miércoles, 30 de junio de 2010

LA ONU EN CANCÚN, ¿INMINENCIA DE OTRO FRACASO?

Ayer y hoy he estado metido, en Managua, en la conferencia denominada “Centroamérica ante el Cambio Climático”, con la participación de expertos, más que centroamericanos, nicaragüenses. Hemos contado, además, con la valiosa participación del embajador Luis Alfonso de Alba Góngora, representante mexicano ante la Conferencia Mundial de Naciones Unidas para el Cambio Climático y con la visión del gobierno de Taiwán, patrocinador del evento, a través de su embajador en Nicaragua, señor Chin-Mu Wu, así como la posición de la Federación de Cámaras de Industria de Centroamérica, FECAICA, y la de la Secretaría General del Sistema de la Integración de Centroamérica, SICA, entre otros.

Lamentamos que el organizador del evento, el sandinista Jacinto Suárez, no haya considerado las valiosas aportaciones que costarricenses y guatemaltecos pudieran haber hecho en este campo, ya que los primeros son quienes mejor han manejado el tema cultural y educativo del ambiente en la región, de vital importancia, y los segundos somos los pioneros en la titularización y colocación, en el mercado mundial, de certificados de captación de carbono de la atmósfera.

Hubo datos importantes como para compartirlos con los seguidores del blog y de quien tenga interés en esta importante y vital agenda del planeta, como por ejemplo:
1. México, a través de su Secretaría de Asuntos Exteriores, está designado como sede (parece que será en la ciudad de Cancún) y será quien presida la próxima reunión de la Organización de Naciones Unidas para Cambio Climático, COP-16 (Conference of the Parties, Conferencia de las Partes de la Convención sobre Cambio Climático de la ONU, número 16), que es la siguiente reunión después de la tan publicitadamente fracasada de Copenhague, en Dinamarca (que fue COP-15), en medio de un ambiente ambivalente donde las presiones de los grandes países contaminadores que no se han adherido al Protocolo de Kioto (India, China, Estados Unidos), empujan por buscar una salida alternativa, especialmente por la vía del compromiso unilateral, de cada uno, sin presiones, de modo que le toca a dicha cancillería promover el reforzamiento del marco multilateral dentro de las negociaciones que se vienen dando en estos momentos;
2. Son 194 países los involucrados a nivel global bajo el principio que todos somos responsables pero todos, también, tenemos algo qué aportar a la solución del problema;
3. Los principales antecedentes son la Primera Reunión sobre Cambio Climático de la ONU, o Cumbre de Río, en 1992 (donde también se aprobó el Pacto Mundial Sobre la Diversidad Biológica, entre otros documentos importantes) y, como algunas partes se dieron cuenta de las infuncionalidades de la primera, posteriormente se suscribió el Protocolo de Kioto, en 1997, bajo el principio fundador de responsabilidad compartida pero diferenciada, es decir, las obligaciones fueron cuantificadas y la reducción determinada, tanto para los países del anexo 1, los industrializados que más contaminan el mundo, como los del anexo 2, que comprende los que se encuentran en proceso de desarrollo y los insulares o que más riesgo corren; además, la reunión de Bali, en 2007, que establece la ruta de evaluación hasta 2009, ocasión que aprovecharon los países del anexo 1 de Kioto para tratar que fuesen evaluados fuera del compromiso de este Protocolo;
4. El Acuerdo de Copenhague no fue suscrito por la mayoría de países asistentes a la reunión porque, sin números claros, sin metas clarificadas de reducción de emisiones, la pretensión era que cada país decidiera unilateralmente su meta a reducir sin negociación global, es decir, se pretendía un intento no compatible con las disposiciones de la ONU para el cambio climático; sabemos que, posteriormente, alrededor de 120 países se han ido adhiriendo al documento, pero cada adhesión contiene más reservas que manifestaciones de aceptación del mismo, de modo que existe hoy, alrededor del tema, más anarquía que acuerdo a favor del planeta;
5. La agenda es tan compleja que debemos entender que deben estar involucrados no sólo los Ministerios de Ambiente de cada país, donde los hay, sino los que ven la temática relacionada con energía, turismo, salud, población, desarrollo, vivienda, áreas protegidas, comunicaciones, finanzas, relaciones exteriores, etcétera; así como los diferentes niveles de gobierno, el comunitario, el local, el estatal, el federal (en su caso), y los congresos o asambleas legislativas para darle validez legal a los compromisos internos (ejemplos: México está comprometido en la reducción de 50 millones de toneladas de emisiones de GEI al año 2012, y una posible reducción del 50% de sus emisiones para 2020, fuera del marco multilateral; Taiwán, que se encuentra fuera del marco multilateral por su particular situación con la República Popular de China, se ha comprometido por sí mismo a bajar sus emisiones a los niveles que tenía en 2005); también se considera que deben involucrarse las diferentes etnias, las empresas del sector privado, los grupos de interés, la sociedad civil, la academia, etcétera, abriendo así, con seriedad, el espectro de discusión, viendo el tema no sólo desde el punto de vista ambiental ni estrictamente técnico sino en forma integral;
6. Algunos temas pendientes de resolver son:
a) reducir el nivel de emisión de gases de efecto invernadero, GEI, de los países industrializados, un 25% menos de los niveles que tenían en 1990, conforme la comunidad científica ha recomendado, ya que ese exceso es el que ha ocasionado ya un incremento estimado en un promedio de 1.5 grados centígrados en la temperatura global, del cual se cree que se está llegando, en estos momentos, a un promedio de un 16%, de modo que falta todavía un esfuerzo adicional;
b) solucionar el tema del financiamiento, que en el corto plazo, calculado en alrededor de 3 años, es de 30 millardos (es decir, 30 mil millones) de dólares estadounidenses, sólo para proyectos de mitigación y de adaptación a los cambios que el cambio climático ha ocasionado, y de 100 millardos (es decir, 100 mil millones) en el mediano plazo, calculado en alrededor de 10 años, y el problema es que la Cooperación Internacional para el Desarrollo, en general, tiene contemplados alrededor de 80 millardos de dólares destinados para educación, combate a la pobreza, etcétera, de modo que estamos hablando más bien de cantidades adicionales que no se sabe de dónde van a salir;
7. Las mayores vulnerabilidades son las islas, las tierras bajas, las áreas cercanas a volcanes, los bosques tropicales susceptibles de incendios forestales;
8. Las mayores inversiones se necesitan en tecnología, en mitigación de riesgos, en capacitación especializada, en educación;
9. La comunidad científica establece que los niveles óptimos de contaminación no deberían ser mayores a 280 partes por millón, ppm, pero actualmente los países del anexo 1 contaminan a un nivel de 387ppm, de modo que la cancillería mexicana, entendemos, está haciendo esfuerzos por lograr acuerdos, dentro del marco multilateral, para que las emisiones contaminantes no sobrepasen las 350ppm, con la intención de llegar a la reunión de Cancún con un acuerdo negociado a este respecto;
10. Actualmente, se informa, se ha resquebrajado el principio de responsabilidad común pero diferenciada y se ha impuesto una lógica meramente económica, en donde se ha privilegiado el mercado antes que todo.
11. La organización de cada país debe establecer apoyo a las poblaciones en riesgo antes, durante y después de un desastre natural;
12. Se requiere que cada país se organice, capacite, eduque, planifique, elabore planes de contingencia tomando en cuenta experiencias anteriores, adiestre a las personas involucradas en dichos planes, tenga claridad acerca de la diversidad de necesidades, cuente con una idea exacta del inventario de recursos y mantenga un programa activo de entrenamientos, de manera que el riesgo pueda ser manejado, se tenga una respuesta inmediata y organizada frente a cualquier amenaza y se bajen los niveles de vulnerabilidad mediante la anticipación sobre contingencias conocidas;
13. Nicaragua es el único país de la región que cuenta con un Plan de Empleo de las Fuerzas y Medios del Ejército que deriva en diversos planes de contingencia frente a epidemias (identificando los diferentes vectores), inundaciones, terremotos, maremotos, incendios forestales, erupciones volcánicas, huracanes, etcétera, identificando las fuerzas que intervienen en cada caso, ayudando a formular los planes locales de contingencia, previendo las comunicaciones, los tiempos, los centros de albergue, las provisiones, el transporte de carga, los hospitales de campaña desde donde se puede hacer medicina general, ortopedia, pediatría, cirugía; asegurando las zonas afectadas del pillaje y el saqueo, etcétera;
14. Se hizo ver que el doctor William Gray, de la Universidad de Colorado, experto en el tema, ha previsto para el presente año 2010, 18 tormentas, dentro de las cuales 10 serán huracanes y, de ellos, 5 serán intensos (categorías 4 y 5); nosotros sabemos, por la prensa, que este año puede ser el más desastroso, en este sentido, desde que se llevan registros históricos;
15. Aunque no se ha conformado, se está tratando de crear, también en Nicaragua, dentro del ejército, el Batallón Ecológico que estaría a cargo de la preservación de las zonas de reserva ecológica, pulmones del mundo, como una manera de preservar los bosques para mantener los mantos acuíferos que puedan apoyar la reconversión de la matriz de generación eléctrica y la calidad del agua para consumo, en el futuro, con el apoyo de otras instituciones de gobierno, incluyendo la Procuraduría Ambiental, que ya existe;

En fin, hay mucha tela que cortar alrededor del casimir del Cambio Climático que a todos nos afecta.

Mis consideraciones van encaminadas a que todo esfuerzo que se haga alrededor del tema es valioso, importante y hay que apoyarlo, pues a todos nos incumbe la supervivencia de nuestro planeta, nuestro único e irreemplazable planeta.

Lo que no mencionaron en la conferencia y es mi apreciación, es que el cambio climático está íntimamente ligado con el comercio, que es la actividad más importante para las economías desarrolladas y contaminantes de nuestro planeta. En nuestros días no hay comercio sin industria, ni industria sin energía, y la generación de energía y la fabricación de artículos para comerciar son dos de los elementos más contaminantes del mundo.

El mundo industrializado y que mantiene la sartén del comercio por el mango frente a los países en vías de desarrollo que superviven vendiendo, especialmente, materias primas, “commodities”, viene insistiendo últimamente, dentro del marco multilateral y con la presión que sus montañas de dinero producen, un enfoque en el que ellos bajan un poquitín sus niveles de contaminación, lo cual no es un gran sacrificio, pero quieren imponer a los países en vías de desarrollo un tope en sus niveles actuales de contaminación, que comparados con los de ellos son mínimos, limitando más las posibilidades de llevar desarrollo a las grandes mayorías desposeídas del mundo, lo cual, sumado a la política anti migratoria que vienen promoviendo paralelamente, encausaría fatalmente a la inanición y muerte a una serie de culturas, frente a otras que hoy ya viven otros niveles de vida gracias a la riqueza que han acumulado, algunos desde la época del comercio de esclavos con el cual comenzaron a sentar las bases del capital que después les sirvió para montarse en la primera revolución industrial, a finales del siglo XIX.

Desde nuestro punto de vista, lo anterior es inaceptable, pero hace falta un esfuerzo adicional para que la mayoría de los países que sufrirían más con la aprobación de una política mundial de este tipo, entiendan hacia dónde nos llevan los peces grandes a los chicos, y hagamos un frente común frente a este tipo de asimetrías.

Como pintan las cosas, lo más seguro, entonces, es que la próxima reunión de trabajo de las partes dentro de la Convención de la ONU sobre Cambio Climático, que ya lleva dos reuniones preparatorias, podría ser otro fracaso por la falta de acuerdos.

Se hace necesario, entonces, encontrar un justo medio entre las economías fuertes, ricas, y las economías débiles de los países pobres; un acuerdo que le sirva a todos y que perjudique lo menos posible, aún a los países ricos.

Hace unos años, la cancillería mexicana habría sido la idónea para imprimirle seriedad a los debates y profesionalismo a la discusión, pero como lo señalé hace un tiempo, si no son capaces de reconocer la voluntad política del pueblo hondureño y continúan por la senda ideologizada de los países de la Alianza Bolivariana, ALBA, desconociendo torpemente al gobierno hondureño, nosotros, observadores imparciales del acontecer entre dos países hermanos y vecinos, tenemos derecho a dudar de la capacidad actual de dicha cancillería con un tema, de por sí, difícil.

Por esas razones nos atrevemos a vaticinar otro fracaso de la ONU en la futura reunión de Cancún sobre Cambio Climático, con las correspondientes condolencias para mi amado planeta.

Mientras tanto, las aportaciones valiosas que unos países tiene, como por ejemplo lo que viene haciendo el ejército de Nicaragua, podrían irse replicando en el resto de países de la región, en donde los abusos del ser humano sobre nuestro planeta continúan, hoy, incontenibles.

