La diputada Martha Pérez Campusano, de República Dominicana, presentó en el seno de la Asamblea Plenaria la iniciativa que señala el título de esta entrega, porque tiene sensibilidad social, entiende del daño ocasionado por los desastres naturales a Guatemala este año, y las condiciones de igualdad que, con respecto a otras comunidades de migrantes en Estados Unidos de América, debieran competir por el mercado laboral los guatemaltecos que se encuentran en ese país, como mecanismo para enviar dinero a sus familias.
La iniciativa fue aceptada y, luego, aprobada, en virtud de haberse aprobado la dispensa de trámite que permite que, en lugar de ir a alguna Comisión a esperar dictámen, se discuta de una vez y se someta a votación.
A continuación, por considerarla de interés, me permito dejar constancia de mi intervención en ese debate:
"DIPUTADO RICARDO ALFREDO FLORES ASTURIAS:
Cuando la diputada Martha nos presentó esta Iniciativa, inmediatamente la apoyamos desde un principio, y es que esta es una declaración política que el Parlamento va a efectuar sobre un tema que viene siendo como una espina en el corazón de los migrantes guatemaltecos desde hace unos doce años.
Hay una historia atrás de esto y la historia es triste para toda Centroamérica, y viene prácticamente desde el Huracán Mitch, que le pegó a Centroamérica. Se quedó cinco días parado sobre Honduras, en octubre de 1998; hizo pedazos El Salvador, hizo pedazos gran parte de Nicaragua, y también gran parte especialmente en el norte del altiplano de Guatemala.
El Estatuto de Protección Temporal no es una graciosa concesión que hace el Gobierno de los Estados Unidos de América, sino que es una concesión que hace en respuesta a una petición que ha hecho algún gobierno, con anterioridad, a favor de sus connacionales. Y en aquella época, 1998, los Presidentes de los gobiernos de los demás países afectados por el Huracán Mitch, coincidieron todos en pedir ese Estatuto de Protección Temporal para garantizar a los migrantes de sus respectivos países, que trabajaban a través de una migración ilegal en Estados Unidos, que se les garantizase por lo menos que no iban a ser molestados, para poder producir con tranquilidad y enviar sus remesas a sus países, como una manera de aliviar las dolencias que pasaba especialmente la población más pobre.
Sin embargo, en aquella oportunidad, el Presidente de Guatemala, en lugar de solicitar el Estatuto de Protección Temporal para los migrantes guatemaltecos, lo que solicitó fue un trato igualitario en la compra de los productos que nosotros exportamos, para que se pagase a Guatemala los precios justos por los productos que exportamos.
Lo que sucedió a la larga, es que el mercado siguió rigiendo los precios de los productos, que los demás países obtuvieron con el tiempo la protección de este estatuto para sus connacionales, con lo cual vienen trabajando aunque sea todavía de manera irregular y de ingreso ilegal a Estados Unidos, pero con un fuero de protección jurídica, que no le permite a la policía migratoria interferir con ellos en esa producción mínima, pero suficiente para sustentar a sus familias; pero esa parte no la goza Guatemala. Ya son doce años de diferencia en cuanto a los demás connacionales del resto de Centroamérica.
Ahora que tuvimos tantas desgracias naturales este año, que empezó con una erupción y luego vino una tormenta tropical que causó muchísimos más daños que el Huracán Mitch -en Guatemala- y encima, probablemente el invierno más copioso de los últimos sesenta o setenta años, la gente que vive en situaciones de más pobreza en este país es la que más ha sufrido las consecuencias, y lo que hemos visto (y no es culpa del gobierno, pero es una realidad) es que el gobierno de la República no es capaz de llegar a todas esas comunidades que han sido más golpeadas.
Esto provoca dos fenómenos: El primero, es que más gente quiere migrar para salir huyendo del lodo, de la falta de oportunidades, de la pobreza, del derrumbe; pero además, produce el efecto también de los familiares que ya están del otro lado, tratando de mandar aunque sea lo poco, pero es lo que llega a esas poblaciones que están en situación de gran vulnerabilidad.
Quien les habla, viendo todo lo que estaba sucediendo, y con conocimiento de causa de todas estas situaciones, empezó a promover hace unos meses una campaña de apoyo a la solicitud de ese Estatuto de Protección Temporal que, al fin, hizo el Gobierno de Guatemala este año y que ha sido impulsado por la cancillería guatemalteca.
Yo, siendo opositor del gobierno, en esto sí lo he venido apoyando y a través de esta campaña logré (y eso sí fue curioso y se los quiero comentar), empecé la campaña pidiendo firmas de apoyo y lo que logré no fueron en su gran mayoría firmas, sino adhesiones de voluntad, algunas veces con la huella dactilar y otras veces (hay que entender cómo funcionan las comunidades en Guatemala) a través de la firma o de la huella dactilar del líder de una comunidad analfabeta, que deposita la confianza en ese líder para que, en nombre de toda la comunidad, apoye.
Entonces, cuando yo entregué a la oficina de atención al migrante, adscrita a la cancillería guatemalteca, una caja conteniendo todas estas adhesiones, unas firmas y otras huellas, fui muy claro al decir todas estas circunstancias y que eran cincuenta y ocho mil y pico adhesiones de voluntad a esta situación que se había dado.
Debo aclarar también que en medio de todo ese invierno, en un accidente de tránsito, se fueron al fondo de un barranco (gracias a Dios no hubo muertos, pero sí como una decena de heridos) ahí venían varias decenas de miles de adhesiones adicionales que se perdieron.
O sea, la respuesta que yo vi, de la adhesión de la ciudadanía guatemalteca a esta solicitud de apoyo con el Estatuto Temporal de Protección a los migrantes, se dio más que todo exactamente en las comunidades más pobres del país, en donde ni siquiera saben leer ni escribir, no saben firmar, pero sí entienden perfectamente que esta es una medida que apoya a sus familiares en Estados Unidos, para que puedan trabajar, producir y mandarles ese dinero que tanto les sirve.
De tal manera que no sólo felicito a la diputada ponente, sino que aclaro que estas adhesiones, las mandó la cancillería a la embajada de Guatemala en Washington, y por nota que me envió el señor canciller, sé que la embajada las entregó directamente en el Departamento de Estado.
Esto es algo más que se viene a sumar al proceso, prácticamente sería la declaración política del órgano político de discusión de Centroamérica y creo que este Estatuto es vital para que de alguna manera se llegue, con plata, a esas miles de comunidades que fueron afectadas, arrasadas por las correntadas y que no hay gobierno, con toda la plata del mundo, que sea capaz de llegar como la propia familia. Así es que esto lo agradezco a la diputada ponente y a los diputados que así tengan a bien apoyarlo, en nombre de las personas que nosotros sentimos el deber de representar en este foro. Muchas gracias."
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