jueves, 31 de julio de 2014

EL PRESUPUESTO DEBERÍA ESTAR LIGADO A LA RECAUDACIÓN DE UNA NACIÓN

     Las autoridades responsables de la aprobación del presupuesto (los diputados), de gastárselo o de ejecutarlo (especialmente los funcionarios del Ministerio de Finanzas, MiFin) y de recaudar el dinero para uno y otro propósito (en la Superintendencia de Administración Tributaria, SAT), desde hace un tiempo, bastante largo, no terminan de ponerse de acuerdo con las metas, las cifras que se manejan, las proyecciones para efectos de cálculo, los niveles de déficit fiscal, la carga tributaria y hasta en el marco jurídico que, al tocarlo a principios del actual gobierno (2012), generaron tal incertidumbre (con el involucramiento de otro tipo de autoridades, las que administran la justicia constitucional), que la imagen que tenemos, internamente, es de no tener rumbo, de ver al país cada vez más debilitado ante tanto endeudamiento, y externamente ha de ser, seguramente, de caos, lo que en poco ayuda a mejorar el clima de negocios del país.


     La gráfica que publica hoy, Prensa Libre, en su página 31, con el título de Recaudación histórica, de la cual reproducimos una fotografía porque su edición electrónica viene ilustrada con otro tipo de imágenes, en casi nada concuerda con el titular de la nota que la contiene: SAT no alcanzaría meta de recaudación.




     Y es que sucede que el MiFin establece las metas de recaudación bajo la óptica de quien también prepara el presupuesto, depende del Presidente de la República, es parte del Gabinete de Gobierno y tiene una enorme presión por gastar, mientras que la SAT hace el trabajo de recaudar efectivamente los tributos o impuestos o, por lo menos, la mayor parte.

     La gráfica evidencia que la recaudación ha venido subiendo año con año, pero bajo el anterior esquema, las metas de recaudación siempre serán superiores a la realidad.

     A propósito de realidad, ahí es precisamente en donde deseamos hacer énfasis y a lo que el título del presente ensayo se refiere.

     Como el proyecto de presupuesto es elaborado por el MinFin bajo las presiones anteriormente dichas para someterlo a aprobación de un conglomerado de diputados ansiosos por que este sea más grande cada vez, al grado de estarse ya hablando de un escenario alto de Q.79,477 millones para el año entrante (2015), con una proyección alta de ingresos de Q.55,950 millones (hay un escenario bajo también), lo que vemos es un esquema vicioso que, de no corregirse, nos lleva inexorablemente a un mayor endeudamiento cada año y, fatalmente, a una posición tan débil para enfrentar nuestros compromisos financieros como le hemos visto a otros países que descuidaron sus niveles de deuda y que han tenido que salir a clamar por que los rescaten.

     Hablarle a los ciudadanos que el déficit fiscal es únicamente del 2.8% del Producto Interno Bruto, PIB, es mentirles.  Si la nota de prensa dice que el déficit será de Q.13,497 millones (aunque de restar la cantidad menor a la mayor, en el párrafo anterior, nos da Q.23,527 millones, que ya de por sí es una diferencia enorme), el porcentaje del que debiéramos estar hablando no debiera referirse al PIB sino al del proyecto de presupuesto de que se trate, que en este caso sería el 16.98% el faltante (o el 29.60%, si sabemos restar y establecemos que la diferencia es de poco más de Q.23.5 millardos que se presupuestan para gastarse pero no se recaudarán).

     Cualquiera que haya hecho deporte sabe de la importancia de la precisión, del pulso para encestar, para meter un gol, para hacer un servicio de tenis de campo o de mesa, para batear o lo que sea.  Lo menos que esperamos de nuestras autoridades encargadas de las finanzas del Estado es que tengan la mayor certeza posible.  Se pierde un partido o un campeonato por una imprecisión de un milímetro, y lo que vemos en los cálculos y proyecciones más serias de nuestras autoridades da pavor.  Nos parece que cualquier persona que va a la carnicería del mercado de su barrio podría sacar mejor las cuentas, con todo y que el negocio de la carne también está revuelto.

     Como pensar es gratis, lo que se nos ocurre para terminar con tanta falacia, presiones desde el ámbito de la corrupción y en aras de una mayor certeza, es que el techo presupuestario debiera ser determinado por la realidad de la recaudación.

     Por ejemplo, si la recaudación al 31 de diciembre de un año dado termina en 100, el presupuesto del año entrante debiera ser 100, la meta de recaudación para ese año que comienza debiera ser un porcentaje sobre ese monto, y lo recaudado de más durante el año de ejecución del presupuesto debiera ir directamente a cancelar la deuda más cara del Estado en ese momento, lo cual ayudaría a ir desarmando esa bomba monetaria que cada vez es mayor.  

     Con el tema de los nuevos endeudamientos no estamos en total desacuerdo, pero nosotros abogamos por que los mismos se den únicamente para proyectos que generan sus propios medios de pago, y como de todos modos tienen que pasar por su aprobación en el Congreso de la República, pues nada cuesta hacerlo juntamente con la correspondiente ampliación del presupuesto para poder ejecutarlo.

     Los técnicos en finanzas podrán ser muy técnicos, y los políticos muy políticos, pero ambos han demostrado, durante décadas, estar alejados de la realidad y, especialmente, del ciudadano.

     Nosotros estamos acostumbrados a representar los intereses del ciudadano.  No tenemos actualmente un cargo que nos legitime, pero sí el deber cívico de continuar de su lado, y lo que vienen haciendo técnicos y la mayoría de políticos al respecto no es transparente, atenta contra nuestra soberanía e independencia financiera y nos está llevando al abismo. 

     

miércoles, 30 de julio de 2014

LOS FONDOS BUITRES DE LA DEUDA ARGENTINA. LECCIONES PARA LOS PAÍSES DEUDORES

     Nos ha parecido curioso que nadie que hayamos leído o escuchado en los canales internacionales de noticias, acerca de la sentencia dictada en Nueva York que obliga al gobierno argentino a pagar parte de la deuda contraída, lo haga, ya no digamos con la verdad, sino con sentido común.

     Todas las notas hacen ver al juez que la dictó como el malo de la película, a los tenedores de los bonos que demandaron judicialmente el pago y que ganaron el juicio, como los "buitres", y al gobierno argentino como la víctima porque hubo gente que no se quiso plegar a la "negociación" tan buena para ellos que se hizo años atrás.

