En este mismo espacio he manifestado mi admiración por la capacidad de análisis y de mantenerse estudiando y trabajando de quienes pertenecen al pensamiento de izquierda y que he visto desempeñarse en el Parlamento Centroamericano, pero hoy vengo a expresar lo contrario con la actitud que han asumido ante los acontecimientos de violencia que se dan actualmente en Líbano.
Se llenan la boca, los ex guerrilleros convertidos al son de los vientos en "demócratas", con decir que son los más grandes defensores de los Derechos Humanos, y son los primeros en alinearse "por la derecha" para hacer frente común, en contra de sus adversarios políticos, se entiende, para denunciar y patalear al unísono.
Su barraganería de camaradas los mantiene comunicados, y enfilan sus baterías para ensalsar las virtudes de Fidel Castro, las ocurrencias de Hugo Chávez o las ilegalidades de Daniel Ortega, las cuales tratan siempre de disfrazar de "políticas sociales que llegan a los más pobres", dando a entender que una reelección anti constitucional, especialmente de cualquiera de estos dos últimos, es prácticamente necesaria para alcanzar el paraíso, como si no hubiera, en primer lugar, leyes qué respetar, y en segundo lugar, más personas capaces de dirigir los destinos de esos países, ni siquiera dentro de sus propias filas (en un acto, digamos, de autocastración).
Sin embargo, la insurrección de la población libia en contra de quien los ha sojuzgado los últimos 42 años, Mohamar Gadafi, amigo íntimo de Daniel Ortega, al grado que para la toma de posesión de la Presidenta Violeta Barrios de Chamorro, el coronel Gadafi llegó a la despedida de su amigo, y fueron, junto con la entonces primera dama de Guatemala, Raquel Blandón de Cerezo, las dos únicas personas que se levantaron de sus asientos para aplaudir el discurso de Ortega. Lo sé porque estuve ahí en un lugar privilegiado, a escasos 5 o 6 metros de donde se encontraba el palco con las "personalidades", lo vi con mis propios ojos y jamás se me ha olvidado esa experiencia en el estadio Rigoberto López Pérez.
Ahora que su aliado de tantas décadas, su concubino de Medio Oriente, se ve amenazado con dejar el poder y la fuente de tanta riqueza ilegal que ahora ha aparecido (la hipocresía de Occidente de hacerse de la vista gorda mientras esos miles de millones de dólares han ido llegando, merece mencionarse) como por arte de magia, no dudan en alinearse otra vez, pero ahora para defender lo que para todo ser humano sensible es indefendible.
A pesar que Gadafi ha enviado la aviación a masacrar a la población que se manifiesta en las calles en su contra, de que todos hemos visto con estupefacción cómo el propio hijo del tirano y dictador ha utilizado los medios de comunicación masiva para ofrecer "ríos de sangre" a quienes se opongan a la permanencia del clan Gadafi en el poder, de que el mismo Gadafi ha salido públicamente a ofrecer que va a pasar, hogar por hogar, exterminando a sus opositores; pues a pesar de todas estas evidencias, que ningún país ni persona alguna pueden manufacturar a propósito, se empeñan en seguirlo defendiendo porque "los amigos son amigos en las buenas y en las malas" (Jacinto Suárez, Secretario de Relaciones Internacionales del Frente Sandinista de Liberación Nacional, FSLN, y Presidente del Grupo de Izquierda del Parlamento Centroamericano), cuando un verdadero amigo, en lugar de servirle de comparsa, debe hablarle al oído para reencausarlo en la senda del bien.
El apoyo a la violación de los Derechos Humanos en Libia, por parte de Gadafi, ha sido unánime por parte de los gobiernos de Cuba, de Venezuela y de Nicaragua, pero ha sido acompañada en el silencio de muchos diputados de izquierda del Parlamento Centroamericano quienes, en esta oportunidad, siguiendo quién sabe qué consigna, no se han atrevido a levantar su voz para defender a tantas personas inocentes que, por desear la alternabilidad en el poder que nosotros, de alguna manera, disfrutamos, se ven ametrallados, torturados y perseguidos en su propio país.
El pretexto de la izquierda latinoamericana para inmiscuirse en asuntos de otros países ha sido que la exigencia del respeto a los Derechos Humanos no tiene frontera, pero ahora es una vergüenza, tanto su silencio como sus infames declaraciones.
¡Caiga sobre todos ellos la sangre inocente que hoy se derrama en Libia!
domingo, 27 de febrero de 2011
martes, 22 de febrero de 2011
LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO, DE LAS UNIVERSIDADES Y LA FE PÚBLICA DEL NOTARIO
Desde ayer en la tarde escuché la noticia, en la radio, de que capturaron a uno de seis notarios que integran una banda de usurpadores de bienes inmuebles que, encima, contrataban sicarios para eliminar a los verdaderos propietarios, con el afán, quizás, de que no hubiese nadie que se opusiera a sus ilegítimos "derechos inscritos" a base de falsificaciones y, así, lucrar con el patrimonio de sus víctimas.
Este es un típico caso en el que habría de aplicarse la pena de muerte, tomando en cuenta, especialmente, que el notario es un funcionario en quien el Estado confía para que, a través de la fe pública, le sirva a la comunidad en la cual se desenvuelve. La traición misma de esta confianza, en dos vías, hacia el Estado que se la confirió, y hacia la sociedad a quien debe servir, es asquerosa; pero que, encima, con ánimos de lucro, contraten matones para acabar con la vida de las víctimas a las que ya despojaron, sólo merece la pena más alta.
En el caso que comentamos la víctima era, además, abogada; una profesional del Derecho que se dedicaba a la judicatura, lo cual representa otra pérdida para la sociedad.
Tengo años de venir cuestionando la pobre capacidad del Estado de quitarles la fe pública a las personas que no actúan conforme a los más elementales principios éticos, y utilizan esta facultad con la finalidad de engañar y estafar a la ciudadanía incauta. Aquí el daño es enorme, pues además de crearse un ambiente propicio para delinquir una y otra vez, dañando persistentemente a la población inerme, el público, en lugar de confiar en los notarios y en el sistema jurídico, lo que tiende es a desconfiar cada vez más y más, al grado de que, por unos pocos delincuentes entre miles de profesionales, es el gremio entero el que sufre la consecuencia de sus faltas y deliberadas inmoralidades.
