"Estimados colegas miembros de la Comisión Política y de Asuntos Partidarios:
Desde que me volví a incorporar al Parlamento Centroamericano, en mayo de 2008, he tenido el afán de proponer, constructivamente, dentro de la Comisión, aspectos que ayuden a ordenar el trabajo, a hacernos más eficientes y, especialmente, a hacerlo con la anticipación debida para que tengamos el suficiente tiempo para pensar, analizar las ideas y llegar a los mejores acuerdos consensuados que sea posible.
Fue después de la XVII Conferencia de Partidos Políticos, celebrada en 2008 en Panamá, que inmediatamente después de la misma propuse algunos temas para la siguiente Conferencia, la XVIII, que organizamos y llevamos a cabo el año pasado en Santo Domingo, República Dominicana, y de la misma manera fue con la última, la XIX, llevada a cabo hace apenas poco más de un mes en San Salvador.
Dentro de ese orden de ideas he venido pensando que la nueva legislación anti-migrante, primero en Europa y luego en Arizona, esta última, más radical, que ya ha contaminado a otros Estados de la Unión Americana, unido con la falta de equiparación para los migrantes guatemaltecos de un Estatuto de Protección Temporal que ya tienen hondureños, salvadoreños y haitianos en Estados Unidos, y últimamente los asesinatos de migrantes en territorio mexicano, que pone en evidencia algo que sabemos de hace tiempo, las aventuras arriesgadas que se corren nuestros connacionales en el trayecto de búsqueda de una vida mejor a la que nuestros países, pobres, les pueden brindar, me hace pensar que el tema de la XX Conferencia de Partidos Políticos de Centroamérica y República Dominicana, debiera girar alrededor del tema migrante y su problemática.
El azote que la Naturaleza ha causado este año en nuestra región me hace presagiar que, para cuando se dé la mencionada Conferencia, la magnitud del flujo de migrantes hacia Estados Unidos se habrá incrementado tremendamente, ya que es un hecho que la devastación de nuestros territorios sólo ha venido a incrementar la pobreza y la pobreza extrema, pero no sólo a nivel de índices, de números fríos, sino en el frío de la noche en las montañas, sin luz, mojados y, probablemente, sin nada en el estómago para calmar el hambre.
Los gobiernos de nuestros países difícilmente tendrán la capacidad, el mejor de ellos, de atender debidamente a estas grandes masas de población pobre, ahora más desposeída que nunca, que requieren alimentación, medicinas, vivienda, trabajo, educación y apoyo moral, entre otras cosas.
Inclusive, me atrevo a visualizar, dentro del marco de la Conferencia, un cambio de dinámica que nos acerque, como políticos, a esa población, y en lugar de permanecer en el salón de un hotel escuchando alguna conferencia magistral o discutiendo, podamos invitar a senadores y diputados mexicanos a reunirse con nosotros, en ciudad Tecún Umán, para emitir en conjunto una Declaración que, obviamente, tendríamos este año para trabajar junto con ellos, rompiendo el patrón que hemos llevado estos últimos 19 años.
Por otro lado, viene la elección de Junta Directiva y de Presidentes de Comisiones Permanentes. Lamento que la Asamblea Plenaria del Parlamento Centroamericano haya desoído mi sugerencia de romper el esquema, que no tiene sustento legal sino se trata de un simple acuerdo, ni siquiera de los actuales diputados sino, entiendo, de la diputación anterior, de otorgar la Presidencia de las Comisiones, en forma rotativa, por país.
En la práctica hemos visto que no siempre recae una Presidencia necesariamente en la persona más idónea, pero por tratarse algunas veces de la única persona del país al cual le toca, simplemente se le nombra, provocándose un decaimiento en la calidad del trabajo de las mismas.
Ahora que, discutiendo y aprobando el nuevo Reglamento Interno, se creó una decimo tercera Comisión Permanente y se rompió ese equilibrio entre países que siempre, por alguna razón que nunca he entendido, tanto se cuidó, era el momento de dar un salto de calidad, romper el acuerdo y proceder a nombrar a quien los miembros de la Comisión de que se trate consideren que lo puede hacer mejor, pero lastimosamente, como digo, no fue del interés de la Asamblea Plenaria.
El período que viene le toca la Presidencia de la Comisión Política, por turno, a Guatemala, razón por la cual aprovecho para proponer, si así lo tienen a bien, que elijamos como Presidente de la misma al diputado Rodolfo Dougherty.
Finalizo la presente cuando se tienen noticias que el Presidente de Ecuador, Rafael Correo, después de una balacera que duró más de media hora, entre policías y militares, ha salido del hospital en donde lo tenían retenido. Ojalá que las cosas no pasen a más, que no haya más Golpes de Estado y que la democracia salga fortalecida, situación en donde es evidente que también tienen que ayudar los mismos gobernantes, no abusando del poder que tienen sobre los gobernados y respetando, especialmente, el marco constitucional y legal dentro del cual todos debemos vivir en armonía.
Con un atento saludo,
Ricardo Flores Asturias"