     Comencemos por decir la verdad más grande: aquí, la única víctima que existe, es el pueblo argentino que, hemos visto durante décadas, no sólo paga impuestos sino que ha sido esquilmado por procesos inflacionarios absurdamente perversos que han minado su poder de compra, por una megalomanía de su clase dirigente (que incluye presidentes, ministros, directores generales, alcaldes, diputados y una pléyade de funcionarios inútiles donde sabemos que alguien habrá de salvarse pero no lo conocemos todavía) que, con una corrupción enquistada en la médula de su sistema político, no ha sido capaz de sacársela de encima y los sigue acarreando y cargando gobierno tras gobierno.  ¡Desde aquí mi solidaridad para con la gente de a pie que tiene que sufrir a estas lacras!

     Comencemos también por decir otra verdad de perogrullo: las deudas se contraen para pagarse.

     ¿Cómo sería un mundo donde toda persona individual o jurídica que contrajese una deuda lo hiciese con el ánimo de manipular las cosas, extorsionar a sus acreedores y, finalmente, no pagarles o pagarles sólo la parte que le venga en gana?

     ¿Habría un banco interesado en prestarle dinero? ¿Habría un almacén dispuesto a darle crédito para comprar el más sencillo electrodoméstico?

     ¿Se puede imaginar un mundo donde el "fiado", las entregas "en consignación" y las tarjetas y cartas de crédito no existan y toda compra deba hacerse estrictamente al contado? 

     Imagínese un mundo sin cheques, por temor a que no se lo paguen al llegar al banco porque el librador giró orden en contrario o porque el banco pagador se pone a negociar con Ud. cuánto él desea pagarle a Ud. del monto original.

     Pues esto es lo que sucede con la deuda argentina, que en años pasados fue creciendo y creciendo, por irresponsabilidad de ese puñado de políticos de turno que hemos mencionado, al contratarla, hasta que llegó alguien que quiso pasarse de listo y pagar solamente un porcentaje de la deuda total, olvidándose que los primeros políticos, aquéllos que contrataron la deuda, en un afán por lavarle la cara al negocio y por darle tranquilidad a los inversores de aquel momento, le dieron vida a las emisiones de bonos, esos que hoy no quieren pagar, bajo el amparo de leyes de otro país, en este caso de Estados Unidos de América, específicamente las leyes de Nueva York, que es un centro financiero mundial que inspira confianza.

     Anoche, en un noticiero internacional, vimos y escuchamos las declaraciones de la presidenta argentina Cristina Fernández en las que dice: "no queremos que nadie nos regale nada"; lo cual es una gran falacia porque, si no está en disposición de pagar la deuda que el gobierno que hoy representa contrató con garantía soberana (pensemos por un momento sobre la profundidad que esto conlleva, pues hablamos del honor de nuestra patria), y que seguramente recibió en su totalidad, ejerciendo presión para no cumplir lo que cada título representativo de esa deuda señala en letras y en números, lo que efectivamente desea es, precisamente, un regalo.

     Sacarle las cuentas a los tenedores actuales de esos títulos, del valor en que compraron y lo que ganarían ahora, tratando de forzar otra "negociación", pero no sacarse las propias cuentas de lo que han dejado de pagar a todos los acreedores que confiaron en la solvencia del país y se espantaron cuando los amenazaron que o aceptaban o no les pagaban nada, es, sumado a lo anterior, doblemente inmoral.  ¿Quién es el verdadero buitre de este entuerto?  Es la ciudadanía argentina la que debería sacarle las cuentas a sus gobernantes de en qué se gastaron el dinero, a qué cuentas fue a parar y, especialmente, cuál es el daño que le han hecho al entorno de negocios del país entero.

     De lo que estamos seguros es que no fueron los acreedores quienes se pusieron de acuerdo y fueron a Argentina a endeudarla.  Fueron los políticos del gobierno los geniales creadores de las emisiones de bonos y de gastar y despilfarrar la plata, y fueron los técnicos y diputados los que aprobaron la deuda: otros políticos.  Se trata de influenciar la opinión pública en el sentido que quienes quieren recuperar su dinero son buitres, pero la verdadera carroña proviene de otro origen, qué años que se dio y todavía apesta.

     ¿Por qué elevamos nuestras ideas con indignación al respecto? 

     A mediados de la década de 1990 surgió una iniciativa del Banco Mundial, BM, encaminada a aliviar la deuda de los Países Pobres Altamente Endeudados (HIPC, por sus siglas en inglés). Honduras y Nicaragua, en Centroamérica, calificaban para aplicar a este programa que les reduciría la enorme carga que tenían por servicio de la deuda, y se suponía que esto no sería gratis, pues también había unas condiciones que los países beneficiarios deberían cumplir.

     Nosotros conocimos de cerca esta iniciativa cuando, en febrero de 1996 nos incorporamos al directorio del Banco Centroamericano de Integración Económica, BCIE, el Banco de Desarrollo Regional de Centroamérica.

     En algún momento, antes de finalizar el milenio pasado, Honduras y Nicaragua finalmente fueron parte de este alivio de deuda que nunca pareció una extorsión, pues no provenía directamente de los países deudores sino de la banca multilateral, y han pasado suficiente años como para que no mantengamos frescos los detalles.

     Sin embargo, hay varios elementos que vale la pena recordar. Uno de ellos es que los beneficiarios no podían volver a contratar deuda como no fuese en términos preferenciales, lo que se entendía con largos períodos de gracia e intereses que no pasaran del 2% anual.  

     Otro, la parte más dolorosa de la HIPC, es que los grandes bancos multilaterales, el BM, el Fondo Monetario Internacional, FMI, y el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, especialmente, involucraron en ese alivio de deuda forzoso al mismo BCIE, lo que significó que los demás socios del banco, especialmente los países fundadores como Guatemala, El Salvador y Costa Rica, que han mantenido su disciplina para endeudarse y que también son países pobres y con grandes necesidades, tuvieron que pagar las piñatas que se habían roto en los patios de sus vecinos y correr con los costos del alivio de deuda de Honduras y de Nicaragua.