Es obvio que, aunque sea indirectamente, el Estado tiene alguna responsabilidad en la muerte de la juez despojada y asesinada por esta banda. Si el Estado hubiese reaccionado hace años recogiendo protocolos que siguen en manos indebidas, inhabilitando sellos, firmas y facultades, quizás no se habría organizado una banda para causar todos estos delitos.
Por otro lado, creo que las Universidades también tienen un grado importante de responsabilidad en todo este asunto, pues es a través de sus aulas que se vienen formando estas personas antijurídicas, quizás no para conseguir un título sino algo parecido a una patente de corso, y algo deberían estar haciendo, no sólo en el campo de la formación sino en el de la detección de estos malos elementos, que jamás deberían graduarse.
Si yo me dedicase a litigar en tribunales o fuese familiar de la jueza victimizada, ya estaría viendo cómo encaminar acciones judiciales en contra del Estado y de la Universidad de donde estos delincuentes de cuello blanco se graduaron, si no para fijarle precio a la vida del cliente o del ser querido, que muchas veces no tiene valor monetario, sí para sentar un necesario precedente para todos los que venimos atrás.
Mucho se puede hacer, como lo hicimos desde el Registro General de la Propiedad, en contra de este tipo de delincuencia, pues el Registro también es víctima de los engaños de este puñado de malos profesionales, pero mientras el Estado no esté dispuesto a actuar con firmeza y las Universidades dejen pasar a todo el mundo, sin verdaderamente conocer a sus estudiantes, nada mejorará en nuestro entorno, y dentro de poco tiempo estaremos escuchando más noticias de esta naturaleza.
Un buen comienzo sería, por ejemplo, aprobar el proyecto de Ley de Notariado que vendría a sustituir una antiquísima ley que todavía está vigente, proyecto que tiene por lo menos siete años de estar engavetado en algún lugar del Congreso de la República.
¡Éste es uno de los temas en donde hay que dar un manotazo en la mesa y decir: basta ya!
Este es un típico caso en el que habría de aplicarse la pena de muerte, tomando en cuenta, especialmente, que el notario es un funcionario en quien el Estado confía para que, a través de la fe pública, le sirva a la comunidad en la cual se desenvuelve. La traición misma de esta confianza, en dos vías, hacia el Estado que se la confirió, y hacia la sociedad a quien debe servir, es asquerosa; pero que, encima, con ánimos de lucro, contraten matones para acabar con la vida de las víctimas a las que ya despojaron, sólo merece la pena más alta.
En el caso que comentamos la víctima era, además, abogada; una profesional del Derecho que se dedicaba a la judicatura, lo cual representa otra pérdida para la sociedad.
Tengo años de venir cuestionando la pobre capacidad del Estado de quitarles la fe pública a las personas que no actúan conforme a los más elementales principios éticos, y utilizan esta facultad con la finalidad de engañar y estafar a la ciudadanía incauta. Aquí el daño es enorme, pues además de crearse un ambiente propicio para delinquir una y otra vez, dañando persistentemente a la población inerme, el público, en lugar de confiar en los notarios y en el sistema jurídico, lo que tiende es a desconfiar cada vez más y más, al grado de que, por unos pocos delincuentes entre miles de profesionales, es el gremio entero el que sufre la consecuencia de sus faltas y deliberadas inmoralidades.
Es obvio que, aunque sea indirectamente, el Estado tiene alguna responsabilidad en la muerte de la juez despojada y asesinada por esta banda. Si el Estado hubiese reaccionado hace años recogiendo protocolos que siguen en manos indebidas, inhabilitando sellos, firmas y facultades, quizás no se habría organizado una banda para causar todos estos delitos.
Por otro lado, creo que las Universidades también tienen un grado importante de responsabilidad en todo este asunto, pues es a través de sus aulas que se vienen formando estas personas antijurídicas, quizás no para conseguir un título sino algo parecido a una patente de corso, y algo deberían estar haciendo, no sólo en el campo de la formación sino en el de la detección de estos malos elementos, que jamás deberían graduarse.
Si yo me dedicase a litigar en tribunales o fuese familiar de la jueza victimizada, ya estaría viendo cómo encaminar acciones judiciales en contra del Estado y de la Universidad de donde estos delincuentes de cuello blanco se graduaron, si no para fijarle precio a la vida del cliente o del ser querido, que muchas veces no tiene valor monetario, sí para sentar un necesario precedente para todos los que venimos atrás.
Mucho se puede hacer, como lo hicimos desde el Registro General de la Propiedad, en contra de este tipo de delincuencia, pues el Registro también es víctima de los engaños de este puñado de malos profesionales, pero mientras el Estado no esté dispuesto a actuar con firmeza y las Universidades dejen pasar a todo el mundo, sin verdaderamente conocer a sus estudiantes, nada mejorará en nuestro entorno, y dentro de poco tiempo estaremos escuchando más noticias de esta naturaleza.
Un buen comienzo sería, por ejemplo, aprobar el proyecto de Ley de Notariado que vendría a sustituir una antiquísima ley que todavía está vigente, proyecto que tiene por lo menos siete años de estar engavetado en algún lugar del Congreso de la República.
¡Éste es uno de los temas en donde hay que dar un manotazo en la mesa y decir: basta ya!
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sábado, 19 de febrero de 2011
LOS GRUPOS DE CHOQUE DEL GOBIERNO Y LA ESTRATEGIA DE LA AUTODESTRUCCIÓN
La violencia política se incrementa en la medida que se acerca la fecha del banderazo de salida de la contienda electoral del presente año en Guatemala.
Tanto se preparan unos grupos como los otros. Por ejemplo, haberle subido el precio hasta Q.340.00 el quintal de simple abono triple 15, antes de que inicie la cosecha, es prever una holgada caja chica de los financistas de campaña del partido oficial. Lo mismo, en algún sentido, puede decirse de la matanza de ayer en ciudad Pedro de Alvarado, donde acabaron con la vida de la candidata a alcalde del partido de gobierno y su espuria alianza con el partido político GANA: puro posicionamiento antes del esperado banderazo de salida.
Pero dentro de todo lo que pasa en nuestro entorno, lo que más nos tiene preocupados es la utilización de los grupos de presión del gobierno para hacer, deshacer y volver a revolver en cualquier campo, hasta en el de la ilegalidad.