En Guatemala, por ejemplo, podríamos comenzar con un programa intensivo e integral de conservación de bosques y el mantenimiento o fortalecimiento de incentivos, con el componente educativo, el de fortalecimiento de la conciencia cultural, el de la preservación de los bosques, el del respeto a las áreas protegidas, el de la seguridad jurídica de las mismas, el de la introducción masiva de estufas de leña eficientes (probablemente de última generación, con sus termos de cocimiento lento incorporados), etcétera, que ya sería un cambio importante que llegar a presentar a cualquier foro y, además, uno importante a lo interno, que nos ayudría, inclusive, a soportar mejor las lluvias torrenciales y a tener mayores recursos para la generación hídrica.

En fin, un tema que me apasiona, que defiendo con todas mis fuerzas y que espero que sea capaz de contagiar a las generaciones de guatemaltecos, de centroamericanos y de ciudadanos del mundo industrializado.

domingo, 20 de junio de 2010

POLÍTICA BANANERA CONTRA LA DELINCUENCIA

Generalmente se utiliza el término "República Bananera" como algo peyorativo, para designar nuestro tercermundismo o destacar comportamientos aldeanos vistos desde un punto de vista superior o más "civilizado".

Yo jamás he compartido esa visión. Ser una república bananera, para mí, es motivo de orgullo, en primer lugar porque la agricultura es una actividad noble, pero especialmente porque, en julio de 1993, tuve la oportunidad de visitar uno de los centros de acopio de banano más modernos del mundo, a unos 40 kilómetros a las afueras de Londres, en donde, en cada cámara de maduración, tenían los embarques de diferentes países, muchos del Mar Caribe, algunos de toda Latinoamérica, y en todos, a excepción de los embarques provenientes de Guatemala, la fruta tenía que ser reclasificada, no sólo por la inconsistencia en el tamaño y grado de maduración, sino porque mucha de la fruta llegaba manchada por el latex que mana por donde se le hacen los cortes, situación que estaba perfectamente controlada, desde la plantación, por los productores y trabajadores guatemaltecos, de modo que la caja enviada desde los campos tropicales llegaba a los supermercados tal como había sido empacada acá.

De modo, pués, que para mí es un orgullo representar, donde sea y con quien sea, a esta profesional república bananera.

Sin embargo, me sirve lo conocida de tal expresión para desarrollar las ideas que quiero dejar plasmadas, hoy, en este ensayo.

Resulta que, aprovechando este domingo, a sabiendas que a raíz de la erupción del volcán de Pacaya y de la tormenta tropical Ágatha la salida del lago de Amatitlán, que es prácticamente el nacimiento del río Michatoya, ha estado interrumpida por el azolvamiento del cauce inicial, el cual se ha podido observar a la altura del famoso puente "La Gloria", en la población de Amatitlán, situación que mantiene en vilo a todos los pobladores alrededor de dicho lago, con enormes riesgos no sólo para sus bienes sino por las posibles epidemias que podrían darse de continaur la situación, más que todo porque todas las fosas sépticas se encuentran inundadas y rebalsadas, salí a darme una vuelta por ahí para platicar con la gente.

Siempre es útil conversar con los guardianes de las casas de descanso y con los pobladores de las aldeas, porque ahí se encuentra uno con la realidad del país en un área relativamente pequeña de territorio. Encuentra uno desde los propietarios que les han pagado a sus trabajadores el arrendamiento de otros lugares en lo que pasa la emergencia, hasta los indiferentes que ni se han aparecido ni han preguntado nada, pasando por quienes han llegado a ver en qué ayudan y colaboran, como es mi caso.

Resulta, entonces, que al recién terminar de bajar por la ruta que viene de la carretera a El Salvador, en la pequeña recta que hay al no más comenzar a darle la vuelta al lago, a lo lejos se veía la punta de uno de los pick ups de doble transmisión que hacen de patrullas, con la trompa negra y la característica raya amarilla, pero con la cola medio metida entre los matorrales.

Sobre la cinta asfáltica, dos individuos uniformados de la Policía Nacional Civil, parando los vehículos que podían, porque muchos simplemente pasaban a su vera, y el procedimiento típico de solicitar los papeles del vehículo y del conductor con la pregunta típica: "¿A dónde se dirige?".

Un simple "ando trabajando" que ni siquiera escuchó de regreso fue suficiente, porque el policía estaba más interesado en llevarle la tarjeta de circulación y mi licencia a su compañero, el cual tenía una hoja de papel en la que se afanaba por apuntar la matrícula del vehículo en que nos transportábamos mi esposa y yo.

Luego, a devolverme mis "papeles" que, en realidad, no lo son, ya que son tarjetas emplasticadas, como dando por cumplida su labor, ocasión que aproveché para preguntarle si les habían asignado una "cuota" de nombres y placas qué llenar en esa hoja, a lo que se me respondió afirmativamente.

Ante mi pregunta acerca de cuál sería la utilidad de dicho listado y si ésa es la manera de combatir la delincuencia, el señor agente me explicó que si más adelante, en la ruta, me roban el vehículo, pues ellos tendrían un listado de personas como para comenzar a investigar.

En ese punto le agradecí la devolución de mis documentos y emprendí, de nuevo, mi curso, comentando con mi esposa, quien no está de acuerdo con que les saque conversación a desconocidos armados en medio de la carretera, que la culpa no es de los agentes; no son ellos quienes diseñan estas maravillosas operaciones para frenar la delincuencia. Son los jefes, los comisarios de policía los genios detrás de estas políticas tan eficaces para combatir asaltantes, extorsionadores, plagiarios, asesinos y cuanta lacra social comete hechos antijurídicos en niveles impensables.

Es por estos servidores públicos que dirigen nuestras fuerzas de seguridad que la delincuencia nos tiene de rodillas, aparte de que los funcionarios públicos de mayor nivel y los diputados no se ponen de acuerdo para invertir, realmente, en la seguridad que todo el mundo clama.

Con pocos recursos y poco seso a ningún lado llegamos, por mucho que ahora se haya anunciado que los señores y señoras agentes tendrán un aumento a su bono mensual de Q.700.00, lo cual, para nosotros, no producirá beneficio ni cambio positivo alguno.

LA DEUDA EXTERNA Y LA DOMINACIÓN EXTRANJERA

En los últimos días he estado leyendo, entre otras cosas, un interesante libro sobre Economía Internacional (el autor es Dominick Salvatore, editorial Mc Graw Hill, cuarta edición, 1998), en donde tratan varios puntos de importancia, dentro de ellos, el de la balanza de pagos de un país.

Dentro de las explicaciones que dan hay un cuadro que demuestra cómo Estados Unidos de América se convirtió de ser un acreedor internacional neto del orden de los US$.106.0 mil millones (o millardos, diríamos ahora), en 1980, a ser el más grande deudor del mundo, en 1993, por un orden de más de US$.550.0 mil millones (o 550 millardos de dólares).

Lo que sucedió en ese período de tiempo es que los activos del resto de países del mundo, en Estados Unidos, se quintuplicaron, mientras que sus activos en el exterior únicamente se duplicaron.

De 1993 para ahora, asunto que no documenta el libro al cual me he referido, la cosa no ha cambiado. Cada día es Estados Unidos un deudor de más peligro para la economía mundial. Es una bomba de tiempo que alguien tendrá que desarmar si no queremos una catástrofe del orden global, pero ése es tema aparte.

Lo que llama la atención es el análisis que hace el autor de los problemas graves que, en el futuro, le puede traer esta situación a Estados Unidos, entre los cuales menciona los pagos netos enormes (entre intereses, dividendos y beneficios) a los extranjeros, la sensación de estar "hipotecando" el futuro, es decir, imponiendo una enorme carga a las generaciones futuras para el servicio y, ojo, el reembolso de la deuda (es decir, están conscientes que esa deuda algún día alguien la tiene que pagar).

Pero lo que más me llama la atención, que nada tiene que ver con economía, pero que el autor, un PH. D. en Economía, menciona, es "el peligro de la dominación extranjera".

Es decir, si Estados Unidos de América y sus mejores economistas, con el inmenso poderío económico y militar que ha tenido durante el último siglo y todavía mantiene, siente que al deberle a las demás naciones y organismos internacionales existe un peligro de dominación por parte de extranjeros, ¿qué se puede pensar de un pequeño país como el nuestro, cuya economía es más pequeña que los recortes que han hecho en los presupuestos de algunos gobiernos europeos últimamente?

O veámoslo a la inversa. Si a partir de que se han convertido en deudores netos se ven amenzados de dominación extranjera por este medio, ¿no es porque ése ha sido un instrumento de dominación que ellos mismos han utilizado en contra nuestra?

Las directrices que vienen a dictar a nuestros países organismos financieros multilaterales como el Fondo Monetario Internacional, FMI, el Banco Mundial, BM, o el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, creados con el apoyo o por la iniciativa de Estados Unidos, ¿no han sido instrumentos de dominación en la medida que nos endeudan y no les podemos pagar?

Por eso necesitamos líderes políticos con ideas claras de la interrelación de fuerzas que se dan en el escenario internacional, para resguardar, en la medida de lo posible, nuestra maltrecha soberanía que se ve amenazada desde tantos lados, sea porque somos deudores de alguien, sea porque algún político del pasado nos comprometió con un Tratado o Convenio que les permite más ingerencia que nunca, pero es una verdad incontrovertible que nuestro ámbito soberano no es el mismo del que gozábamos, por ejemplo, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, en que teníamos un país con unas finanzas sanas y no habíamos comprometido tantas cosas en los foros internacionales en donde, poco a poco, nos fueron amarrando, por decirlo de alguna manera.

Cuando estuve en 1997 en Taipei, Taiwan, y nuestro anfitrión, el Presidente del Banco Central de China, Dr. Yuan-dong Sheu (a quien me referí en un artículo del 10 de enero de 2010 en este mismo espacio), nos hizo ver que las inversiones de su país los habían convertido en el segundo ahorrante más grande de Estados Unidos, después de Japón, nadie pensó en que su interés fuese dominar a ese gran país sino que su dinero estuviera seguro y que rindiese el mejor dividendo.

Hoy me parece que las cosas han cambiado con las grandes inversiones en bonos que China, la continental, ha venido haciendo en ese país, pero es lo mismo. Nadie piensa que inversionistas diversos, por muy grandes que sean sus inversiones, puedan dominar a un país grande, pero sí es creíble que una pequeña deuda de un país pequeño sea motivo de dominación por un acreedor grande, de modo que no es Estados Unidos el que debe preocuparse por la dominación sino los países que siempre hemos sido dominados de una u otra manera.

Ya no son las armas o las flotas navales las que mandan señales de dominación por parte de extranjeros en nuestros pequeños países. Son las deudas impagables, el desarrollo de la información de punta, la inversión en tecnología y el registro de patentes hasta de nuestra variedad biológica, además del entramado de convenios y tratados internacionales, los que tienden a dominarnos y a mantenernos sojuzgados, impidiéndonos nadar en el mar del desarrollo que todos anhelamos conquistar.

EL PRESIDENTE Y EL ÁRBITRO

Muchos millones de personas en el mundo acabamos de terminar de ver el partido de futbol entre las selecciones de Brasil y de Costa de Marfil, dentro de las eliminatorias del campeonato mundial de esa especialidad deportiva.

A la vista de todos están los efectos de un arbitraje defectuoso y apoyan la teoría que he venido sosteniendo de que todo acto genera una consecuencia.

Sostenida la tésis en el ámbito político, hemos visto cómo no marcar faltas evidentes o marcar algunas inexistentes, como la que provocó casi al final la expulsión de un importante y popular jugador, puede cambiar no sólo la tónica del evento sino la historia.

Un buen árbitro, por el contrario, puede llegar a poner orden en un campo en donde haya jugadas violentas. Su imparcialidad es garantía para que todos los actores rindan lo máximo a sabiendas que no se les perjudicará injustamente y que no se premiará a los contrarios injustificadamente. Es el fiel de la balanza para que las actuaciones de todos rindan lo mejor de un espectáculo y que, al final, aunque un equipo pierda, sepa que dio lo máximo de sí y que, para la próxima, debe prepararse mejor.

Con un Presidente de la República, sea éste de donde se quiera que sea porque es un caso hipotético que nada tiene que ver con nuestra realidad, sucede exactamente lo mismo.

El campo de juego lo podemos equiparar con la actividad de la sociedad en su conjunto, en donde también estamos en capacidad de identificar a dos equipos, el de los allegados del presidente y el de los opositores, en general, a su equipo de gobierno.

Quien preside un país debe equipararse al árbitro de un partido de futbol. Debe estar por encima del bien y del mal y gobernar, por igual, a allegados y opositores, porque constitucionalmente se debe a todos y representa la unidad de la nación, de modo que su imparcialidad y objetividad no sólo es deseable sino esperada por mandato de la ley de cualquier país.

