martes, 25 de febrero de 2020
PALABRAS EN "CASA DE AMÉRICA", SEPTIEMBRE DE 1999. JORNADAS CENTROAMERICANAS
lunes, 6 de octubre de 2014
¡ESA MAGISTRADA ANTISISTEMA!
Las razones que tuvo para no aceptar su nominación para un nuevo período, bajo las circunstancias en que se dio, truncando probablemente su carrera judicial, y las consecuencias que su decisión tendrán, están ya en los medios y se darán en los próximos días a nivel de columnas de opinión y debates en vivo que, hoy, también son acompañados por la ciudadanía a través de las redes sociales.
Sobre el papel de la mujer en la política ya hace más de cuatro años y medio dejamos establecidas nuestras ideas (http://politicaysentidocomun.blogspot.com/2010/03/las-mujeres-en-la-politica-y-el-mundo.html). Lo sucedido ahora con esta profesional del Derecho es solamente la confirmación de lo dicho con anterioridad. ¡La mayoría de las veces es un orgullo trabajar con mujeres profesionales!
Se puede andar por la vida siendo del montón y ser absorbido poco a poco por un sistema viciado que está necrotizando a las instituciones públicas y asfixiando a nuestra sociedad, pero también se puede pasar entre el lodo sin embadurnarse y demostrar que todavía hay gente que actúa primordialmente por principios, que fue criada con valores familiares que permean su vida laboral y, en este caso, la gestión pública, y que están dispuestas a hacer lo que haya qué hacerse y renunciar a cualquier privilegio por dejarle a sus hijos un mundo mejor.
Lo que estamos viendo es el privilegio de un idealismo cimentado en valores etéreos, pero válidos, frente a un materialismo que ha copado a la Academia, a los legisladores, a los gobernantes de turno, a muchos empresarios, y que ahora esta magistrada, hasta hoy prácticamente desconocida, revaloriza con su actuación.
Nosotros estamos acostumbrados a sentir lo que esta abogada ha de estar sintiendo en estos momentos: palmaditas en la espalda de todos aquellos que aparentan estar de acuerdo con su posición pero que no han tenido el valor de hacer ni decir lo que ella sí ha dicho, y descalificación y toda una serie de declaraciones miasmáticas que, proviniendo de mentes, bocas y plumas putrefactas, pretenden envolver a todo el mundo con la misma chamarra de miserias e inmundicias que, a veces, involucra a los temas políticos, en detrimento de lo que es decente, de una actuación ética y, la mayoría de las veces, de la ciudadanía de quien nunca se acuerdan.
¡Cuántas veces fuimos tratados, por nuestros propios compañeros diputados, de antisistema! Cada vez que, desde adentro, dábamos la batalla para desarmar un engendro, como cuando pretendían pagarle sueldo completo a un diputado preso en Estados Unidos de América por contrabando de armas, o cuando, en varias oportunidades y cansado de ver su inoperancia, pedimos adentro del Parlamento Centroamericano que, si seguían así las cosas, era mejor clausurarlo: mala palabra dentro de la Institución.
No extrañaría, entonces, que la magistrada sea tildada de "antisistema", que debió haber renunciado durante el proceso, antes de ser electa, y no ahora, etcétera.
Nuestro himno nacional dice, en su parte inicial: ¡Guatemala, feliz, que tus aras no profane jamás el verdugo! Para quien no lo entienda con facilidad, el ara es el altar o la mesa consagrada a la patria, y el verdugo no debe interpretarse como únicamente aquél que, conforme a la ley, le quita la vida a otra persona (que es la 5a. acepción del Diccionario de la Real Academia Española), sino quien es muy cruel o que castiga demasiado y sin piedad (6a. acepción) y una cosa que atormenta o molesta mucho (7a. acepción).
Los verdugos modernos de la ciudadanía son todos esos funcionarios electos y nombrados a dedo que, haciendo caso omiso de la ética y de los valores humanistas, desde su trinchera han contribuido y lo siguen haciendo para cooptar las instituciones del Estado, para desfalcar todo lo que tocan, para permitir que el manto de la impunidad no investigue su enriquecimiento, no los persiga y no los juzgue.
Son esos verdugos modernos los que tienen ensangrentado el altar de la patria, sobre cuyas conciencias pesan las muertes de tantos niños y niñas desnutridos, la desesperanza de la juventud ante la falta de oportunidades, el retraso a todo nivel del país, el caos en sus sistemas de educación, de salud, de seguridad que incluyen las instancias de persecución penal y de administración de justicia: ¡Prácticamente de todo!
A Dios gracias, existen seres humanos que, de vez en cuando, irradian luz a toda la sociedad y la oxigenan, como es el caso de esta abogada que ha preferido renunciar a todo antes de ser parte de algo que la asquea. Benditas gracias, también, a los familiares que le dieron principios en el hogar, a sus maestros universitarios que, estamos seguros, enfatizaron en los valores éticos del profesional durante su formación y, muy especialmente, a su valentía, que si bien es probable que le cierre las puertas en un lado, le abrirá otras más grandes, sea en el sector privado o en el público, cuando cambien los vientos.
¡Felicitaciones para esa magistrada antisistema! ¡Bienvenida a este gremio tan exclusivo de quienes estamos dispuestos a dar la batalla para cambiar al mundo y para no aceptar las cosas como nos las quieren hacer digerir!
viernes, 28 de marzo de 2014
SIN NECESIDAD DE FORZAR LAS COSAS. DE CÓMO LLEGAMOS A LA DIRECCIÓN POR GUATEMALA EN EL BANCO CENTROAMERICANO DE INTEGRACIÓN ECONÓMICA
Fuimos electos para el cargo de Diputado Centroamericano para el período del 28 de octubre de 1,991 al 28 de octubre de 1,996, de modo que cuando nuestro pariente en 2do. grado de consanguinidad fue electo como Vice Presidente de la República estábamos más que conscientes de que, para no violar la Constitución que juramos cumplir y hacer cumplir, en virtud del razonamiento que bien explica el artículo mencionado, preparamos nuestra carta dirigida a la Presidencia del Parlamento Centroamericano para hacerles ver que, mientras durase dicho impedimento, permaneceríamos fuera de las actividades parlamentarias.
Lo anterior obedecía a que, en las elecciones generales de 1,995, fuimos reelectos para el mencionado cargo, por cinco años más que finalizarían el 28 de diciembre de 2,001, es decir, poco más de año y medio después de que, por finalizar el período presidencial, también terminaría dicho impedimento legal.
Por ende, no es que no asumiéramos el cargo, como dice el artículo, sino que voluntariamente nos retiramos del mismo (por cierto, el único columnista que recordamos que comentó este tema fue Mario Antonio Sandoval en su columna Catalejo, en Prensa Libre).
Fueron unas semanas después que el Presidente de la República, Álvaro Arzú, en su potestad legal conforme al Convenio Constitutivo del Banco Centroamericano de Integración Económica, BCIE, a través de su Gobernador, el Ministro de Economía, nos propusiera para ocupar ese honroso cargo dentro de la banca regional, el cual asumimos alrededor del 8 de febrero de 1,996, unas 3 semanas después de haber salido voluntariamente del ámbito parlamentario.
Vale la pena decir que, años después, para la campaña política de 1,999, mientras los antecedentes en el resto de países de Centroamérica iban a contrapelo y los consejos de personas allegadas nos hacían ver que el tema pasaría inadvertido, también, por otro tipo de impedimento legal, teniendo todo el potencial para lanzar nuestra candidatura a cualquier cargo de elección popular, nos abstuvimos, pues el artículo 19 del Convenio Constitutivo del BCIE, según recordamos, era explícito en el sentido de ordenar a los Directores el abstenerse de participar en cuestiones de política interna de nuestros respectivos países.
Estamos seguros que si lo hubiésemos hecho, nadie se hubiese percatado de una limitación que no es de carácter nacional, pero hay principios éticos y valores jurídicos bien entendidos que están por encima de una aspiración de carácter espurio con la que, estamos seguros, no habríamos estado cómodos en sentido alguno.
No nos podemos quejar de la vida, pues sin necesidad de forzar las cosas e impulsados por una disciplina de estudio, una escala de valores y algo de sentido común, nos ha permitido tener una de las experiencias políticas más completas que hubiésemos podido imaginar. De lo anterior, podemos agradecer a Dios y a todas esas personas que, de una u otra manera, han creído en nuestra capacidad de gestión y nuestra hombría de bien.
jueves, 17 de marzo de 2011
SESIÓN HISTÓRICA DEL PARLACÉN: INFORME DE LA SECRETARÍA GENERAL DEL SICA A LA ASAMBLEA PLENARIA
Una de las últimas novedades en este sentido es la facultad, de la Asamblea Plenaria del Parlamento Centroamericano, de solicitar informes de las diferentes instancias del Sistema de la Integración de Centroamérica, SICA, lo cual todavía no permite legislar ni dar instrucciones precisas, pero es un avance que ya nos permite, a todos los partidos políticos representados en el mismo, que son muchos, enterarnos de lo que se viene haciendo o de lo que se viene omitiendo hacer, sino hasta nos faculta para reencausar el proceso en donde se cree que debe hacerse.
Para muestra, la intervención que tuve en la primera sesión histórica de esta naturaleza, en la cual fue recibido, el 24 de febrero de 2011, el informe del señor Secretario General del SICA, Juan Daniel Alemán, la cual, con pequeñas correcciones, especialmente de puntuación, he tomado del Diario de Debates de esa fecha.