Hay claras muestras de que el Comité de Acción Campesina, CUC, la Coordinadora Nacional Indígena y Campesina, CONIC, el Sindicato del Magisterio Nacional y otros grupos estarían a las órdenes del actual gobierno para bloquear carreteras, interrumpir el paso en las fronteras, tomar los aeropuertos y hacer presión en el Congreso y otros lados para manipular la agenda de país, crear zozobra o la impresión de algo que les beneficie políticamente.
Eso, como sucedió con el jueves negro de la época del Frente Republicano Guatemalteco, FRG, día así conocido porque las turbas traídas del interior del país, armados con palos y machetes, vinieron a tomar por asalto la ciudad, se les puede revertir, como se le revirtió esa insensata acción al entonces partido de gobierno, por mucho que ahora hasta la hija del líder de esa agrupación política, la diputada Zury Ríos, se publicite a través de mupies en las mismas áreas que bloquearon y amenazaron prácticamente con incendiar en aquella oportunidad, apostándole, quizás, al olvido de la gente.
La ciudadanía debe estar atenta a las señales de estos tiempos y no dejarse sorprender. Toda acción negativa de estos grupos debe ser estudiada minuciosamente para determinar quién es el beneficiario directo e indirecto de las medidas de hecho que vayan a tomar en contra de la ciudadanía honrada y de a pie de este país.
La arrogancia de "los peludos", mote con el que se conoce a los controvertidos allegados y supuestos estrategas del Presidente de la República y, más que de él, de la señora Sandra Torres de Colom, pueda hacer que estén labrando la estaca donde finalmente se hayan de sentar, y toda esta acción que vienen planificando, al margen de la ley y en contra de los electores, termine por unificar a la oposición política hoy indecisa alrededor de quien represente la seguridad de un cambio en las más altas instancias del gobierno.
Dicho en otras palabras, las acciones malévolas que se planifican desde las oficinas del gobierno pueden ser las que le den el triunfo electoral a la oposición.
Mientras estos escenarios se desarrollan y se visualizan mejor las cosas, desde ya condenamos todo acto de terrorismo en las calles y carreteras del país.
Tanto se preparan unos grupos como los otros. Por ejemplo, haberle subido el precio hasta Q.340.00 el quintal de simple abono triple 15, antes de que inicie la cosecha, es prever una holgada caja chica de los financistas de campaña del partido oficial. Lo mismo, en algún sentido, puede decirse de la matanza de ayer en ciudad Pedro de Alvarado, donde acabaron con la vida de la candidata a alcalde del partido de gobierno y su espuria alianza con el partido político GANA: puro posicionamiento antes del esperado banderazo de salida.
Pero dentro de todo lo que pasa en nuestro entorno, lo que más nos tiene preocupados es la utilización de los grupos de presión del gobierno para hacer, deshacer y volver a revolver en cualquier campo, hasta en el de la ilegalidad.
Hay claras muestras de que el Comité de Acción Campesina, CUC, la Coordinadora Nacional Indígena y Campesina, CONIC, el Sindicato del Magisterio Nacional y otros grupos estarían a las órdenes del actual gobierno para bloquear carreteras, interrumpir el paso en las fronteras, tomar los aeropuertos y hacer presión en el Congreso y otros lados para manipular la agenda de país, crear zozobra o la impresión de algo que les beneficie políticamente.
Eso, como sucedió con el jueves negro de la época del Frente Republicano Guatemalteco, FRG, día así conocido porque las turbas traídas del interior del país, armados con palos y machetes, vinieron a tomar por asalto la ciudad, se les puede revertir, como se le revirtió esa insensata acción al entonces partido de gobierno, por mucho que ahora hasta la hija del líder de esa agrupación política, la diputada Zury Ríos, se publicite a través de mupies en las mismas áreas que bloquearon y amenazaron prácticamente con incendiar en aquella oportunidad, apostándole, quizás, al olvido de la gente.
La ciudadanía debe estar atenta a las señales de estos tiempos y no dejarse sorprender. Toda acción negativa de estos grupos debe ser estudiada minuciosamente para determinar quién es el beneficiario directo e indirecto de las medidas de hecho que vayan a tomar en contra de la ciudadanía honrada y de a pie de este país.
La arrogancia de "los peludos", mote con el que se conoce a los controvertidos allegados y supuestos estrategas del Presidente de la República y, más que de él, de la señora Sandra Torres de Colom, pueda hacer que estén labrando la estaca donde finalmente se hayan de sentar, y toda esta acción que vienen planificando, al margen de la ley y en contra de los electores, termine por unificar a la oposición política hoy indecisa alrededor de quien represente la seguridad de un cambio en las más altas instancias del gobierno.
Dicho en otras palabras, las acciones malévolas que se planifican desde las oficinas del gobierno pueden ser las que le den el triunfo electoral a la oposición.
Mientras estos escenarios se desarrollan y se visualizan mejor las cosas, desde ya condenamos todo acto de terrorismo en las calles y carreteras del país.
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elecciones 2011
martes, 15 de febrero de 2011
DIOS LOS CRÍA Y EL DIABLO LOS JUNTA
Sigo creyendo que, dentro del gremio del magisterio, hay muchísimos maestros, profesoras, gente linda dedicada a su vocación, que al formar niños, niñas y juventud, construye nuestra Guatemala todos los días.
Pero es nefasto que, sindicalmente, estén representados por tremendo gañán.
Ahora resulta que no sólo la Coordinadora Nacional Indígena y Campesina, CONIC, es grupo de choque del gobierno que preside Álvaro Colom (recordemos que el domingo 7 de febrero en curso, que el Partido Patriota, el principal opositor del partido oficial, llevó a cabo una concentración, ellos salieron, organizadamente, a bloquear carreteras en el interior del país, impidiendo el paso de autobuses con gente que ya no pudo llegar a su reunión), sino que ahora, el secretario general del sindicato de maestros, que amenaza con salir a protestar a las calles si no se realiza la reforma fiscal que tanto cacarea el Presidente Colom y que tanto le interesa.
Con maestros así, que aún siendo dirigente sindical se supone que es maestro, no necesitamos terremotos, tormentas tropicales, huracanes ni epidemias.
Debería, este personaje, aprender del sindicalismo europeo, que en épocas de vacas flacas, como ahora, usa su inteligencia, negocia pero no se vende.
