lunes, 21 de marzo de 2011

VOTO RAZONADO. ENTRE LA SEGURIDAD, LA DEMOCRACIA Y EL ESTADO DE DERECHO EN CENTROAMÉRICA

VOTO RAZONADO

con relación a la emisión de opinión relacionada con la iniciativa “PARA APOYAR A LOS ESTADOS CENTROAMERICANOS Y DE REPÚBLICA DOMINICANA EN LA NECESIDAD DE FOTALECER LAS DEMOCRACIAS Y EL ESTADO DE DERECHO EN LA REGIÓN”, emitida por el diputado RICARDO ALFREDO FLORES ASTURIAS, miembro de la Comisión Política y de Asuntos Partidarios.

I. Análisis de la Iniciativa:

Para comenzar, el título, una verdad de Perogrullo, es lo suficientemente amplio como para sustentar una amplia variedad de argumentos y justificaciones para arribar a la misma conclusión: hay que apoyar “las democracias” y el Estado de Derecho de los países miembros del Sistema de la Integración de Centroamérica, SICA, mas una declaración, en ese sentido, no es exactamente lo que la ciudadanía espera, en concreto, para que la democracia florezca y el Estado de Derecho se cimente.

Sin embargo, la enumeración de los problemas que cita la Exposición de Motivos y que se complementa con la parte considerativa, no nos hacen arribar, necesariamente, a las mejores conclusiones en la parte resolutiva o, por lo menos, con la inclusión del quinto punto resolutivo, nos deja la sensación de que estamos divagando en dos temas que pueden y deben ser tratados de manera separada y distinta.

La tendencia a confundir la seguridad democrática que tiene que ver con los procesos políticos de selección y la gobernabilidad, con los temas de seguridad ciudadana, que son más de carácter policial y de organización institucional para combatir al crimen organizado, que se hace evidente en el punto resolutivo número cuatro y que, a su vez, le abre la puerta al quinto punto resolutivo, que debería ser objeto de otra iniciativa, se palpan en el cuerpo de todo el documento.

La posición que adopta la ponente en la Exposición de Motivos, con relación al Golpe de Estado de junio de 2009 en Honduras, que consideramos la fundamentación para la inclusión del tercer párrafo de la parte considerativa (“ASUMIENDO…”), según nuestro punto de vista, es demasiado simple, y hace a un lado las verdaderas causas que llevaron, finalmente, al mencionado Golpe de Estado: el rompimiento reiterado del orden constitucional por el mismo Presidente de la República en su afán por modificar artículos inmodificables relacionados, como quiera verse, con la imposibilidad de reelegirse o con la necesaria alternabilidad en el ejercicio del poder.

Este punto, el del necesario respeto a la legalidad y a los principios democráticos y jurídicos, es un elemento que hace falta mencionar, que ya probó lo peligroso que es, en el caso hondureño, y que iguales o similares problemas podría acarrear, tanto en Nicaragua, en donde es de dominio público la manipulación de los tribunales y la misma Corte Suprema de Justicia, así como el Tribunal Electoral, en un afán de reelegir a quien ya cumplió, en contra de lo que la Constitución de la República dice, como en Guatemala, en donde algunos políticos que se creen indispensables también hacen caso omiso de la normativa constitucional en su afán por conservar, recuperar o adquirir el poder.

Una declaración lírica de la Asamblea Plenaria, sin mencionar la ambición que carcome a malos políticos, aniquilando el Estado de Derecho, la institucionalidad, el respeto a la ley y a los más elementales principios de convivencia democrática, deviene en una declaración inútil de nuestra parte.

La única mención que se hace, ni siquiera en forma directa sino solapada, al tema del respeto a la legalidad, está en el último párrafo del “Por Tanto”, en donde se habla, como uno de los factores esenciales de la democracia, de “…todo el funcionamiento normado de una sociedad…”, lo cual es, según nuestro criterio, insuficiente.

Por otro lado, la sola mención del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo “a acompañarles en forma activa para la organización y desarrollo de la Conferencia Internacional de Apoyo a dicha Estrategia…”, en referencia a la Estrategia de Seguridad de Centroamérica y México, es una solicitud velada por apoyo financiero que, para los fines de la declaración, es poco elegante; además, en poco podrían contribuir este par de instituciones, respetables en el aspecto de financiamiento del desarrollo, al debate que nos ocupa.

Además, uno de los elementos que se toma en cuenta para fundamentar la declaración es la Declaración Especial en respaldo al Parlamento Centroamericano que, supuestamente, se emitió dentro del XIX Foro (sic.) de Partidos Políticos, cuando, desde que se dio la XIX Conferencia Centroamericana y del Caribe de Partidos Políticos, venimos denunciando que las supuestas declaraciones que emitieron los partidos políticos fueron una total manipulación por parte de alguien interesado en que hubiese documentos que expresasen lo que ahí se indica, cuyos textos jamás salieron de los partidos políticos pero fueron, inmediatamente, subidos como tales a la página web de este Parlamento.