"Bienvenido a esta Asamblea Plenaria, Juan Daniel. Me complace, en primer lugar, expresar que la Secretaría General del SICA esté en manos de un profesional con una visión ética de los procesos, eso en primer lugar. Creo que es importante que nuestras instituciones, especialmente la más alta, que se refiere a la administración del Sistema de Integración de Centroamérica, esté en manos de personas con cierto grado de moralidad y clarividencia en todo lo que está sucediendo.
Dicho esto, quisiera referirme a dos aspectos importantes de este proceso, para terminar con una pregunta. Uno de ellos se refiere al papel que el Protocolo de Tegucigalpa (que este año cumple veinte años) le otorga a la Secretaría General del SICA. Ese es el marco jurídico que le dio vida y que contempla sus atribuciones, y una de ellas es esa independencia o libertad de criterio que, por lo menos, está en teoría. Me refiero a ella, porque uno de los grandes problemas que tiene el proceso de integración es la falta de legalidad, y es mi criterio que, quienes primero vienen violando los Acuerdos de la Integración son, los mismos Presidentes en las decisiones que toman. Yo quisiera saber qué papel está jugando la Secretaría General, que está en manos de un abogado que conoce del entramado legal en este aspecto, porque también la Secretaría General (conforme al Protocolo de Tegucigalpa) tiene las facultades, tiene la obligación de servir de Secretaría Técnica de la Reunión de Presidentes, pero en esas reuniones están saliendo ilegalidades dentro del Sistema.
Por ejemplo: No puede ser posible que después de que Panamá, a través de su Presidente Constitucional decide retirarse de uno de los organismos de la Integración, vienen los Presidentes y le ponen en bandeja de plata incorporarse a otra parte del Sistema, porque eso sí le conviene a Panamá, cuando el Protocolo de Tegucigalpa establece que el Sistema de la Integración es unitario e irreversible; entonces, ahí hay una clara violación de las decisiones de los Presidentes de las Repúblicas, reunidos en la Reunión de Presidentes, valga la redundancia, con el apoyo de la Secretaría Técnica, de la Secretaría General del SICA. Esto no es conveniente para nadie y es uno de los grandes temas que nuestras contrapartes europeas no entienden de nuestra manera de hacer las cosas en la región. Eso por un lado.
Por otro lado, el tema de Costa Rica, que reniega de la jurisdicción de la Corte Centroamericana de Justicia, porque los fallos de la Corte no le convienen, pero sí entra a ser parte de otro aspecto de la integración, con la anuencia de los Presidentes. Entonces, yo entiendo que Costa Rica no quiera ser parte del Parlamento, porque no ha completado ese proceso, pero hay partes del entramado legal, que yo siento que la Secretaría General del Sistema, como Secretaría Técnica de la Reunión de Presidentes, está en obligación de hacerles ver –con esa independencia de criterio- a los señores Presidentes, porque se cometen las ilegalidades al más alto nivel y eso no es conveniente.
El ejemplo que planteaba el diputado Dougherty, la controvertida sustitución de la Secretaria de Integración Económica, por otro Secretario; no es sano para el Sistema que estemos con ilegalidad tras ilegalidad, dándole visos de que todo está bien hecho y que todo es legal. Y creo que en esa parte, el Secretario General del SICA, que ahora se puede apoyar en la Asamblea Plenaria del Parlamento, tiene un papel importante qué jugar, y en lugar de ver solamente lo que se ha hecho, yo traigo este tema a colación, porque de aquí en adelante yo quisiera que el proceso de integración estuviese perfectamente enmarcado dentro de la legalidad y que cuando un Presidente, por caprichoso que sea, llega con uno de estos nuevos cuentos a la Reunión de Presidentes, que hay alguien adentro, con la valentía y la independencia de criterio para decir: 'Esto no se vale, esto no se puede hacer, esto va a ser cuestionado en la Asamblea Plenaria del PARLACEN; existe toda una opinión pública que va a respaldar el hecho que sea ilegal', para tratar de encausarlo por ese sendero.
Por otro lado, yo veo que hay cincuenta años atrás de venir construyendo la integración y cuando vi el listado de los proyectos en los que ha trabajado la Secretaría General del SICA, y que son exitosos, como el de la langosta, las compras regionales de medicina y todo eso, yo me pongo a pensar un poco, como lo que dice el diputado Bushey: que ese proceso de integración no llega realmente a la población de a pie.
Precisamente ayer o anteayer, estaba platicando con uno de los diputados hondureños que vino por tierra, sobre las ilegalidades que le tocó ver en el punto de aduana conocido como 'El Florido', del lado de Guatemala, con las exacciones ilegales que le hacen a la gente que pasa a pie, y en cincuenta años no hemos logrado ni siquiera el libre tránsito de personas; a lo más que llegamos es al proyecto aquel de la SIECA -de la yuxtaposición de fronteras- que lo único que hizo fue meter a todos los funcionarios de los dos países del punto fronterizo en el mismo edificio, pero seguimos con los mismos trámites y no se repiensan los procesos que ayuden a la población de a pie a sentir que en algo le beneficia todo este proceso de integración y todos estos elefantes blancos que, como usted mencionó desde el principio, se imaginan cualquier cosa de la Secretaría General del SICA, como pegamento y todo, e igual del Parlamento, dicen cualquier cosa y no se imaginan los esfuerzos que desde aquí se hacen por llegar a esa población de a pie, pero todas esas manos peludas que hay en el camino, de alguna manera u otra impiden que todo ese esfuerzo que se hace por llegar a la integración se realice, pero algo hay que hacer.
Creo, señor Secretario, que ustedes en la Secretaría General del Sistema están como que en mejores condiciones de implementar algo que realmente llegue a la población que está esperando resultados.
Y finalmente, para preguntarle ahora que la República de Honduras hizo el depósito del quinto instrumento de ratificación del Protocolo de Reformas al Tratado Constitutivo que nos otorga las facultades que les hemos denominado vinculantes (que realmente no lo son todavía) usted como Secretario General, nos remitió una nota indicando que ya estaba en vigencia para tales y tales países, pero excluyó a Panamá. Yo quisiera saber con qué criterio la Secretaría General del Sistema excluyó de la aplicación general del Protocolo de Reformas al Tratado Constitutivo del PARLACEN, a la república de Panamá. Muchas gracias."
viernes, 17 de septiembre de 2010
LA JURAMENTACIÓN DE MANUEL ZELAYA EN EL PARLACÉN
Jorge Serrano, el ex Presidente guatemalteco que dio un Golpe de Estado en mayo de 1993, jamás se incorporó a este foro regional; por el contrario, siendo fieles al Tratado Constitutivo del Parlamento Centroamericano y a la Constitución Política de la República de Guatemala, quien se juramentó como ex Presidente, al concluir su mandato, fue Ramiro de León Carpio.
El caso de Manuel Zelaya no debiera ser diferente, pues violó la Constitución, fue, a su vez, depuesto por otro Golpe de Estado y, conforme a la constitución hondureña, llegó a ocupar el cargo, electo por el Congreso Nacional de ese país de acuerdo al procedimiento constitucional, Roberto Micheletti, de manera que habiendo sido destituido formalmente por el otro Organismo del Estado, de acuerdo a normas de la mayor jerarquía vigentes con anterioridad, no hay mucho en dónde sustentar la llegada de Zelaya al Parlamento Centroamericano, como no sea la gana de continuar revolviendo las instituciones por donde pasa.
Fue público que el Presidente venezolano, Hugo Chávez, nombró a Manuel Zelaya, cuando el tiempo que no perdona pasó y no pudo éste volver a ocupar el poder, le otorgó un puesto en una organización de la integración de América del Sur sufragada con fondos provenientes del petróleo de Venezuela, por lo cual la lealtad de Zelaya está en Caracas, o en los pozos petroleros de Maracaibo, pero no en Centroamérica.
¿Qué le llega a aportar al PARLACÉN? A mí me ha tocado trabajar, codo a codo, con varios ex Presidentes hondureños: José Simón Azcona del Hoyo, Rafael Leonardo Callejas Romero, Carlos Roberto Reina Idiáquez, fueron mis compañeros de trabajo, de pensamiento, en este foro regional. Todos ellos tenían experiencia acreditada construyendo democracia, forjando las instituciones de su país, para bien o para mal. Sin embargo, lo que conocemos de Zelaya es únicamente la manifestación personalísima de perpetuarse en el poder, y una carencia de escrúpulos para pasarle encima a las normas jurídicas más elevadas de su país, tratando de vernos (me incluyo) la cara de tontos al pretender hacer creer que era una "encuesta" lo que quería hacer, forzando la ilegal colocación de una cuarta urna no contemplada en la ley y, además, prohibida por sus leyes (que no es lo mismo), de modo que no podemos prever su llegada para aportar.
Por el contrario, la llegada de Zelaya al Parlamento Centroamericano sólo la podemos apreciar como un tremendo miedo a quedar sin protección jurídica por los supuestos delitos que cometió en su país, y al juramentarse, pretenderá, quizás, que lo cubra un manto de impunidad que no corresponde a la realidad del Parlamento, ya que la misma puede ser levantada por decisión de su Asamblea Plenaria.
Sin embargo, el atrevimiento del Presidente Jacinto Suárez, de juramentarlo "por sus pistolas", sólo retrata, con ampliación, la situación de prepotencia a la cual está acostumbrado en su natal Nicaragua, en donde es normal, como he denunciado en este espacio, que le pasen encima a la oposición política y que se limpien espacios sucios con los textos legales, propiciando negociaciones vergonzosas, acuerdos bochornosos y, lo más delicado, orillando el país a una crítica situación que no es hoy el objeto, pero que ha quedado documentada también en este espacio.
