad y Reconciliación, el cual puede ser presidido, desde la óptica de dicho Acuerdo, por Zelaya o por Micheletti, lo cual hace mucho sentido. Lamentablemente, Manuel Zelaya, que mal estudió ingeniería y que de leyes no sabe nada, con su empecinamiento demuestra que no sabe leer textos legales, entiende del acuerdo suscrito por su propia gente que debe restituírsele inmediatamente, lo cual no fue pactado, privilegiándose a sí mismo, no al país, y con él se pasa llevando a sus propios delegados a quienes, con esa actitud, demuestra no respetar, y arrastra a esa pléyade de pericos que, igual que él, no pueden leer y estudiar por sí mismos sino se dedican a repetir las tonterías o "papadas" de su líder.
Los delegados de Zelaya establecieron, de acuerdo con su contraparte, el calendario al cual nos hemos referido. No le pone tiempo límite a la CSJ para emitir la opinión que ellos mismos mencionan, ni se lo ponen al Congreso Nacional para fallar, lo cual ahora critican.
Creemos que si la intención de las partes hubiese sido reinstalar en la Presidencia de la República a Manuel Zelaya, así lo habrían dicho y lo hubieran establecido en un calendario. Ésa ha de haber sido la intención de los delegados de Zelaya, pero su insistencia e intransigencia en el tema habría llevado a no firmarse acuerdo alguno.
El Acuerdo de Guaymuras lo que hace es quitarle, a las dos partes más encontradas hasta entonces (porque son múltiples y no limitadas a éllas) dentro de la crisis política, las representadas por Manuel Zelaya y por Roberto Micheletti, la posibilidad de decidir por ellas mismas.
Dado que la "Comunidad Internacional" no tiene ingerencia para decidir el fondo del asunto y, aunque quisiera y así lo ha manifestado a través de José Miguel Insulza, que Zelaya fuese restituido inmediatamente, no lo pueden hacer, lo que ambas partes acordaron fue pasarle la brasa de la decisión política al Congreso de la República, el mismo que, con anterioridad y por unanimidad de votos presentes (123 de 128 diputados), eligió para sustituir a Manuel Zelaya a Roberto Micheletti.
El expresidente Zelaya incumple el Acuerdo de Guaymuras en el punto 10, cuyo primer párrafo transcribo: "En nombre de la reconciliación y el espíritu patriótico que nos ha convocado ante la mesa de diálogo, nos comprometemos a cumplir de buena fe el presente Acuerdo, y lo que de él se derive." (sic.). ¿De qué sirve enviar delegados, discutir con madurez, llegar a acuerdos, suscribirlos, publicitarlos y comenzar todo un proceso que involucra tiempos, Corte Suprema de Justicia, Congreso de la República y otras insituciones, si después desacreditamos todo lo acordado por los delegados y, para terminarla de amolar, no entendemos ni los tiempos pactados?
¿Cuál es el papel que viene cumpliendo la prensa que se llama independiente, si en lugar de informarnos de lo que sucede, casi todo lo que nos envía son notas plagadas de opiniones, la mayoría de las veces ideologizadas?
Se requiere, en estos momentos en que el Comandante Daniel Ortega, el Presidente de Nicaragua, pareciera que ha prendido nuevamente la mecha de la guerra civil en su país, que el apoyo de la prensa, la "Comunidad Internacional", no se dé hacia uno de los bandos, sino hacia Honduras y sus Instituciones, sean objetivos con el peso que dan la razón, la legalidad y el sentido común. Si las partes pactaron un proceso que está en marcha, hay que respaldarlo totalmente, no minarlo.
Las notas de prensa más desastrosas, quién sabe si previendo que Manuel Zelaya, el bando por el cual han optado traicionando a sus lectores en su objetividad e imparcialidad, no va a ser restituido, ahora dicen que el Congreso de Honduras responde sólo a la oligarquía. ¡Por favor! Todos los Congresos o Parlamentos del mundo representan lo variada que pueda ser su sociedad, el conglomerado humado al cual representan. Dado que los diputados llegan a representar a los ciudadanos mediante el voto de todos, esa aseveración implicaría una de dos cosas: o que la mayoría de votantes hondureños conforman esa oligarquía y que votan por sus representantes más oligarcas, o que la mayoría de votantes hondureños son idiotas, ya que ejercen su sufragio en función de lo que los verdaderos oligarcas del país les indican. ¡Qué desconocimiento de Honduras! Ese país es el de los ciudadanos de mayor sentido político del hemisferio y, de repente, de muchas partes del mundo. En Honduras hasta los niños opinan de futbol y de política, los jóvenes se involucran en movimientos de esa naturaleza que son el verdadero semillero de los futuros líderes del país, las mujeres tienen la mayor participación política de los países de América que conozco, y llegan a viejos hablando de la bandera política que ya enarbolan sus nietos y bisnietos. ¡Eso no se da en ningún otro país que yo conozca!
Por mi parte, aunque estoy convencido que los problemas políticos de Honduras fueron ocasionados por la megalomanía, la sociopatía, el autoritarismo y la prepotencia de una persona, si el Congreso Nacional de Honduras decide que el Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional ya no lo deberá seguir presidiendo Roberto Micheletti sino Manuel Zelaya, estoy dispuesto a manifestar, desde hoy, mi apoyo a dicha decisión, ya que va en la línea que siempre he venido sosteniendo. Es una solución acordada y resuelta por hondureños. Eso sí, deberá respetar la conformación que se haga de ese Gobierno de Unidad y Reconciliación.
Esperamos que este análisis que hemos efectuado sea de alguna utilidad para quienes, desde afuera, se interesan verdaderamente por el presente caso, y que aporte algunas luces para el entendimiento, con alguna seriedad, de las diferentes aristas del mismo.
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