miércoles, 17 de octubre de 2012

LOS LATINOAMERICANOS Y LAS ELECCIONES DE ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA

Hace más de tres años venimos advirtiendo, en este espacio, nuestra enorme preocupación por el futuro de la economía estadounidense (http://politicaysentidocomun.blogspot.com/2009/04/una-larga-crisis-o-dos-crisis.html), circunstancia que, lejos de haber cambiado o de haberse disipado, se ha profundizado, porque las autoridades de Estados Unidos de América, encabezadas por el Presidente Barack Obama, o no escarmientan con lo que sucede en la totalidad de países del sur de Europa, agobiados porque han venido gastando más de lo que tienen, o no entienden "ni la 'o' por lo redondo" en materia económica.

Si se tratara de una pequeña isla del Mar Caribe, de un país africano o inclusive de un gran país del otro lado del mundo, como podría ser Australia, no tendría tanta importancia porque el volumen de negocios de toda América Latina, en su conjunto, o de los países grandes del Sub Continente, como México o Brasil, en lo individual, o los pequeños como el nuestro pero con gran dependencia de ese gran mercado, no sería significativo.

El caso es que todos los países de América, con la posible excepción de Cuba e incluyendo a Venezuela, tienen enormes negocios con Estados Unidos, lo que quiere decir que si a este último le va bien, económicamente hablando, nos compra productos y necesita mano de obra en su propio suelo, incluyendo la latinoamericana, pues una economía sana significa la expansión de los negocios y su consiguiente distribución de riqueza a través de sueldos, comisiones, utilidades, honorarios y todo lo que la actividad productiva del ser humano es capaz de generar cuando las cosas van bien.

Una debilidad en la economía estadounidense significa despidos, comenzando por la parte más débil del eslabón, que serán los sueldos más caros, que son menos personas, y los sueldos más bajos, que son la mayoría y que es donde, seguramente, afectará a la comunidad latina productiva en ese país.  Además, las compras de nuestras frutas, verduras y productos manufacturados caerán como nunca, pegándole duro a los precios internacionales y ocasionando, a su vez, grandes despidos en nuestras propias economías.

Por eso, ahora que estamos a unos días de renovarse las autoridades que marcan el rumbo de ese gran país, y entendiendo que el Presidente Obama ha hecho una aceptable labor dentro de los parámetros democráticos, tenemos que salir a decir que la parte que tiene que ver con desarmar el peligro de una crisis económica ya prolongada (el ensayo lo escribí hace más de tres años), en lugar de haberle puesto la diligencia y el cuidado necesario, ha sido irresponsablemente mal manejada, es decir, no sólo mal manejada por ignorancia, pues la deuda de ese país, desde que anuncié el peligro de una segunda crisis, y este momento, ha alcanzado unas proporciones gigantescas nunca antes registradas en la historia, lo cual han permitido y fomentado a sabiendas de que están gastando lo que no tienen.

Los votantes tienen todas las libertades de elección que un ejercicio democrático garantiza, pero el problema es que la mayoría no se da cuenta cómo los llevan, con cada proceso electoral, cual rebaño al matadero.  Todos tienen la mente puesta en el 6 de noviembre de 2012, pues es el día de la elección, pero pocos piensan en 2014, en 2016 o en 2023, y es el futuro y su bienestar el que se jugarán.

Cuando la deuda actual de Estados Unidos, que al ver la cantidad difícilmente se puede leer, y más difícil entender de qué monto hablamos, llegue a los niveles en donde las siempre traicioneras calificadoras de riesgo las pongan en la situación en que hoy está, por ejemplo, la deuda soberana española, y eso haga que se duplique, se triplique y hasta quintuplique la tasa de interés que hoy les cuesta endeudarse, y el país entero entre en esa espiral de falta de credibilidad de los agentes acreedores, con China encabezando el cobro de ese dinero, será muy tarde para comenzar el rescate.

En esta contienda electoral, la influencia del congresista Paul Ryan, ahora candidato a la Vicepresidencia por el Partido Republicano, es notoria en la campaña, pues por lo menos tenemos a un equipo de posibles autoridades, con posibilidad de triunfo, además, que parecen tener las ideas claras y correctas al respecto.

Sus experiencias combinadas, tanto del candidato republicano Mitt Romney, con un manejo económico exitoso de unos juegos olímpicos que, hasta ese momento, eran tradicionalmente deficitarios, como la de su candidato a vicepresidente, que ha jugado durante años un papel importante en los temas presupuestarios y económicos en la Casa de Representantes, confrontada con las del actual mandatario y su vicepresidente, que a sabiendas de los problemas en que se meten los países al gastar de más, han endeudado tremendamente a ese gigante del Norte, me hacen ver con claridad que los intereses de los latinos, tanto de los que viven dentro de ese país como de quienes vivimos en el resto de los países americanos, está en que llegue a esos puestos de poder un equipo coherente que ordene las finanzas y haga las cosas de una manera distinta a como se vienen haciendo hasta ahora.

Nosotros no echaríamos en saco roto la afirmación de que cuatro años más del gobierno de Barack Obama pueda significar que la deuda estadounidense llegue a los 20 trillones de dólares (ahora ronda los 16 trillones, si alguien quiere explicar qué cantidad es ésa).

El riesgo de una guerra nuclear ensombreció durante décadas la vida dentro de un ambiente de libertad del Hemisferio Occidental, pero la quiebra de Estados Unidos, a la griega, a la portuguesa, a la italiana o a la española, es una realidad pendiente de la marca del tiempo si las cosas continúan haciéndose de esta manera.

Proteger nuestros empleos, nuestros negocios y nuestros intereses, tanto si somos votantes allá como si únicamente opinamos y damos razones válidas, desde acá, es totalmente legítimo, especialmente porque no tenemos interés ideológico, religioso o partidario con alguno de los contendientes ni con los partidos, y no somos más que una voz independiente más que se niega a aceptar por válido cualquier ofrecimiento de campaña o promesa electoral, que ha luchado por impulsar el desarrollo de su país y de su gente y ve, en la manera como se gestiona actualmente el país que coincide con ser nuestro socio comercial número uno, una terrible amenaza para el futuro cercano.

¡Que un soplo de entendimiento y lucidez inspire a los votantes latinos, por lo menos, para compartir esta visión de futuro y defenderla con lo que puedan!

1 comentario:

  1. Ricardo Flores Asturias6 de noviembre de 2012, 12:25

    Curiosamente, un día antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos de América, el denominado G-20, donde este país es protagonista, reunido en México, ha declarado que hay que ponerle atención a la crisis de la zona euro, cuyas medidas adoptadas apoyan, y que "los Estados Unidos ajustarán el ritmo de su consolidación fiscal a través de garantizar que sus finanzas públicas se sitúen en una trayectoria sostenible en el largo plazo de forma
    que se evite una contracción fiscal brusca en 2013." (punto 12 de la Declaración, en http://www.g20.org/images/stories/docs/g20/conclu/declaracionlideresg20.pdf).

    ¿No es esto, con el lenguaje diplomático característico, mandar una señal de advertencia del tipo de las que, más explícitas y en el mismo sentido, venimos dando en este espacio desde hace varios años? ¿Quién, con una luz, se pierde?

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