Juramentar un ex Presidente por la puerta de atrás, casi con nocturnidad y despoblado, dice mucho. Hasta para ellos, acostumbrados a todo, es algo así como una vergüenza hacerlo, pero constituye una necesidad.
En fin, Hugo Chavez, Daniel Ortega, Manuel Zelaya, Jorge Serrano, ¿qué diferencia hay?
Veremos qué explicaciones dará el Presidente Jacinto Suarez en la próxima reunión de Asamblea Plenaria, en la cual vaticino que habrá reclamos fuertes y se reavivará el debate que, por Centroamérica, por todos nuestros países, debió haber finalizado con la llegada de Porfirio Lobo a la Presidencia de Honduras, pero que ni la Organización de Estados Americanos, OEA, ni los ideologizados Presidentes de la ALBA, han permitido, en detrimento de los respetables ciudadanos hondureños y en perjuicio de las más básicas ideas de respeto a los demás, de libertad de elección y de acatamiento a la voluntad de las mayorías.
jueves, 16 de septiembre de 2010
LA REPRESENTATIVIDAD Y EL TAMAÑO IDEAL DE CONGRESOS, PARLAMENTOS O ASAMBLEAS LEGISLATIVAS
Cualquiera puede, en el ámbito privado, representar a alguien más; sin embargo, si la representación se ejercita en el ámbito público, la representación se convierte, también, en algo público, sujeto a algunos requisitos.
Para efectos de este ensayo asimilaremos lo público a lo político, dado que lo segundo es, prácticamente, la esencia de lo primero; de ahí que, en adelante, nos refiramos a la representación política como la representación primordial en el ámbito público y medio principal a través del cual suelen actuar las instituciones del Estado.
Dentro de estas últimas tenemos no sólo los Congresos, Parlamentos o Asambleas Legislativas, sino toda una parafernalia que, centralizadamente, tiene que ver con los otros Organismos del Estado (Presidente y Vicepresidente por elecciones directas, por ejemplo, o Magistrados de las Cortes de Apelaciones y de la Corte Suprema de Justicia por elecciones de segundo grado, en el otro caso); descentralizadamente, con un sinnúmero de entidades que también actúan en nombre del Estado (desde la Corte de Constitucionalidad, las Alcaldías, los Concejos Municipales, etcétera); y hasta en forma personal, como la actividad de fe pública que aquél, el Estado, delega en los notarios; pero nuestra intención, en este momento, es referirnos únicamente a la que se da en los primeros.
Toda representación pública, como dijimos anteriormente, implica algunos requisitos que la persona física que representa a los demás debe cumplir para poder ejercerla apegada a la legalidad, pero también hay consideraciones que permanecen implícitas, y no necesariamente explícitas, para que esa actuación, además de apegada a la ley, también lo sea apegada al Derecho, como la buena fe, el historial ético, los antecedentes apegados también a la moralidad y las buenas costumbres. Las virtudes personales de quienes ejerzan esa representatividad en nombre de los demás son de lo más importante, y las sociedades más educadas y avanzadas son las que tienden a darle más valor a esta escala de principios que fundamentan la conducta de las personas, por encima de otros atributos individuales de cada candidato a representar a los demás.
Lo que motiva hoy estas digresiones, además de lo ya dicho, es el tamaño que dichas entidades corporativas deban tener para ejercer, a cabalidad, las funciones colegiadas de representar a una sociedad.
En un país en donde la población es de tantos millones de habitantes, ¿de qué tamaño debiera ser su Congreso o Asamblea Nacional?
Generalmente, el tamaño de las mismas viene supeditado a cantidades de población, pero no hay impedimento alguno para que, a contrario sensu, se pueda establecer el límite o el número específico de personas que ejerzan esa representación, o diputados en el caso de estudio, y dividir la representación en distritos o en jurisdicciones territoriales de acuerdo al avance o retroceso del número de población dentro del país de que se trate.
Quienes no están de acuerdo con reducir el número de diputados por Congreso, Parlamento o Asamblea, suelen esgrimir el argumento de la representación de minorías, en el sentido de que, al reducir el número de espacios para representar, se limita la capacidad de que grupos políticos minoritarios tengan voz y voto en los debates nacionales y aprobación de leyes pero, según nuestro punto de vista, eso es relativo.
Una minoría bien organizada es capaz de hacerse representar debidamente; una minoría no bien organizada, a la cual la mayoría de la población no la vota, simplemente no debe ocupar un espacio dentro de la discusión y aprobación de los asuntos públicos: el pueblo manda. No es cuestión de ser minoría, per se; una minoría inteligente de seguro será apoyada para que pueda participar legalmente y, en su momento, convertirse en mayoría.
El argumento que podemos esgrimir nosotros, basado en lo que hemos visto a través de tantos años no sólo de observar sino de participar activamente, es que el actual sistema permite la inclusión de una cantidad de minorías; que el mismo se ha vuelto perverso para las cuestiones públicas. Hay mucha facilidad para hacer un partido político y, desde ahí, hay muchos partidos políticos en cuya dirigencia priva, más que todo, la oportunidad de colarse en algún puesto, más que sostener una plataforma de ideas que enriquezcan el debate o que, por decirlo en palabras sencillas, simplemente sirva de algo.
De ahí que veamos muchos partidos políticos que, en el fondo, no se diferencian en absolutamente nada, y sólo sirven de vehículo para que muchos oportunistas se cambien de un partido para otro sin que, insistimos, haya razones de fondo más que de índole electoral, por no decir electorera.
Desde nuestro particular punto de vista, la patria estaría bien servida con un Congreso que tuviese una tercera parte de la cantidad actual de miembros, al estilo de la Asamblea Legislativa de Costa Rica, aunque advertimos que en ese país está en discusión, precisamente, ampliar su número, que actualmente es de 57.
En Guatemala, un Congreso de la República con un número fijo de entre 50 y 60 diputados, incluyendo por lo menos 3 que representen a los migrantes que están en el extranjero, que también son Guatemala aunque muchas veces a las autoridades se les olvide, sería más que suficiente.
Lo que necesita un Congreso eficaz y eficiente no es más número de jefes (recordemos que un Congreso no tiene soldados; solamente generales), sino probablemente menos, pero mejor escogidos y mejor apuntalados por asistentes y asesores bien pagados pero bien calificados, no contratados por parentesco o compadrazgo sino por capacidad, para que puedan ejercer con dignidad su labor legislativa y de control.
Han sido públicas nuestras consideraciones alrededor de la reducción necesaria del Parlamento Centroamericano para hacerlo adecuado a la situación, especialmente económica, de los pueblos que representa, en donde una Asamblea Plenaria de 60 diputados, 10 por país miembro por el momento, sería suficiente. Por el contrario, el Parlamento cuenta con una Asamblea de ciento veintitantos diputados (el número varía en función de si se integran o no los ex presidentes y ex vicepresidentes o designados a la presidencia); es decir, con un espectro político que, lo hemos dicho, es probablemente el más amplio del mundo en una institución de esta naturaleza, pero el trabajo es totalmente deficiente (ese “totalmente” bien pensado antes de ponerlo con toda deliberación).
Hoy, en lugar de discutirse si se amplía el presupuesto del Parlamento Centroamericano, porque es el mismo desde que se fundó en 1991, el debate debiera ser la modificación de su Tratado Constitutivo para reducir su tamaño y hacer su actual presupuesto más eficiente.
Todas las ideas son discutibles y están enmarcadas, más o menos, en la época en que se expresan. Cuando se firmó el Acta de Independencia, en 1821, con una Guatemala (que hoy es Centroamérica y parte de México) casi despoblada, el ideal se consideraba un diputado por cada 15,000 habitantes, lo cual nos llevaría hoy, sólo en Guatemala, el país, a un Congreso de unos 935 diputados, lo cual sería insostenible.
La relatividad, como vemos, también se aplica en política y en el aspecto público de nuestros pueblos, y es una verdad innegable que el presupuesto de nuestros países tiene que ser utilizado de manera más eficiente, y un Congreso sobre-dimensionado produce exactamente lo opuesto.
República, Constitución, soberanía, libertades políticas, representación pública, respeto por las minorías, acatamiento de la voluntad de las mayorías, educación de los pueblos, dinero que se emplea para sostener las instituciones, relatividad en el tiempo, valores de la persona... todo está ligado y relacionado.
Sólo esperemos que llegue el día en que las mayorías, no sólo las que representan sino, además, los representados, entiendan los beneficios de lo que aquí dejamos establecido para que, con los cambios necesarios, comencemos a fundar los pilares de una nueva nación y una nueva Centroamérica.
martes, 14 de septiembre de 2010
UNA POSICIÓN POLÍTICA EN EL CONTEXTO DE LA MATANZA DE MIGRANTES EN TAMAULIPAS
Debemos indicar, para comenzar, que conocemos esa población, ya que en julio de 1987, viniendo por tierra desde Estados Unidos, el vehículo en el que nos transportábamos tuvo que ser reparado en ese lugar, el cual nos pareció, si no desolado, muy tranquilo, del cual guardamos el recuerdo de las miles de piedras de río, redondeadas por el desgaste de miles de años de correntadas, que había a la orilla de la carretera, dando la sensación de ser un lugar que sufre, de vez en cuando, severas inundaciones. Ni remota idea teníamos que, tantos años después, sería noticia internacional.