Pero es nefasto que, sindicalmente, estén representados por tremendo gañán.
Ahora resulta que no sólo la Coordinadora Nacional Indígena y Campesina, CONIC, es grupo de choque del gobierno que preside Álvaro Colom (recordemos que el domingo 7 de febrero en curso, que el Partido Patriota, el principal opositor del partido oficial, llevó a cabo una concentración, ellos salieron, organizadamente, a bloquear carreteras en el interior del país, impidiendo el paso de autobuses con gente que ya no pudo llegar a su reunión), sino que ahora, el secretario general del sindicato de maestros, que amenaza con salir a protestar a las calles si no se realiza la reforma fiscal que tanto cacarea el Presidente Colom y que tanto le interesa.
Con maestros así, que aún siendo dirigente sindical se supone que es maestro, no necesitamos terremotos, tormentas tropicales, huracanes ni epidemias.
Debería, este personaje, aprender del sindicalismo europeo, que en épocas de vacas flacas, como ahora, usa su inteligencia, negocia pero no se vende.
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Joviel Acevedo,
Reforma Fiscal
LA MÁS GRANDE DIFERENCIA ENTRE POLICÍAS DE ESTADOS UNIDOS Y GUATEMALA
No es la estatura, ni el entrenamiento, ni la alimentación; ni siquiera el sueldo o el equipamiento, todos estos renglones con marcada diferencia entre los agentes del país del norte y el nuestro.
Creo que la mayor diferencia entre ambos grupos de agentes policiales es el marco jurídico dentro del cual tienen que trabajar.
Viene a cuento este tema porque hace apenas unos días tres policías acudieron a un llamado, en un hotel del centro de la capital, en auxilio de una prostituta que, dentro de una de las habitaciones, estaba solicitándolo por la golpiza que un cliente le estaba propinando, y cuando se hicieron presentes el agresor la emprendió a balazos en su contra, se armó el tiroteo y, consecuentemente, al delincuente lo trasladaron los bomberos a la emergencia de un hospital en donde falleció.
Hasta aquí, la historia pudo haber sido la misma allá que acá.
Pero mientras en Estados Unidos un policía que abate a un delincuente armado no sólo es un héroe sino continúa trabajando normalmente después de efectuar su papeleo, en Guatemala, los pobres agentes fueron objeto de una orden de detención solicitada por el Ministerio Público, MP, hasta que un juez contra ordenó, justificadamente, su puesta en libertad.
¿Acaso el MP no tiene un registro de quiénes son los agentes para mandarlos llamar durante el proceso que se abrirá a raíz de un incidente de esta naturaleza? ¿Qué necesidad, o necedad, hay en detenerlos si, no sólo están cumpliendo con su deber, sino están actuando en legítima defensa?
Por supuesto que, después de una balacera donde resulta una persona fallecida tiene que investigar el MP, aunque quisiera saber hasta dónde se investiga, científicamente hablando.
Se debe fortalecer, inclusive, la Oficina de Responsabilidad Profesional de la PNC, que hoy parece no servir de mucho. Pero lo que definitivamente hay que cambiar, señores diputados, es la ley que ampara a los agentes del orden público para acudir en defensa de la ciudadanía honrada, es decir, de todos los demás ciudadanos que trabajamos para producir y pagar impuestos para que todo el aparato del Estado funcione.
Bajo las actuales circunstancias, que ha venido a agravar en alguna medida la hostilización que hace, de alguna manera, la Procuraduría de los Derechos Humanos, cuando pierde el rumbo y no actúa en la línea que debiera ¿qué agente del orden se siente respaldado para hacer lo que todos nosotros esperamos que haga a la hora de la verdad?
Esta es una parte de los temas que este "gobiernito" debiera haber arreglado con la inteligencia que prometió para combatir la delincuencia.
No es lo mismo que nos cuiden agentes temerosos de lo que les pase con otras agencias del Estado que los pueden hacer perder su trabajo y hasta su libertad, a que salgan a patrullar las calles policías verdaderamente respaldados por las ciudadanía y por las leyes.
Con la libertad en que han quedado los tres policías valientes involucrados en el incidente descrito, no termina su calvario. Estamos seguros que la normalización en sus vidas no será de la noche a la mañana. Les han de esperar interminables citas e insufribles audiencias y elaboración de informes, lo cual abona a que la totalidad de agentes llamados a protegernos, esté mental y psicológicamente en una disposición defensiva, de protegerse a sí mismo cuando las circunstancias de la vida lo pongan en situación de brindarnos el auxilio necesario.
Sin embargo, aunque ellos nunca lean estas líneas, desde el contraste de la relativa tranquilidad de mi hogar, desde donde escribo, elevo un pensamiento, con mi agradecimiento, hacia todos aquellos agentes que, bajo estas circunstancias adversas, están en este momento, por ejemplo, en el turno de velar el sueño de quienes ya nos vamos a descansar. Pienso en ellos; en sus familias; en los buenos Comisarios, que también los hay.
Así como hay policías malos que hemos visto involucrados en tantas cosas feas, y que merecen no sólo cadenas perpetuas en prisión sino, a veces, el paredón de fusilamiento, así también hay gente buena que lo hacen pensar a uno que bien vale la pena apoyar por que las cosas se vengan haciendo de otra manera.
Creo que la mayor diferencia entre ambos grupos de agentes policiales es el marco jurídico dentro del cual tienen que trabajar.
Viene a cuento este tema porque hace apenas unos días tres policías acudieron a un llamado, en un hotel del centro de la capital, en auxilio de una prostituta que, dentro de una de las habitaciones, estaba solicitándolo por la golpiza que un cliente le estaba propinando, y cuando se hicieron presentes el agresor la emprendió a balazos en su contra, se armó el tiroteo y, consecuentemente, al delincuente lo trasladaron los bomberos a la emergencia de un hospital en donde falleció.
Hasta aquí, la historia pudo haber sido la misma allá que acá.
Pero mientras en Estados Unidos un policía que abate a un delincuente armado no sólo es un héroe sino continúa trabajando normalmente después de efectuar su papeleo, en Guatemala, los pobres agentes fueron objeto de una orden de detención solicitada por el Ministerio Público, MP, hasta que un juez contra ordenó, justificadamente, su puesta en libertad.