Cuando la persona que ocupa la Presidencia de la República no se ve a sí misma encabezando la agenda del país sino se queda manipulando la agenda partidaria, las cosas tienen que ir mal para el país que mal gobierna.

Un Presidente de la República que hace la pantomima de dirigir la nación pero no se desprende de la campaña política que lo llevó al ejercicio de ese poder, no engaña a nadie por más que trate.

Podrá tener sus programas de radio o de televisión; podrá gastarse millones de dólares o de la moneda local en publicidad profesionalmente manejada, pero el pueblo común y corriente, en su inmensa sabiduría, siempre lo identificará como el mal árbitro que no sabe ver o no sabe marcar, o como el árbitro vendido, que ya es otra cosa, que traicionó sus propios principios por obscuros intereses, dando al traste con el desempeño de jugadores de todo el tinglado e interfiriendo, posiblemente, con el curso de la historia de su país, trayendo, para el futuro, otro tipo de negativas consecuencias que hoy serían imprevisibles.

Entender este principio no es difícil. Tampoco ha de ser difícil comprender el principio de los flujos sin desperdicio al cual hice referencia en un ensayo anterior que compara un presidente específico con un plomero, con perdón de los respetables plomeros.

Ya he manifestado que los presidentes suelen no ser personas tontas, pero sí muy tercas, patológicamente necias que creen que tienen tanto poder como para hacer lo que se les venga en gana, sin importarles si hipotecan al país, si comprometen a varias generaciones que ni siquiera han nacido o si nos llevan al borde de la guerra civil.

En este campo la FIFA, la Federación Internacional de Futbol Asociación, la cual regula en el mundo el deporte al cual nos hemos referido, se equipara al pueblo que elije presidentes. En el primer caso, son los altos dirigentes de la FIFA los que escogen a los árbitros, malos o buenos. En el caso de los presidentes somos los individuos aptos para votar los que tenemos la responsabilidad de elegir. De ahí que estemos todos muy atentos a quién es quién, qué valores representa, cuál es su experiencia y formación, a qué está acostumbrado y hasta con quién está casado y qué influencia tiene su cónyuge en la capacidad de tomar decisiones.

sábado, 19 de junio de 2010

EL PRESIDENTE Y EL PLOMERO

Todas las profesiones tienen circunstancias que hacen que se diferencian y que se parezcan unas de otras o con otras.

La Presidencia de la República no es una profesión pero, para efectos prácticos, la visualizaremos como tal.

Ahora, ¿en qué se parece un Presidente de la República a un plomero?

El Presidente tiene, en su agenda, muchas cosas para ver; el plomero tiene una muy clara: el flujo del agua.

Sin embargo, la necedad de nuestro Presidente por provocar una reforma fiscal que sólo quiere decir aumento de impuestos, me permite comparar su actuar con el de un plomero.

Parte de la agenda del Presidente de la República es la provisión de recursos para los diferentes programas del Estado a través de su Ministro de Finanzas y de la coordinación con la Superintendencia de Administración Tributaria, SAT. Tan importante como esta parte de la agenda es la ejecución de esos recursos, lo cual se da a través de todos los Ministerios, Secretarías e instituciones públicas centralizadas y descentralizadas.

Es decir, hay un flujo de dinero que tiene que entrar y tiene que salir, igual que el agua que es preocupación principal del plomero.

El flujo del dinero y el flujo del agua son tan importantes para uno y otro, pero el problema es que el Presidente sólo parece preocuparse del suministro de dinero y no importarle nada el gasto del dinero.

Es como si contratáramos a un plomero para que se asegurase de que entre agua de la calle pero que no le importe y no nos importe que haya miles de fugas entre la entrada principal de agua, donde está el contador que nos hace pagar la factura, y la salida del chorro del lavatrastos, en donde casi no caería agua para cubrir nuestras necesidades.

Es decir, seríamos un país de estúpidos pagando la factura del agua y las del plomero, sabiendo que entra agua a nuestra casa pero sin que esta nos sea útil de manera alguna.

Al Presidente de la República se le ha hecho ver que, antes de pedir que ingrese más dinero a las arcas de la SAT, es necesario que se reparen todas las, digamos, "fugas", por no llamarle robos, enriquecimientos ilícitos, estafas, dobles contrataciones, sobrevaloraciones y todos esos "defectos de cañería", por equipararlo con el plomero de nuestra historia.

Es Presidente no es tonto, de modo que si insiste en pedir más sin poner orden en el tremendo despilfarro que tiene, es porque nos ve a nosotros, los ciudadanos, como esos estúpidos a los cuales me refiero, y habemos algunos que no lo somos.

Por supuesto que Guatemala necesita revisar su tasa impositiva, sobre lo cual hay muchos argumentos qué discutir, especialmente la incorporación de quienes tienen y no pagan y no sólo de aumentarle a los que ya pagan, pero es imposible conseguir apoyo popular y político de todas las bancadas si el mensaje que recibimos es de inversiones millonarias que se esfuman (como la del Congreso de la República), viajes pagados por más días de los necesarios y con "intérpretes" donde no son realmente necesarias (como en la Presidencia del Organismo Judicial), comisiones bajo la mesa (como varias "concedidas" a las sobrinas del Presidente).

El Presidente de la República debería comenzar por devolver los Q.500.0 mil que recibió, siendo candidato, de fondos provenientes de la Contraloría General de Cuentas de la Nación, lo cual todavía no ha hecho a sabiendas que son recursos robados de una institución del Estado. Después de que los devuelva, veamos si alguna legitimación tiene para hablar de reforma fiscal, pero antes, no la tiene.

En mi ya larga trayectoria política me he opuesto a muchas cosas, pero yo no soy opositor acérrimo y sin fundamento. Hace poco ni siquiera los diputados del propio partido político del Presidente lo defendieron en medio de un debate en la Asamblea Plenaria del Parlamento Centroamericano, y fue este escribiente quien salió a defender algo de su política que me pareció correcto, pero en este tema, por el momento, debo ser inflexible con mi posición: O evitan que el dinero se esfume en el camino, o no cuenten con mi apoyo sino con todas mis fuerzas en contra.

¡Ésa será la única manera en que el dinero alcance y llegue a las comunidades más necesitadas del país!

APOYEMOS EL TPS

Hoy salió un campo pagado en donde me permito apelar, públicamente, al apoyo de la población al beneficio que el Gobierno de los Estados Unidos de América podría otorgar a decenas de miles de guatemaltecos, en ese país, a través del Estatuto de Protección Temporal, TPS, por sus siglas en inglés, beneficio que ya gozan varios países en similares circunstancias al nuestro.

Para facilidad de quienes siguen este blog, me permito transcribirlo acá:

" Es más de un millón de guatemaltecos que, por diferentes circunstancias, han tenido que emigrar a los Estados Unidos de América, país al cual llegan a trabajar arduamente, sin protección de las leyes laborales, después de correr grandes riesgos para llegar allá, todo para poder ayudar, económicamente, a quienes quedaron acá.
Está demostrado que el migrante guatemalteco, en su inmensa mayoría, no es delincuente sino laborioso, no llega a causar problemas sino a producir; e igual de importante valorizar que no se olvida de su familia, a la cual, en cuanto puede, le comienza a enviar el dinero que pueda, las denominadas remesas familiares que, sumadas, representan miles de millones de dólares de ingresos al año para la población más vulnerable del país.
De un tiempo a acá, la situación del migrante en ese país se ha puesto cada vez más dura, no sólo por la crisis inmobiliaria donde muchos que laboraban perdieron sus fuentes de trabajo, sino porque esta crisis se convirtió en crisis financiera y ésta, a su vez, en una de las peores crisis en la economía de ese inmenso país, afectando los niveles de comercio y las relaciones económicas de prácticamente todo el mundo.
Por supuesto, todo esto afectó en la cantidad y calidad de oportunidades que nuestros migrantes pueden encontrar para desenvolverse y, muchos de ellos, después de varios meses sin trabajo, han tenido que regresar a nuestro país con las manos vacías.
Quienes quedaron allá, por el contrario, no sólo siguen haciendo un enorme esfuerzo dentro de tales circunstancias sino que, por el cambio en las legislaciones internas de algunos Estados, se ven perseguidos, deportados muchos de ellos y vistos en la necesidad de movilizarse hacia otros lugares con leyes más benignas pero con menores oportunidades de desarrollarse.
Todo lo anterior se ha vivido lejos, mientras en nuestro país los embates de la naturaleza han hecho estragos con la población más pobre del país, mucha de ella establecida en lugares con pocas oportunidades de trabajo y dependiente, económicamente, de las remesas enviadas por sus familiares en el extranjero.
Son los migrantes los que siempre han ayudado a los que quedaron acá, pero hoy, con todo y que hemos sido golpeados por los fenómenos naturales, somos nosotros quienes debemos apoyar a los migrantes en la solicitud que ha hecho la cancillería guatemalteca al Gobierno de Estados Unidos para que se les otorgue el Estatuto de Protección Temporal, TPS (por sus siglas en inglés), del cual otras poblaciones centroamericanas en ese país disfrutan desde hace algunos años.
Este estatuto permitiría a nuestros migrantes poder salir a buscar trabajo sin que se les persiga ni se les deporte, por un período de tiempo, lo cual, para las golpeadas familias guatemaltecas que de ellos dependen, puede ser cuestión de vida o muerte, porque aquí no tenemos otros medios para atenderlos.
Por eso, apelo públicamente a la buena voluntad de todos para que apoyemos la solicitud de concesión del Estatuto de Protección Temporal, TPS, a los migrantes guatemaltecos en Estados Unidos de América.
El día lunes 21 de junio, en la edición de este mismo diario, se publicará el formato para que todos podamos adherirnos a esta petición de carácter cívico y humanitario..."

Ojalá obtengamos una buena respuesta. Sería la primera vez que los de acá nos unimos para ayudar a los de allá, que son los que corren los riesgos, no tienen quién los apoye y sudan parejo para seguir apuntalando a sus familias acá.

Dentro de unos días los pondré al tanto de cómo nos fue con esta cruzada humanitaria a través de un comentario en este mismo artículo.

jueves, 17 de junio de 2010

LA MAFIA NO ESTÁ A LA SOMBRA DEL ESTADO: ES EL GOBIERNO

No creo que la decisión de nombrar al abogado Conrado Reyes, quien llegó desde el primer día al puesto de Fiscal General a remover las estructuras y a colocar a personal cuestionado, como si fuera una consigna, haya sido casualidad o un simple error del Presidente de la República.

Esos azares del destino no suelen darse, sobre todo cuando ha habido suficiente tiempo para informarse y para tomar una decisión adecuada, de país, no sólo formalmente legal sino intrínsecamente correcta, lo cual no sucedió en el presente caso.

¿Cómo pudo Álvaro Colom no estar enterado que varias agencias internacionales le cerraron las puertas como asesor jurídico por estar vinculado con presuntos narcotraficantes en su bufete, y que en la Comisión de Migrantes del Congreso de la República representó, como dice Sylvia Gereda Valenzuela, al hermano del “Rey del Tenis”, el diputado López Villatoro, múltiples veces mencionado como uno de los brazos visibles de la manipulación, especialmente en la elección de magistrados de las Cortes de Apelaciones y de la Corte Suprema de Justicia y a la toma de control del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala? ¿No es esto tacha suficiente para no haberlo nombrado, especialmente sabiendo que había otros profesionales propuestos, hombres y mujeres, que no tenían este tipo de reproches?

Es cuestionable pero entendible que la Comisión de Postulación no estuviese enterada porque no tienen un equipo técnico de soporte y es, más bien, la llamada sociedad civil, la que va aportando elementos a favor o en contra en la discusión de las hojas de vida. Pero cuando se trata del Comandante General del Ejército, con todo el soporte de inteligencia a su favor, tanto civil como militar, podemos dudar de la rectitud del Presidente al nombrar un fiscal con este tipo de cuestionamientos, tomando en cuenta, especialmente, que desde el momento en que el mismo venía de cumplir funciones de asesoría legal en el Registro General de la Propiedad, nombrado durante la gestión del actual gobierno, no sólo es un hombre de confianza de la actual administración sino lo tienen que conocer perfectamente.

El Presidente de la República le apostó a su hombre de confianza y, ahora, se le tiene que revertir todo el lodo con que este asunto embarra al país, porque al final fue únicamente su decisión de nombrar a persona tan cuestionada.

Haciendo un simple ejercicio silogístico mental, si los actos atribuidos al Fiscal General recién nombrado pueden catalogarse de mafiosos (prescindiendo de su pasado dudoso); si el recientemente nombrado Fiscal General ya trabajaba con el gobierno y quien lo nombró está en la mejor posición del país para conocer su pasado y, conociéndolo, lo nombra; si la autoridad nominadora del Fiscal General es, además, la cabeza del gobierno, hay equivalencia entre mafia y gobierno: la mafia es el gobierno; el gobierno es la mafia; las dos cosas vienen siendo lo mismo.