La intervención fue la siguiente:
"Buenos días. Señor Presidente: las intervenciones de los señores y señora observadores de México en este Parlamento me ayudan muchísimo en la tarea de tratar de explicar las ideas que vienen recorriendo mi mente desde que conocimos esta increíble y macabra noticia.
Por razones especialmente deportivas, yo conozco muchos lugares de México y conozco su gente. Sólo en Tijuana he estado yo veintinueve veces y Tijuana es la frontera más grande del mundo; es la ciudad fronteriza con mayor crecimiento y mayor tráfico de la historia del mundo. Y el texto de esta Declaración refleja el dolor que sentimos, pero no es con los mexicanos.
México, me parece que es el primer país del mundo que creó los Grupos Beta, precisamente unos grupos policiales desarmados para cuidar a los migrantes. Y los creó, precisamente, no para cuidar a sus migrantes, sino a los migrantes que transitan por su territorio en la búsqueda de ese famoso sueño americano en los Estados Unidos, que por razones que todos conocemos, van a parar especialmente a las fronteras del Norte, en donde buscan a los polleros para ver de qué manera se pasan al otro lado.
México tiene décadas de haber sentido la necesidad de cuidar a todo ese grupo de población y creó estos grupos especializados para velar por sus derechos, por los Derechos Humanos de esta gente, que si no son ellos quienes los cuidan, no tienen a nadie más.
Yo he conocido muy de cerca cómo funcionan, porque soy amigo de una persona, y compañero de artes marciales, de una persona que dirige uno de estos grupos en Tijuana; es más, hasta tuve la oportunidad alguna vez de salir a un recorrido nocturno con ellos, en los callejones de los ejidos que son normalmente invasiones y un crecimiento desordenado de una ciudad que ha explotado demográficamente por este fenómeno, y que se dan a la tarea de ir cuidando todo esto.
De tal manea que cuando aquí decimos que: '… discriminación y violencia se han invisibilizado y normalizado por la sociedad mexicana en general;' estamos faltando a la ética y a la verdad histórica.
Entonces, yo entiendo el dolor que todos sentimos, yo lo siento muy en especial también, porque aunque el texto no menciona a Guatemala, ya está confirmado que entre los muertos hay por lo menos cuatro guatemaltecos, e igualmente me duele sólo de pensar en esos niños que se quedan huérfanos y que les cambió la vida de la noche a la mañana totalmente. ¡Es espantoso!
Creo que en ese contexto de entender que esos, me parece que son ciento ocho o ciento diez millones de personas que viven en México, no pueden estar -como lo han expresado los observadores mexicanos- todos, invisibilizándose ante lo que está sucediendo. Yo estoy seguro que la sociedad mexicana está igualmente consternada, como nosotros, porque como lo mencionó anteriormente la senadora, México tiene un largo historial de sufrir muertes de sus migrantes en el Río Bravo, en el desierto de Arizona, en todos esos desiertos tan peligrosos que hay en Estados Unidos y, además, también han sido víctimas de las pandillas organizadas del otro lado, que los han visto originalmente como presas y que eso ha obligado también a que los latinos del otro lado se organicen y se defiendan y les lleguen hasta a temer.
Este es un fenómeno social muy complejo. Si bien es cierto tenemos que emitir una Declaración, como lo hizo la Asamblea Legislativa de El Salvador el día de ayer, tenemos que ser muy cuidadosos de los términos que utilizamos.
Yo estoy de acuerdo que emitamos una dura declaración, pero que revisemos los términos en los que la estamos haciendo. Por ejemplo, cuando se habla de los tres actores judiciales de México, yo, que me considero una persona que lee, que se prepara y estudia, no lo entiendo. Entonces, hay que ser muy precisos en las cosas que decimos, tal vez no decir tanto, pero decirlo mejor, decirlo bien y entender que en estos momentos en que el Presidente de México está enfrentando con valentía, con optimismo, una lucha sin igual, una lucha que nunca habíamos visto en contra de un fenómeno que tampoco habíamos visto y que está sacando los tentáculos por todos lados, en lugar de señalarlo con el dedo, debemos aprovechar la posición privilegiada que tenemos, para elevar nuestra voz, para estar del lado de quienes están llevando esta batalla.
El Presidente y las autoridades mexicanas, estoy seguro que no están por el lado de apoyar una política en contra de los migrantes; son nuestros aliados en esta lucha por defender los derechos de esta gente a la que yo denomino “los sin voz”, y que si no es por nosotros no tendría quiénes lucharan por ellos y quiénes velaran por sus derechos.
De tal manera que yo quisiera que se revisara la redacción de este documento, que lo emitamos con la mayor condena posible, pero de alguna manera yendo de la mano de quienes están luchando en esta lucha sin cuartel y sin igual, en contra de un fenómeno nunca antes visto. Muchas gracias.".
Sabemos, por notas de prensa de hace pocos días, que las autoridades mexicanas han ampliado la capacidad de denuncia de cualquier anomalía por parte de los migrantes que transitan por su territorio, de manera que se confirma que, en lugar de visualizarlas como los causantes de la triste masacre, debemos verlas como aliados, y aprovechar, como lo está haciendo el Presidente de El Salvador, Mauricio Funes, esta dolorosa coyuntura, para mejorar las relaciones entre Estados y las condiciones de la población migrante que, a pesar de lo sucedido, no cejará en su empeño de conseguir el denominado "sueño americano".
Todo lo que ahora se haga en favor de la población migrante se hace por quienes, en el futuro, seguramente emprendan esa peligrosa ruta.
En la medida que no se entienda que es en nuestros países que deben crearse las oportunidades e invertir en la gente, no podemos visualizar más que la continuación del flujo migratorio hacia donde las hay.
martes, 20 de julio de 2010
LA MUERTE LENTA DEL SISTEMA DE LA INTEGRACIÓN DE CENTROAMÉRICA, SICA
Como la palabra lo dice, el modelo de integración de la región es un Sistema, no una opción o un menú de opciones en donde cada quien escoge qué le gusta y descarta lo que no le conviene.
El sistema prevé, quizás, demasiadas instituciones para nuestro gusto. Hay quienes sostienen lo contrario. En todo caso, ése es el sistema y no otro.
Pretender salirse de una institución pero permitir, los demás países, que un socio se meta solamente a otra, es un craso error que se pagará, tarde o temprano, con la desintegración de todo el Sistema.
Personalmente estamos en desacuerdo con la manera como se pretende decir que se trabaja en el Parlamento Centroamericano, pero hacemos la crítica desde adentro, aportando nuestras ideas y las alternativas que hay ante nuestra falta de respaldo a muchas acciones que ahí se llevan a cabo.
No hay manera de perfeccionar las instituciones si, en lugar de componerlas desde adentro, se hace caso omiso del marco legal que las rige, hacemos lo que nos viene en gana y, encima, los demás socios no tienen la claridad de ideas como para señalar la ruta a seguir para que todos estén de acuerdo con fortalecer la institucionalidad que se tiene, no resquebrajarla.
Paradójicamente, en ese orden de ideas, una reducción del tamaña del Parlamento Centroamericano, en lugar de debilitarlo, lo fortalecería en la medida que sería, si no de mayor aceptación en la región, porque eso se verá hasta que funcione, si alguna vez lo hace, de mayor aceptación para los Estados Parte que objetan a dicha institución por considerarla desproporcionada para la capacidad de la región y por inoperante.
En fin, ahora que los Presidentes de los Estados Parte del SICA se reúnen nuevamente, y que han dado señales de haber retornado a la normalidad y a la sensatez con la reincorporación de pleno derecho de Honduras, luego de la crisis política que sufriera, hace falta un poco más de claridad de ideas para que la misma no sea un escalón más en la ruta hacia la desarticulación de un sistema que, al paso que va, no será nuestra generación la que lo vea funcionar plenamente.
lunes, 5 de julio de 2010
¿EN DÓNDE ESTÁ LA OEA? YO LA ACUSO DE MATAR LA DEMOCRACIA EN NICARAGUA
Durante mi estadía se dieron unos hechos sorprendentes, como por ejemplo, la llegada a sacar, a empellones, de un alcalde de un municipio como a 80 kilómetros de la capital. Este alcalde era, hace un tiempo, sandinista, o sea del partido del actual Presidente Daniel Ortega, pero abandonó el sandinismo para incorporarse a un partido político de oposición.
Lo que sucedió, según pude leer en los diarios y observé por los canales de televisión locales, es un proceso en el que, entiendo --porque no es el primero que se da--, está metido el gobierno, de corte dictatorial, en contra de los alcaldes que no son de su partido político, especialmente en contra de quienes eran sandinistas y ahora no lo son. El proceso consiste en "atraerse" a los vice alcaldes hacia el sandinismo y, con ellos al frente, derrocar por la fuerza a quienes ejercen el mandato legal del pueblo depositado en las urnas: el alcalde legítimo.
Fue grotesco ver cómo sacaron a golpes y empujones al alcalde de su despacho, e inmediatamente entraron a hacerle una auditoría, según recuerdo, seis funcionarios de la sandinista Contraloría de Cuentas, al mejor estilo de los dictadores de la primera mitad del siglo XX, en donde primero fusilaban a delincuentes y opositores y luego les armaban su expediente.
El pueblo no está tranquilo, y las manifestaciones posteriores han sido reprimidas por la Policía Nacional, que tanto se ufanan los sandinistas de denominar independiente, pero que en este caso protagonizó la sacada a golpes del alcalde y ha estado golpeando a la gente que sale a manifestar. No hay más que una obediencia no deliberante hacia los altos mandos de gobierno.
