Hace pocas semanas se cumplió medio siglo del Tratado de Asociación Económica entre Guatemala, Honduras y El Salvador; ese triángulo norte que, desde entonces, permanece a la vanguardia de la integración de Centroamérica pero que, en esos 50 años, ha llegado al punto de "pedalear sin cadena", es decir, permaneciendo casi en el mismo lugar por más esfuerzo adicional que se le ponga.
Fueron Miguel Ydígoras Fuentes, de Guatemala, Ramón Villeda Morales, de Honduras, y José María Lemus, por El Salvador, los Presidentes de los tres Estados que, un nueve de enero de 1960, sentaron las primeras bases de una nueva manera de integrarse, mediante una declaración conjunta que, días después, se traduciría en la firma del Tratado mecionado, a través de sus plenipotenciarios, en la ciudad de Guatemala, el seis de febrero de ese año.
No sé cómo fue el proceso de aprobación del mismo en el Congreso de Honduras y la Asamblea Legislativa de El Salvador, pero en Guatemala fue aprobado por el Organismo Legislativo el cinco de abril; el decreto de aprobación lleva el número 1348 y está publicado en el Diario Oficial (El Guatemalteco) el 4 de mayo de 1960.
Es decir, menos de 4 meses bastaron para que los Presidentes hicieran una declaración política, los técnicos se reunieran y llegaran a acuerdos acerca de un nuevo tratado y lo firmaran, el Congreso Nacional aprobara el tratado con más de las dos terceras partes del número total de diputados que lo formaban y el mismo cobrara vigencia con su publicación en el diario oficial. Hoy, con los tiempos que maneja la Administración Pública y la complicada agenda y manera de desenvolverse del Congreso, no creo que dos años bastaran.
De todos modos, al recordar la efemérides, vale la pena indicar que se ha avanzado algo en esa denominada asociación económica del triángulo norte; negarlo sería ingrato y, además, una manifestación de ignorancia; pero ese avance, que pudo ser mayor, muchísimo mayor, se ha estancado y ahora es difícil sacudir las estructuras y volverlas más benignas para la ciudadanía que espera mejores respuestas de los políticos y de los técnicos en el tema de la movilización de bienes y de personas, especialmente, en Centroamérica.
Los argumentos de quienes decían que había que tener mejores controles en la frontera para evitar el paso de criminales y de indeseables de un país a otro están por los suelos. Es un hecho que en las fronteras de Centroamérica ha habido demasiados controles, pero no se puede negar que esos controles sólamente operan en contra de la gente que cumple con la ley, y que los malosos, los delincuentes y cualquier persona que quiera evadirlos tiene miles de pasos ciegos para utilizar y, de hecho, los han venido y los siguen utilizando.
En Guatemala, por ejemplo, hay poblaciones enteras de salvadoreños que viven ilegalmente en el país, porque simplemente pasaron la frontera en tiempos difíciles y aquí se consiguieron una cédula falsa que los acredita como guatemaltecos, y así se han dedicado, unos a trabajar, que son la mayoría, otros a delinquir, como toda comunidad en cualquier parte del mundo. La costa sur y parte del sur oriente y del oriente guatemalteco viven esta realidad, pues gran parte de ellos ya no regresaron a su país, y difícilmente hicieron los engorrosos trámites legales para quedarse.
Lo mismo había sucedido hasta 1969 en que se dio la recordada "Guerra del Futbol" entre Honduras y El Salvador, con núcleos de población salvadoreña asentada en territorio hondureño; y algo similar sucedió con los nicaragüenses que, a fines de los años 1970's, huían de su tierra natal para refugiarse en otros países, especialmente Costa Rica.
Por otro lado, en 50 años ha mejorado la infraestructura de carreteras de Centroamérica, pero el promedio de velocidad en que se mueven las mercaderías no es mucho lo que ha avanzado, porque son innumerables las trampas que la misma tiene en el camino, como exacciones ilegales, registros a cada rato, simples colocaciones de túmulos sin autorización, y hasta ocurrencias administrativas, como la reciente de las autoridades nicaragüenses al pretender utilizar cabezales de ese país y no dejar a los de los demás países seguir movilizando la carga. Todo esto sin mencionar los robos de furgones y los asaltos.