     Fue tan injusto el trato que se le impuso al BCIE en contra de los otros países pobres de la región, que la propuesta de que se aliviara la deuda de estos dos países a cuenta de su capital accionario, que a la larga tampoco los habría afectado, no se aceptó, por lo que hoy continúan en calidad de socios con los mismos porcentajes que los demás.  Es más, por lo que observamos hoy día, ni siquiera la limitación para volverse a endeudar parece estarse cumpliendo.

     De modo que estamos familiarizados con lo injusto de estas condonaciones a cargo de otros y a entender cómo una acción de un país, por no pagar su deuda, le puede afectar a otro, especialmente si es el tuyo.

     ¿O somos tan ingenuos de no darnos cuenta que la irresponsabilidad de los políticos argentinos le afecta a todos los demás países latinoamericanos por el riesgo que implica meterse a financiar proyectos en una región en donde los compromisos no se honran?

     Estamos seguros que la iniciativa privada argentina, con ese trato peculiar de sus autoridades para con quienes han confiado e invertido en su país, financiándolo, o llegado a operar proyectos que luego le son arrebatados, como le sucedió a una empresa española, han sentido en carne propia cómo se les han cerrado las puertas para el financiamiento privado, pues el "capital" es ingrato (realmente quienes lo manejan) y suele no hacer distinciones entre el empresario que produce en un país y las autoridades de ese país.  Ni siquiera, insistimos, entre países de la misma parte del mundo.

     Por eso hemos sostenido en este espacio, desde hace años, que el desempeño personal de las autoridades y no sólo el marco legal de un país, hace que las cosas funcionen debidamente o se conviertan, paulatinamente, en un caos generalizado.

     Sabemos y entendemos de esa cláusula que se dio, en medio de las negociaciones anteriores para no pagar la totalidad de la deuda, que le permiten a los tenedores con quienes se negoció, optar por un mejor trato si a alguien más se le paga mejor que a ellos: la cláusula RUFO.  Como lo vemos es que fue un riesgo que se corrieron las autoridades argentinas, en esa oportunidad, con tal que los tenedores aceptaran una más que forzada negociación, y perdieron.  Así como los inversionistas compraron unos bonos que el gobierno que los emitió se encargó que valieran igual que la basura, corriéndose a su vez su propio riesgo, y ganaron.

     La mejor elección que pueda haber de todo esto es que Argentina pague lo que debe.  Sus reservas internacionales en dólares de los Estados Unidos de América se lo permiten, por un lado, pero por otro está el respeto a lo que dice un bono, respaldado por las leyes de Nueva York.  ¿Por qué? Porque detrás de esa elección está la lección: ¿Quién querría invertir, en adelante, sobre la emisión de cualquiera otro de nuestros países, si ni siquiera en Nueva York se respeta lo que en esa ciudad y bajo el amparo de su legislación se suscribió?

     No creemos que los neoyorquinos permitan que su plaza, una de las más importantes y serias del mundo para hacer negocios, sirva a politiqueros del tercer mundo, que así nos ven, para montar nuestros propios esquemas de enriquecimiento ilícito.

     Además, si quienes han gobernado Argentina y lo siguen haciendo no tienen palabra de honor, es su problema.  Nosotros abogamos por que los contratos, las emisiones de deuda, el marco legal y hasta la palabra dada, se respeten.

     El gobierno argentino le haría un inmenso favor a su ciudadanía productiva no dándole más vueltas al asunto, pasando página y dedicándose a construir una nueva etapa de la mano de los empresarios que arriesgan, de los trabajadores que la sudan duro para llevar sustento a su familia, y especialmente por ese clima de negocios que hoy no es propicio para invertir y para generar más empleos.  En el fondo todos sabemos que ese dinero lo deben.

     Además, las sentencias no se negocian.  Se cumplen.

     

jueves, 24 de julio de 2014

PARTICULARIDADES DE ACTUALIDAD DEL PROCESO POLÍTICO GUATEMALTECO.

     Cada país tiene sus particularidades propias de su proceso político.  En el caso guatemalteco, sin abundar en detalles por el momento, se acaba de dar el caso que el Tribunal Supremo Electoral, TSE, después de venir advirtiendo durante años que no se hiciese campaña política anticipada, es decir, antes de que el mismo convoque a elecciones abriendo de esa manera la participación política, resolvió suspender las actividades de todas las organizaciones políticas cuyos dirigentes se habían robado la salida.

     Después de eso, como la inauguración de obras por parte de posibles candidatos a la Presidencia de la República que hoy ocupan cargos de Ministros de Estado quedó en el limbo y, de hecho, el Gobierno de la República continúa gastando una montaña de dinero en publicidad, curiosamente en las áreas de seguridad y de infraestructura, que son los dos ministerios en donde están identificadas las dos personas que podrían correr con dicha candidatura del partido oficial, se ha dado otra reacción.

     Se trata de la renuncia del candidato que ha venido punteando las encuestas, hasta ahora, del cargo como Secretario General de su partido político para, desde el punto de vista individual, continuar con esa campaña política que el TSE está tratando de prohibir, por anticipada, y que, si bien es cierto en las comunidades del interior del país no se protesta, es despreciada por las grandes mayorías urbanas, especialmente dentro de las personas más enteradas y más educadas.

     Decimos que fue una reacción porque, si se hubiese ordenado que los ministros que aspiran a tan alto cargo dejasen de aparecer en todo, quizás esta situación no se habría dado.

     Desde nuestra faceta de profesional del Derecho tenemos que concordar que esta renuncia es una acción legal, pues no está prohibida por la ley, aunque en este momento el TSE está pendiente de conocer si acepta o no dicha renuncia.  ¿Acaso alguien puede estar obligado a ejercer un cargo?  Nos parece que ese alto Tribunal no tendrá más que declarar la legitimidad del acto y tenerse que quedar callado, viendo al otrora candidato en todos los medios, sólo que ahora como "promotor social".

     Pero no es acerca de las leyes escritas que deseamos enfocar nuestras ideas.  La Ley es la ley y para eso estudiamos Derecho.

     Es acerca de las normas no escritas, que atañen a la política, que quisiéramos enfocar nuestros pensamientos en adelante; esas reglas implícitas que el político tiene, a fuerza, que tener presentes, porque actuar conforme a ellas afecta el bienestar o malestar del ciudadano, en lo individual, y hace el ambiente social en que nos desenvolvemos más o menos respirable, según se actúe y según nuestras actuaciones, en el ámbito público, sean percibidas por las comunidades diversas que conforman nuestra sociedad y por las personas que comentan y forman la opinión generalizada, en su estrecha o amplia esfera personal, pero la de cada quién.

