domingo, 22 de marzo de 2009

¿POR QUÉ POLÍTICA Y SENTIDO COMÚN?


     En mi primera entrega, ligada a la apertura del presente blog, ofrecí contarles por qué lo denominé de esta manera y las razones por las cuales el nombre estaba totalmente disponible.

     A través de los años de estar ejerciendo la política en un país en donde esta profesión ha sido vilipendiada por la mayoría de quienes la ejercemos, me he dado cuenta que, por lo general, el sentido común no va ligado a la misma.

     Casi todas las actividades dentro de las cuales nos desenvolvemos tienen que ver con la política. Cuando vamos a dejar niños a la escuela o nos trasladamos a la oficina, es decir, desde que salimos del hogar, entramos a vincularnos, de alguna manera, con algún tipo de decisión política (en general, es decir, tomando en cuenta hasta las decisiones administrativas).

     Si nos trasladamos en vehículo, tenemos obligación de darle paso al peatón (eso tiene sentido común); luego, desde la época de la enemistad entre Napoleón y los ejércitos de Francia, que por lo voluminosos tomaron la decisión de circular por la derecha, y Wellington y el ejército Inglés (especialmente), quienes tomaron la decisión de circular por la izquierda, comenzamos nuestra jornada circulando por donde nos toca, sin darnos cuenta que ese acto reflejo es consecuencia de una decisión política tomada en su oportunidad. Seguimos con el respeto debido a los colores de las luces de los semáforos, que son así y no de otra manera porque son producto de otra decisión que se ha tomado para regular u ordenar la vida en sociedad.

     Lo que trato de explicar en este momento es que la influencia de las decisiones políticas se encuentran, en nuestra vida, en todos los niveles, aunque no estemos pensando en ello todo el tiempo; de ahí la importancia de que tales decisiones sean tomadas con el mayor sentido común, en aras de que sean más fáciles de cumplir por la población.

     En Guatemala, que es por el país por el cual puedo hablar porque ahí nací y ahí me he criado, por generaciones se nos ha enseñado a violar las normas, precisamente porque las mismas suelen ir en contrasentido de lo que debiera ser lógico. Por ejemplo, los ridículos letreros en carreteras señalando que el límite de velocidad es de 40km/h. ¿Quién será el genio detrás de tales disposiciones? ¿Quién será el ciudadano responsable que no vaya más rápido en una carretera? ¿A cuántas personas exponen a accidentarse quienes, en carretera, conducen a la velocidad que las autoridades han impuesto? ¿De qué sirve promulgar una norma de carácter general, gastarse un dineral en rótulos, si al final, nadie la cumple y, además, a nadie le importa?

     Es, probablemente por esa razón, que a nadie le importan esos rótulos, que cuando se trata de aproximaciones a poblados la tendencia es a dejar de respetar el límite de velocidad impuesto, lugar en donde sí debieran respetarse tales límites, creando otro contrasentido, el de los túmulos o topes, de tal manera que como la autoridad no es respetada, el vecino, el particular, funde su túmulo (porque lo considera de su propiedad) y hace que todos paren frente a su casa para poder proseguir la marcha.
     
     ¿No sería mejor que hubiese autoridades que pusiesen normas que fuesen de fácil cumplimiento de toda la población y así podamos comenzar a educar a una nueva generación de ciudadanos responsables de las mismas? Recuerde, estimado lector, que el ejemplo del tema de la velocidad se aplica a muchos órdenes de la vida, desde abrir una empresa, pagar impuestos, denunciar el robo de un celular, quejarse en la Dirección de Atención al Consumidor (esto merece un artículo independiente); Ud. nómbrelo. Hago constar que la falta de sentido común en nuestro país también abarca a la iniciativa privada; eso no es el objeto de este blog, pero lo invito a que se dé cuenta.

     La falta de sentido común en el ámbito político se da, muchas veces, por inexperiencia y falta de preparación, pero muchas veces por prepotencia y por intereses creados. Lo invito a que me ayude, con sus comentarios, a identificarlos y denunciarlos. Yo, por mi parte, ofrezco que en próxima entrega les hablaré un poco sobre la crisis económica (que muchos, el Presidente y su gobierno, la reunión de la Internacional Socialista y otros insisten en llamar crisis financiera, que sólo fue el origen de la debacle que hoy vive el mundo) y las medidas en contra del sentido común que pretenden tomarse en Guatemala, situación en donde peca especialmente el gobierno y el Congreso de la República, y me atreveré a comentar (sugerir sería mucho pedir, a sabiendas de lo sordos que son, ahí sí, en su prepotencia) algunas medidas que debieran estarse tomando para enfrentarla.

     ¿Que por qué estaba disponible el nombre? Siempre que uno abre una nueva cuenta en internet hay que hacer varias pruebas hasta que uno encuentra un nombre que no está tomado. Parece ser que pocas personas (por no decir casi nadie) ligan la política con el sentido común. Les cuento que el blog, con este nombre, lo pude abrir a la primera; mala señal.

     El problema es que la falta de sentido común en la toma de decisiones de carácter general nos afecta a todos. ¡A TODOS! Por eso abrí este espacio de expresión, en donde quienes sintamos y exigimos mayor sentido en la toma de decisiones nos hagamos escuchar. Recuerden el dicho aquél: "El camino al infierno está empedrado de buenas intenciones".

     Finalmente, a los políticos que en este momento están tomando decisiones por alguien más, llámesele diputados, concejales, ministros, alcaldes, directores generales, síndicos, directores de alguna junta, etc., no lo tomen a mal. Los invitamos cordialmente a que estudien la materia bajo su jurisdicción, el comportamiento social, mediten las consecuencias de cada acto de decisión y se olviden de conductas prepotentes. Recuerden que los mandatos finalizan con el tiempo pero sus obras podrían superarlos. 

     ¡Hagamos patria, todos!

RICARDO FLORES ASTURIAS

3 comentarios:

  1. Ricardo: que gusto saludarte (incluso en estos espacios virtuales) felicitaciones por el Blog, respecto al título del mismo además de sugestivo y sustentado en este artículo me ha puesto a intentar recordar quien fué el autor que dijo: "el sentido común, es el menos común de los sentidos", un abrazo!

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  2. Estimado Bernardo: el autor de la frase que citas es H. Greele, el mismo que, no sé si en serio o con enorme cinismo dijo que el matrimonio es una gran institución, para quienes admiran las instituciones. Saludos, RF.

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  3. Ahora que el Congreso de la República ha aprobado la denominada "Ley Antitúmulos" y el gobierno respaldado su eliminación con varias decenas de millones de quetzales (80 o 90), este ensayo de hace 5 años cobra vigencia nuevamente, pues no se trata únicamente de quitar las barreras que la gente construyó, muchas veces para proteger a los miembros menores de su familia, de los vehículos a gran velocidad. Se trata de regular debidamente la velocidad en nuestras carreteras y de hacer una campaña de prevención sobre la conciencia que debe haber al transitar en centros poblados, y endurecer las penas sobre quien infrinja dicha normativa. De lo contrario, solamente estamos viendo la instalación de un nuevo parche dentro de nuestra convivencia.

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