La democracia en Nicaragua está siendo asesinada todos los días con estos procedimientos poco ortodoxos planificados y ordenados desde las más altas esferas del sandinismo, con el apoyo financiero que le da la Venezuela de Hugo Chávez, a los bolsillos personales de Daniel Ortega, el equivalente, según pude entender, de unos 500 millones de dólares al año, los cuales le sirven para comprar voluntades y corromper todo el sistema.
Diputados de la Asamblea Legislativa y del Parlamento Centroamericano que llegaron a sus puestos de representación por otros partidos y que, incluso, fueron Vicepresidentes de la República o suplentes de algún Presidente de la misma, opositores al sandinismo son ahora los más fieros y destacados defensores y defensoras, para ser más claros, de esta patraña cometida en contra de sus electores.
Se ha sabido, aunque no lo he podido confirmar, porque es difícil, que diputados, alcaldes y funcionarios incondicionales, gozan de jugosos vales de combustible para ellos y sus familias todos los meses.
Fincas, haciendas, casas, empresas nacidas o desarrolladas al amparo de una protección gubernamental son algunas de las gratificaciones de las cuales he escuchado de diferentes grupos, que coinciden en apuntar esta metodología que viene carcomiendo los principios sagrados del pluralismo democrático.
Los revolucionarios que se organizaron y encabezaron el levantamiento de un pueblo en contra de una burguesía que venía dominando y gobernando durante décadas, son ahora los oligarcas, terratenientes y millonarios que, con el dinero de los venezolanos, especialmente, vienen corrompiendo voluntades y haciendo pedazos el sistema democrático.
Parece que la maldición de Nicaragua fuera que sus gobernantes aprendieran a hacerse eternos en las montañas, empuñando las armas en contra de sus antecesores.
Mientras tanto, ¿definió la OEA el sexo de los ángeles?
Yo aprovecho este espacio virtual que la tecnología pone al alcance de la humanidad y que no tiene fronteras, como lo acusa el globito contador de visitantes que coloqué el 5 de noviembre de 2009 en este blog, para acusar a la Organización de Estados Americanos, OEA, de matar, con su doble moral, el sistema democrático que tanta sangre le ha costado ya a Nicaragua y a sus mejores hijos.
Desde este espacio vengo anunciando una posible guerra civil en Nicaragua, y ahora responsabilizo a Daniel Ortega, a Hugo Chávez y a la mismísima OEA, del posible derramamiento de sangre que pueda derivar con este tipo de acciones que lesionan a las autoridades electas de las comunidades y, con ellas, al mismo pueblo que las eligió, de manera que una respuesta radical es más que esperable y predecible.
La misma Organización de Naciones Unidas, ONU, está callada y le sirve de comparsa a esta situación, especialmente tomando en cuenta que un ex cura, Miguel D'Escoto, un sandinista que estuvo presente en una de las actividades que llevamos a cabo la semana pasada, acaba de finalizar su mandato como Presidente de su Asamblea General.
Por otro lado, asistí, por invitación, a un desayuno con el ex Presidente Arnoldo Alemán, junto con otras 40 personas, especialmente diputados centroamericanos, en donde fue preguntado acerca de las posibilidades de unirse todos en un frente común para contrarrestar la probable candidatura ilegal para reelegirse de Daniel Ortega, la cual lo ha llevado a emitir acuerdos administrativos de prórroga de mandato de Magistrados de la Corte Suprema de Justicia y del Tribunal Supremo Electoral, cuando no le corresponde, creando otra crisis constitucional.
Mi impresión, después de hablar con la gente que rodea a Alemán y a la que apoya a Eduardo Montealegre, el otro candidato liberal, es que tienen, forzosamente, que unirse, y que probablemente lo harán alrededor del candidato de más experiencia y más popular, aunque el ejercicio del poder y las negociaciones del pasado con Daniel Ortega lo hayan desgastado. Es decir, visualizo que todo el esfuerzo por romper esta dictadura girará alrededor de Arnoldo Alemán.
La institucionalidad nicaragüense ha sido copada por el partido de gobierno. El Tribunalo Supremo Electoral, la Corte Suprema de Justicia, la Asamblea Legislativa, todo ha sido contaminado con los millones que llegan de Venezuela, no como una cooperación internacional hacia el país que que ayude a salir a la gente pobre de su situacion de pobreza, que es exorbitante, sino como un apoyo directo a Ortega, alentando sus ansias de poder.
En el seno de la Asamblea Plenaria del PARLACEN, al discutirse la agenda, objeté que estuviese agendada una reunión con el Presidente de Nicaragua, el Comandante Daniel Ortega, en las instalaciones de la "Casa del Pueblo" (que en realidad se llama "Casa de los Pueblos"), para el miércoles 30 de junio de 2010, porque el Parlamento no debe tener la informalidad para reunirse con un Presidente como no sea en la casa de gobierno, no en la casa del partido, pero nadie más objetó y fue aprobada la misma. La reunión se llevó a cabo la noche del día señalado, a la cual no asistí por principios y por cuestiones de protocolo.
Además, ¿quién se cree la noticia que salió en la radio, en Guatemala, desde el viernes 25 de junio en horas de la mañana, acerca de que Daniel Ortega no iba a poder llegar a la Asamblea Plenaria del Parlamento Centroamericano porque tenía gripe, si la reunión era para 5 días más tarde? ¿Qué cancillería sale diciendo con tanta anticipación que el Presidente no irá, por gripe, a un evento programado para dentro de 5 días? Se necesita ser muy ingenuo para creérselos y, encima, para ir a dar a un escenario en el que, atrás de un Presidente Daniel Ortega que lucía hinchado, ondeaba la bandera rojo y negro del Frente Sandinista, a la par de la de Nicaragua, donde las sillas alternaban en rojo y negro y, además, estaba todo el aparato de publicidad del Estado para transmitir, en vivo, en la televisión abierta (canal 12, uno de varios canales sandinistas), la totalidad de la sesión, enfocando las caras de todos los presentes, uno a uno, mientras escuchaban un trasnochado discurso acerca de por qué le dieron golpe de estado al pobre de Manuel Zelaya, en Honduras, de lo bueno que es el angelito y de cómo llama Presidente a Porfirio Lobo y reconoce la legitimidad del proceso electoral, pero que no reconoce al Gobierno de Honduras (¿?). Me imagino que paró de hablar cuando le hicieron alguna seña de que ya habían enfocado a todos los presentes con suficiente dedicación.
Menciono la hinchazón del Presidente Ortega porque otro de los rumores que corren es que tiene una enfermedad terminal de la sangre que no le permite atender obligaciones de día, bajo el sol.
La manipulación que se hace de la población es impresionante. Desde las vallas publicitarias enormes, por todos lados, en solitario (los de otros partidos no pasan de tener pintados sus colores y siglas en algún poste de transmisión de energía eléctrica), haciendo ver los 31 años de antigüedad del triunfo de la revolución, haciéndola ver como cristiana, cosa que, por burda, no termino de entender, hasta el nivel de precios de los combustibles, que están super subsidiados y, con ellos, prácticamente todas las actividades económicas que directa o indirectamente tienen que ver con el transporte, creando un clima artificial de relativo bienestar.
Durante el evento sucedió un hecho curioso. En el mismo lugar donde sesionábamos, que tiene varios salones, tuvo lugar una reunión de sindicalistas, entre 300 y 400 dirigentes, que estaban discutiendo las reformas recientes a la legislación laboral, pero al notar que las gentes que conocí de esta reunión estaban en contra del Gobierno, pregunté si la base del sandinismo no se apoyaba, entre otras, en el sindicalismo, y ellos mismos se encargaron de decirme que el sandinismo tenía sus propios sindicatos blancos.
De la juventud, lo que puedo decir es que, del lado sandinista, bien organizada y constituyen unos de los grupos de choque, es decir, de los que usan para ir a darle palo a los adversarios; por el lado de la oposición, apática, desarticulada, indiferente y hasta asqueada, lo cual es peligroso para el futuro de su patria.
En fin, un país dividido que no termina de salir de las garras del gobernante de turno.
Daniel Ortega estaba en Costa Rica cuando la Revolución Sandinista triunfó un 19 de julio de 1979, y de ahí partió e ingresó en Nicaragua para conformar parte de la Junta de Gobierno en la que, poco tiempo después, al mejor estilo marxista leninista, quedó gobernando solo, gobierno que llegó hasta abril de 1989 en que tomó posesión doña Violeta Barrios de Chamorro, que le ganó limpiamente en las urnas.
Casi diez años antes y los que lleva en el poder ahora, debieran ser suficientes, pero el ansia de poder y el impulso que le dan los petro dólares venezolanos tienen soporizado, es decir, con una modorra morbosa persistente que lo ha llevado, desde noviembre de 2008, a manipular las elecciones municipales, ocasión en que fue acusado de fraude electoral, por no decir de robárselas, sin que la mal llamada comunidad internacional haya hecho más que dejar de desembolsarle algunos créditos o algunas donaciones en forma temporal.
El proceso de deterioro de la situación antidemocrática, en Nicaragua, va de mal en peor, nadie hace ni dice nada al respecto, y el tiempo es implacable. En la medida que se acerquen los comicios electorales la tensión será mayor y la tentación de arrebatar también.