Lo anterior, aunque el consumidor no se dé cuenta, tiene unos enormes costos para la población. Un paquete de galletas o una bolsa de dulces producidos en Costa Rica, tienen incorporado en el precio la enorme cantidad de horas que su transporte pierde haciendo colas en las fronteras, o la "mordida" o "coima" que el piloto tuvo que pagar porque "no había sistema" en la frontera. Igual le pasa a los cargamentos de frutas y de verduras de Guatemala en su paso hasta Panamá, en donde obviamente tienen que pagar el precio de la ineficiencia del sistema al comprar una canasta de moras o un manojo de acelga.
A ver cuándo llega el momento en que el parque de contenedores y de cabezales de la región se puedan utilizar las 24 horas del día en una Centroamérica sin fronteras internas que permita un mejor intercambio y bajar costos para todos.
Ahora que se ha firmado el Acuerdo de Asociación con Europa, el tema de la Unión Aduanera cobrará vigencia tarde o temprano, pero aunque cada día estemos más cerca, volvemos al tema de los tiempos: si fueran como hace 50 años, ya el mencionado Acuerdo sería objeto de debates en el Congreso y se estaría en el proceso de aprobarlo y de que cobrara vigencia, pero al paso que hoy son las cosas, ni siquiera conocemos el texto oficial, en español, de lo que se firmó en Madrid, España, el 18 de mayo del presente año, y lo más seguro es que pasaremos los siguientes 2 o 3 años en el proceso de ver si se aprueba el mismo o no.
Mientras tanto, el resto del mundo avanza y nosotros seguimos sufriendo los embates de la naturaleza, discutiendo el sexo de los ángeles y viendo pasar, gobierno tras gobierno, sin que se vea un gobernante con visión y decisión, como para renovar el impulso que aquel viejito que, de candidato, se puso a saltar cuerda para demostrar que todavía estaba joven, don Miguel Ydígoras, le imprimió, con sus homólogos del triángulo norte de Centroamérica, al proceso de integración regional.
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martes, 8 de junio de 2010
lunes, 24 de mayo de 2010
LA INTEGRACIÓN CENTROAMERICANA ESTÁ POR CAMBIAR
Me parece que la firma del Acuerdo de Asociación con Europa ha hecho más por el proceso de integración de Centroamérica que los mismos centroamericanos hemos podido hacer.
Eso ha de deberse a que los europeos tienen una mejor visión de lo que es integrarse que la que nosotros, en nuestras parcelas, somos capaces de ver y de entender.
La integración en Centroamérica ha sido vista, hasta ahora, como algo intergubernamental, en donde los cancilleres, como rosca de la Reunión de Presidentes, son los grandes hacedores o los grandes bloqueadores de lo que debería hacerse dentro del proceso, seguidos por los Ministros de Economía que, en gran parte, delegan sus decisiones en viceministros que han demostrado entender poco del andamiaje legal de la integración.
Las cosas están por cambiar y, de ser un proceso entre países, está por comenzar el proceso de integración desde el punto de vista comunitario, en donde el Parlamento Centroamericano, hasta ahora relegado a tener y mantener posiciones de recomendación, está por asumir funciones vinculantes, cuando el quinto instrumento de las reformas de su Tratado Constitutivo esté depositado, lo cual puede darse cualquiera de estos días.
Luego, las decisiones de avanzar por parte de un grupo de países, o de no avanzar, por parte de otros, serán parte del pasado. La Unión Aduanera que Europa exigió para firmar el Acuerdo de Asociación es, hoy, un proceso en marcha que tiene fechas límite, por lo que veremos cómo le hacen los técnicos para comenzar a armonizar leyes, procedimientos y normas administrativas para lograr, por fin, consolidar a la región centroamericana como un solo territorio sin fronteras internas.
Esperemos que todo el mundo se ponga a trabajar con entusiasmo sobre este nuevo parámetro para que, más luego que tarde, convirtamos a nuestra región en un lugar más atractivo para venir a invertir y crear más fuentes de trabajo.
Eso ha de deberse a que los europeos tienen una mejor visión de lo que es integrarse que la que nosotros, en nuestras parcelas, somos capaces de ver y de entender.
La integración en Centroamérica ha sido vista, hasta ahora, como algo intergubernamental, en donde los cancilleres, como rosca de la Reunión de Presidentes, son los grandes hacedores o los grandes bloqueadores de lo que debería hacerse dentro del proceso, seguidos por los Ministros de Economía que, en gran parte, delegan sus decisiones en viceministros que han demostrado entender poco del andamiaje legal de la integración.
