LA OEA, ¡ENGAÑADA!, ¿EL SICA TAMBIÉN?

La Organización de Estados Americanos, OEA, emitió recientemente un fallo controvertido a través de su Consejo Permanente. Le creyó "su versión" al Canciller de Guatemala, Haroldo Rodas y, sin mediar investigación alguna, ni siquiera telefónicamente, porque no les dio tiempo, emitieron a la carrera la resolución 950 (1691/09), en donde se retrata como una institución de tantas, informal, que lejos de representar una reserva moral para los gobiernos del hemisferio, se constituye en una especie de cómplice, por ignorancia, de uno de los gobernantes más cuestionados del planeta.

La OEA confunde conceptos básicos como Estado y Gobierno. Es una organización de Estados, no la defensoría oficial y oficiosa de los gobiernos. Se debe a los primeros y no a una parte del Estado, su organismo ejecutivo. El caso del abogado Rosenberg Marzano, asesinado en Guatemala el 10 de mayo de 2009 ya no es un caso guatemalteco. Le pertenece al mundo porque en cualquier país puede suceder lo que este abogado honrado vivió en sus últimos días, y el testimonio que él dejó grabado es demasiado serio como para tomarlo a la lijera. Desde ese punto de vista, la OEA jamás debió emitir un pronunciamiento pro-gobierno, alejándose del clamor de una sociedad que exije una investigación totalmente independiente.

Sin embargo, desconocen totalmente los personajes que componen el mencionado Consejo Permanente, que lo que el canciller Rodas les llegó a prometer, quizás con buena intención, en Guatemala se ha dado totalmente al revés.

Sepa la OEA y el mundo que el Fiscal General de la República y Jefe del Ministerio Público, Amílcar Velásquez, nombrado por el Presidente Álvaro Colom, sostuvo una reunión a solas, sin testigos, con el Presidente de la República y principal implicado por el abogado Rosenberg Marzano, apenas unas horas después de conocerse el testimonio que dejó grabado. Que, estamos seguros, como consecuencia de ese "acuerdo", durante las primeras horas de investigación criminal por el asesinato del abogado Rosenberg Marzano se nombró como fiscal a cargo del caso a la abogada Claudia Muñoz, cuya hija Michelle Muñoz mantiene una relación sentimental con el mismísimo vocero (o portavoz) del Presidente de la República y principal implicado, Álvaro Colom, señor Fernando Barillas, precisamente la persona que ha leído a los medios los primeros comunicados oficiales después de develado el testimonio grabado en video. ¿Es ésta una investigación transparente e independiente?

Sepa la OEA y el mundo que el abogado Rosenberg establece una serie concatenada de actos que desembocaron, en primer lugar, en el asesinato del empresario Khalil Musa y de su hija Marjorie, para luego acallar la voz que quedaba, la de su abogado enterado de toda la trama, la de él mismo, la cual, según el agobado asesinado, tiene su origen en las luchas de poder y supuestos negocios sucios en uno de los bancos más grandes del país. Luego, el clamor de la ciudadanía ha sido no la condena, a priori, del banco ni de sus administradores, sino la exhaustiva investigación que nos lleve a la verdad de lo sucedido; pero la misma, que debiera estar a cargo de la Superintendencia de Bancos, a cargo de otro personaje puesto por el Presidente Álvaro Colom, quien es precisamente el mayor implicado en el escándalo, hasta donde se sabe, no se ha iniciado. Ese cargo es ocupado por Edgar Barquín, quien lejos de iniciar, como decimos, con seriedad e independencia las investigaciones, se ha dedicado a perseguir penalmente a los particulares que han emitido su opinión con relación al presente caso conforme a las garantías que la Constitución de la República brinda al respecto. ¿No es este otro engaño para la OEA? Que juzgue el mundo.

La resolución de la OEA, en su parte conducente, dice: "2. Acoger con beneplácito el compromiso del Gobierno de Guatemala por investigar y esclarecer los hechos recientes, defender la legalidad, evitar la impunidad y asegurar el ejercicio efectivo de las garantías constitucionales y la plena vigencia de las instituciones democráticas, y reconocer sus esfuerzos en ese sentido." Mi opinión personal es que el Consejo Permanente de la OEA y su Secretario General, señor Insulza, a quien también va dirigida esta misiva, han sido pueril y completamente engañados, como la mayoría del pueblo de Guatemala, por el gobierno del ingeniero Álvaro Colom.

Los mismos argumentos podríamos decir del Grupo de Río, que acaba de publicar desplegados de página completa en los diarios guatemaltecos, pero desconocemos cómo una organización de gobiernos de países que se agruparon como una alternativa a la OEA, instancia que se reúne esporádicamente, puede tomar la decisión, en pocas horas, de apoyar a un gobierno acusado de asesinatos. ¿Se pusieron de acuerdo por teléfono? ¿Los Presidentes y Jefes de Estado, en su totalidad, de dicho grupo, apoyan a un gobierno que no da señales de garantizar las investigaciones independientes en torno a un caso que involucra tres asesinatos, lavado de dinero, tráfico de influencias y narcotráfico? Hay muchos cabos sueltos alrededor de la supuesta resolución del Grupo de Río, razón suficiente para no comentarla a fondo por el momento, pero sí de dudar de su legitimidad.

Ahora, lo preocupante es que Álvaro Colom, en su afán de escudarse a como dé lugar de implicaciones tan serias, que han provocado que gran parte de la población pida su separación del cargo, no porque lo crean culpable en primera instancia sino por las señales claras de que, o se contamina la investigación o no se quiere hacer, al grado de haberse recolectado y entregado al Congreso de la República, el lunes 18 de mayo, más de 35,000 firmas pidiendo esa separación del cargo. Lo preocupante, decimos, es que ahora existe el riesgo de contaminar, además, todo el Sistema de la Integración Centroamericana, SICA.

Hoy está programada una Reunión de Presidentes y si, además de saberse, porque ya todo lo que aquí señalo ha salido publicado en diarios escritos y por medios electrónicos independientes, dicha Reunión decide apoyar lo que la sociedad guatemalteca interpreta como una burla a la memoria de los fallecidos, estamos seguros que el clamor por la justicia en Guatemala se extenderá a los demás países del área y, al final, el legado Rosenberg se habrá internacionalizado, porque nuestras sociedades tienen, prácticamente, los mismos vicios, especialmente los de relación gobernante-gobernados, los mismos problemas, las mismas inquietudes, y el ejemplo del despertar en Guatemala va a hacer que la juventud de los demás países, especialmente, vaya despertando de ese letargo que permite que nos mal gobiernen, que nos maten y que nadie diga nada.

Señores Presidentes de los países miembros del SICA: ¡No se dejen engañar! Desde mi posición como Diputado Centroamericano he visto, a través de muchos años, lo fácil que es plegarse a cuestiones ideológicas, situación con la cual nunca he estado de acuerdo pero que es una realidad que veo en muchas instancias, tanto ejecutivas como de administración regional de justicia. El caso de la sociedad guatemalteca no es ideológico. Compréndanlo, por favor. Es un caso claro de exigir justicia. ¡No se vayan, con toda la evidencia de manipulación que ha hecho el Gobierno de Guatemala en el mal manejo de las investigaciones que los guatemaltecos exigimos, en contra de la razón!