Se está jugando con fuego en ese país, y como diputado centroamericano, representante de los ciudadanos que me dieron su confianza para representarlos, vuelvo a dar la voz de alarma. Si se desata el conflicto el mercado común centroamericano se habrá cortado nuevamente y, en la medida que estamos conectados por nuestra vinculación en varias instituciones y que Nicaragua es parte del corredor centroamericano, nos veremos afectados de una u otra manera.
El PARLACEN nació al amparo de los Acuerdos de Esquipulas, cuyo objetivo principal es lograr una paz firme y duradera, pero esa paz lograda con muchísimos esfuerzos de tantas partes, está a punto de malograrse por los afanes de una persona por perpetuarse indefinidamente en el poder, al mejor estilo de los dictadores de antaño.
Yo, desde hace algún tiempo, ya dije.
jueves, 18 de febrero de 2010
LOS VIAJES Y LOS VIÁTICOS EN EL PARLACEN: ¿INFORMACIÓN RESTRINGIDA?
"Ciudad de Guatemala, 18 de febrero de 2,010.
Señor Diputado
Jacinto Suárez
Presidente de Junta Directiva
Parlamento Centroamericano
Edificio
Señor Presidente:
Tenemos a bien dirigirnos a Ud., en primer lugar, para oficializar una solicitud sencilla y verbal que, desde el mes de octubre del año 2009, hiciéramos al señor Auditor Interno, licenciado Edgar Gómez, relativa a un informe que, como diputado, tenemos derecho a pedir y obtener, relacionado con las personas, diputados, observadores, funcionarios y empleados que han viajado con fondos del Parlamento Centroamericano, durante los últimos cinco años, con explicación de las misiones encomendadas, montos gastados en pasajes y viáticos, días que duró cada misión y resultados obtenidos.
Manifiesto que venimos, en primer lugar, a oficializar esta sencilla solicitud, porque el señor Auditor Interno, verbalmente también, nos ha manifestado que se entrevistó con varios funcionarios, incluyendo su persona, y que nadie quiere entregarle información al respecto.
Cualquier tipo de información relativa al Parlamento Centroamericano, los diputados electos tenemos el derecho de solicitarla, y Ud., como representante de todos, cumpliendo una función temporal que no ha de perder de vista, tiene la obligación de entregarla.
En segundo lugar, por si quedara alguna duda con relación a la obligación de rendir informe relativo a los viajes, y considerando que esta información debe proporcionársela a todos los diputados, por este medio me permito recordarle que, por Resolución 4-CXXIII-2000 de Asamblea Plenaria del Parlamento Centroamericano, de fecha 4 de diciembre de 2000, la Junta Directiva está en obligación de presentar, mes a mes, el informe que se viene pidiendo y que no se ha cumplido la obligación de rendirlo, como está establecido.
Esperando poder contar la semana entrante en que se lleva a cabo la siguiente Asamblea Plenaria con todos los informes que la Junta Directiva tiene obligación de rendir y que, a la fecha, no ha rendido, razón por la cual estamos enviando copia de la presente comunicación a la Junta Directiva Ampliada, encargada de aprobar la agenda de la sesión, así como a los Presidentes de los diferentes Grupos Políticos Parlamentarios.
Deseamos que tome en consideración que, después de diciembre de 2000, no hemos encontrado que la Junta Directiva haya cumplido, una sola vez, con la mencionada obligación, de modo que ahora no son cinco años de información que solicita un diputado, sino poco más de diez años de información que la Junta Directiva debe entregar, conforme la resolución indicada, a la Asamblea Plenaria.
Sin otro particular por el momento, aprovechamos para saludarlo y para suscribirnos,
Atentamente,
Ricardo Alfredo Flores Asturias
Diputado Centroamericano"
Me encargaré que mis lectores tengan el apropiado seguimiento a esta solicitud que, por otro lado, está totalmente impregnada de legalidad y de sentido común.
jueves, 28 de enero de 2010
REFLEXIONES Y AGENDA DE TRABAJO DEL PARLAMENTO CENTROAMERICANO
Estas posiciones críticas, constructivas, que bien pude no efectuar y "pasar el aguacero sin mojarme", me han ganado, en algunos casos, admiración; en otros, animadversión, insultos y hasta invitaciones a liarme a golpes por algún diputado de poca altura.
En todo caso, eso sí, mis posiciones, que datan de muchísimos años y que pueden investigarse, por un lado, en las actas de sesiones, en los diarios de debates y, en pocos casos, en la prensa escrita, han sido consistentes, no siempre atendidas pero sí hechas escuchar y defendidas con todas mis fuerzas y mi capacidad, y la característica de las mismas, en todos los períodos en los cuales he servido como diputado, es que siempre, recalco, siempre han sido efectuadas pensando en mis electores, a quienes por principio tengo no olvidar en mis intervenciones, tanto orales como escritas.
He aquí el texto del documento:
"Estimados Compañeros y Compañeras Diputados Centroamericanos:
Empiezo por manifestarles que les escribo la siguiente comunicación con pena, la que me da después de haber sido testigo y parte activa de la fundación de esta Institución y de ver, ahora, 17 años después, que el ritmo de trabajo y la falta de claridad de ideas hacen que la inversión que nuestros pueblos efectúan en la misma no rinda lo que debiera, dando lugar a que las críticas que siempre ha llevado y que casi nunca se han efectuado con conocimiento de causa, se acerquen a una patética verdad.
Sigo por decirles que siempre he sido un crítico constructivo de la Institución y de los males que la aquejan, y que no tengo necesidad de recurrir a escritos para decir las cosas de frente, por lo que dejo constancia que aquí encontrarán, en las partes que lean y establezcan esa falta de conformidad en cómo se hacen las cosas, tan solo una manifestación más de lo que vengo diciendo de viva voz en las Asambleas Plenarias, no solamente ahora que me he incorporado nuevamente sino durante mi gestión en períodos anteriores.
Esa crítica, hay que decirlo bien claro, siempre ha sido acompañada de un profundo amor por Centroamérica, una autodisciplina de trabajo demostrada durante años de producción registrada en las diferentes comisiones de trabajo a las cuales he pertenecido, un idealismo a toda prueba que me hace pensar que podemos mejorar las instituciones de la integración pero comenzando por la nuestra, mi permanente devoción por el estudio, lo cual me permite que Uds. sean bondadosos al escuchar lo que tengo que decir en mis intervenciones y, ahora, leerlas, y mi característica buena fe en todas mis actuaciones, a las que trato siempre de imprimirles el mejor sentido común.
Antes de entrar en materia, permítanme recordarles que mi pensamiento proviene de la experiencia vivida en ésta y otras instituciones, pero hoy especialmente enfocada en la que ha sido en este foro que vi nacer con la participación de los diputados y diputadas de 3 estados. Hoy hay representación popular y democrática de 5 estados y contamos con “parlamentarios designados”, una figura jurídica con la cual le dimos una categoría mayor a la de observadores a la primera delegación panameña, años ha, y que ahora veo con preocupación que desea equipararse a la categoría de quien cuenta con el voto favorable de la población, con todos los derechos inherentes a esa representación popular, lo cual no es correcto desde el punto de vista del cual desee analizarse.
Conformamos un Parlamento con 130 diputados y, se supone, 20 parlamentarios designados y observadores de otros estados, lo cual no estaba previsto, desde un principio, en el Tratado Constitutivo del Parlamento Centroamericano y Otras Instancias Políticas, pero nos fuimos acomodando sin violentar el mencionado Tratado.
Todos estos años el Parlamento ha sido un órgano de deliberación, y nos hemos pasado los años justificando la inoperancia de las resoluciones del mismo por la falta de facultades vinculantes y, por ende, la incapacidad de volver en normas positivas el producto de nuestras deliberaciones. Prácticamente no se tomaba en cuenta cosa alguna que acordara el foro político regional.
Hoy prácticamente tenemos algunas facultades vinculantes, pero el foro viene manejándose irresponsablemente, rayando en el delito, y esa actitud también tiene que cambiar. No hay que darle vueltas al asunto, me refiero a la manera de aprobar en Asamblea Plenaria algunos temas, sean los que sean, sin el quórum correspondiente, aún cuando algunos diputados piden que se haga un recuento. Eso es hacer trampa y el órgano máximo de la representación política de la ciudadanía centroamericana no debe considerarse así desde el momento en que es quien habrá de aprobar las normas que habrán de convertirse en derecho comunitario. Lo digo con toda claridad porque, además de oír cómo fue manejada una Asamblea Plenaria en San Pedro Sula, en la que no estuve, lo que sí me consta es cómo fue manipulada la anterior, en la ciudad de Quetzaltenango, en donde simplemente no hubo quórum desde que se conoció el tema del homenaje a Manuel José Arce, y de ahí en adelante, y a la Junta Directiva no sólo no le importó sino, a sabiendas, deliberadamente, prosiguió la sesión aprobando como de trámite todos los puntos pendientes.
Señores y Señoras Diputados: No hay necesidad de forzar las cosas y de hacerlas mal hechas. El Parlamento Centroamericano debe ser visto con más seriedad, y ese cambio de visión debe comenzar por los representantes electos democráticamente por los pueblos de los Estados Miembros, especialmente por aquellos a quienes también hemos delegado nuestra propia representación para dirigir las sesiones. Si nosotros mismos no revestimos todos los actos de la legalidad y moralidad que deben acompañar nuestras actuaciones, ¿cómo vamos a estar en condiciones de exigirle a terceros un respeto que nosotros mismos no tenemos?