Las cosas están por cambiar y, de ser un proceso entre países, está por comenzar el proceso de integración desde el punto de vista comunitario, en donde el Parlamento Centroamericano, hasta ahora relegado a tener y mantener posiciones de recomendación, está por asumir funciones vinculantes, cuando el quinto instrumento de las reformas de su Tratado Constitutivo esté depositado, lo cual puede darse cualquiera de estos días.
Luego, las decisiones de avanzar por parte de un grupo de países, o de no avanzar, por parte de otros, serán parte del pasado. La Unión Aduanera que Europa exigió para firmar el Acuerdo de Asociación es, hoy, un proceso en marcha que tiene fechas límite, por lo que veremos cómo le hacen los técnicos para comenzar a armonizar leyes, procedimientos y normas administrativas para lograr, por fin, consolidar a la región centroamericana como un solo territorio sin fronteras internas.
Esperemos que todo el mundo se ponga a trabajar con entusiasmo sobre este nuevo parámetro para que, más luego que tarde, convirtamos a nuestra región en un lugar más atractivo para venir a invertir y crear más fuentes de trabajo.
Etiquetas:
Acuerdo de Asociacion con Europa,
integracion,
Unión Aduanera
lunes, 13 de julio de 2009
EL ACUERDO DE ASOCIACIÓN DE CENTROAMERICA CON EUROPA, ¿SIN HONDURAS?
Ya se está especulando acerca de la posibilidad de que Honduras no esté presente en la próxima ronda de negociación, la última, según entendemos, con Europa, en torno al Acuerdo de Asociación, el cual es así denominado porque no contempla sólo aspectos de negociación comercial sino cuestiones políticas que van, desde la defensa de los derechos humanos, hasta temas de desarrollo, ambientales, de representación democrática, etc.
Estimo que es un error continuar unas negociaciones que tendrán que desembocar en un acuerdo permanente sin una importante contraparte. Por lo menos, conociendo a nuestros amigos europeos, en lo que queda del mes de julio y durante agosto estará casi todo el mundo de vacaciones, lo cual deja a la parte centroamericana, hasta principios de septiembre, para ver si la situación política hondureña se estabiliza o se arregla.
Honduras es importante desde todo punto de vista, no sólo porque es parte importante de los mercados guatemaltecos, salvadoreños (en estos países es el 3er socio comercial) y nicaragüenses, sino porque por su territorio transitan casi todas las mercancías que Guatemala y El Salvador le venden a Nicaragua, Costa Rica y Panamá, y viceversa.
Ojalá toda la institucionalidad centroamericana funcione con normalidad para cuando se reanuden estas negociaciones.
Por lo pronto, les comparto que, navegando en la red, me encontré con una noticia relacionada con el caso del asesinato de mi buen amigo Rodrigo Rossemberg, traducida al chino, de la cual tomo mi nombre en ese idioma para que lo vean: 佛羅雷斯(Ricardo Flores Asturias)說. Lo que no sé es cómo se pronuncia. Un saludo para mis amigos chinos. RF.
Estimo que es un error continuar unas negociaciones que tendrán que desembocar en un acuerdo permanente sin una importante contraparte. Por lo menos, conociendo a nuestros amigos europeos, en lo que queda del mes de julio y durante agosto estará casi todo el mundo de vacaciones, lo cual deja a la parte centroamericana, hasta principios de septiembre, para ver si la situación política hondureña se estabiliza o se arregla.
Honduras es importante desde todo punto de vista, no sólo porque es parte importante de los mercados guatemaltecos, salvadoreños (en estos países es el 3er socio comercial) y nicaragüenses, sino porque por su territorio transitan casi todas las mercancías que Guatemala y El Salvador le venden a Nicaragua, Costa Rica y Panamá, y viceversa.
Ojalá toda la institucionalidad centroamericana funcione con normalidad para cuando se reanuden estas negociaciones.
Por lo pronto, les comparto que, navegando en la red, me encontré con una noticia relacionada con el caso del asesinato de mi buen amigo Rodrigo Rossemberg, traducida al chino, de la cual tomo mi nombre en ese idioma para que lo vean: 佛羅雷斯(Ricardo Flores Asturias)說. Lo que no sé es cómo se pronuncia. Un saludo para mis amigos chinos. RF.
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