Acaba de entrar en vigencia la resolución 338-2014 del Consejo de Ministros de Economía de Centroamérica, COMIECO, en cuyo anexo de 37 páginas se desarrolla la directriz sanitaria y fitosanitaria "para la facilitación del comercio de envíos de mercancías centroamericanas" (sic.), en donde la burocracia regional se ha tomado la molestia de categorizar la peligrosidad de la oferta generalizada de mercancías, de modo que los burros, las mandarinas y la sábila, si es para plantarla, están definidas como peligrosas, de manera que ahora, para "facilitar" su comercio, las mismas están sujetas a pre avisos de 15 días, revisiones in situ y quién sabe qué más trámites, llenado de formularios y obtención de certificados y marchamos, volviendo todavía más engorroso su tránsito por la región y, por ende, encareciéndole la vida a la ciudadanía consumidora.
Los granos como frijol y maíz están incluidos en dicho tratamiento de "Alto Riesgo".
Es preocupante que las instituciones que fueron creadas para integrarnos son, precisamente, las que crean las barreras para no hacerlo. Mientras otros países firman tratados de libre comercio (sí, liberalizando el comercio), en Centroamérica estamos generando barreras no arancelarias para entorpecer ese flujo libre que debiera haber.
Entendemos que los Ministerios de Agricultura estén preocupados por las cuestiones sanitarias y fitosanitarias, pero que sean los ministerios encargados de facilitar el comercio y de fortalecer nuestras economías los que aprueben medidas que van en contra de su sentido de ser, no lo podemos entender.
El Proceso de Integración de Centroamérica tomó un nuevo impulso al final de la década de 1950. Que quede para la historia este período, con este tipo de "fumadas" de los Ministerios de Economía, como uno en donde sus funcionarios no supieron entender ni para qué estaban en esos puestos, ni a la ciudadanía a la que se deben ni el correr de los tiempos.
Los señores ministros que conforman el COMIECO debieran estar debatiendo cómo quitan las fronteras y aprueban el libre tránsito de personas, de mercaderías y de capitales.
Las medidas sanitarias y fitosanitarias son importantes y son necesarias, pero debe haber mejores maneras de fortalecerlas sin acabar con el comercio de la región o, por lo menos, sin agobiarlo más de lo que está con ese pésimo sistema de carreteras, de los pequeños feudos que representan cada aduana y de la inseguridad de las rutas.
Recordemos que todo camión o trabajador que tenga que esperar un trámite es costo que va sobre la mercadería. El consumidor, aunque no lo vea, está pagando en el precio el combustible, el desgaste de las llantas, el vigilante con escopeta que cuida el cargamento y cualquier incidencia del camino.
Un cursillo de competitividad para nuestros Ministros de Economía no caería mal. Si nos dieran la oportunidad, nosotros seríamos los primeros en querer darles una charla.
Ojalá tengan las suficientes luces para darse cuenta de su garrafal error y enmienden el curso de la norma vigente.
Para facilidad del lector, abajo los hipervínculos para acceder a la resolución y a su respectivo anexo:
http://www.sieca.int/Documentos/DocumentosMostrar.aspx?SegmentoId=2&DocumentoId=4946
http://www.sieca.int/Documentos/DocumentosMostrar.aspx?SegmentoId=3&DocumentoId=4947
miércoles, 23 de julio de 2014
NARANJAS, MANÍAS Y MULAS, DECLARADAS DE "ALTO RIESGO"
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