¿Acaso el MP no tiene un registro de quiénes son los agentes para mandarlos llamar durante el proceso que se abrirá a raíz de un incidente de esta naturaleza? ¿Qué necesidad, o necedad, hay en detenerlos si, no sólo están cumpliendo con su deber, sino están actuando en legítima defensa?
Por supuesto que, después de una balacera donde resulta una persona fallecida tiene que investigar el MP, aunque quisiera saber hasta dónde se investiga, científicamente hablando.
Se debe fortalecer, inclusive, la Oficina de Responsabilidad Profesional de la PNC, que hoy parece no servir de mucho. Pero lo que definitivamente hay que cambiar, señores diputados, es la ley que ampara a los agentes del orden público para acudir en defensa de la ciudadanía honrada, es decir, de todos los demás ciudadanos que trabajamos para producir y pagar impuestos para que todo el aparato del Estado funcione.
Bajo las actuales circunstancias, que ha venido a agravar en alguna medida la hostilización que hace, de alguna manera, la Procuraduría de los Derechos Humanos, cuando pierde el rumbo y no actúa en la línea que debiera ¿qué agente del orden se siente respaldado para hacer lo que todos nosotros esperamos que haga a la hora de la verdad?
Esta es una parte de los temas que este "gobiernito" debiera haber arreglado con la inteligencia que prometió para combatir la delincuencia.
No es lo mismo que nos cuiden agentes temerosos de lo que les pase con otras agencias del Estado que los pueden hacer perder su trabajo y hasta su libertad, a que salgan a patrullar las calles policías verdaderamente respaldados por las ciudadanía y por las leyes.
Con la libertad en que han quedado los tres policías valientes involucrados en el incidente descrito, no termina su calvario. Estamos seguros que la normalización en sus vidas no será de la noche a la mañana. Les han de esperar interminables citas e insufribles audiencias y elaboración de informes, lo cual abona a que la totalidad de agentes llamados a protegernos, esté mental y psicológicamente en una disposición defensiva, de protegerse a sí mismo cuando las circunstancias de la vida lo pongan en situación de brindarnos el auxilio necesario.
Sin embargo, aunque ellos nunca lean estas líneas, desde el contraste de la relativa tranquilidad de mi hogar, desde donde escribo, elevo un pensamiento, con mi agradecimiento, hacia todos aquellos agentes que, bajo estas circunstancias adversas, están en este momento, por ejemplo, en el turno de velar el sueño de quienes ya nos vamos a descansar. Pienso en ellos; en sus familias; en los buenos Comisarios, que también los hay.
Así como hay policías malos que hemos visto involucrados en tantas cosas feas, y que merecen no sólo cadenas perpetuas en prisión sino, a veces, el paredón de fusilamiento, así también hay gente buena que lo hacen pensar a uno que bien vale la pena apoyar por que las cosas se vengan haciendo de otra manera.
EL "TUMBE" DE DROGA Y DINERO DEL EX DIRECTOR DE LA POLICÍA NACIONAL CIVIL
Hoy escuché, en los avances noticiosos de una radio, la nota de prensa relacionada con la advertencia que hace la defensa de Porfirio Pérez Paniagua, ex Director de la Policía Nacional Civil, PNC, procesado por varios delitos relacionados con un "tumbe" de droga y la supuesta desaparición de unos 300 mil dólares, de que acudirá a la Corte Interamericada de Derechos Humanos, CIDH, si el Ministerio Público, MP, apela las sentencias en las que fue absuelto porque el juzgador de primera instancia, al valorar la prueba, no la consideró suficiente para condenarlo.
Este caso tiene muchas aristas desde el cual analizarlo, pero eso lo dejaremos para futura oportunidad. No quiero ser parte del litigio que algunos abogados suelen hacer en los medios, y este espacio es de acceso público, pero es difícil dejar de expresarse cuando la insensatez y falta de sentido común de algunos colegas abogados llega al extremo del entreguismo.
Resulta que la defensa del procesado, a pesar de todos los elementos que han sido públicos a través de la prensa, que suponemos fueron parte de las pruebas en los juicios en su contra, logra que el sistema jurisdiccional no condene a su cliente, ahora nos sale con que no cree en los tribunales que han fallado a su favor, y amenaza con "el petate del muerto" de la CIDH, como si los integrantes de ese alto tribunal, a quienes tradicionalmente les fascina intervenir en los asuntos domésticos, no tuvieran por lo menos un poco de seriedad y profesionalismo.
¿Acaso no está en su derecho el MP de apelar cualquier sentencia en los procesos judiciales en los que es parte? ¿Acaso no es, además, un deber apelar esa sentencia?
Soy muy cuidadoso, por el momento, de prejuzgar sobre la inocencia o no del inculpado, pero sí condeno la actitud ruin del profesional del Derecho que no le da su lugar a los tribunales nacionales que lo están favoreciendo.
Con actitudes así, no nos quejemos después de que venga la OEA o cualquier embajador con aires proconsulares a dictarnos qué hacer.
¡¡Qué vergüenza!!
Este caso tiene muchas aristas desde el cual analizarlo, pero eso lo dejaremos para futura oportunidad. No quiero ser parte del litigio que algunos abogados suelen hacer en los medios, y este espacio es de acceso público, pero es difícil dejar de expresarse cuando la insensatez y falta de sentido común de algunos colegas abogados llega al extremo del entreguismo.
Resulta que la defensa del procesado, a pesar de todos los elementos que han sido públicos a través de la prensa, que suponemos fueron parte de las pruebas en los juicios en su contra, logra que el sistema jurisdiccional no condene a su cliente, ahora nos sale con que no cree en los tribunales que han fallado a su favor, y amenaza con "el petate del muerto" de la CIDH, como si los integrantes de ese alto tribunal, a quienes tradicionalmente les fascina intervenir en los asuntos domésticos, no tuvieran por lo menos un poco de seriedad y profesionalismo.
¿Acaso no está en su derecho el MP de apelar cualquier sentencia en los procesos judiciales en los que es parte? ¿Acaso no es, además, un deber apelar esa sentencia?
Soy muy cuidadoso, por el momento, de prejuzgar sobre la inocencia o no del inculpado, pero sí condeno la actitud ruin del profesional del Derecho que no le da su lugar a los tribunales nacionales que lo están favoreciendo.
Con actitudes así, no nos quejemos después de que venga la OEA o cualquier embajador con aires proconsulares a dictarnos qué hacer.