Ahora bien, hay que separar los actos pasados, que nos muestran evidencia que el gobierno actual de la República es mafioso, de las actuaciones de hoy que, de forma mafiosa, tienden a perpetuar a esta misma estructura de poder en el poder mismo, a cualquier costo.

Hay indicios interesantes, como la cancelación de Comités Pro Formación de Partidos Políticos, la toma por asalto del negocio del Registro Nacional de las Personas, RENAP, con la manipulación por ineptitud o mala fe, no se sabe, de miles de Documentos Personales de Identificación, DPIs, con lo cual puede que esas personas, que nosotros no sabemos quiénes son pero ellos sí lo saben, podrían correr el riesgo de acercarse a votar y que, por inconsistencias, no los dejen votar.

También es un indicio a la luz de todos la campaña anticipada que, frenéticamente, hace la mal llamada Primera Dama, ejerciendo un poder que no le corresponde y politizando todo lo que toca, desde el cuestionado programa de cohesión social, Mi Familia Progresa, como expliqué en el ensayo de ayer “¿COHESIÓN SOCIAL O POLITIZACIÓN NACIONAL?” (16 de junio de 2,010), hasta el alagartamiento por figurar en el socorro que debía brindarse, desinteresadamente, a las víctimas recientes de los fenómenos naturales.
Otro indicio de esta politización ha sido la patológica insistencia de pedirle datos privados a las personas para darles una simple tarjeta recargable del transporte urbano de la ciudad capital. Bien dice el refrán que “todos los caminos llevan a Roma”, y en este caso se ve que los millones de quetzales que el gobierno central puso para que dicho proyecto funcionara también tienen un costo cuyos indicios parecieran favorecer la información que la mafia desea recabar con miras a las siguientes elecciones.

¡Ojo, guatemaltecos! ¡La instauración de un segundo gobierno mafioso, en forma seguida y continuada, puede dar lugar a una prolongada dictadura de partido en donde el robo descarado y la corrupción, que han sido las constantes en este gobierno, se institucionalicen definitivamente, matando toda esperanza de hacer bien las cosas algún día.

Por su parte, la Corte de Constitucionalidad vino a salvar a un Presidente de tener que dar el paso necesario de destituir al Fiscal General, lo cual es lo que debió suceder conforme a la Constitución Política. Es una lástima que nuestra institucionalidad no se haya reforzado de esta manera y que la solución haya provenido por la vía de dicha Corte.

Ojalá esta misma Corte se mantenga en una línea de defender al Estado de toda esta confabulación mafiosa que, tarde o temprano, si no es detenida, se la parará tragando a ella misma y a todo lo demás, incluyendo a la Academia, al deporte, a los medios de comunicación.

Lo que sí es cierto es que el Presidente de la República quedó en evidencia, una vez más, en su vinculación con la mafia que se dedica a esquilmar a las instituciones del Estado. Afirmo que una vez más porque ya, siendo candidato, su vinculación con la mafia, al recibir Q.500 mil para su campaña política, provenientes de los recursos públicos asignados a la Contraloría General de Cuentas de la Nación, los cuales nunca ha devuelto, por cierto, esta vinculación se había hecho pública.

Es decir, si Álvaro Colom fue un candidato puesto por la mafia, nada cuesta pensar que esa mafia sigue operando por detrás de él y continúa en su labor de zapa, colocando sus piezas en las instituciones clave para continuar saqueando los recursos públicos y para garantizarse impunidad.

¡La mafia es el gobierno, y el gobierno quiere perpetuarse! Llegó el momento de cambiar en nuestras mentes la letra del himno nacional y, en lugar de evocar el pasado, exhortar a la población, especialmente a la juventud en que tengo tanta esperanza, a que reaccione y no se deje esclavizar. ¡Ya no hablemos que nuestros padres lucharon un día! ¡Hablemos de la lucha que hoy, encendidos en patrio ardimiento, tenemos que librar para independizarnos y lograr un desarrollo que todos anhelamos y que, con estas lacras chupándonos la sangre, nunca lograremos!

Nuestras armas, hoy, no llevan pólvora. Están cargadas de estudio, preparación, inteligencia, liderazgo y esa rara combinación que nuestras actuales autoridades no entenderían: principios, valores morales e idealismo.

miércoles, 16 de junio de 2010

¿COHESIÓN SOCIAL O POLITIZACIÓN NACIONAL?

Para comenzar, no es idea del gobierno de turno, que no es de Álvaro Colom sino de la República presidido por Álvaro Colom, la creación del Programa de Cohesión Social. Éste es un programa creado por la Agencia Española de Cooperación Internacional, AECI, a nivel nacional, desde la época del gobierno presidido por Oscar Berger. Esto se puede constatar pulsando acá: http://www.aecid.org.gt/aecid/index.php?option=com_content&view=article&id=18&Itemid=29

La idea originaria es buena y salvable. No es primera vez que lo digo. Sin embargo, lejos de servir de instrumento para cohesionar a una sociedad con diferencias abismales en cuanto a recursos y oportunidades, el afán del tan publicitado Álvaro Colom por perpetuarse en el poder a través de engaños, de violaciones a la Constitución Política o de ambas cosas, lo ha hecho perder los escrúpulos, si alguna vez los tuvo (que, personalmente, creo que sí) y, en lugar de continuar y fortalecer un programa (que, como vemos, no es de ellos), bien llevado, con una administración a prueba de dudas, para ir sacando de esa pobreza extrema a los más necesitados, tratando de equiparar las oportunidades que les han faltado para que, poco a poco, vayan siendo ciudadanos más capaces de valerse por sí mismos o simplemente mejorar esas tristes condiciones actuales que agobian a cualquier persona, se han dedicado a politizarlo, causándole un daño quizás irremisible.

Mi Familia Progresa, MIFAPRO, que así le pusieron al programa de cohesión, junto con el programa de reparto de fertilizantes, está concentrado en donde reside el 52% de personas inscritas en el padrón electoral pero, lo más curioso, de los 44 municipios identificados por el Instituto Nacional de Estadística, INE, como en condiciones de pobreza extrema, sólo 16 reciben remesas de MIFAPRO (el 36%) y 20 reciben cupones de fertilizantes (el 45%).

Si a lo anterior agregamos la manipulación que se viene haciendo en el Registro Nacional de las Personas, RENAP, cuyo negocio de cambiar la cédula de vecindad por el Documento Personal de Identidad, DPI quedó en manos de personas allegadas a los más visibles financistas de la campaña electoral de Álvaro Colom, una danza de poco más de Q.1.0 millardo (o sea, más de mil millones de quetzales), en donde han dado al traste con la credibilidad de su función al detectar recientemente el Tribunal Supremo Electoral, TSE, más de 6000 de esos documentos que tendrán que ser anulados, con el consiguiente riesgo de que las personas por ellos identificadas no puedan votar en el siguiente proceso electoral, todo tiende a apestar a "chucho muerto".

Es decir, le están quitando el dinero del presupuesto a hospitales, a las fuerzas de seguridad, al programa de bosques, a la construcción de carreteras, a prácticamente todo, con tal de ir creando una masa enorme de aliados que, según ellos, no piensen lo suficiente como para votar por la candidata que el Presidente de la República, en su prepotencia, le ha asignado a su partido político.

El colmo es la politización de la ayuda humanitaria que no sólo ha venido del extranjero sino que han querido aportar los guatemaltecos de buena voluntad que lo pueden hacer, no sólo impidiendo que salieran vuelos privados, desde el AEROCLUB, que siempre ha estado dispuesto a brindar su valioso aporte en momentos como esos, sin inclinarse, jamás, por partido político alguno, sino permitiendo que salieran sólo los vuelos con la ayuda de la mal llamada Primera Dama, porque con señoras que quieren así a sus hermanos en problemas no merecen ni el primero ni el segundo calificativo, y con esa actitud sólamente deshonra a un sinnúmero de señoras que han llevado con dignidad y sencillez ese honroso título.

Mientras tanto, nos siguen asaltando y matando en las calles, extorsionando desde las prisiones, se siguen muriendo los pacientes en los hospitales con la peor atención que, en la historia del país, se pudo haber brindado a la gente más necesitada por su doble condición, la de pobres y la de enfermos.

¿Todo para qué? ¿Para mejorar las condiciones de desigualdad en que viven cientos de miles o millones de guatemaltecos? ¿O para que la mal llamada Primera Dama salude con sombrero ageno? ¿Cuánto cuestan las fotografías de élla que le han metido a casi todas las bolsas de ayuda que sus esbirros e infames incondicionales han llegado a repartir entre la población afectada? ¿Y qué dice el TSE de esta campaña anticipada, si ha tenido los atributos de cancelar Comités Pro Formación de Partidos Políticos pero no los tiene ante tamaña evidencia de violar la Constitución y las leyes ordinarias?

¡Me duele mi Guatemala! ¡Me duele mi gente, quebrada, enlodada, herida, desolada por tanta cosa que pasa! Ya no bastan los fenómenos naturales que nos ponen a llorar los muertos y sufrir las pérdidas. Ahora son los fenómenos de la sociedad los que la asuelan.

Ese idealismo que siempre he tenido y que ha sido una de mis debilidades y fortalezas en mi vida política se ve templada en estos momentos. Ese idealismo no me permite claudicar, como líder político capaz de orientar una línea sensata de pensamiento, y me estimula a soñar y a pedirle al Creador que todas esas barbaridades que hoy comete la camarilla de turno en contra del pueblo, se le reviertan de tal manera que no puedan ni siquiera elegir alcaldes ni meter diputados corruptos al Congreso en el próximo evento electoral, y que mucho menos las instituciones legales avalen una candidatura viciada e ilegal ni el pueblo apoye, en sus proyectos megalómanos, la sucesión de un Presidente de la República que jamás merece perpetuarse porque no tiene mérito alguno, ni inteligencia (que fue, al final, lo que vendió), ni integridad, ni honradez, ni valentía.

Como dijo nuestro ilustre poeta, Rafael Landívar: Salve, cara Parens, dulcis Guatimala, salve ... (Salve, mi Patria querida, mi dulce Guatemala, salve...)

martes, 15 de junio de 2010

UN ENSAYO CUÁNTICO QUE NO ES DE ECONOMÍA PERO SÍ LO ES

Hay algo que, más que ligado a la política, está vinculado a la economía y al sentido común, aunque no deja de tener relación con la primera.

Hace meses advertí que ésta no sería una crisis económica, sino la primera de dos o, probablemente, una sola muy larga con altibajos.

Hoy tengo razones para pensar que sigo teniendo razón.

Cuando escribí con relación a este tema estaba en su apogeo, prácticamente, la crisis económica estadounidense provocada por el estallido de la burbuja inmobiliaria, y todavía se dudaba cuán contaminadas resultarían las economías de otros países industrializados.

Hoy es preocupante ver que, indepentientemente de las causas originarias del primer problema al cual nos referimos, varios países europeos han entrado en sendas crisis fiscales, económicas y hasta políticas, derivadas de causas que poco o nada tienen que ver con la primera, la estadounidense, y que están más relacionadas con el costo que implica venir manteniendo ese Estado Bienestar del cual muchos europeos están tan orgullosos.

Beneficios sociales fuera de toda lógica están, ahora, pasando la factura. Pero este tema ha sido otro que ya traté anteriormente.

Lo que deseo resaltar hoy es un fenómeno que se comenzará a dar, si no es que ya comenzó en este mundo globalizado en donde los capitales, ahora, se mueven de un continente a otro con tan sólo pulsar un botón. Seguramente ya comenzó, pero es seguro que, conforme transcurra el tiempo, podría irse agudizando.

Se trata de la huída de capitales de los países industrializados europeos que hoy están emproblemados, con unos déficit fiscales que rondan o andan en porcentajes de dos cifras, y cuyas autoridades están tratando de reducir ferozmente para cumplir con las espectativas de la Unión Europea.

Dentro de las medidas que no afectan al capital están el recorte presupuestario, la reducción de salarios de los empleados y funcionarios públicos, la ampliación de la edad de jubilación, por decir algunos; pero la contraparte a estos "sacrificios" es el aumento de las tasas de impuestos.

Desde mi cómoda posición de observador me atrevo a vaticinar que muchos capitales huirán de los países en donde se harán menos rentables, buscando otros países en donde produzcan mejores dividendos.

Aquí entra el elemento del tiempo. Entre paréntesis: éste podría ser un ensayo cuántico en el cual, siguiendo a Max Planck y a Albert Einstein, visualizamos el espacio (Europa-América)-tiempo (lo pasado, lo que pasa y lo que no ha sucedido) como un todo.