     El político que, en el siglo XXI, se conforma con actuar conforme a Derecho y se olvida que la ciudadanía siente, opina y aprueba o desaprueba, está perdido.  Aunque es cierto que hace falta muchísima educación, en general, dentro de las grandes masas de población de nuestro país, también lo es que grandes segmentos de la misma están más informados y apoyan o rechazan las actuaciones políticas en donde se sienten tomados en cuenta u ofendidos.

     La política, con cada día que pasa, se perfecciona más como mecanismo de intercambio, y nuestras decisiones, como dirigentes, aunque estén apegadas a la ley, están en el ojo de la conciencia colectiva y, dependiendo de cómo percibe cada quién una actuación, y ahí es donde entran esas reglas no escritas, el ciudadano de a pie nos dará su apoyo o nos dará la espalda.

     No tomar en cuenta la sensibilidad ciudadana nos parece un error garrafal, y aunque no nos atrevemos a externar cifra alguna, la sumatoria de tantos errores parece hacer gravitar, en el ambiente, la conformación de una decisión colectiva de un gran sector del conglomerado urbano que, nos parece, está cada día más ansioso de que llegue el día de las elecciones para desquitarse.

     La decisión equivocada de la generalidad de políticos en pugna por la Presidencia de la República de no respetar una convocatoria, de salir antes de tiempo a poner vallas y "muppies" por todos lados, a contratar anuncios de radio, de televisión abierta y canales de cable (y, ahora, algo que parece que nadie ha percatado, hasta de poner su propio programa de noticias), de salir a pintar postes, piedras, puentes, árboles y hasta símbolos patrios, como las centenarias ceibas, les va a salir caro.

     Las elecciones en Guatemala, a partir del año entrante, 2015, serán distintas, pues lo que vemos es que todas esas personas que ya no aguantan la prepotencia de los candidatos que no los respetan, unificarán criterios para no dejarlos avanzar, y cambiarán para siempre la manera como se hace política en el país, pues habrá alguien que los unifique en su contra y, todo lo malo que han hecho sin tomar en cuenta a los electores, se les vendrá en su contra, derrumbando sus sueños como cae un castillo de naipes.

     De ahí, en adelante, los políticos tendrán que cambiar y tratar de caminar más poniéndose en los zapatos de la gente común a la que pretenden gobernar.

     Lo bueno de todo es entender que nuestro sistema político es imperfecto pero que, dentro de todo, está por generarse un cambio positivo.  Hasta ahora hemos visto que, mientras más enfermo estaba nuestro sistema político, peor se ponían las cosas, pero la era de la información hace que grandes masas ciudadanas formen criterio, no se dejen engañar y actúen, en mayoría, en el mismo sentido, y media vez se den cuenta del poder que tienen, el resultado será irreversible.  

     Ese individualismo se volverá colectivo, saboreará más la derrota del político que odia que el triunfo del político que apoya, y el gusto por ese poder de quitar ya no lo dejará y lo hará prepararse mejor para la siguiente elección, pues se dará cuenta que la exteriorización de las cavilaciones que todo esto le provoca no es mala, que sus ideas son compartidas y que hay un sentido común qué aplicar en política, aderezándola desde su computador a su manera.

     El político que no se da cuenta de hacia dónde soplan los vientos en el momento que le ha tocado vivir, está en desventaja y lleva las de perder.  Por eso, y porque también se han de romper otros paradigmas (¡copa!), nos atrevemos a decir que el candidato puntero está cavando su propio sepulcro al afectar el sentir de los ciudadanos, en su intimidad, y no ganará la elección, como tampoco lo hará ningún candidato oficial, por mucho presupuesto del dinero de todos que le inviertan.
     

miércoles, 23 de julio de 2014

NARANJAS, MANÍAS Y MULAS, DECLARADAS DE "ALTO RIESGO"

     Acaba de entrar en vigencia la resolución 338-2014 del Consejo de Ministros de Economía de Centroamérica, COMIECO, en cuyo anexo de 37 páginas se desarrolla la directriz sanitaria y fitosanitaria "para la facilitación del comercio de envíos de mercancías centroamericanas" (sic.), en donde la burocracia regional se ha tomado la molestia de categorizar la peligrosidad de la oferta generalizada de mercancías, de modo que los burros, las mandarinas y la sábila, si es para plantarla, están definidas como peligrosas, de manera que ahora, para "facilitar" su comercio, las mismas están sujetas a pre avisos de 15 días, revisiones in situ y quién sabe qué más trámites, llenado de formularios y obtención de certificados y marchamos, volviendo todavía más engorroso su tránsito por la región y, por ende, encareciéndole la vida a la ciudadanía consumidora.

     Los granos como frijol y maíz están incluidos en dicho tratamiento de "Alto Riesgo".

     Es preocupante que las instituciones que fueron creadas para integrarnos son, precisamente, las que crean las barreras para no hacerlo.  Mientras otros países firman tratados de libre comercio (sí, liberalizando el comercio), en Centroamérica estamos generando barreras no arancelarias para entorpecer ese flujo libre que debiera haber.

     Entendemos que los Ministerios de Agricultura estén preocupados por las cuestiones sanitarias y fitosanitarias, pero que sean los ministerios encargados de facilitar el comercio y de fortalecer nuestras economías los que aprueben medidas que van en contra de su sentido de ser, no lo podemos entender.

     El Proceso de Integración de Centroamérica tomó un nuevo impulso al final de la década de 1950.  Que quede para la historia este período, con este tipo de "fumadas" de los Ministerios de Economía, como uno en donde sus funcionarios no supieron entender ni para qué estaban en esos puestos, ni a la ciudadanía a la que se deben ni el correr de los tiempos.

     Los señores ministros que conforman el COMIECO debieran estar debatiendo cómo quitan las fronteras y aprueban el libre tránsito de personas, de mercaderías y de capitales.

     Las medidas sanitarias y fitosanitarias son importantes y son necesarias, pero debe haber mejores maneras de fortalecerlas sin acabar con el comercio de la región o, por lo menos, sin agobiarlo más de lo que está con ese pésimo sistema de carreteras, de los pequeños feudos que representan cada aduana y de la inseguridad de las rutas.