¡¡Qué vergüenza!!
TURISMO: HAY QUE METER BANQUEROS Y OTROS ACTORES EN EL NEGOCIO
Ayer, para efectuar un pago personal, acudí a un banco a comprar unos euros. Como el muchacho que me atendió no entendió muy bien qué quería hacer, me dio la tasa de cambio de una operación en la que yo le vendiera los euros.
Aclarada la situación, me pude percatar que el diferencial cambiario entre la compra y la venta de euros es de prácticamente tres quetzales, lo que me hace pensar que los turistas europeos son esquilmados en nuestro territorio por el simple hecho de venir a conocer y a gastar.
Lo anterior se agrava con la anécdota que, casualmente, hoy me contaron. Un guatemalteco, al tratar de cambiar dólares en una de las casetas del aeropuerto La Aurora al no más ingresar al país, se percató que el dólar lo estaban pagando casi a seis quetzales. Dándose cuenta de la manera de aprovecharse de los turistas, no cayó en la trampa y se fue sin cambiar su dinero por moneda local.
Lo peor es que, con la agenda apretada, se fue de una vez al interior del país, en donde acudió a la agencia de un banco a cambiar sus dólares, pero no lo pudo hacer porque el banco le exige que abra una cuenta para poder trocarle la moneda.
Sabido es, por aparte, que los mismos hoteles se encargan de sacarles a los turistas que hospedan más plata de la que el sentido común aconseja por el solo hecho de cambiarles sus dólares o sus euros.
Luego, vale la pena hacer ver que carece totalmente de sentido despellejar a turistas y connacionales con estas actitudes, pues el verdadero negocio está en que cada vez venga más gente a gastar.
El negocio de unos pocos, que se reduce a los dueños de las casetas que cambian dólares en el aeropuerto, y los accionistas y propietarios de bancos y hoteles, se vería incrementado en la medida que dejen de atropellar a la gente.
La mejor publicidad que un país pueda tener es la que se da de boca en boca. Y la peor también.
Aclarada la situación, me pude percatar que el diferencial cambiario entre la compra y la venta de euros es de prácticamente tres quetzales, lo que me hace pensar que los turistas europeos son esquilmados en nuestro territorio por el simple hecho de venir a conocer y a gastar.
Lo anterior se agrava con la anécdota que, casualmente, hoy me contaron. Un guatemalteco, al tratar de cambiar dólares en una de las casetas del aeropuerto La Aurora al no más ingresar al país, se percató que el dólar lo estaban pagando casi a seis quetzales. Dándose cuenta de la manera de aprovecharse de los turistas, no cayó en la trampa y se fue sin cambiar su dinero por moneda local.
Lo peor es que, con la agenda apretada, se fue de una vez al interior del país, en donde acudió a la agencia de un banco a cambiar sus dólares, pero no lo pudo hacer porque el banco le exige que abra una cuenta para poder trocarle la moneda.
Sabido es, por aparte, que los mismos hoteles se encargan de sacarles a los turistas que hospedan más plata de la que el sentido común aconseja por el solo hecho de cambiarles sus dólares o sus euros.
Luego, vale la pena hacer ver que carece totalmente de sentido despellejar a turistas y connacionales con estas actitudes, pues el verdadero negocio está en que cada vez venga más gente a gastar.
El negocio de unos pocos, que se reduce a los dueños de las casetas que cambian dólares en el aeropuerto, y los accionistas y propietarios de bancos y hoteles, se vería incrementado en la medida que dejen de atropellar a la gente.
La mejor publicidad que un país pueda tener es la que se da de boca en boca. Y la peor también.
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lunes, 14 de febrero de 2011
LA VERDADERA SOLIDARIDAD DE ÁLVARO COLOM
Dinero sobra en nuestro país para que el gobierno haga publicidad, y la última está relacionada con el legado político que nuestro actual desgobernante cree, a pie juntillas, que le va a dejar al país.
Sin embargo, carece totalmente de solidaridad la endeudada que le está dejando, sin precedente alguno, a varias generaciones de guatemaltecos y guatemaltecas que no han nacido todavía, pero que se acordarán de él.
Nada tiene de solidario que nos sigan extorsionando, asaltando y asesinando en las calles, en los medios de transporte público y hasta dentro de nuestros hogares, si los recursos destinados a prevenir el crimen, a investigar los hechos delictivos, a patrullar, a entrenar a nuestros policías, a armarlos y a pagarles bien, no digamos los fiscales e investigadores que tienen que aportar la prueba, hacen los diputados como que los aprueban pero luego nuestro paladín de la solidaridad ordena su transferencia, por cientos de millones de quetzales, hacia otros programas en donde tampoco hay sentimientos noblemente solidarios, sino clientelismo político.
¿Dónde está la gestión solidaria de un gobierno que abre comedores, supuestamente para la gente necesitada, pero produce un país que ya se gana el deshonroso título del más desnutrido? ¿Será que quienes se mueren de hambre son todos esos hombres de chaleco con números y casco de moto que pasan a almorzar por Q.3.00? ¿O lo hacen porque es en los centros urbanos que no logran terminar de engañar a la gente para que voten por ellos?
¿Será solidario un país en donde pequeñines llevan semanas sin tener un maestro en su escuela, pero al abogado del sindicato de maestros, cuñado del "solidario" Presidente de la República, le tocan decenas de millones de quetzales de honorarios por haber "asesorado" en la firma del último Pacto Colectivo de Condiciones de Trabajo?
Es extraña esa solidaridad que tanto se publicita en un país en donde los alcaldes del interior del país tienen que despedir gente porque el Gobierno Central les hace recortes en las asignaciones presupuestarias, mientras las cuñadas y sobrinas del Primer Mandatario se quedan con millonarias comisiones por endeudar a las municipalidades en el Instituto de Fomento Municipal.
Pero lo que más solidario ha de sentir ese Presidente que nos manda a que nos conformemos con que nos asalten y nos maten, es el efecto multiplicador que tiene el infame y escandaloso aumento al precio del quintal de abono triple quince, el cual ahora se lo venden al campesino en Q.340.00.
¿Cómo no va a subir el precio del tomate, del limón, de la papa, de las tortillas, de todas las verduras? ¡Eso sí es solidaridad, pero con los financistas de su campaña que, casualmente, también manejan el monopolio de los fertilizantes!