Mucho de ese capital que sale de Grecia, de España, de Portugal, de Islandia, de la misma Italia que tiene muchos problemas pero no ha sonado tanto; Francia, sacando a la venta miles de bienes inmuebles del Estado, y de otros países, está llegando a Estados Unidos de América, el cual viene manejando un déficit presupuestario de poco más del 9%, lo cual, para el inmenso tamaño que tiene con relación al resto de países del mundo, es un endeudamiento tremendo.

Estados Unidos no está maduro ni tiene las presiones de sus socios, como las economías europeas, como para entrar en el proceso de recortes de gastos y beneficios y el aumento de impuestos.

Es más, el presidente Barack Obama se ha dado a conocer como fiel seguidor de Maynard Keynes, el economista que sostenía que el gobierno podía orientar su gasto con la finalidad de estimular la economía de un país.

Siento que el gobierno estadounidense le está apostando a que la rebaja de impuestos a quienes más producen, de la época del presidente George W. Bush, venza, o que termine una de sus guerras, sea en Afganistán o en Irak, y que la primera le ayude a recaudar más o alguna de las segundas a gastar menos.

Mientras tanto, los gastos del Seguro Social y de salud del programa Medicare, se han incrementado tremendamente con la reciente reforma aprobada por las dos cámaras en ese país, de modo que la llegada de ese capital está ayudando a prolongar un espejismo que en cualquier momento puede desaparecer.

No soy economista, soy abogado, pero mi olfato político y mi sentido común me hacen visualizar que esta es una razón poderosa para pensar que la actual crisis económica, de la cual el mundo no acaba de salir, podría languidecer para, después, agudizarse, o podría complicarse de una vez sin muchas trabas. Me inclino más por la primera.

Por mi parte, no veo cómo la economía del gran Estados Unidos, que encima tiene que lidiar con el emergente poderío comercial chino, pueda permanecer mucho tiempo sin comenzar a tomar las medidas que, hoy, tienen la situación de negocios y los gobiernos europeos tan complicados.

En la medida que el gigante del norte comience ya a hacer algo al respecto, más quedaré yo como alarmista y menos olas sentiremos; pero en la medida que más tiempo pase y siga gastando como lo viene haciendo, el momento de pasar la factura será tremendo.

Yo no quisiera estar en ese espacio ni ese tiempo.

viernes, 11 de junio de 2010

LAS DOS MANOS QUE FALTAN

Guatemala es un país con muchas carencias. Probablemente son miles de manos que faltan, especialmente las de buena voluntad, las firmes, las de movimientos seguros y expertos que tanta falta parece que le hacen a las actuales autoridades, cuyos pasos en falso y resbalones nos han convertido en el hazmerreír de otros países.

Escribir hoy lo que tengo en mente no es cosa fácil. Lo hago asqueado e impresionado por la brutalidad que ayer manifestaron los delincuentes organizados para dejar cuatro cabezas y dos cuerpos humanos, sin éllas, en diferentes puntos de la ciudad, con mensajes dirigidos a las autoridades de gobernación y de presidios pero, curiosamente, una de ellas frente a la puerta principal de acceso al Congreso de la República.

Hace años, cuando me convertí en padre de familia, alguien me dijo que un padre debe tener sus dos manos siempre para sus hijos, con una de ellas los debe acariciar, pero la otra debe estar dispuesta a darles una nalgada cuando haga falta. Es, según quien me lo dijo, la única manera de hacer que los hijos lleven un buen rumbo y aprendan a convivir en sociedad, amando pero respetando.

Por eso se me ocurre que la primera mano a la cual me refiero debe ser esa mano cariñosa, cercana, que debe procurar que los hijos de esta Guatemala, especialmente quienes están en situación más vulnerable, se sientan acogidos en esta sociedad.

Los programas lúdicos para la niñez y juventud deben fortalecerse e ir acompañados de programas de educación formal y no formal, especialmente para aquellos jóvenes que se han ido quedando, para capacitarlos en algunas habilidades que permitan que no caigan o, en algunos casos, para coadjuvar en su rescate de actividades delictivas en las que, poco a poco, han ido cayendo.

La manera como esa niñez y juventud desvalida viene creciendo en el país debe ser preocupación del Estado, quien debe brindar la mayor parte de la infraestructura, pero también de la ciudadanía tradicionalmente apática frente a este tipo de problemas sociales que, ahora, desbordados, ya han venido afectando a todos.

Es una espiral que, entre todos, con cariño, con amor, debemos estar dispuestos a revertir, a mejorar, a inculcar en nuestros propios hijos para transmitir sus bondades.

En ese orden de ideas debieran revisarse, inclusive, las leyes que regulan las posibilidades de que hogares de buenos guatemaltecos puedan acoger niños desvalidos y ayudar a su desarrollo, sin tanta burocracia y sin tanto riesgo de verse el benefactor involucrado en problemas legales.

El sistema que se ha creado para proteger a la niñez la ha dejado más desvalida que nunca, porque hoy día casi sólo las instituciones del Estado están para atender esas decenas de millares de niños abandonados, y no hay presupuesto ni voluntad colegiada para atenderlos y protegerlos. Para muestra, el desamparo en que quedaron millares de niños con la reforma de la Ley de Adopciones.

La frialdad de la atención de una institución no se puede comparar con el calor de una familia, aunque no sea la de uno y aunque en los hospicios y demás hogares del Estado haya gente de buena voluntad.

A la par, los programas de paternidad responsable deben revisarse, e incluirse en ellos el de la maternidad responsable. La otra cara de la moneda, la paternidad y la maternidad irresponsables, también deben tener un tratamiento distinto en Guatemala y, ¿por qué no? convertirlas en actividades punibles. No podemos seguir permitiendo que padres y madres irresponsables sigan llenando de niños abandonados el país, con el enorme riesgo, o con estadísticas que pueden comprobar acerca de la conversión de estos niños y jóvenes en riesgo, en gran mayoría, en los delincuentes de hoy y del mañana. Y digo que nos siguen llenando de niños y no de hijos porque muchos de esos padres borrachos o madres drogadicatas no los ven como hijos porque inmediatamente suelen abandonarlos.

En el tema de actividades lúdicas pueden ofrecer muchísimo, a la patria, los grupos de músicos, de artistas de la plástica, los actores de teatro, etcétera.

Los alcaldes y el gobierno central pueden apoyar con lugares para montar los programas y con algo de presupuesto.  Además, con tanta ONG, no dudamos que también habrá mucho apoyo de la sociedad civil y de la comunidad internacional.

Es decir, nuestra propia comunidad, gente común y corriente, iglesias, gobiernos locales, funcionarios del gobierno central, todos, debemos hacer labor de rescate, principalmente, ante ese enorme problema social.

Ahora bien, la otra mano está relacionada con el tema recurrente de este espacio cuando hablo del valor Justicia y de lo pronta y cumplida que debe ser.

Esa mano que corrige a los niños, llevada a este nivel, al nivel social, debe ser la mano de la justicia, la cual nos tiene como estamos por endeble, por debilucha, porque todos se pueden burlar de élla, y eso hay que cambiarlo.

Habrá de revisarse las leyes para facilitar la llevada a cabo de los procesos penales y, así, poder estar en condiciones de recabar la prueba, aportarla y llegar a obtener sentencias condenatorias, cuando así lo ameriten las circunstancias, en el menor tiempo posible.  Eso incluye el fortalecimiento de la fase de investigación.

Un juicio que llega 7 u 8 años después que el delito se cometió no cumple con su cometido frente a la sociedad. El conglomerado social exige que, media vez se capture un delincuente, que se le juzgue y se le condene, pero eso rara vez está sucediendo y, cuando llega a pasar, es por actos antijurídicos que nadie recuerda; y lo peor, los que sí recuerda la población, como no entran a discutirse en un tiempo prudencial, la gente siente como si no pasara nada, como si el brazo de la justicia fuese incapaz de perseguir y atrapar a nadie, lo que ha venido convirtiéndose en fiesta para la delincuencia, que ahora se atreve a llevar a las puertas del mismo Congreso las pruebas macabras de lo que estoy explicando.

La inversión en cámaras de seguridad, comenzando en las zonas rojas de la delincuencia pero extendiéndose a todos los ámbitos, deberá ser un enorme disuasor, valga el término, fortaleciendo esa prueba que tanta falta hace. Y si son cámaras infrarrojas, mejor, así funcionarán cual celosos guardianes las 24 horas del día. Esto es vital no sólo para aportar pruebas sino como parte de la política de prevención que es urgente implementar.

Cuando hablamos de condenas de los delincuentes nos referimos a que los jueces sean lo suficientemente valientes y honrados para juzgar a los sujetos procesales por los delitos que verdaderamente son, y no nos vengan con ese jueguito odioso de ponerles otro tipo de delitos que implican menores penas, sustituírselos por faltas que devienen en penas pecuniarias, pero no de cárcel, o llegar al colmo de soltarlos por falta de mérito cuando han sido aprehendidos in fraganti.

¡Que no les tiemble la mano, además, para firmar sentencias de muerte! Está visto, con los actos brutales a los cuales me refiero, que hay delincuentes que jamás aceptarán redimirse, y que la sociedad tiene el derecho de extirpar esa enfermedad en lugar de seguir manteniendo, con exiguos recursos, a ese tumor purulento que, en cualquier momento, se nos puede volver a revertir.

Hay que aceptar dos hechos: que Guatemala es un país en donde, tradicionalmente, se ha aplicado la pena de muerte; y otro, que hay gentes tan malas, que simplemente no pueden estar en las calles ni vivir en sociedad, y que hasta adentro de los presidios siguen asesinando en cualquier oportunidad que les den.

Ya debía haber un equipo de juristas preparando la denuncia del Pacto de San José, si eso es lo que se requiere para que la pena de muerte funcione en Guatemala, en donde, dicho sea de paso, la tradición ha sido a través del fusilamiento, y no por inyección letal.

El Pacto de San José ya cumplió su cometido, pero a estas alturas es más bien una de las causas de que haya tanta conmoción social en este bello país con mayoría de gente honrada y trabajadora.

Paralelamente a la denuncia de dicho Pacto, Guatemala debiera estar en la capacidad de proponer otro tipo de Tratado en donde se deje establecido el irrestricto respeto a los derechos humanos, como ha sido la tradición de nuestras mayorías también, pero en donde se prioricen los derechos humanos de la gente honrada, no los de la delincuencia que mata, viola, secuestra, extorsiona, viola y asesina a esa gente buena y honrada sin que la Corte Interamericana de Derechos Humanos diga nada porque son particulares afectando a particulares y, por lo tanto, no se consideran violaciones a los derechos humanos, pero de hecho son miles los muertos, violados y secuestrados que, si pudieran opinar, me darían la razón (es más, invito a las víctimas que están vivas a que se manifiesten al respecto).

Se necesita un Pacto Hemisférico de Derechos Humanos de segunda generación, que le permita a nuestras golpeadas sociedades defenderse adecuadamente y conforme a la tradición histórica, de los embates de la delincuencia y de la delincuencia organizada, dado que las condiciones sociales de la América Hispana, cuarenta años después, son totalmente distintas a las de antes.

Paralelamente, es urgente que vayamos revisando la legislación que hace de los menores de edad seres inimputables. Ahí no inventaríamos el agua azucarada, ya que hay varios países, casi muchos, que ya se han adelantado modificando sus leyes para poder procesar y condenar, como adultos, a delincuentes juveniles; de la misma manera, han abierto la posibilidad de condenar, bajo otros parámetros, pero sí juzgarlos y condenarlos, a niños delincuentes, que los hay.

Está visto que las maras se han venido aprovechando de la circunstancia de inimputabilidad del menor para reclutar niños sicarios, niños asaltantes; y ya vemos que algunos jóvenes que no han llegado a la mayoría de edad, habiendo comenzado a delinquir de niños, ya tienen su propia "clica" y son jefes de bandas de asesinos y de extorsionadores, aunque no tengan todavía la edad de votar.

Todo tiene que cambiar si queremos que nuestra calidad de vida mejore.

Entonces, con esas dos manos, una acogiendo a la niñez y juventud vulnerable, pero la otra poniendo orden, podremos ir viendo cómo se va venciendo esta situación de delincuencia que ya no se aguanta.

Amas de casa que han quedado viudas de la noche a la mañana, familiares de pilotos de autobuses, de camiones de transporte de carga, ayudantes, empleados bancarios, taxistas, trabajadores que tienen que usar el transporte público, todos, en general, habremos de agradecer cuando aparezca alguien dispuesto a liderar este proceso, que tenga las ideas claras y los pantalones bien puestos para contener los embates, seguramente, de una comunidad internacional que, en un principio, podría adversar algunos cambios, especialmente la denuncia del mencionado Pacto de San José, pero que poco a poco habría de aceptar el hecho de que los guatemalecos, en nuestra gran mayoría, no somos violadores de derechos humanos, pero debemos defendernos y hacer algo por el bien nuestro y de nuestros hijos.

miércoles, 9 de junio de 2010

CICIG. LA RENUNCIA DEL COMISIONADO DE LA ONU

La Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, CICIG, comenzó operaciones en el país, con la opinión en contra de la mayoría de guatemaltecos, por visualizarla como otro proyecto de injerencia de la mal llamada Comunidad Internacional en los asuntos internos.