     Recordemos que todo camión o trabajador que tenga que esperar un trámite es costo que va sobre la mercadería.  El consumidor, aunque no lo vea, está pagando en el precio el combustible, el desgaste de las llantas, el vigilante con escopeta que cuida el cargamento y cualquier incidencia del camino.

     Un cursillo de competitividad para nuestros Ministros de Economía no caería mal.  Si nos dieran la oportunidad, nosotros seríamos los primeros en querer darles una charla.

     Ojalá tengan las suficientes luces para darse cuenta de su garrafal error y enmienden el curso de la norma vigente.

     Para facilidad del lector, abajo los hipervínculos para acceder a la resolución y a su respectivo anexo:

http://www.sieca.int/Documentos/DocumentosMostrar.aspx?SegmentoId=2&DocumentoId=4946

http://www.sieca.int/Documentos/DocumentosMostrar.aspx?SegmentoId=3&DocumentoId=4947 

miércoles, 16 de julio de 2014

CASO MIGRANTES: LA COMPLEJIDAD DEL PROBLEMA EN IMÁGENES.

     La anterior edición dominical de Prensa Libre (13 de julio de 2,014) trae sendos artículos que tienen que ver con lo que han dado en denominar "crisis humanitaria", la de los niños y jóvenes migrantes de Centroamérica (especialmente del también llamado "Triángulo Norte" compuesto por Guatemala, El Salvador y Honduras).

     El primero, titulado "Revisan estrategia migratoria", en página 4, documenta la noticia de la visita a Guatemala de siete congresistas estadounidenses de los dos partidos mayoritarios, de la reunión que tuvieron con el presidente Otto Pérez Molina, el canciller Fernando Carrera y el embajador de Guatemala en Estados Unidos de América, EUA, Julio Ligorría, y el viaje relámpago que hicieron a la frontera México-Guatemala, la cual es ilustrada por las siguientes fotografías:


 
En la página 5 el artículo se titula "Vuelven al país, pero sueñan con EE. UU", y es ilustrado por una fotografía del sepelio de Gilberto Ramos Juárez, el adolescente de 15 años cuyo cadáver apareció en el desierto del sur de Texas, EUA, vino recientemente al país y fue inhumado en su tierra natal, San José las Flores, Chiantla, Huehuetenango, en las montañas de Guatemala.  La fotografía es la siguiente:



     Las ideas que hoy deseamos expresar son evidentes.  El problema de vivir dentro de la pobreza, carente de oportunidades, sin servicios básicos, ni siquiera los esenciales, entre el lodo o el polvo dependiendo de la estación, rogándole a Dios que caiga algún trabajito o que no nos enfermemos porque no hay para las medicinas, o que llueva para que haya cosecha que nos permita no pasar hambre, es muy complejo de comprender cuando se vive una vida de aires acondicionados, trajes caros y lujos como constituye viajar en helicóptero, saltándose hasta los molestos túmulos o topes de la carretera.

     Los enviados del país del norte podrán ser de alto nivel, como resalta la nota periodística, lo cual no dudamos; de lo que dudamos es que esa visita haya sido, del todo, productiva. ¿Qué nivel de sensibilidad puede tener un funcionario para poder captar, desde una oficina de Casa Presidencial o desde el aire, la desnutrición crónica de la población, el desánimo que campea en las comunidades, los anhelos de una población que sufrió lo caliente de la guerra fría y que, desde que se firmó la paz sólo ha recibido promesas?

     En lugar de una visita de traje de pocas horas de duración, preferiríamos haber visto a alguien que se fuese a meter a las montañas a hablar con la gente, a conocerla, a vivir unos días sus miserias para hacerlas suyas, llevárselas en la mente y en el corazón, de regreso, y poder llegar a contar una historia realmente verdadera y no a redactar un simple informe que, asumimos, se referirá a las peticiones que ellos mismos hicieron a nuestras autoridades.

     En los países en donde EUA ha entrado en guerra ha habido un proceso posterior de reconstrucción; hasta en Vietnam, en donde perdieron y prácticamente salieron huyendo pero luego volvieron y lo convirtieron en uno de los mayores productores de café barato del mundo, perjudicando, sin querer, como siempre, a muchos pequeños productores de las montañas centroamericanas.

     Nuestros países fueron escenario de batallas de las dos superpotencias, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, URSS, y EUA, quienes no se declararon formalmente la guerra pero se la hicieron acá, entre nuestras selvas tropicales.  El dinero, la asesoría, los entrenamientos, el armamento y el material de apoyo como helicópteros, etcétera, ellos lo pusieron.  Nosotros pusimos los muertos.  En ambos bandos.

     Luego de que cayera el Muro de Berlín y finalizara la URSS en medio de nuevos vientos que trajeron la Perestroika (la reestructuración) y el Glasnost (la transparencia), los centroamericanos quedamos en solitario y nadie se acordó que había que reconstruir estos países, especialmente por el tejido social de comunidades enteras que fueron desplazadas por esa guerra y que, al repatriarse, no encontraron ni respuesta a sus expectativas, ni oportunidades ni, en la mayoría de los casos, sus propias viviendas que fueron quemadas, arrasadas o simplemente ocupadas por otras personas.

     El rezago en educación que esos años de bombas, de balazos, de humo y de fuego nos trajeron, todavía persiste.

    Entonces, ¿de qué se extrañan que esos seres humanos olvidados por todos busquen oportunidades para, por sí mismos, mejorar su porvenir?

     Ojalá esta simple combinación de fotografías les abra los ojos a los responsables de la política en Washington y en los estados fronterizos con México de EUA, pues no se trata de una invasión de niños o de migrantes inescrupulosos o delincuentes, sino de una consecuencia de épocas pasadas, de la falta de atención de nuestros políticos criollos pero también de los demás.

     Pueden aprobar los US$.3,700 millones y utilizarlos todos para blindar su frontera, para poner más satélites en el espacio y drones en el aire para controlar lo que quieran; pueden contratar más armamento y soldados para patrullar su línea fronteriza y más jueces para ordenar las deportaciones, crear más cárceles para encerrar temporalmente a los migrantes, que mientras los políticos que toman esas decisiones no se bajen al suelo a comprender las causas de la pobreza y a invertir en su reversión, las cosas no sólo no se compondrán sino que esa marea, nos atrevemos a predecirlo, se incrementará.

