PIDIENDO LA MUERTE PARA DARSE VIDA

Algo histriónico pareció el Presidente ecuatoriano, Rafael Correa, después del penoso espectáculo que dieron, o él o las fuerzas del orden, abriéndose el saco y enseñando el pecho a la par de decir, frente a las multitudes que lo llegaron a apoyar, algo así como que estaba dispuesto a dar la vida pero no a consentir las presiones.

En principio, mientras se daban los hechos, como demócratas que somos, estuvimos pidiendo, por twitter inclusive (floresasturias@twitter), que se normalizara la situación en ese país y que se fortaleciera la democracia.

Ahora, pasado el momento y habiendo reflexionado, nos entran serias dudas acerca de los orígenes y del fondo de todo lo sucedido o, por lo menos, de la experiencia que pueda tener Correa para comunicarse con la gente.

Si realmente estuvo detenido, ¿cómo fue posible, desde adaentro del hospital, que ordenara la suspensión inmediata de todas las transmisiones radiales y televisivas de la iniciativa privada? La misma cadena estadounidense, CNN, se vio obligada a transmitir lo que el gobierno quería que el mundo supiera. ¿Cuándo se ha visto que un retenido pueda dar órdenes al exterior, o que tenga comunicación hacia afuera, siquiera?

Más parece que, fieles seguidores de Hugo Chávez, hayan querido para Correa una 13 de abril, como el de aquél, es decir, un tremendo lío capaz de atraer la atención de la prensa mundial, pero debidamente controlado por anticipado, de manera que se pueda salir revestido de una popularidad que le permita implementar algún tema delicado de la agenda política.

Nos hace pensar lo anterior, dos hechos: el primero, que los policías ecuatorianos son tan pobres como los nuestros, de modo que cada bala que disparan corre por su cuenta y, acostumbrados como están a no gastar, lo que quiere decir, no disparar, no tienen el respeto de la población, mucho menos de un ejército que, aquí viene el segundo hecho, después de balearse con los levantados por más de media hora, balacera en la cual también sonaron varios bombazos, según reportó una periodista a través de twitter desde adentro de las instalaciones del hospital, pero no hubo un solo muerto.

Creer o no creer. He ahí la pregunta.