Mi escepticismo lo he manifestado a través de este medio, más que todo porque la anterior misión de la Organización de Naciones Unidas, ONU, en Guatemala, los últimos años del conflicto armado interno, la MIUGUA, dejó un pésimo sabor de boca, con funcionarios que gustaban de lucir sus trajes de galas y medallas en reuniones de salón, y visitar nuestras bellezas naturales, pues se les veía muchísimo por Panajachel, pero no se miraba realmente qué le estaban aportando al país. Algo así como lo que también puede observar en El Salvador con la ONUSAL, cuyos funcionarios eran felices, porque los vi muchas veces, comiendo mariscos en La Libertad.

Sin embargo, he reconocido que el estilo personal del doctor Carlos Castresana, cuya experiencia al frente de la misión fue vital, fue haciendo que la CICIG, aunque permaneciera siendo el blanco de muchos que todavía la adversan, y no necesariamente miembros de la delincuencia organizada sino respetables ciudadanos, también es cierto que fue ganando terreno y haciéndose reconocer como una entidad que estaba (o está, quisiera pensar) por encima de las bandas delincuenciales o los grupos de poder que, cual zapadores, durante décadas han ido avanzando, paso a paso, en la tarea de copar las instituciones del Estado.
Será tema aparte, porque aquí no corresponde, la politización que se ha hecho de la Academia y de los Colegios Profesionales en ese intento por impedir la manipulación en los nombramientos. Baste decir, por el momento, que no escapa este elemento a mi análisis.

Carlos Castresana no vino solo a Guatemala. Trajo un equipo de profesionales, provenientes de diversos países, y su misión, muchas veces lo dijo, era formar guatemaltecos limpios de corazón, es decir, no cooptados, con una nueva escala de valores y principios diferentes, para ir creando equipos incorruptibles de investigadores que, al partir los expertos extranjeros y finalizar el mandato de la CICIG, estuvieran en capacidad de continuar limpiando de mafias y delincuentes no sólo las calles sino las instituciones en donde se han enquistado ladrones, estafadores y, especialmente, sicarios.

Todo iba bien hasta que el lado humano, la vida personal de Castresana, interfirió con su credibilidad pública.

Comenzó a ser un secreto a voces y a principios del presente mes, en un conocido programa radial, “Hablando Claro”, que presenta el doctor Mario David García, la ciudadanía supo de las aventuras extramaritales del Comisionado. Hasta un vocero de la esposa y de los niños fue entrevistado vía telefónica, hasta Monterrey, México, quien hizo ver lo golpeados que todos están por haber conocido, recientemente, de esas infidelidades.

Si hubiese sido un funcionario común y corriente, en nuestras latitudes, no habría pasado nada, pero resulta que Castresana ha sido la voz cantante con el tema de las tachas y la honorabilidad de los candidatos a ocupar importantes puestos dentro de las instituciones que tienen que ver con la justicia en el país, como la Corte Suprema de Justicia y el Fiscal General, a la luz de la nueva Ley de Comisiones de Postulación, aprobada por presión de la sociedad civil a raíz del asesinato del abogado Rodrigo Rosenberg.

Exigir de los demás un pasado relativamente limpio para buscar al candidato más idóneo, que no tenga tachas, ha sido confundido por muchos como una mancha en la honorabilidad, lo cual es distinto, pero le abrió al ahora ex comisionado una amplia gama de enemigos gratuitos.

Su vida privada fue atrapada por la esfera del carácter público de su gestión, y entendemos que ha de haber sido parte importante para tomar la decisión de dimitir el hecho de verse atosigado, de ahora en adelante, por ese tema, de manera que se vería imposibilitado, en el futuro, para exigir algo que él no estaba ya en condiciones de mostrar.

Sin embargo, creemos que un fuerte peso en la balanza, a la hora de tomar la decisión de dejar el cargo, tuvo que haber sido la filtración de personas vinculadas con el crimen organizado en el seno de los equipos de investigación de la misma CICIG, todo a raíz del nombramiento del nuevo Fiscal General, Conrado Reyes, un hombre de la confianza del Presidente de la República, Álvaro Colom, pues hasta hace poco fungía como asesor en el Registro General de la Propiedad, llevado por la administración actual.

Bien dice el dicho que a dos puyas no hay toro valiente. Ver socavada su credibilidad, por un lado, y ver minado el esfuerzo de un par de años por formar equipos limpios de investigadores, más la manipulación de expedientes de alto impacto, ligados a las serias acusaciones en contra de un antiguo Fiscal de Delitos Contra la Vida, Álvaro Matus, o a casos de genocidio, masacres y violaciones de Derechos Humanos, tuvo que ser desconsolador.

En el lejano oriente hemos visto muchas veces la inmolación auto infligida en señal de protesta. Es la manifestación de desacuerdo más seria que pueda haber en el planeta. La renuncia de Castresana, por ese doble cariz que he señalado, no puede considerarse, intrínsecamente, un sacrificio para sellar su desacuerdo, pero sí estamos de acuerdo en que sus últimas declaraciones, denunciado las interferencias del nuevo Fiscal del Ministerio Público, deben tomarse muy en serio.

Las declaraciones de Castresana, en ese sentido, debemos analizarlas en un doble contexto: las que se refieren al pasado del fiscal que ha tildado de corrupto, porque ha estado ligado a bufetes de abogados dedicados a las adopciones ilegales y a defender narcotraficantes, situaciones que debieron ventilarse en la Comisión de Postulación y que, en todo caso, debieron hacerse públicas con anterioridad, y las que se refieren a la actuación del abogado Conrado Reyes en su carácter de Fiscal General, es decir, con posterioridad a la discusión de las posibles tachas e inclusive de su nombramiento.

Es importante hacer esta dicotomía porque unas deben ser consideradas extemporáneas. No podemos permitir que los procedimientos sean revertidos cada vez que a alguien se le antoja agregar un nuevo elemento de juicio. Para eso están las instancias y los plazos legales. Pero, por otro lado, las malas actuaciones de un Fiscal General, así tenga 24 horas de haber sido nombrado, si son comprobables, son cusas justas para removerlo del cargo por el mismo Presidente de la República que recientemente lo nombró.

Es, por eso, importantísimo que pueda investigarse, imparcialmente, hasta la saciedad, todos esos cambios de personal que hizo el nuevo Fiscal General; investigar, a su vez, los vínculos que ese nuevo personal pueda tener con prófugos de la justicia, procesados y mafiosos; resguardar inmediatamente los expedientes a los cuales ha aludido Castresana y, a su vez, hacer una investigación imparcial acerca de lo que, con ellos, ha sucedido en el último mes, paso a paso.

Si de la investigación seria e independiente que se haga todo resulta un mal entendido o una falsedad, habría que darle al hombre de confianza del Presidente Colom el beneficio de la duda y que siga trabajando; pero si empiezan a salir esqueletos del closet, habrá que exigir, con toda la fuerza del caso, su remoción conforme a la ley.

El problema es que uno de los investigados es el mismo Presidente de la República. Habría que vigilar, además de lo señalado por Castresana, qué pasó con el expediente en donde el ciudadano Álvaro Colom sigue ligado a juicio por haberse determinado que 500 mil quetzales provenientes de fondos de la Contraloría General de Cuentas, en la época de Marco Tulio Abadío, fueron a parar a sus bolsillos de candidato a la Presidencia. ¿Qué fiscal tiene a su cargo el seguimiento del caso? ¿Qué se ha hecho del mismo? ¿Por qué no accionó la CICIG si se trata de un caso claro de impunidad en Guatemala?

En fin, es de agradecerle, además, al doctor Castresana, no sólo la entrega y el dinamismo con que se involucró frontalmente en una lucha difícil que ahora no tenemos claro cómo seguirá, aunque confiamos en que ha de seguir igual o mejor, pero el hecho mismo de su renuncia, tan al estilo europeo, demuestra un nivel de sensibilidad que en nuestros países es tan difícil ver.

“Esta mula es mi macho” suele ser la idiosincrasia del funcionario que, por situaciones mucho más cuestionables, se aferran a los puestos como si fueran de ellos. Tal vez por eso en nuestros países se le tiende a decir “hueso” a un puesto en la administración pública porque, como perros, solemos aferrarnos a él, por insignificante que sea.

Que le vaya bien, Castresana. No tuve el gusto de conversar con Ud. pero sí lo escuché en algún evento interesante. Le deseo todo el bien.

Al Fiscal General, por el bien de Guatemala, también le deseo todo el bien. Ojalá las denuncias no tengan fundamento y pueda continuarse trabajando bien.

Al Presidente de la República también le deseo todo el bien, por más que él mismo se empeñe en tomar tan malas decisiones y con su proyecto político esté llevando al país a una crisis, faltando a su juramento cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes, cuando no representa ni la unidad de la nación.

A quién tome las riendas de la CICIG también le deseo lo mejor.

martes, 8 de junio de 2010

CENTROAMÉRICA: TIEMPOS Y TRIÁNGULOS

Hace pocas semanas se cumplió medio siglo del Tratado de Asociación Económica entre Guatemala, Honduras y El Salvador; ese triángulo norte que, desde entonces, permanece a la vanguardia de la integración de Centroamérica pero que, en esos 50 años, ha llegado al punto de "pedalear sin cadena", es decir, permaneciendo casi en el mismo lugar por más esfuerzo adicional que se le ponga.

Fueron Miguel Ydígoras Fuentes, de Guatemala, Ramón Villeda Morales, de Honduras, y José María Lemus, por El Salvador, los Presidentes de los tres Estados que, un nueve de enero de 1960, sentaron las primeras bases de una nueva manera de integrarse, mediante una declaración conjunta que, días después, se traduciría en la firma del Tratado mecionado, a través de sus plenipotenciarios, en la ciudad de Guatemala, el seis de febrero de ese año.

No sé cómo fue el proceso de aprobación del mismo en el Congreso de Honduras y la Asamblea Legislativa de El Salvador, pero en Guatemala fue aprobado por el Organismo Legislativo el cinco de abril; el decreto de aprobación lleva el número 1348 y está publicado en el Diario Oficial (El Guatemalteco) el 4 de mayo de 1960.

Es decir, menos de 4 meses bastaron para que los Presidentes hicieran una declaración política, los técnicos se reunieran y llegaran a acuerdos acerca de un nuevo tratado y lo firmaran, el Congreso Nacional aprobara el tratado con más de las dos terceras partes del número total de diputados que lo formaban y el mismo cobrara vigencia con su publicación en el diario oficial. Hoy, con los tiempos que maneja la Administración Pública y la complicada agenda y manera de desenvolverse del Congreso, no creo que dos años bastaran.

De todos modos, al recordar la efemérides, vale la pena indicar que se ha avanzado algo en esa denominada asociación económica del triángulo norte; negarlo sería ingrato y, además, una manifestación de ignorancia; pero ese avance, que pudo ser mayor, muchísimo mayor, se ha estancado y ahora es difícil sacudir las estructuras y volverlas más benignas para la ciudadanía que espera mejores respuestas de los políticos y de los técnicos en el tema de la movilización de bienes y de personas, especialmente, en Centroamérica.

Los argumentos de quienes decían que había que tener mejores controles en la frontera para evitar el paso de criminales y de indeseables de un país a otro están por los suelos. Es un hecho que en las fronteras de Centroamérica ha habido demasiados controles, pero no se puede negar que esos controles sólamente operan en contra de la gente que cumple con la ley, y que los malosos, los delincuentes y cualquier persona que quiera evadirlos tiene miles de pasos ciegos para utilizar y, de hecho, los han venido y los siguen utilizando.

En Guatemala, por ejemplo, hay poblaciones enteras de salvadoreños que viven ilegalmente en el país, porque simplemente pasaron la frontera en tiempos difíciles y aquí se consiguieron una cédula falsa que los acredita como guatemaltecos, y así se han dedicado, unos a trabajar, que son la mayoría, otros a delinquir, como toda comunidad en cualquier parte del mundo. La costa sur y parte del sur oriente y del oriente guatemalteco viven esta realidad, pues gran parte de ellos ya no regresaron a su país, y difícilmente hicieron los engorrosos trámites legales para quedarse.