     Que sirvan estas pocas líneas para ayudar a esos políticos estadounidenses con brillantes carreras universitarias y trayectorias políticas a comprender la complejidad del problema y que, así, sus ideas se enriquezcan y estén en condiciones de acordar soluciones integradas a la realidad que, a la larga, les salgan más baratas también. 

lunes, 14 de julio de 2014

LA ENSOÑACIÓN MARINERA DE HEGEL Y EL DESARROLLO EN LA ERA DE INTERNET

     El político que no ha leído a los clásicos puede ser genial para hablar, pero hablará sin sustancia, sin verdadero fundamento, y su capacidad de aprehender las causas de las cosas y de prever sus efectos y consecuencias, lo que implica hacerlo sin emitir ulteriores juicios, será muy limitada.

     Se puede ser duro de entendederas, pero cuando se tiene disciplina, la lectura de ideas de los grandes pensadores del pasado, sin distinción de barreras ideológicas o de cualquier naturaleza, lo único que nos proporcionará en el quehacer político serán ideas más profundas, algún grado de clarividencia, mayores posibilidades de entrever consideraciones que, quien no lee o lee simplemente para entretenerse, "entrelineas", y no para aprender, no puede visualizar.

     Jamás hemos sido marxistas, por ejemplo, aunque tenemos amigos que lo son, pero hemos leído a Marx para comprender mejor sus ideas, para comunicarnos mejor con esos amigos y para tener las herramientas para comprender mejor los asideros conceptuales expresados por otro tipo de pensadores.  

     Si fuésemos pintores la diferencia entre leer y cultivar nuestra mente y no darle ese alimento intelectual sería pintar, o con una paleta de grises con muchas opciones limitadas a eso, o con una rebosante de colores y de oportunidades distintas para mezclar y mejor transmitir una imagen concebida en el éter del pensamiento.

     Es en este orden de ideas que, hace poco, releíamos a Hegel (Jorge Guillermo Federico), quien, al morir, dejó muchos escritos, uno de los cuales fue publicado años después de su fallecimiento: Lecciones sobre la Filosofía de la Historia Universal, en donde, al explicar la visión racional de la historia universal, porque la razón rige al mundo y, por ende, la historia de este ha transcurrido racionalmente, le da, además, un fundamento geográfico, lo cual le sirve para explicar las tres fases por las que, hasta la época en que él vivió, ha pasado la humanidad, dependiendo del tipo de asentamiento humano en que se desenvolvió.

     La primera, la de las naciones nómadas, que corresponde a la del altiplano, la de las grandes estepas y llanuras que recorrió la humanidad trashumante, acarreando y guiando a sus ganados hacia los mejores pastos y bebederos y alimentándose de él; la segunda, que le proporcionó mayor arraigo y que corresponde a la del desarrollo de los agricultores, que corre a la par de los asentamientos fluviales que le permiten tener contacto con el líquido vital sin desvincularse de la tierra, movilizando los cereales y vegetales hacia él en lugar de movilizarse todos a la vez; y la tercera, la del asentamiento costero en que se vislumbran nuevas maneras de generar riqueza y novedosas condiciones de progreso, lanzando al ser humano al comercio, a la navegación, a la exploración de otros mundos, si se quiere, pues el hombre se sitúa en medio de un elemento que le da la idea de lo ilimitado y de lo infinito (aunque no sea ni uno ni otro), y lo anima a superarlo, dándose, por vez primera, el rompimiento del cordón umbilical de sus ancestrales vínculos con tierra firme.

     Entender cómo Hegel vislumbra la libertad del ser humano atada a su entorno geográfico y cómo aquélla evoluciona en la medida que este modifica el entorno en que el conglomerado social se desenvuelve, situando al autor en la Europa pre revolución industrial, la de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, es una herramienta invaluable para tratar de hacer lo mismo en la América Latina o África de principios del siglo XXI, en que fijar la visión sobre el horizonte marino ya no es suficiente para imaginarnos nuestra ruta, pues quienes tenemos ordenador vivimos una experiencia parecida todos los días, con una Internet que nos brinda respuestas a nuestras cotidianas inquietudes pero, en la medida que más respuestas tenemos, más dudas generamos, en un círculo virtuoso por la sed de saber y conocer más.

     La ensoñación marinera de Hegel que, según él, generó capacidades humanas que no pudieron perfeccionarse tierra adentro, es equiparable a las nuevas capacidades que hombres y mujeres (sin descartar, por supuesto, a los niños de ambos géneros) están, hoy, frente a sus computadoras, creando, generando nuevas maneras de hacer y de establecer las cosas, con nuevas velocidades e impensables economías de escala.

     Si hace dos siglos la imaginación, generadora de las nuevas ideas que fueron el germen del desarrollo de tiempos pasados, estaba limitada a los amaneceres o atardeceres en las playas y la visión de cómo aparecían o desaparecían las embarcaciones, con sus velas desplegadas, la capacidad de imaginar, hoy, es a la velocidad de la luz, con fotografías accesibles de las más lejanas galaxias que podamos conceptualizar, con la sumatoria de millares o millones de elevados pensamientos probando nuevas formas o profundizando conceptos que, en nuestros días, se añejan en cuestión de meses o semanas, descartándose o evolucionando hacia algo superior o, por lo menos, distinto o más especializado y mejor enfocado.

     La velocidad del desarrollo, hoy, comparada con la que analizó Hegel a través de la historia, es vertiginosa, y es alentador imaginar que lo que moldeó la geografía hace unos siglos, hoy lo impulsa y modifica algo intangible como la suma de tantos pensamientos del ayer y hoy e hipótesis aventuradas como archivos le caben a la red de computadoras que, hace apenas medio siglo, era algo impensable en nuestras vidas cotidianas.  ¿Y qué es medio siglo para el devenir completo de la humanidad?

     Esto nos hace pensar que la brecha evolutiva del desarrollo de las naciones, en la medida que los ciudadanos de unos países están conectados a la red y otros no, se ensancha a velocidades insospechadas.

     Es urgente la conexión del mundo de los pobres, hoy relegados a pocas o nulas oportunidades, al mundo de los privilegiados que gozan, ya, de dicha conexión.  Internet ha dejado de ser un privilegio; es una necesidad para la evolución del género humano.

