martes, 22 de septiembre de 2009

ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA, EL PLAN ARIAS Y LA UNIÓN EUROPEA, BURLADOS

La Comunidad Internacional debiera ser la totalidad de hombres y mujeres del planeta; sin embargo, este término es utilizado para designar al conjunto de países que, a través de Presidentes, Primeros Ministros, Reyes, Jeques, Cancilleres o de la manera que se denominen los puestos políticos de primer nivel, le dan forma y vida a ciertas maneras de expresión en el concierto internacional.

Dentro de la Comunidad Internacional destacan, por su poderío económico y bagaje moral, más que por el número de población que representan, tanto Estados Unidos de América como la Unión Europea. Ambos han sido muy activos dentro de la crisis política hondureña, ejerciendo una innecesaria y a veces ininteligible presión, hasta con rasgos tan impopulares como el retiro de las visas.

Por aparte, el denominado Plan Arias que yo di por finalizado desde hace tiempo, casualmente cuando coincidió la oportuna gripe AH1N1 en la persona del Presidente Oscar Arias, y que se ha tratado de revivir con todo tipo de respiraciones artificiales, el cual tiende, con total desconocimiento de la idiosincrasia hondureña (según mi entender), a que regrese el depuesto presidente Manuel Zelaya a gobernar con poderes restringidos (como que eso no fuera, también, violar la Constitución) hasta las elecciones generales del mes de noviembre de 2009.

Ni EUA, ni la UE ni el Plan Arias contemplan el regreso furtivo de Manuel Zelaya, a quien yo vengo señalando de sociópata, lo cual ya demostró en su corta visita a México y ahora lo está confirmando al llamar a la insurrección desde los balcones de la Embajada de Brasil en Tegucigalpa.

Desde nuestro particular punto de vista, tanto EUA, la UE y el Presidente Oscar Arias han sido burlados, y en la burla pienso y estimo que Manuel Zelaya vuelve a ser el títere de un plan fraguado, si no desde Cuba, sí desde Venezuela, desde Nicaragua, la OEA y Brasil, quien no acepta su obvia participación porque, teniendo un servicio diplomático legendario, sí está en capacidad de entender que es a EUA y a la UE, socios comerciales importantísimos, a quienes está dejando burlados.

La culpa la tienen los mismos líderes de Estados Unidos de América, Barak Obama y Hilary Clinton, así como los diversos de la Unión Europea, especialmente María Teresa Fernández de la Vega, quien ha sido, si no parte específica del fraguado del plan, sí pilar fundamental en el apoyo europeo a la insensatez que hoy, por hacerlos sus compadres, tienen que pagar quedándose chiflando en la soledad de la loma.

¿Qué le queda a la denominada Comunidad Internacional? ¿Enviar cascos azules como los envió en su oportunidad a Haití? La diferencia es que en Haití los estaban esperando con ansia. En Honduras, no.

Manuel Zelaya, entiéndanlo bien, padece de megalomanía con sus característicos delirios de omnipotencia y de grandeza, y es un sociópata a quien no le interesan los límites que imponen las leyes ni para qué sirven las instituciones.

Mi particular punto de vista es que la mente de Manuel Zelaya ya tuvo tiempo de asimilar su fracaso, de darse cuenta de la unión que provocó en la sociedad de su país, pero en su contra; que no quiere pasar a la historia como el hombre que perdió el poder por sus delirios de grandeza, razones suficientes para una mente enferma para llegar a meterse en el ojo del huracán para buscar su inmolación. Personalmente siento y creo que el hombre no está bien de la cabeza y la Comunidad Internacional, así llamada, no ha tenido ojos para verlo. Un hombre, bajo tales circunstancias, es peligroso. Para él y, por su anterior investidura y las actuales circunstancias, para la sociedad. Por eso es que, insistiendo en que lo que se cometió sí fue un Golpe de Estado, para preservar la paz social de Honduras no veo factible el regreso de Zelaya al poder, ni siquiera con limitaciones inconstitucionales.

Hundureños: ¡que Dios les dé sabiduría a todos, paciencia sin límites y límites a la arrogancia!

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