Lo mismo había sucedido hasta 1969 en que se dio la recordada "Guerra del Futbol" entre Honduras y El Salvador, con núcleos de población salvadoreña asentada en territorio hondureño; y algo similar sucedió con los nicaragüenses que, a fines de los años 1970's, huían de su tierra natal para refugiarse en otros países, especialmente Costa Rica.

Por otro lado, en 50 años ha mejorado la infraestructura de carreteras de Centroamérica, pero el promedio de velocidad en que se mueven las mercaderías no es mucho lo que ha avanzado, porque son innumerables las trampas que la misma tiene en el camino, como exacciones ilegales, registros a cada rato, simples colocaciones de túmulos sin autorización, y hasta ocurrencias administrativas, como la reciente de las autoridades nicaragüenses al pretender utilizar cabezales de ese país y no dejar a los de los demás países seguir movilizando la carga. Todo esto sin mencionar los robos de furgones y los asaltos.

Lo anterior, aunque el consumidor no se dé cuenta, tiene unos enormes costos para la población. Un paquete de galletas o una bolsa de dulces producidos en Costa Rica, tienen incorporado en el precio la enorme cantidad de horas que su transporte pierde haciendo colas en las fronteras, o la "mordida" o "coima" que el piloto tuvo que pagar porque "no había sistema" en la frontera. Igual le pasa a los cargamentos de frutas y de verduras de Guatemala en su paso hasta Panamá, en donde obviamente tienen que pagar el precio de la ineficiencia del sistema al comprar una canasta de moras o un manojo de acelga.

A ver cuándo llega el momento en que el parque de contenedores y de cabezales de la región se puedan utilizar las 24 horas del día en una Centroamérica sin fronteras internas que permita un mejor intercambio y bajar costos para todos.

Ahora que se ha firmado el Acuerdo de Asociación con Europa, el tema de la Unión Aduanera cobrará vigencia tarde o temprano, pero aunque cada día estemos más cerca, volvemos al tema de los tiempos: si fueran como hace 50 años, ya el mencionado Acuerdo sería objeto de debates en el Congreso y se estaría en el proceso de aprobarlo y de que cobrara vigencia, pero al paso que hoy son las cosas, ni siquiera conocemos el texto oficial, en español, de lo que se firmó en Madrid, España, el 18 de mayo del presente año, y lo más seguro es que pasaremos los siguientes 2 o 3 años en el proceso de ver si se aprueba el mismo o no.

Mientras tanto, el resto del mundo avanza y nosotros seguimos sufriendo los embates de la naturaleza, discutiendo el sexo de los ángeles y viendo pasar, gobierno tras gobierno, sin que se vea un gobernante con visión y decisión, como para renovar el impulso que aquel viejito que, de candidato, se puso a saltar cuerda para demostrar que todavía estaba joven, don Miguel Ydígoras, le imprimió, con sus homólogos del triángulo norte de Centroamérica, al proceso de integración regional.

BIENVENIDOS, EMPRESARIOS VENEZOLANOS

Es obvio que el dictador de moda, Hugo Chávez (de moda porque es quien tiene el dinero, no el seso ni el carisma), no quiere empresarios en Venezuela.

La ha emprendido en contra de inversiones hoteleras, energéticas, de medios, de transporte, de todo. Lo último es el proceso de expropiación que está en marcha en contra de una enorme empresa productora de alimentos y bebidas, lo cual pondrá en más riesgo a la población, ya que su incapacidad, como la de cualquier gobierno que se mete a hacer tareas que no le corresponden, ya dio al traste con 20,000 toneladas de alimentos que mandó a importar, según él para hacerle la competencia a la burguesía productora, pero en lugar de repartirlos o de venderlos a tiempo, se pudrieron y se echaron a perder.

¡Una mancha más al tigre no importa! Y como el petróleo sigue fluyendo y los precios no bajan, que siga la piñata chama.

Mientras tanto, todas esas fuentes de empleo que se pierden en Venezuela se habrán de crear en otro país, los niveles de desocupación crecerán y se pagará más por la comida, porque en lugar de producirla localmente habrá que pagarla en monedas duras y, además del cambio de moneda por comida, habrá que agregarle fletes, seguros, comisiones, costos de estibadores, etcétera, y en lugar de fluir hacia la población a través de una cadena redituable pero eficiente, ahora lo hará a través de una que no tiene costo, porque es estatal, pero sumamente ineficiente, y los venezolanos la pagarán más cara por partida doble: porque será más cara que la producida y ofertada por una iniciativa privada que compite entre sí, y porque vaticinamos que será más escasa, como sucede en Cuba, lo cual producirá muy pronto un mercado paralelo que será negro, muy negro.

Guatemala necesita inversiones, crear más plazas de trabajo y mejorar sus niveles de competencia no sólo para exportar, que ya exportamos gran cantidad de comida, entre vegetales, frutas y productos procesados, sino para el mercado interno, que le cae bien a los actuales actores más presencia y diversidad.

Desde acá les damos la bienvenida. Tenemos nuestros problemas, como todos saben, pero éste es un país en donde serán bien recibidos y donde sus negocios podrán prosperar en un ambiente de igualdad y tolerancia, como lo hicieron muchos cubanos hace décadas y nicaragüenses y salvadoreños en un pasado más reciente.

jueves, 3 de junio de 2010

LA VERDADERA VOCACIÓN

Apenas el 4 de mayo escribí un ensayo denominado CUANDO LA OPCIÓN POR LOS POBRES ES VERDADERA, que recoge algunos datos referentes a la trayectoria de toda una vida de mi madre apoyando a la Liga Nacional Contra el Cáncer. Hoy vale la pena retomar el tema.

Resulta que la semana pasada llegó el Presidente de la mencionada Liga, don José Moreno, a su casa, a notificarle que la Junta Directiva de la misma había considerado declararla Presidenta Honoraria Vitalicia, acto que se llevó a cabo, hoy, en el pequeño auditórium de que tienen sus instalaciones.

Como no quiero que se pierdan sus palabras de agradecimiento y, además, estimo conveniente que todo el mundo conozca sus motivaciones, su manera de entender esa entrega por los necesitados, las transcribo a continuación:

"Estimados amigos:

Mi primera experiencia cercana con el cáncer fue hace más de 50 años cuando a mi padre le diagnosticaron cáncer del estómago. Creo que Dios utiliza a veces situaciones difíciles para hacer que nosotros encontremos caminos que pueden darle sentido a nuestras vidas. Ése fue mi caso. Y es algo que agradeceré por siempre, pues me dio la oportunidad de ayudar y serle útil a otras personas.

He venido bendiciendo los dones generosos y abundantes que Dios ha derramado sobre mí y sobre mis compañeras de trabajo. La muerte de mi esposo y de mi hijo me hizo sufrir mucho pero desde que los entregué al Espíritu Santo estoy tranquila y buscando en qué ocuparme para que el vacío en mi vida no me entristeciera.

Gracias a Dios por las personas amorosas que me rodean, la familia, los amigos, las compañeras de trabajo de la Liga Nacional Contra el Cáncer que contribuyen a mi felicidad y a quienes aprecio tanto. Ofrecemos nuestro tiempo y nuestras manos para satisfacer las necesidades de los enfermos. La manera como las usamos va entretejiendo la historia de nuestras vidas.

Quisiera aprovechar este momento para pedir de ustedes que se inscriban como socios de la Liga, dando su contribución de Q.20.00 a Q.300.00 mensuales para ayudar a la quimioterapia de nuestros pacientes de escasos recursos que en medio de una enfermedad, pierden además toda esperanza de vida por no poder comprar los medicamentos que necesitan.

Agradezco las manos y mentes que han contribuido al mejoramiento de la calidad de vida de nuestros pacientes y en esta ocasión quiero agradecerle especialmente a Lilly (de Marroquín, quien propuso el homenaje) y a las señoras del Patronato por esta muestra de cariño al nominarme para ser presidenta vitalicia.

Sigamos ayudando y dejémonos guiar por ese Dios amoroso que nos ama y nos guía.

Gracias a todos. Los quiero mucho."

Como podrán haber observado, ni siquiera en el homenaje que se le hizo pudo dejar de pedir ayuda para la Liga, su Liga, porque así la siente.

La vocación original de esta singular señora era la enseñanza. A mí me enseñó a leer y escribir de 3 años de edad, con un juego de letras de plástico de colores que todavía recuerdo. Durante toda mi infancia y juventud la vi dar clases y ver que, por donde iba, la paraban y la saludaban con un cariñoso "Miss Gloria"; pero, como ella misma dice, la enfermedad de su papá cambió el curso de su vocación, la cual originalmente combinaba con la otra, pero a la postre se quedó apoyando con toda su energía, que era mucha, a este proyecto en donde muchas veces la vi regresar totalmente descompuesta por haber estado expuesta a casos dolorosos, especialmente de niños inocentes con terribles tumores en la cara o en su cuerpecito, o de madres agonizantes que no sabían qué sería de sus hijos cuando ellas no estuvieran.

Tesón, perseverancia, amor por el prójimo, metas claras, falta de miedo para pedir por los demás, cuentas horrorosas de teléfono (porque se prendía de él a llamar a medio mundo), desvelos, todo eso ha acompañado su vocación.

Los depósitos de víveres donde se supone que venden más barato, los conocí por élla. Siempre cuidando los centavos del Patronato Femenino para que éste, a su vez, pudiera apoyar los programas de la Liga.

Hoy no deseo comparar lo que es entregarse sin buscar nada a cambio por los más necesitados con lo que, de un tiempo a acá, solemos ver en los periódicos o ver y escuchar en las noticias. No deseo rebajar este ensayo. Baste decir que tengo más de 50 años de acompañar a una verdadera devota por los pobres y, encima, enfermos, lo cual me da la experiencia necesaria como para saber diferenciar las cosas, apreciar y valorizar la verdadera virtud y despreciar el hecho de que de esos pobres y necesitados se aprovechen.

Guatemala necesita más mujeres que, con fe en Dios, entreguen alma y corazón por una causa noble.




Posteriormente le tenían una sorpresa, ya que la parte posterior del mencionado auditórium, que tenía unas tembloreras viejísimas, fue remodelado, y en su lugar, la municipalidad de Guatemala colaboró remozando un pequeño jardín, el cual fue denominado Gloria Asturias de Flores, en su honor. Cuando la llevaba de la mano hacia el área donde se develó una placa conmemorativa me dijo, refiriéndose a la esquina del jardin: "ese quiosco que está ahí lo donamos entre Martita de Andrade y yo".



Aparte de ser un orgullo para la familia que la trayectoria de toda una vida sea reconocida de esta manera

miércoles, 2 de junio de 2010

EL BIENESTAR POR DECRETO SE VUELVE MALESTAR

Uno de los cursos principales del primer año del Doctorado en Sociología de la Universidad Pontificia de Salamanca giraba alrededor del "Estado Bienestar", ese entramado de beneficios sociales que, especialmente en Europa, durante décadas, han venido recetándose por decreto, y que ahora que son millones de ciudadanos los que se benefician de ello, llevando a los gobiernos a funcionar con grandes déficit durante los últimos años para mantener ese tren de vida, ha convertido ese estado de bienestar en una pesadilla que, con los obligados recortes presupuestarios que están teniendo que hacer ante la realidad económica, se está convirtiendo en un estado de malestar para millones de ciudadanos, tanto para quienes están en su etapa productiva como para aquellos respetables ciudadanos que ya se han retirado y ver, de la nocha a la mañana, mermadas sus pensiones. No puede haber algo más triste que, en lugar de subirle la pensión a un anciano, posiblemente enfermo y sin más recursos, se le rebaje.

Para comenzar por el principio debemos decir que, aunque Platón, con su República, fue quizás el primer socialista, todo esto comienza en el siglo XIX, en pleno auge de la industrialización capitalista, como una reacción ante las pésimas condiciones bajo las cuales se producía en las fábricas y se vivía en los centros urbanos.

Son los pensadores alemanes quienes, especialmente, le van dando fuerza a las ideas, algunos de ellos influenciados por los enormes cambios sociales producto de la Revolución Francesa, como Georg Hegel, el consolidador del método dialéctico que posteriormente utilizara Karl Marx para redactar su "Manifiesto Comunista", preparándole el campo a los pensadores posteriores para desarrollar, ya en la práctica, con muchísimas variantes, todas estas ideas que, en aquella época, eran novedosas y, por no haber sido puestas en práctica, atrayentes.

Ya el período conocido como La Ilustración, que se dio más que todo en Inglaterra y Francia, un poco antes, había influido bastante, y las ideas de ésta, mezcaladas con la algarabía que desató la presentación de Carlos Darawin de su Teoría de la Evolución de las Especies, también contribuyó al desarrollo de ideas de evolución hacia mejores fines en el ámbito del aparato social.