¡Quién sabe! También existe otro caso de extraña solidaridad: el aumento del salario mínimo por decisión unilateral de quien se cree rey, no gobernante, medida que favoreció sólo a quienes ganan, precisamente, el salario mínimo, pero afectó a todo el resto de ciudadanos, especialmente las amas de casa y niños, pues uno de los primeros efectos, casi inmediatos, fue el aumento del precio del pan popular. ¿O es que es tan listo que piensa que los panaderos saben magia y no tienen que pagar salarios?
Otro efecto perverso de esta medida "diz que solidaria" fue el enorme despido de personal en las fábricas, maquilas, fincas y comercios, debido a que los patronos no aguantaron con el aumento, olvidándosele al "solidario Presidente" que mucha gente humilde, por humilde que sea, como el dueño de una tienda de barrio o de un microbús, muchas veces también es patrono.
Con "solidaridades" así, aliviados estamos.
Sin embargo, carece totalmente de solidaridad la endeudada que le está dejando, sin precedente alguno, a varias generaciones de guatemaltecos y guatemaltecas que no han nacido todavía, pero que se acordarán de él.
Nada tiene de solidario que nos sigan extorsionando, asaltando y asesinando en las calles, en los medios de transporte público y hasta dentro de nuestros hogares, si los recursos destinados a prevenir el crimen, a investigar los hechos delictivos, a patrullar, a entrenar a nuestros policías, a armarlos y a pagarles bien, no digamos los fiscales e investigadores que tienen que aportar la prueba, hacen los diputados como que los aprueban pero luego nuestro paladín de la solidaridad ordena su transferencia, por cientos de millones de quetzales, hacia otros programas en donde tampoco hay sentimientos noblemente solidarios, sino clientelismo político.
¿Dónde está la gestión solidaria de un gobierno que abre comedores, supuestamente para la gente necesitada, pero produce un país que ya se gana el deshonroso título del más desnutrido? ¿Será que quienes se mueren de hambre son todos esos hombres de chaleco con números y casco de moto que pasan a almorzar por Q.3.00? ¿O lo hacen porque es en los centros urbanos que no logran terminar de engañar a la gente para que voten por ellos?
¿Será solidario un país en donde pequeñines llevan semanas sin tener un maestro en su escuela, pero al abogado del sindicato de maestros, cuñado del "solidario" Presidente de la República, le tocan decenas de millones de quetzales de honorarios por haber "asesorado" en la firma del último Pacto Colectivo de Condiciones de Trabajo?
Es extraña esa solidaridad que tanto se publicita en un país en donde los alcaldes del interior del país tienen que despedir gente porque el Gobierno Central les hace recortes en las asignaciones presupuestarias, mientras las cuñadas y sobrinas del Primer Mandatario se quedan con millonarias comisiones por endeudar a las municipalidades en el Instituto de Fomento Municipal.
Pero lo que más solidario ha de sentir ese Presidente que nos manda a que nos conformemos con que nos asalten y nos maten, es el efecto multiplicador que tiene el infame y escandaloso aumento al precio del quintal de abono triple quince, el cual ahora se lo venden al campesino en Q.340.00.
¿Cómo no va a subir el precio del tomate, del limón, de la papa, de las tortillas, de todas las verduras? ¡Eso sí es solidaridad, pero con los financistas de su campaña que, casualmente, también manejan el monopolio de los fertilizantes!
¡Quién sabe! También existe otro caso de extraña solidaridad: el aumento del salario mínimo por decisión unilateral de quien se cree rey, no gobernante, medida que favoreció sólo a quienes ganan, precisamente, el salario mínimo, pero afectó a todo el resto de ciudadanos, especialmente las amas de casa y niños, pues uno de los primeros efectos, casi inmediatos, fue el aumento del precio del pan popular. ¿O es que es tan listo que piensa que los panaderos saben magia y no tienen que pagar salarios?
Otro efecto perverso de esta medida "diz que solidaria" fue el enorme despido de personal en las fábricas, maquilas, fincas y comercios, debido a que los patronos no aguantaron con el aumento, olvidándosele al "solidario Presidente" que mucha gente humilde, por humilde que sea, como el dueño de una tienda de barrio o de un microbús, muchas veces también es patrono.
Con "solidaridades" así, aliviados estamos.
martes, 1 de febrero de 2011
LA YUXTAPOSICIÓN DE LOS MOVIMIENTOS RADICALES ISLÁMICOS Y LA IZQUIERDA POLÍTICA, Y SU INMINENTE GLOBALIZACIÓN
Algo tenebroso flota en el ambiente. No nos parece casualidad que en noviembre de 2010 haya habido un levantamiento en Marruecos y ahora se dé, simultáneamente, en Túnez y en Egipto.
La izquierda radical ya no existe, como se dio en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, URSS, en Rusia, pero es innegable que los resabios del sistema comunista de aquella época facilitan esa vinculación evidente entre esta e Irán, por ejemplo, que lidera, por mucho, por su dinero proveniente del petróleo, por su enorme población o por su radicalización misma, las actividades radicales islámicas en Oriente Medio.
Luego, en los últimos años hemos observado cómo son totalmente afines los movimientos islamitas del otro lado del mundo con los autodenominados revolucionarios socialistas del siglo veintiuno en nuestra América, con Hugo Chávez a la cabeza, quien ha permitido, inclusive, la transculturación de comunidades indígenas completas al islám, al grado que en internet circulan fotografías de niños, niñas y jóvenes entrenándose con fusiles kalashnikov o forrados con el temible cinturón cargando candelas de dinamita, alambres y fusibles.
Es más, en noviembre de 2010, el Grupo Parlamentario de Izquierda presentó una iniciativa, ante la Asamblea Plenaria del Parlamento Centroamericano, de respaldo hacia la República Árabe Saharahui Democrática, una república reconocida por algunos países pero sin territorio, pues todavía es objeto de discusiones, en el seno de la Organización de Naciones Unidas, para llevar a cabo el respectivo referéndum que permita su separación del actual territorio del Reino de Marruecos. Lo curioso es que, con todo y vacaciones de por medio, el tema fue llevado de nuevo a dicha Asamblea, en enero de 2011, con el dictamen de la Comisión de Relaciones Internacionales firmado unánimemente, en apoyo de dicha iniciativa.