     Visualizar el desarrollo de poblaciones con dádivas, ayuda exterior o banca multilateral, sin conectar a la gente donde hoy se están generando las nuevas ideas de desarrollo de la humanidad, e inventándose las nuevas maneras de generar riqueza, es tirar el dinero a la basura y engañarse, por mucho que tal o cual programa se denomina "de desarrollo".

     El mundo comenzará a desarrollarse, integralmente, cuando no quede un ser humano que no tenga acceso al caudal de conocimiento que representamos todos los seres humanos.  No entender esto no es ser duro de entendederas sino carecer de éllas.

lunes, 7 de julio de 2014

UN POCO MÁS SOBRE LOS NIÑOS Y JÓVENES MIGRANTES

     Mucho se ha dicho, en Guatemala, sobre este nuevo y preocupante fenómeno social.  Es entendible la fuga y partida de unos cuantos niños hacia Estados Unidos de América, EUA, pero cuando los atrapados por las autoridades de ese país ya pasan de 50 mil, nos imaginamos que la cantidad de menores migrantes es verdaderamente impresionante, y tiene muchas causas.

     La mayoría habla de la violencia como la razón primordial de este éxodo, pero nosotros no lo creemos, pues la gran parte de migrantes es originaria de Huehuetenango, un lugar en donde hay poca violencia que afecte a tantos miles de niños y jóvenes y, por otro lado, no hemos visto datos que reflejen el abandono de áreas violentas, con maras influyendo la vida de todos, como la zona 18 de la capital, que nos haga pensar en respaldar este argumento.

     También se habla de violencia intrafamiliar, de mala información acerca de que, media vez entren a territorio de EUA, si son menores no van a ser deportados.  Hay gran cantidad de información dispersa que no deja de ser otra conjetura, pues no hay estudios serios al respecto.

     Dentro de todo esto, nosotros seguimos creyendo, porque hemos visto el proceso de deterioro durante años, que la gente se va porque donde vive no hay oportunidades de ocuparse en algo que le dé dinero.  Así de simple.

     En EUA, los analistas políticos, expertos en muchos temas, quizás, fallan al señalar que solamente los países centroamericanos tenemos la culpa de todo esto.  Que son nuestros países los que deben contener esta ola de migrantes ilegales.  Todo este debate en medio de mayores acuerdos, entre los dos partidos políticos grandes, el Demócrata y el Republicano, por mejorar la defensa de su frontera territorial.

     Nuestro análisis es el siguiente, visto evolucionar en el tiempo pasado, analizando nuestras actuales carencias y falta de visión estadounidense y, especialmente, tratando de visualizar el escenario futuro.

     Quienes dicen que son los Estados centroamericanos quienes deben atender a la población, tienen razón.

     En el caso de Guatemala, el latrocinio de varios gobiernos, especialmente desde el año 2000 hasta la fecha, hace que gran parte de los recursos públicos se pierda en los bolsillos de funcionarios inescrupulosos, de los electos y de los nombrados.  Cuando la cabeza está podrida, todo el cuerpo tiene a corromperse, y es lamentable que nuestros últimos gobernantes, con la débil excepción de Oscar Berger, han saqueado y esquilmado los recursos para atender a la gente de una manera desenfrenada.

     Esto, de alguna manera, hay que componerlo.  La cañería del gasto está picada y podrida, y los recursos que fluyen a través suyo no llegan, ni por asomo, a donde deben llegar.

     Si esto no se hace y la población más vulnerable no es atendida, el flujo de migrantes ilegales no terminará; al contrario, se incrementará a niveles hoy no pensables, y lo que nos sacaremos, con la falta de entendimiento que los políticos de EUA tienen, sería algo serio, como un cierre indefinido de sus fronteras a nuestros productos o algo parecido, lo cual incidiría en un agravamiento de las condiciones, especialmente de las personas que viven en el campo, donde crecen los productos agrícolas que constituyen nuestra mayor oferta de intercambio.

     EUA tiene razón en proteger la integralidad de su territorio como cualquier otro país.  ¿Quién se lo puede negar? Guatemala tuvo, durante muchos años, prohibiciones específicas para el ingreso de algunas ciudadanías y etnias y, hasta donde sabemos, aún las tiene.

     Pero en EUA también tienen que entender que convivimos juntos en este continente donde el ser humano ha llegado a poner fronteras en los últimos siglos.

     Por ejemplo, si allá necesitan droga y esta es producida en Sud-América, el corredor natural para que esta pase es Centroamérica.  Fue por eso que, cuando Virgilio Barco, el presidente colombiano que inició la persecución de los carteles al final de la década de 1980, nosotros organizamos un acto público donde llegó la mayoría del cuerpo diplomático acreditado en Guatemala, pues no sólo reconocíamos la valentía del mencionado presidente sino aprovechábamos el acto para alertar a todo el mundo que el siguiente escenario de ese conflicto sería, precisamente, Centroamérica.

     Eran  los años de finalización del conflicto armado interno en nuestros países pero la de iniciación de otro tipo de conflicto más escondido, más secreto, menos ideologizado pero es evidente que hasta más sanguinario que el anterior.

     Hasta la fecha, EUA no pasa de atrapar distribuidores de barrio de las drogas, pero durante años nunca hemos escuchado que caigan los capos de la misma, allá.  No somos tan ingenuos como para pensar que, por estar en territorio estadounidense, no hay grandes jefes y todos se trata de menudeo en las grandes ciudades.

     El gran negocio de la droga producen inmensas fortunas en los países productores Y EN LOS PAÍSES CONSUMIDORES, pero en nuestros países los pagos se hacen con droga, y el gran tráfico y el menudeo local deja algo de dinero a algunos, pero a costa de grandes problemas de adicción que antes no teníamos pero, especialmente, con un corredor de violencia, de temor y de zozobra.

     Por supuesto que este tema hay que entenderlo y atenderlo, pero para efectos del tema de este ensayo es importante entender las aristas del desarrollo, que es tan disparejo para nuestros pueblos y para el pueblo estadounidense.

     Cuando uno se despierta con el sol y se acuesta con el atardecer, y emplea gran parte del tiempo diario en acarrear agua para cocinar y lavarse y leña para cocer los alimentos, se comienza a tratar de entender la vida, sin fines de semana ni feriados, de centenas de miles de mujeres, de niños y niñas, que emplean sus exiguas fuerzas tan sólo para estos dos fines.