Es bajo ese influjo de pensamientos que se comienza a desarrollar un socialismo incipiente, que en la vertiente revolucionaria y violenta del marxismo-leninismo podemos ver llegar al poder en Rusia, con el triunfo de la Revolución Bolchevique que con un Estado centralista, el férreo control del Comité Central del Partido Comunista al frente de una dictadura llamada "del proletariado", porque el poder ejercido por esos pocos siempre se publicitó que era en nombre de todos; con la liquidación de la aristocracia y la burguesía y la paralela colectivización de la sociedad, más otros hechos como la instauración de un régimen de terror presidido por las purgas de adversarios políticos, de la cúpula militar y hasta de los mismos aliados y compañeros de causa, le fueron conformando un perfil distinto de los demás socialismos.

Pero por otro lado, las ideas socialistas de finales del siglo XIX y principios del siglo XX fueron de la mano de los nuevos partidos políticos que representaban estas ideas y los sindicatos, sus aliados naturales, ambos nacidos recientemente a la vida del conglomerado social como consecuencias distintas de las mismas causas, el inhumano capitalismo incipiente que, en su afán por perfeccionarse, como todo proceso biológico y social, seguía y proseguía causando muchísimos males y haciendo evidente el enriquecimiento al grado de la opulencia de unos pocos, gracias a un sistema que explotaba, literalmente, el esfuerzo físico de las grandes mayorías, incluyendo niños, en jornadas de trabajo agotadoras, agobiantes, que muchas veces producían graves enfermedades e incapacidades y hasta la muerte.

Es así que los políticos que defendían la instauración de mejores jornadas de trabajo y, en general, mejores condiciones para la gente, coincidieron con los miembros de los sindicatos, sus electores, de manera que el socialismo comenzó a llegar a los parlamentos y, desde ahí, de una manera democrática, comenzó a impulsar sus ideas, a ganar adeptos y a aprobar, mediante decretos, los primeros beneficios no personales para el conglomerado social. Por supuesto, hasta aquí se trataba realmente de conquistas logradas a pulso, con mucho esfuerzo mediante el convencimiento de las mayorías en un ambiente, la mayoría de las veces (valga la redundancia), democrático (recordemos que, en la discusión, también había anarquistas y todo tipo de actos, algunos de ellos violentos que, hoy, podríamos calificar de terroristas).

Es decir, hubo toda una cosmovisión apoyada en ideas anteriores y relacionadas con variados temas, la cual sirvió para que, durante algunas décadas, los teóricos desarrollaran, por su cuenta, sus propias teorías que no sería sino muchos años después que germinarían al ponerse en práctica.

Ayudaba mucho a la consolidación del pensamiento socialista el que algunos teóricos, como Karl Kautsky y otros, sostuvieran que la sociedad capitalista en la cual se desenvolvían conduciría ineluctablemente a una polarización que, a la postre, acarrearía la ruina de las clases medias y de los pequeños propietarios, siendo esta la causa de la autodestrucción del capitalismo y la garantía del triunfo del socialismo que promulgaban.

La Primera Guerra Mundial fue, quizás, uno de los primeros indicios de la globalización que se dieron en el planeta y, hasta esa fecha, fue probablemente el acontecimiento más grande que hubiese sucedido bajo los registros de la historia humana (es decir, no cuenta el exterminio masivo de los dinosaurios).

Hasta el advenimiento de esta terrible guerra el gobierno no intervenía en la orientación de las políticas económicas, ya que privaba el denominado laissez-faire (el dejar hacer, dejar pasar); pero la depresión económica de la posguerra con la consecuente crisis de empleo que generó, más el advenimiento de los primeros gobiernos fascistas que mucha gente creía producto de ese dejar hacer, dejar pasar, las ideas volvieron a tomar su curso y, de ahí en adelante, los gobiernos comenzaron a influir en las políticas económicas y de generación de empleo sin que mucha gente objetara al respecto.

Mientras tanto, era tal el nivel de desocupación, que las plataformas de todos los partidos socialistas de la época contemplaban la promesa del pleno empleo. Ésa era la incursión, en los asuntos de todos, de los planificadores económicos, quienes veían como algo natural al proceso de incursión en los destinos del país la nacionalización de empresas que, hasta entonces, habían estado en manos privadas, al amparo del postulado que la producción debía estar para el uso de la sociedad y no para el beneficio de algún particular, lo cual les granjeaba gran apoyo popular y, de alguna manera, los legitimaba.

El otro gran evento del siglo XX, la Segunda Guerra Mundial, con su senda de destrucción y muerte sólo abrió paso, en el período de la nueva posguerra, al rediseño de las primeras políticas globalizadoras de la economía y las finanzas, con los Acuerdos de Bretton Woods, en donde se decide la creación del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional.

Casi tres años antes, Franklin D. Roossevelt y Winston Churchill habían firmado la Carta del Atlántico en donde, con gran visión, en medio de la guerra (en la cual Estados Unidos todavía no había entrado), se atrevían a vislumbrar al mundo de la posguerra.

Los trabajos de preparación de la conferencia de Bretton Woods, por el lado británico, estuvieron a cargo del economista Johan Maynard Keynes, que con sus ideas de la intervención estatal en la economía a través de la utilización del gasto público para fomentar el desarrollo y, especialmente, en torno a la política de generación de empleo, han sido dos elementos característicos de la totalidad de gobiernos socialdemócratas hasta la fecha, aunque muchos otros incluían en su plataforma política la controvertida redistribución del ingreso.

Keynes rechazaba la teoría marxista de la autodestrucción del capitalismo, y sostenía que sus ideas eran una forma burocrática de lidiar con los problemas, los cuales podían y debían ser resueltos con refinamiento y delicadeza, generando el ambiente propicio para que el capital prosperara, garantizándose, así, la paz y el tan ansiado consenso social sin sobresalto alguno. ¡La flema inglesa!

Fue de esta manera como el capitalismo salvaje inicial, el denominado capitalismo tradicional, fue evolucionando, reformándose, modificándose y reinventándose, sin perder su esencia, por efecto de las ideas socialistas que, como reacción a sus efectos originarios, lo fueron permeando.

Mientras esto se daba, me refiero a los países europeos, las originales clases obreras, marginadas, del siglo XIX, se fueron aburguesando. Ya no eran los trabajadores harapientos que no tenían derecho alguno y que se veían constreñidos a trabajar de sol a sol, sino los empleados de la fábrica que vivían en departamentos en edificios multifamiliares, que iban al trabajo en auto propio o en transporte colectivo, que salían a cenar, iban al cine y visitaban el zoológico con los niños.

Así, una nueva sacudida socialista se da en 1968, en que la juventud europea, espoleada por la francesa, sale a rebelarse en contra de todo orden establecido, es decir, también en contra de los dirigentes de izquierda, los socialistas y los comunistas, a quienes les reclaman haber traicionado la revolución. Recordemos que ya los dirigentes comunistas de la Europa democrática habían optando por apoyar, políticamente, la represión que la URSS hizo de las juventudes revolucionarias húngaras, en 1956, prefiriendo aliarse a la ortodoxia comunista representada por Moscú que a los ideales intangibles de la aspiración socialista.

Es así como muchos gobiernos socialistas han venido gobernando en algunos países de Europa, administrando el capitalismo, eso sí, y muchas veces implementando políticas neoliberales para poder mantenerse en el poder, como lo vimos con Francoise Mitterrand, en Francia, o Felipe González, en España, quienes, encabezando partidos denominados socialistas, lideraron los procesos de privatización y tomaron medidas económicas contrarias a la, hasta entonces, ortodoxia socialista de nacionalizar los bienes de producción y democratizar, por lo menos en teoría, los beneficios de ellos, haciendo un lado el dogmatismo para privilegiar un pragmatismo hasta entonces inusitado.

Sin embargo, en Europa las fuerzas políticas están en los parlamentos y es ahí donde se da el debate político, y durante años ese debate ha ido de la mano del populismo, de la granjería, del otorgamiento de beneficio tras beneficio al conglomerado social que ellos, los diputados, ven como electores e instrumentos para obtener su permamencia en los estratos de poder.

Poco a poco las sociedades europeas han ido adquiriendo mayores beneficios económicos y condiciones, tanto en salud, en educación, como en edad de jubilación, porcentajes de sueldo al jubilarse, seguros de desempleo, etcétera.

Una de las grandes rémoras de España consiste, precisamente, en lo que ellos denominan el paro y que nosotros denominamos desempleo. Existen tales incentivos para no trabajar, en España, que mucha gente prefiere no trabajar que hacer el esfuerzo por conseguir empleo.

En Holanda, por ejemplo, el socialismo es tal, que cuando alguien se queda sin empleo no tiene que salir a buscar uno; el Estado le comienza a pagar un alto porcentaje del último sueldo reportado y, encima, se encarga de conseguirle un nuevo trabajo de acuerdo a sus habilidades y condiciones, y le avisa cuando se lo consigue, lo cual, según he podido observar, es ineficiente.

Ahora que se ha destapado el patético caso griego y que los alemanes han salido a apoyar con dinero, no se sabe si a Grecia como país o a los mismos bancos alemanes, acreedores de los bancos y del gobierno griego, el debate que se ha dado en Alemania es interesante porque son los contribuyentes alemanes, con fondos provenientes de los impuestos que pagan, los que ayudarán a los griegos a salir adelante del problema que enfrentan por irresponsabilidad en el manejo de las finanzas. Sin embargo, mientras un alemán tiene que trabajar hasta los 65 años y se jubila con un 65% de su último salario, los griegos se pueden jubilar a los 47 años con un 80% de su último salario. Sólo en este ejemplo nos podemos dar cuenta por qué los alemanes tienen dinero para rescatar a los griegos, que no lo tienen.

No es casualidad, por ejemplo, que Georgios Papandreu hijo, el Primer Ministro griego, sea hijo del fundador, del mismo nombre, del Partido Socialista Democráctico (en 1935) y que, habiendo sido formado en un ambiente socialista que lo ha llevado no sólo a ocupar el indicado puesto sino a ser el Presidente de la poderosa Internacional Socialista, haya presidido también el XXIII Congreso Internacional de la misma en Atenas, en 2008. Me pregunto cuándo convocarán el siguiente Congreso y cuál será la agenda en medio de esta crisis existencial.

Es que el Estado Bienestar tiene un costo, un enorme costo. Como bien dijo Milton Friedman, no hay almuerzo gratis. El despilfarro de hoy, mañana o pasado mañana se tiene que pagar. Eso le está sucediendo a Grecia.

España no se queda atrás. Está en un proceso de dar marcha atrás en algunas liberalidades de ese Estado Bienestar, rebajando pensiones, agregándole años a la edad de retiro. Ahora mismo está en discusión, con las centrales de trabajadores que aglutinan a sindicatos que representan millones de trabajadores, el nuevo acuerdo laboral que España necesita para salir adelante de la crisis en que está porque, en ese almuerzo del que hablaba Friedma, han terminado el postre y, mientras se toman el café (de Guatemala, por supuesto), la factura les ha llegado y hay que pagar. Ya ha dicho el Presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, que si no hay acuerdo, igual va a firmar, el 16 de junio en curso, el decreto con la nueva política laboral española, lo cual vaticina o una política con cambios tibios o una batalla campal, en las calles, entre sindicatos y gobierno.

De ahí el título de este ensayo. Los beneficios sociales, como cuestan dinero, deben ir de la mano de la capacidad real del Estado no sólo para otorgarlos sino para garantizarlos en el tiempo, porque otorgar beneficio tras beneficio sin reparar en los costos hasta que ya no se puede cumplir ni siquiera con las obligaciones primordiales, no deja opción, obliga a hacer recortes en aquéllos, cambiando el estado de bienestar que producen cuando se otorgan a un estado de malestar cuando, sin quitarlos, simplemente se reducen, produciendo, como es de esperarse, convulsiones sociales innecesarias si los políticos que se llenan la boca al aprobarlos tuvieran un tanto de responsabilidad para vislumbrar el futuro del país y no ver tano sólo el momento actual o su posible reelección.

Este ensayo tiene historia comprobable y conlleva la intención de hacer pensar, con ejemplos de actualidad de lo que sucede en los países desarrollados que tienen muchísimo más dinero que nosotros, con relación a lo que sucede en nuestros países, en donde la tendencia actual es a hacer piñata el futuro de varias generaciones, endeudando irresponsablemente al país por dos razones fundamentales: la primera, para regalar el dinero en un programa poco transparente y que genera más dudas que otra cosa, el cual podría ser de enorme beneficio si se institucionalizara sin el ingrediente político partidista; la segunda, para pagar intereses de deudas contraídas con anterioridad.

Quien tenga dos dedos de frente concordará conmigo en que ese almuerzo, representado por ese despilfarro que se hace de los recursos del Estado, todos lo tendremos que pagar, hasta los guatemaltecos que no han tenido la oportunidad de nacer todavía.