Se sustenta la iniciativa en algunos conceptos equivocados, como el de establecer que una oligarquía local es una amenaza, per se, a la democracia, o confusos, como el de mafias corporativas y financieras, y aunque entendemos que las causas del debilitamiento de la plataforma estatal son variados y complejos, en nada ayuda al debate una ideologización de sus causas o la descripción alambicada de las mismas.

La violencia social y la violencia democrática, entremezcladas en esta iniciativa, son dos contravalores con causas, procedimientos y consecuencias diferentes, de modo que estimamos que así debieran tratarse.

II. Análisis del Proyecto de Emisión de Opinión de la Comisión Política y de Asuntos Partidarios.

No estamos de acuerdo con el proyecto de emisión de opinión de la Comisión, además de las razones apuntadas anteriormente, que no son mencionadas en el mismo, sino porque consideramos la emisión de la misma de una manera extremadamente dogmática, asumiendo posiciones y reflejando conceptos tan amplios, como el de democracia, que no todos estaríamos en posición de compartir.

Por demás está indicar que tampoco compartimos algunas apreciaciones antojadizas que se hacen de la historia, pues no tenemos, siquiera, los doscientos años de vida independiente que señala, ni afirmamos que la democracia nació y murió decenas de veces, libertad literaria que el escritor puede utilizar, más no una Comisión que emite una opinión seria que puede hablar, en efecto, de las guerras que ha habido, de las tiranías, mas no de “breves primaveras”.

Aún cuando estemos de acuerdo con algunos conceptos de fondo, hay algunas verdades que menciona como absolutas, como el tema de “Las libertades que hoy poseemos…”, que no lo son tanto en unos países como en otros, pues, verbigracia, no puede señalarse que una sociedad vive en libertad si se coartan sus libertades de elegir, de fungir como autoridad electa, como sucede con la oposición en Nicaragua, y de ser electo con las limitaciones de ley.

Además, algunos términos que utiliza el proyecto de opinión, como cuando señala “En la parte del reconociendo…” , o cuando indica que se debe incorporar “otro resuelve”, son anti técnicos.

Finalmente, el proyecto sugiere incorporar, entendemos, otro punto resolutivo (el “resuelve”), el cual tiene un tipo de redacción apropiada como para la parte considerativa, pero que en realidad no resuelve nada.

III. Conclusión:

Cada diputado tiene derecho de proponer, de la manera que mejor le convenga y entienda, los asuntos que considere importantes y hasta prioritarios para efectos de la visión que tiene del Proceso de Integración de los países miembros del SICA, o como en nuestro caso, de las posiciones que asumimos pudieran tener, en determinados temas, nuestros electores.

En el caso de estudio sería ingrato, de nuestra parte, sugerir supresiones en los documentos que le han servido a la diputada ponente de sustento a su iniciativa, como el de la supuesta Declaración de los partidos políticos.

También entendemos que la ponente puede tener una perspectiva diferente con relación a los acontecimientos que dieron pie, en 2009, a la convulsión política hondureña, y que pueda no ver de la manera que nosotros hemos venido viendo, desde las elecciones municipales nicaragüenses en noviembre de 2008, todo un proceso de desprecio por las leyes y de deterioro de la situación de los principios democráticos y del ejercicio de las libertades políticas en ese país, de manera que no pretendemos que, aunque sea una simple declaración, asuma, ni la ponente, ni Asamblea Plenaria, nuestra visión y manera de entender lo que sucede en cada país y en el conjunto de la región.

Además, la falta de mención de la crisis del sistema democrático interamericano, con la Organización de Estados Americanos, OEA, a la cabeza, más ocupada en los proyectos personales de reelección de su Secretario General, que, por mencionar un ejemplo, irrespetan la voluntad mayoritaria del pueblo hondureño que tiene casi quince meses de haberse pronunciado en las urnas y electo a un gobierno que viene fungiendo como tal, sin que demuestren el mínimo interés por restablecer las condiciones anteriores de convulsión social y política en las que intervino y expulsó a dicho país de tal organización, circunstancia totalmente olvidada en la iniciativa y en el proyecto de emisión de opinión que nosotros no olvidamos y no podemos soslayar.

Por ende, teniendo tan variadas y tan profundas divergencias con la visión y posición de la diputada ponente, quien además es una apreciable, trabajadora y puntual compañera de la Comisión, lo que resulta más lógico, para nosotros, es no acompañar la misma con nuestra opinión favorable, y pidiendo su benevolencia para con las opiniones que aquí vertimos con la seriedad, convicción y responsabilidad que nos caracterizan.

Ciudad de Guatemala, 21 de marzo de 2,011.



Ricardo Alfredo Flores Asturias
Diputado

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