Por demás está decir que fue imposible hacerlos entrar en razón acerca de los términos poco comedidos del proyecto, en donde se trata a la totalidad de marroquíes de invasores en su propio territorio. La maquinaria de la izquierda funcionó nuevamente en forma aceitada.
Lo curioso es que, ¿cuál es su propósito si estamos del otro lado del mundo? ¿Por qué, a las iniciativas que le interesan a Centroamérica, a la cual se debe el Parlamento Centroamericano, no se les trata con la misma celeridad?
La respuesta está, estimamos, en que se trata de una consigna internacional, y la militancia les obliga a deliberar en función de la obediencia a la misma.
No nacimos ayer como para no comprender lo que sucede.
Por supuesto que entendemos el desgaste que ha de tener Hosni Mubarak después de treinta años de gobierno en Egipto. Son menos de los que tiene Daniel Ortega de andar, entre gobernando, aspirando a la Presidencia y cooptando los demás poderes del Estado.
El famoso asesor de campañas políticas, Dick Morris, en un artículo de fecha 29 de enero de 2011, hace ver lo peligroso que resultaría, para el mundo, que los dos países más poblados de Medio Oriente, Irán y Egipto, con 75 y 80 millones de habitantes, respectivamente, caigan en las manos de los extremistas, situación con la cual coincidimos.
Lo que escapa al análisis de Morris y nos atrevemos a vaticinar es que el peligro de contaminación con este tipo de levantamientos no se limite al Medio Oriente, sino se traslade, por ejemplo, a Pakistán, que es el país musulmán más poblado del mundo, o Indonesia, que es uno de los países más poblados del mundo y con una gran cantidad de musulmanes.
Las dos enormes paradojas de todo esto son: la primera, que la mayoría de quienes profesan esta religión no son violentos porque no son extremistas; y la segunda, que los extremistas pareciera que viven de acuerdo a códigos de conducta de hace siete u ocho siglos, pero es a través de la tecnología del siglo XXI, especialmente de las redes sociales, que han logrado el enorme poder de convocatoria que están logrando, el cual es replicado en las ciudades grandes del mundo civilizado en donde hay fuerte población musulmana, como Londres o Nueva York.
En un tema sí coincidimos con Morris. El discurso de los líderes del mundo occidental, en estos momentos, tendrá que ser revisado y adecuado a las circunstancias.
Los sucesos de Marruecos, de Túnez y de Egipto pueden ser sólo el preámbulo.
La izquierda radical ya no existe, como se dio en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, URSS, en Rusia, pero es innegable que los resabios del sistema comunista de aquella época facilitan esa vinculación evidente entre esta e Irán, por ejemplo, que lidera, por mucho, por su dinero proveniente del petróleo, por su enorme población o por su radicalización misma, las actividades radicales islámicas en Oriente Medio.
Luego, en los últimos años hemos observado cómo son totalmente afines los movimientos islamitas del otro lado del mundo con los autodenominados revolucionarios socialistas del siglo veintiuno en nuestra América, con Hugo Chávez a la cabeza, quien ha permitido, inclusive, la transculturación de comunidades indígenas completas al islám, al grado que en internet circulan fotografías de niños, niñas y jóvenes entrenándose con fusiles kalashnikov o forrados con el temible cinturón cargando candelas de dinamita, alambres y fusibles.
Es más, en noviembre de 2010, el Grupo Parlamentario de Izquierda presentó una iniciativa, ante la Asamblea Plenaria del Parlamento Centroamericano, de respaldo hacia la República Árabe Saharahui Democrática, una república reconocida por algunos países pero sin territorio, pues todavía es objeto de discusiones, en el seno de la Organización de Naciones Unidas, para llevar a cabo el respectivo referéndum que permita su separación del actual territorio del Reino de Marruecos. Lo curioso es que, con todo y vacaciones de por medio, el tema fue llevado de nuevo a dicha Asamblea, en enero de 2011, con el dictamen de la Comisión de Relaciones Internacionales firmado unánimemente, en apoyo de dicha iniciativa.
Por demás está decir que fue imposible hacerlos entrar en razón acerca de los términos poco comedidos del proyecto, en donde se trata a la totalidad de marroquíes de invasores en su propio territorio. La maquinaria de la izquierda funcionó nuevamente en forma aceitada.
Lo curioso es que, ¿cuál es su propósito si estamos del otro lado del mundo? ¿Por qué, a las iniciativas que le interesan a Centroamérica, a la cual se debe el Parlamento Centroamericano, no se les trata con la misma celeridad?
La respuesta está, estimamos, en que se trata de una consigna internacional, y la militancia les obliga a deliberar en función de la obediencia a la misma.
No nacimos ayer como para no comprender lo que sucede.
Por supuesto que entendemos el desgaste que ha de tener Hosni Mubarak después de treinta años de gobierno en Egipto. Son menos de los que tiene Daniel Ortega de andar, entre gobernando, aspirando a la Presidencia y cooptando los demás poderes del Estado.
El famoso asesor de campañas políticas, Dick Morris, en un artículo de fecha 29 de enero de 2011, hace ver lo peligroso que resultaría, para el mundo, que los dos países más poblados de Medio Oriente, Irán y Egipto, con 75 y 80 millones de habitantes, respectivamente, caigan en las manos de los extremistas, situación con la cual coincidimos.
Lo que escapa al análisis de Morris y nos atrevemos a vaticinar es que el peligro de contaminación con este tipo de levantamientos no se limite al Medio Oriente, sino se traslade, por ejemplo, a Pakistán, que es el país musulmán más poblado del mundo, o Indonesia, que es uno de los países más poblados del mundo y con una gran cantidad de musulmanes.
Las dos enormes paradojas de todo esto son: la primera, que la mayoría de quienes profesan esta religión no son violentos porque no son extremistas; y la segunda, que los extremistas pareciera que viven de acuerdo a códigos de conducta de hace siete u ocho siglos, pero es a través de la tecnología del siglo XXI, especialmente de las redes sociales, que han logrado el enorme poder de convocatoria que están logrando, el cual es replicado en las ciudades grandes del mundo civilizado en donde hay fuerte población musulmana, como Londres o Nueva York.
En un tema sí coincidimos con Morris. El discurso de los líderes del mundo occidental, en estos momentos, tendrá que ser revisado y adecuado a las circunstancias.
Los sucesos de Marruecos, de Túnez y de Egipto pueden ser sólo el preámbulo.
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