lunes, 30 de noviembre de 2009

LA DEMAGOGIA SOCIALISTA OBRERA ESPAÑOLA

Empiezo por decir que tengo que felicitar al Presidente Oscar Arias, quien después de tratar de reinstalar a Manuel Zelaya, el violador de la Constitución y las leyes en Honduras, a contrapelo de la legalidad hondureña, ahora ha tenido la hidalguía de manifestar que reconocerá lo que el pueblo hondureño manifestó en las urnas, lo que hace que otro presidente, después de Barack Obama, Ricardo Martinelli, Allan García y Álvaro Uribe, se hayan inclinado por lo que más he tratado de defender desde este blog, la legalidad y el sentido común en el ámbito de la política.



Por otro lado están los países recalcitrantes en decir que no reconocerán la soberanía del pueblo hondureño expresada en las urnas, con Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua a la cabeza, seguidos por Guatemala, El Salvador, Brasil, Argentina, solamente entendibles por su ideologización radical que no les permite ver más allá de que la persona de Manuel Zelaya es su aliado.



Todo lo anterior es entendible, dada la enorme carga ideológica que los partidos de gobierno de estos países tienen.



Caso aparte es el de México (que conoció y entendió, en menos de 24 horas, con la visita relámpago de Zelaya a ese país, cuál era la causa de muchos males en Honduras, a pesar de lo cual el Presidente Calderón sigue haciendo un llamado al restablecimiento del orden constitucional: ¿el que rompió Zelaya o el de los militares?); de Chile (cuya Presidenta parece que no ha leído muy bien el Acuerdo Guaymuras) y de otros países que, teniendo una ideología de centro o de centro izquierda, pertenecen a la izquierda moderna (no mencionno a Uruguay en este renglón porque, siendo parte de este grupo, ignoramos qué rumbo tomará con su nuevo Presidente electo, José Mujica, a quien aprovechamos para felicitarlo por su legítimo triunfo, tan legítimo como el de Porfirio Lobo en Honduras).



Lo que no tiene pies ni cabeza, desde nuestro punto de vista, es la última declaración del gobierno socialista español, en el sentido que no reconocerán a las elecciones de Honduras pero no pueden ignorar los resultados ni el apoyo popular recibido por Lobo. ¿Queriendo quedar bien con Dios y con el diablo? Todo esto se ha dado en el marco de la Cumbre Iberoamericana que se está llevando a cabo en la ciudad de Estoril, Portugal, en donde no he tenido la suerte de estar, pero imagino que los presentes, quizás con mayor experiencia que la nuestra, han de haber hecho un esfuerzo por contener los comentarios, las sonrisas o qué sé yo.

Fue mano pero tengo que reconocer que fue gol. La nena no ha tenido novio pero tengo que reconocer que está preñada. ¿A quién pretenden engañar? La factura de la inconsistencia del gobierno de Rodríguez Zapatero se las habrá de cobrar el pueblo español, con mayor sentido común y político de lo que pensaríamos los hispano parlantes que no los conocemos personalmente.

Afirmo que les cobrarán la factura porque ésta es la muestra inequívoca de que están siendo gobernados por demagogos, por artífices de la palabra tratando de ocultar sus verdaderas intenciones u objetivos. Afirmo que se la cobrarán porque esto viene a atarle cabos a todos, que de la misma manera han sido tratados cuando el tema es económico, cuando se habla del desempleo (que es el mayor de Europa en estos momentos, según entendemos), que se sitúa en alrededor del 19% de la PEA y del 35% en los jóvenes.

Si el proceso de elecciones en Honduras hubiese sido raquítico, nadie tendría cómo hablar en favor de él; pero, hasta donde sabemos, fue ejemplar, fue una fiesta cívica, con música en las calles, con temor por los rumores de que iban a ser golpeados por los zelayistas, especialmente en los barrios populares, pero con una asistencia masiva, de más del 61% de electores empadronados, a pesar que Nicaragua y El Salvador cerraron sus fronteras para impedir, según cuentan, que más votantes que viven en esos países pudieran pasar a ejercer su sufragio.

Luego, la elección de Porfirio Lobo, con más del 61% de los votos válidos, hasta el momento, ¿qué dudas le dejan a España? ¿Cuál es la solución que el gobierno español propone?

Repito y anticipo: los sinsentidos políticos del gobierno español, en el tema de Honduras, no los olvidarán los sencillos electores españoles, que en este campo habrán de entender que su gobierno ya ni corta ni pincha. ¡Y ésa es la voz autorizada que, en los temas hispanoamericanos, suelen seguir los demás países europeos!

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