sábado, 8 de febrero de 2014

EMBAJADORES Y ABOGADOS, ¿IGNORANTES O IDEOLOGIZADOS?

No entendemos por qué tanta alharaca con la fecha de finalización del período de Fiscal General y Jefe del Ministerio Público.  ¿No es el nombramiento mal hecho, por ignorancia o deliberada mala fe, un fiel reflejo de lo que fue el peor gobierno de la historia de Guatemala, el de Álvaro Colom Caballeros? ¿Acaso existe prohibición de que la persona que ocupa el cargo sea reelecta?

Si el período es finalizado en mayo o en noviembre, ¿no es potestad del Presidente de la República nombrar otra persona o a la misma para continuar con la labor institucional? ¿Por qué hacen de todo un problema? ¿Y por qué insisten los embajadores de países amigos, como Estados Unidos de América o la Gran Bretaña, en inmiscuirse en asuntos internos de nuestro país, regulados constitucionalmente? ¿Tan ignorantes son que no pueden leer y entender un fallo por demás claro y correcto de la Corte de Constitucionalidad? ¿O tan grande es su ideologización? A nuestro parecer, de una u otra manera están haciendo el ridículo, tan grande como la pataleta de la misma Fiscal General al no acatar, a la primera y sin hacer aspavientos, el fallo unánime de los magistrados de la Corte de Constitucionalidad.

Admitamos que los embajadores o cualquier ciudadano pueden opinar sobre lo buena o mala gestión de la persona que ocupa el cargo, pero no defender a ultranza lo indefendible, haciendo ver como si nuestra Constitución, nuestras leyes y nuestro andamiaje institucional no les importa, hasta denigrando el fallo de una corte de nivel constitucional, cuando sería más fácil aceptar la realidad y "sugerir", con el lenguaje diplomático que parecen no conocer o haber olvidado, que se reelija a quien, para ellos, ha hecho un excelente trabajo.

La mala fe de los abogados del gobierno Colom Caballeros y la insidia de las declaraciones de quienes han venido al país en función diplomática carecen de sentido común, el cual, por otro lado, es evidente en el razonamiento jurídico que, al fallar, efectuó la honorable Corte de Constitucionalidad.  Un caso eminentemente jurídico lo han convertido en uno político, lo cual tampoco hace sentido.  ¡Pobre mi país!


viernes, 7 de febrero de 2014

ENTRE RECURSOS PÚBLICOS Y HUEVOS

Hace dos días fueron publicadas dos cifras: la primera, que la campaña Construye tus finanzas que impulsa la Superintendencia de Bancos, costará Q.12 millones; la segunda, que la producción de huevos en el país creció un 26% al pasar de 10 millones de cajas, en 2004, a 13 millones en 2013.

Nos quedamos esperando si surgía alguna reacción, pero no hubo una sola que hayamos detectado.

Sin embargo, ¿no es cuestionable que la Superintendencia de Bancos, cuya finalidad es supervisar las operaciones bancaria, utilice esos recursos públicos para una campaña de supuesta educación de los usuarios de los bancos, financieras y emisores de tarjetas de crédito, en general? No estamos en contra de una campaña de esta naturaleza, pero sí de que sea financiada con recursos públicos.

En el segundo tema, es cuestionable que el crecimiento de la producción de huevos se mida en porcentaje de cajas producidas; más bien, es cuestionable que se nos siga vendiendo huevos por supuestos "tamaños", pues es un sistema en donde los grandes productores suelen engañar a los consumidores, etiquetando las cajas como huevo "grande" y, ¡oh, sorpresa!, al abrirlas el producto es cosa diferente.

Si los huevos se vendieran por peso y la producción se midiera por peso, los porcentajes de crecimiento serían confiables, como confiable estaría la ciudadanía de comprar, con certeza, por lo que está pagando.

Dos temas distintos, uno del ámbito público y otro del privado, pero ambos con una connotación que merece ser señalada porque carecen de sentido común.