Compañeros y compañeras, todos representamos o sentimos representar a alguien en este foro. Yo les confieso que les escribo estas líneas, un poco indignado por esa falta de seriedad y de legalidad que las autoridades del foro le imprimen a nuestros actos, porque me siento representar a ese sector de la población que está cansada de la ilegalidad, que quiere que los funcionarios que elige tengan sentido de la verdad, del honor, de la rectitud, y que no se comporten, pública o privadamente, de manera que defrauden la confianza depositada en el voto. Tengan la seguridad que en todas mis actuaciones públicas siempre llevo en la mente a esas innumerables multitudes a quienes yo mismo denomino “los sin voz”, a quienes siempre he sentido el deber de representar con toda mi energía, con la rectitud de ánimo y con transparencia, y es mi deber señalar, en este momento, que quienes dirijan la Junta Directiva, en adelante, tienen que tener bien claro que la razón no se las da obteniendo una votación amañada sino el consenso o, en todo caso, el convencimiento democrático de las mayorías. Por favor, no traten de forzar las cosas.
A estas alturas les podría decir que nuestros pueblos esperan que hagamos algo, pero sería demagógico de mi parte. Estoy seguro que nuestros pueblos, la mayoría de nuestros electores, ya no esperan nada de nosotros como no sea que cierren definitivamente esta Institución. Me da la impresión que nadie piensa ya en el Parlamento Centroamericano como no sea por alguna nota de prensa que sale, por lo regular hablando negativamente de la Institución. Por eso hay que ser muy dedicados en nuestro trabajo, prepararnos bien para rendir siempre lo mejor y aportar las mejores ideas, ir por las instituciones y escenarios regionales demostrando nuestra capacidad pero, especialmente, reflexionando profundamente del sitio que hoy ocupamos, del que ocupa la Institución, y visualizar hacia dónde vamos y cómo vamos a llegar. La Institución no tiene la culpa de lo que nuestras actividades hagan de ella.
LA ORGANIZACIÓN EN LA PARTE ADMINISTRATIVA:
Hay dos temas álgidos en el Parlamento, referente a la administración, que siempre han dado problema: los viajes y los viáticos. Desde la fundación del mismo han sido problemas recurrentes y, últimamente, se ha generado una especie de aureola alrededor de los puestos de la Junta Directiva, en el sentido de que lleva aneja la capacidad de viajar todo el año, como si no fuera un alto honor llegar a ser directivo sino socio de una agencia de viajes. Siendo simple diputado he visto que los miembros de las diferentes Juntas Directivas que he conocido dan la impresión de turnarse en los viajes que realizan, llegando al colmo de fabricarse las invitaciones para visitar reinos que nada tienen que ver ni con la integración de la región ni con la pobre agenda de trabajo que tenemos, pero que sí le cuestan gran cantidad de dinero que bien podría utilizarse para otras cosas más productivas. Han sido pocas las excepciones a este comportamiento, aunque sí las ha habido.
La solución que encuentro al tema de los viajes y los viáticos que estos conllevan es que Asamblea Plenaria asuma la responsabilidad de conocer, periódicamente, cómo evoluciona la ejecución del renglón presupuestario respectivo, asignándosele un monto determinado, y girando instrucciones precisas al personal administrativo a cargo para que no emita cheques sin que exista la provisión autorizada de fondos. Cualquier ampliación del renglón debería ser aprobada por la misma Asamblea Plenaria, pero no por iniciativa de la Junta Directiva sino por iniciativa de la Comisión de Finanzas, quien recibiría de Junta Directiva el informe de cómo ejecutó el monto anterior aprobado y, con su dictamen favorable, se elevaría al conocimiento de todos.
No se trata de poner un freno al buen desempeño y al desarrollo normal de las actividades o de limitar la presencia de quien se designe cuando así se amerite. Se trata de desterrar el despilfarro que, en nuestras sociedades tan pobres, es no sólo una obligación moral sino absolutamente necesario para que el parlamento pueda funcionar en otras áreas que hoy están totalmente descuidadas.
Sin embargo, soy de la opinión que debería hacerse una Auditoría Externa completa y exigir que los funcionarios que han viajado sin las autorizaciones correspondientes restituyan los fondos utilizados sin esa autorización, si de la misma resultaren casos de tal naturaleza. Igual pienso de aquellas delegaciones que, a sabiendas que existe un reglamento que las limita (aprobado por resolución No.6 del acta JD-06/2006-2007), han sobrepasado, por mucho, el número de integrantes, por lo que hay responsabilidad de quien autorizó dichos viajes.
Por otro lado, la estructura original de pago a los diputados y diputadas se diseñó de tal forma que la menor parte de sus ingresos lo constituyera el sueldo, y que las dietas por asistencia al trabajo de comisiones y a la asamblea plenaria constituyesen la mayor parte, como una manera de estimular a todos a participar activamente y desincentivar el ausentismo. Hoy veo, con completa estupefacción, que las dietas las han dividido en dos renglones, uno de los cuales descaradamente (disculpen que sea tan franco en el término) se llama “dietas fijas” (Nace tan mal este tema, que pretendió darse por aprobado en las sesiones de fechas 26 y 27 de febrero de 2004, situación que fue protestada por varios diputados en la siguiente reunión de Asamblea Plenaria, el 26 de marzo de 2004, como consta en su página 7, por lo cual se solicitó incluirla nuevamente en la orden de ese mismo día como una reconsideración). ¿A quién se pretende engañar? Ése es un tema que debemos modificar y regularlo conforme a lo que es recto, a lo que es moral.
Este tema está íntimamente ligado al hecho que la reglamentación exige cierto número de jornadas de trabajo de los diputados y diputadas, y éste no se ha venido cumpliendo, de tal manera que luego, para poder pagar completamente, se pasan los listados de los días no trabajados para que sean firmados, lo cual también es inmoral y habemos algunos diputados que no estamos de acuerdo con dicho procedimiento.
El Parlamento Centroamericano, en sus orígenes, tenía dos semanas de trabajo de los diputados en sus respectivos países, cabildeando con el Congreso o Asamblea, con la cancillería, trabajando codo a codo con instituciones de la integración o con asociaciones o federaciones gremiales con sede en el lugar de residencia; luego había una semana completa de trabajo de Comisiones y de Grupos Políticos; posteriormente, al inicio de la última semana del mes, la Junta Directiva Ampliada conocía de todos los temas que las comisiones y los diputados, en lo individual, producían, para generar una agenda de trabajo de Asamblea Plenaria para el resto de la semana, la cual muchas veces no alcanzaba para conocer todos los temas incluidos en dicha agenda. Se trabajaba prácticamente de tiempo completo.
Hoy, lo he señalado de viva voz, rara vez hay un tema de fondo. El Parlamento Centroamericano está dedicando el valioso y tan reducido tiempo que debiera dedicar a los debates en decidir y otorgar condecoraciones y homenajes, en puntos irrelevantes para el interés de las grandes mayorías, y es de esta manera que está iniciando una nueva etapa, la de las facultades vinculantes, razón por demás suficiente para efectuar las presentes reflexiones y compartirlas con todos Uds. El trabajo que antes se hacía todo el mes ahora se efectúa en poco más de una semana, y eso sin tomar en cuenta el vicio generalizado de la impuntualidad, que hace que en cada jornada se trabajen alrededor de dos horas menos.
El trabajo de los Grupos Políticos, lejos de privilegiarse, se tiene relegado a un trabajo secundario que se hace porque ahí está en el Tratado Constitutivo, sin realmente percatarse que la discusión interna de los temas es importante para que, en la Asamblea Plenaria, no “se dispare” cualquiera a hablar del tema sino se vaya, también privilegiando, el uso de la palabra de portavoces preparados en cada tema y le den mayor altura a los debates. No trato de decir que se elimine la posibilidad de que, quien así lo desee, pida la palabra para reforzar un tema en especial, sino de indicar que ésa es la manera de elevar el nivel de conocimiento de quienes intervienen en un debate específico, lo cual servirá cuando los mismos dejen de ser casi privados y sean de interés de la prensa y de la ciudadanía en general, precisamente porque será acerca de un tema vinculante.
El trabajo de Asamblea Plenaria es totalmente improvisado. Normalmente las iniciativas son presentadas, durante la sesión, a viva voz, y los temas que anejan son entrados a conocer seguidamente. No hay estudio, no hay preparación.
Si bien es cierto las Comisiones están acostumbradas a trabajar de la manera que vienen haciéndolo cotidianamente, también lo es que cuentan con el mismo equipo obsoleto que ya era viejo cuando me retiré del Parlamento a finales de 2001, con la diferencia que antes existía un presupuesto igual para todas para contratar un asesor que le pudiera dar seguimiento a los temas todos los días. Hoy algunas comisiones no cuentan más que con su computadora vieja. Se hace necesario que se repiense el tema de la productividad de las Comisiones, no sólo abarcando todos los temas de su agenda sino haciéndolo con calidad y poniendo a su disposición todos los medios que la tecnología brinda el día de hoy. La excusa de que no hay presupuesto es buena para dársela a colegiales que no saben mucho de la vida, pero no es suficiente para nosotros que tenemos la obligación de trabajar y producir. Además, es una excusa no creíble, ya que existe un renglón para cubrir riesgos cambiarios, que ya no se dan abruptamente en la región, que bien podría reencauzarse para ese fin, de tal manera que el equipamiento para trabajar mejor sí se puede priorizar si se tiene la voluntad política de hacerlo.