     Cuando el hombre sale a trabajar varias horas antes de que salga el sol, regresa ya anochecido, emplea sus domingos y feriados para trabajar sus siembras o para hacer labores comunitarias y, aún así, nunca tiene el dinero suficiente para cubrir ni sus necesidades básicas, aunque no se entienda completamente, ya nos vamos metiendo en la mentalidad de quienes aspiran y solamente aspiran a tener algo mejor, si no para ellos, que ya no ven salida, sí para sus hijos, para sus nietos.

     Nuestros países podrían comenzar a reprimir a los padres que instan a sus menores hijos a hacer estas jornadas tan peligrosas, especialmente cuando el resultado es la muerte de uno de estos viajeros infantiles o juveniles.  Si ejercen la patria potestad, bajo nuestra óptica y bajo el amparo de la ley, no es responsable arriesgarlos a tremendos peligros que todos, sin excepción, conocemos.

     Pero, ¿detendrá esta represión este éxodo?  Ya se ha visto que nuestros niños, nuestras niñas y nuestros jóvenes son más valientes de lo que hubiésemos pensado.  Nosotros no lo creemos.

     Mientras esos niños que están naciendo y creciendo en las montañas, mientras los padres y abuelos de esos niños y jóvenes no vean que, alrededor de su comunidad, hay oportunidades para que esos retoños salgan de la pobreza, de esa que nosotros, más acomodados, hemos dado en categorizarla sin darnos cuenta que todo pobre es pobre en extremo, esto no va a detenerse.

     Esta lección es la que debe aprender EUA.

     La Unión Europea, UE, lo entendió a tiempo y, en lugar de prepararse a recibir una marejada de pobres sin oportunidades, en Europa del Este, se preparó para hacerlos socios, con lo cual hubo inversión y acompañamiento en los países recién liberados del comunismo, la UE creció y las empresas de Europa Occidental tuvieron, poco a poco, otro inmenso mercado de compradores para sus productos, y oportunidades de inversión en mano de obra más barata en los nuevos países, sin que hayan tenido problemas de desempleo en sus propios países, los cuales se dieron años después debido a sus malas políticas económicas.

     EUA tendrá que aprender esta lección, ante lo cual le quedan dos caminos: 

  1. aprender a la mala, blindando su frontera y gastando miles de millones de dólares para tratar de contener una ola de niños, jóvenes y adultos que cada vez será mayor, teniendo que negociar a cada tanto una nueva reforma migratoria que incluya a las nuevas decenas de millones de migrantes ilegales dentro de su territorio, sea quien sea el partido que gobierne; o,
  2. asumir, desde ya, su responsabilidad histórica, actuar con inteligencia y valentía y comenzar a invertir, en nuestros países, en su industrialización, en tecnología, en educación, no de manera aislada sino a la par de los gobiernos que, a su vez, asuman el compromiso de detener el drenaje y despilfarro de nuestros pocos recursos.
     Nosotros estamos seguros, conociendo la idiosincrasia guatemalteca, que mucha gente preferiría tener menos de lo que puede conseguir en EUA si, en su perspectiva, visualiza que, aquí, puede tener algo.

     El mejor negocio para EUA, en estos momentos y bajo las actuales circunstancias, es comprender la problemática social y, utilizando sus grandes recursos económicos y la clarividencia que pueda quedar de algunos de sus políticos, no sabemos si los más jóvenes o los más sabios, hacernos sus socios en lugar de sus enemigos.

     El "Tren de la Muerte" debe convertirse en una de las rutas de intercambio de mercancías que muestre cómo, en lugar de detenerse en la frontera sur de México, se interna en nuestra sub-región.  Ésa será la muestra de que el Tratado de Libre Comercio de Norte América, el TLC, se amplía hacia el Darién.

     No tenemos idea si Dios nos dará vida para ver estos cambios, este importante giro en la política exterior de EUA, pero sí estamos seguros que el tiempo nos dará la razón.  

LA ENVIDIA. MOTOR DEL DESARROLLO

     A mediados de 2008 comenzamos a escribir lo que sería nuestro segundo libro, el cual llevaría el título que lleva este ensayo, pero a medio camino se dio el Golpe de Estado que el presidente de Honduras, Manuel Zelaya, le dio a la Constitución de ese país y, luego de escribir sobre el tema durante varios meses, perdimos el rumbo sobre el propósito original, hasta la presente fecha.

     Sin embargo, el principio que postulábamos, esa envidia sana que produce ver al vecino prosperar y querer hacer lo mismo para ponernos a la par, sigue siendo válido.

     No sabemos si, finalmente, ese libro será terminado y verá la luz algún día, pero en aquella oportunidad tuvimos a bien entrevistar a varias personas involucradas con el movimiento cooperativista del país y, la semana pasada, recibimos el mismo día del evento una invitación electrónica para participar de una rueda de prensa que daban las mujeres cooperativistas agrupadas, a la cual asistimos aunque fuese a la carrera.

     Intercambiar opiniones con estas esforzadas mujeres, aunque fuese por unos pocos minutos, y escuchar el planteamiento de sus inquietudes, las cuales dicho de paso apoyamos abiertamente, ha renovado nuestro entusiasmo por darle forma final a esas ideas nacidas del amor que le profeso a los proyectos de desarrollo de este bello país que nos viera nacer.

     Ojalá Dios nos dé la oportunidad de finalizar ese proyecto tantos años postergado y que nos provea la inteligencia, los contactos oportunos y los medios para ayudar a toda esta gente que está día a día produciendo en condiciones que se pueden mejorar, para que se puedan apoyar y fortalecer tantos y tan variados proyectos.

     La pobreza no se erradica, en la infinitud de los tiempos, regalándole a la gente para que mal subsista, sino ayudando a formar nuevas generaciones de personas productivas que puedan salir, por sí mismas, de las precarias condiciones de supervivencia que hoy mantienen, y sean generadores y generadoras de su propia riqueza, de una riqueza que, en manos de mujeres, estamos seguros que llegará de más eficiente manera a sus niños, esas personitas vulnerables que hay que nutrir y alimentar física e intelectualmente para que mejor dirijan, algún día, los destinos de la patria.