LA PREPARACIÓN PARA FORTALECER EL ESQUEMA INSTITUCIONAL:
Cuando se gestó la idea original del Parlamento Centroamericano dentro del ambiente de los Acuerdos de Esquipulas, se pensó que un foro político regional conformado por personas que, dentro del quehacer político no se comunicaban entre sí, sería una válvula de escape en un entorno complicado donde las grandes potencias jugaron a la guerra fría pero nuestros países pusieron las víctimas, tanto mortales como en heridos, desplazados, desposeídos de lo que tenían, etcétera. Desde ese punto de vista el Parlamento ha sido un éxito. Hoy no se piensa resolver los problemas con la aviación o la artillería; los vasos comunicantes entre los diversos partidos políticos de la región, a la que poco a poco se suma el Caribe, están vivos, abiertos y en paz.
Tenemos, como lo dije públicamente en Quetzaltenango, el foro político con el espectro más amplio del mundo, más que los parlamentos de las repúblicas comunistas; más que el Congreso de los Estados Unidos de América o que el Parlamento Europeo. Además, la comunicación entre políticos del mismo país pero de diferentes facciones se da en nuestro medio de otra manera, más abiertamente, de tal forma que constituye otra ventaja para bien de las agendas nacionales.
Pero la región ha cambiado y las circunstancias también. Por eso ha habido necesidad de reformar el Tratado Constitutivo mediante cuatro Protocolos, lo cual no obsta para que muchas personas piensen que lo que hoy tenemos puede mejorarse, dentro de las cuales me incluyo.
Me gusta imaginar que el Parlamento Centroamericano no se quedará como está y que algún día estará completo, con quien haga falta en Centroamérica y otros países caribeños integrándolo. Sin embargo, para una región pobre como la nuestra, que tanto dinero necesita invertir en desarrollo y elevar su nivel de vida, no es lógico ni sostenible mantener representaciones nacionales tan grandes a dicho foro regional. Prefiero pensar que el Parlamento, algún día, llegará a ser una institución eficiente que tenga control sobre la construcción del derecho comunitario, y eso no se logra con una Asamblea Plenaria tan numerosa ni con una Junta Directiva sobrecargada.
Un Parlamento Centroamericano con representaciones de diez diputados por país podría llegar a tener una Asamblea Plenaria de más de cien diputados en el mediano plazo (en este único punto coincido con el informe que, en su oportunidad, rindió la Comisión Económica para América Latina, CEPAL), y es un número que haría suficiente la representación nacional y manejable la asamblea. Éste es un tema del cual vengo hablando hace más de diez años, y se lo expuse directamente al entonces Presidente Ernesto Lima Mena. Aquí estoy acostumbrado a escuchar argumentos en contra pero ninguno me ha convencido. Lo que sé es que es necesario iniciar el debate con seriedad.
Tampoco aquí pretendo que se le quite la representación a alguien que ya está electo, sino que se prepare la Institución, jurídicamente, para que algún día las representaciones que se elijan en nuestros países no sean de veinte diputados, número que ha sido considerado excesivo desde antes de que se llevaran a cabo las primeras elecciones en 1990, sino de diez.
La composición de la Junta Directiva también es un tema importante de discutir para despolitizarla, en lo posible, y hacerla más eficiente y manejable. Me parece importante que se inicie la discusión de la elección de un Presidente y una Junta Directiva cada cierto número de años, por capacidad y nivel de compromiso, no por nacionalidad, y no cada año como hasta ahora, turnándose los países la Presidencia, como se hacía en las instituciones del pasado. Además, es necesario pensar en un límite de hasta seis directivos. No hacen falta más.
La experiencia en mi país de instituciones que tienen elección de su Presidente cada año son funestas o, cuando menos, tristes. Además, hay ejemplos en el mundo donde se hace de la manera que menciono y les ha ido muy bien, como el Parlamento Europeo.
Por supuesto, lo anterior tiene que ver con que se le dé su verdadero lugar a la Junta Directiva Ampliada, la cual ha sido casi decorativa desde la fundación del Parlamento hasta ahora, permitiéndosele a los Presidentes de los Grupos Políticos tener una voz verdaderamente escuchada y respetada, no como sucede ahora en que se pasan las horas esperando que Junta Directiva les haga el favor de recibirlos y andan suplicando por cuestiones materiales en lugar de utilizar su capacidad en producir intelectual y políticamente. El Presidente de un Grupo Político debe ser un líder, no un mendigo. Démosles su lugar.
La elaboración de las primeras normas de carácter vinculante está a la vista en las puertas del tiempo, pero el Parlamento no está preparado, a mi leal saber y entender, para asumir con responsabilidad esa tarea que tantos años ha venido solicitando, y la despolitización, en lo posible, de la Junta Directiva, el trabajo considerado como de largo aliento y no de características anuales, la coordinación de una Junta Directiva ágil con los Grupos Políticos, el respeto de todos a la elaboración de la agenda por la Junta Directiva Ampliada, lo que implica dejar de sacarse como debajo de la manga los temas en el último momento, nos hará adquirir hábitos de trabajo y coordinar las capacidades profesionales de todos de una mejor manera, evitando en lo posible que la elaboración de normas de aplicación general, lejos de constituir un valladar a la población, generen nuevas oportunidades de desarrollarse y mayor confianza en sus instituciones.
Luego, el Parlamento estará en mejores condiciones para relacionarse con todas las instituciones de la región, sean éstas provenientes del sector público, fuerzas vivas o grupos de interés que apoyan diversos temas, pudiendo estar en capacidad de liderar, como en alguna oportunidad logró efectuarlo a mediados de los años 1990’s, una agenda de por sí complicada.
CON RELACIÓN A LA AGENDA DE TRABAJO:
Los temas sobre los cuales puede trabajar el Parlamento Centroamericano no tienen límites. Sin embargo, hay dos cosas importantes de señalar:
1. El Parlamento no puede seguir enfrascado en temas banales, como el señalado de las condecoraciones; y,
2. Ya no es suficiente con deliberar y recomendar; ahora hay que darle seguimiento a muchos temas para hacer que se cumplan y, además, habrá algunos temas que reglamentar, convirtiéndolos en el fundamento del derecho comunitario que nos rija.
El entorno político de la región y sus circunstancias, en el todo y en cada uno de nuestros países, es cambiante. Mientras los Acuerdos de Esquipulas preparaban a la región para entrar a una era de paz, me tocó ser parte de quienes diseñaron lo que, con el tiempo, se convirtió en la “estrategia y política central de los Estados”, conocida como Alianza para el Desarrollo Sostenible de Centroamérica, ALIDES, que junto con la Declaración de Guácimo, la Agenda 21 de Río de Janeiro y otros textos, forman la agenda política de la región.
Desde que fue aprobada en 1994 no ha habido otra, de tal manera que es ahí donde el Parlamento debe concentrar sus estudios, sus esfuerzos por comprender, por empujar cada tema, por analizar cada uno de los siete principios que la inspiran y, especialmente, por analizar cuáles son las razones que hacen que no se tome en cuenta la agenda regional y que nuestros países no avancen en el tema del desarrollo que, desde entonces, se buscaba para convertir una región, que salía de la guerra interna y de los problemas internacionales entre hermanos, en una región de paz duradera, de democracia.
Es importante, por ejemplo, determinar qué instituciones se crearon y con qué fines (como la Reunión de Vicepresidentes, que en algún momento dejó de tener impulso), y qué responsabilidades debió asumir cada quién, y comenzar a preguntar, a entender, a recomendar y a sugerir los cambios que sean necesarios para que el desarrollo que las personas que representamos anhelan comience a llegar a donde debería llegar.
Podría enumerar una serie de temas en el aspecto político, en el social, en el económico, en el cultural, en el ambiental, en el institucional de la integración, pero al efectuar una lista podría dejar un tema por fuera y, como expliqué anteriormente, nuestra agenda no tiene límites y de lo que trata esta comunicación, ahora, es de hacer conciencia de la seriedad de los temas que debemos tratar, no de elaborar un listado.
El Parlamento Centroamericano está en posibilidades de dar el ejemplo en austeridad, en manejo eficiente de los recursos, en capacidad de autocriticarse y de autoreformarse, en seriedad para comprender las estructuras bajo las cuales convivimos y las coyunturas sociales de nuestros pueblos, así como de trabajar por lo que más aspiran las mayorías más necesitadas.
Los diputados y diputadas centroamericanos estamos en condición de demostrar nuestro nivel de compromiso, nuestra creatividad y la seriedad con que asumimos la confianza que han depositado en nosotros, no sólo nuestros electores, a quienes siempre debemos tener en mente, sino la Reunión de Presidentes y los Congresos Nacionales y Asambleas Legislativas de la región, que han coincidido en que el tiempo de darle alguna facultad vinculante al Parlamento Centroamericano, ha llegado. ¡No los defraudemos!
Con un atento saludo,
RICARDO FLORES ASTURIAS"
Que quede como registro histórico de mi parte. Algunos seguidores y amigos me han indicado que tiendo a escribir muy largo y tienen razón. Sin embargo, no pretendo hacer notas periodísticas sino fijar posiciones, explicarlas y, finalmente, que se me entiendan, de modo que seguiré valorando la claridad de la exposición por sobre la elaboración de notas cortas para asegurarme que quien entre a este espacio no se canse y finalice la lectura de mis ideas.
Además, quién sabe; de repente no estoy escribiendo estos puntos de vista para hoy sino para el estudio de quienes vengan mañana a criticar esta parte de la historia que en este día vivimos. El esfuerzo de hoy pueda ser el trabajo necesario para labrarnos un lugar digno entre la sociedad guatemalteca y centroamericana del futuro.