jueves, 3 de junio de 2010

LA VERDADERA VOCACIÓN

Apenas el 4 de mayo escribí un ensayo denominado CUANDO LA OPCIÓN POR LOS POBRES ES VERDADERA, que recoge algunos datos referentes a la trayectoria de toda una vida de mi madre apoyando a la Liga Nacional Contra el Cáncer. Hoy vale la pena retomar el tema.

Resulta que la semana pasada llegó el Presidente de la mencionada Liga, don José Moreno, a su casa, a notificarle que la Junta Directiva de la misma había considerado declararla Presidenta Honoraria Vitalicia, acto que se llevó a cabo, hoy, en el pequeño auditórium de que tienen sus instalaciones.

Como no quiero que se pierdan sus palabras de agradecimiento y, además, estimo conveniente que todo el mundo conozca sus motivaciones, su manera de entender esa entrega por los necesitados, las transcribo a continuación:

"Estimados amigos:

Mi primera experiencia cercana con el cáncer fue hace más de 50 años cuando a mi padre le diagnosticaron cáncer del estómago. Creo que Dios utiliza a veces situaciones difíciles para hacer que nosotros encontremos caminos que pueden darle sentido a nuestras vidas. Ése fue mi caso. Y es algo que agradeceré por siempre, pues me dio la oportunidad de ayudar y serle útil a otras personas.

He venido bendiciendo los dones generosos y abundantes que Dios ha derramado sobre mí y sobre mis compañeras de trabajo. La muerte de mi esposo y de mi hijo me hizo sufrir mucho pero desde que los entregué al Espíritu Santo estoy tranquila y buscando en qué ocuparme para que el vacío en mi vida no me entristeciera.

Gracias a Dios por las personas amorosas que me rodean, la familia, los amigos, las compañeras de trabajo de la Liga Nacional Contra el Cáncer que contribuyen a mi felicidad y a quienes aprecio tanto. Ofrecemos nuestro tiempo y nuestras manos para satisfacer las necesidades de los enfermos. La manera como las usamos va entretejiendo la historia de nuestras vidas.

Quisiera aprovechar este momento para pedir de ustedes que se inscriban como socios de la Liga, dando su contribución de Q.20.00 a Q.300.00 mensuales para ayudar a la quimioterapia de nuestros pacientes de escasos recursos que en medio de una enfermedad, pierden además toda esperanza de vida por no poder comprar los medicamentos que necesitan.

Agradezco las manos y mentes que han contribuido al mejoramiento de la calidad de vida de nuestros pacientes y en esta ocasión quiero agradecerle especialmente a Lilly (de Marroquín, quien propuso el homenaje) y a las señoras del Patronato por esta muestra de cariño al nominarme para ser presidenta vitalicia.

Sigamos ayudando y dejémonos guiar por ese Dios amoroso que nos ama y nos guía.

Gracias a todos. Los quiero mucho."

Como podrán haber observado, ni siquiera en el homenaje que se le hizo pudo dejar de pedir ayuda para la Liga, su Liga, porque así la siente.

La vocación original de esta singular señora era la enseñanza. A mí me enseñó a leer y escribir de 3 años de edad, con un juego de letras de plástico de colores que todavía recuerdo. Durante toda mi infancia y juventud la vi dar clases y ver que, por donde iba, la paraban y la saludaban con un cariñoso "Miss Gloria"; pero, como ella misma dice, la enfermedad de su papá cambió el curso de su vocación, la cual originalmente combinaba con la otra, pero a la postre se quedó apoyando con toda su energía, que era mucha, a este proyecto en donde muchas veces la vi regresar totalmente descompuesta por haber estado expuesta a casos dolorosos, especialmente de niños inocentes con terribles tumores en la cara o en su cuerpecito, o de madres agonizantes que no sabían qué sería de sus hijos cuando ellas no estuvieran.

Tesón, perseverancia, amor por el prójimo, metas claras, falta de miedo para pedir por los demás, cuentas horrorosas de teléfono (porque se prendía de él a llamar a medio mundo), desvelos, todo eso ha acompañado su vocación.

Los depósitos de víveres donde se supone que venden más barato, los conocí por élla. Siempre cuidando los centavos del Patronato Femenino para que éste, a su vez, pudiera apoyar los programas de la Liga.

Hoy no deseo comparar lo que es entregarse sin buscar nada a cambio por los más necesitados con lo que, de un tiempo a acá, solemos ver en los periódicos o ver y escuchar en las noticias. No deseo rebajar este ensayo. Baste decir que tengo más de 50 años de acompañar a una verdadera devota por los pobres y, encima, enfermos, lo cual me da la experiencia necesaria como para saber diferenciar las cosas, apreciar y valorizar la verdadera virtud y despreciar el hecho de que de esos pobres y necesitados se aprovechen.

Guatemala necesita más mujeres que, con fe en Dios, entreguen alma y corazón por una causa noble.




Posteriormente le tenían una sorpresa, ya que la parte posterior del mencionado auditórium, que tenía unas tembloreras viejísimas, fue remodelado, y en su lugar, la municipalidad de Guatemala colaboró remozando un pequeño jardín, el cual fue denominado Gloria Asturias de Flores, en su honor. Cuando la llevaba de la mano hacia el área donde se develó una placa conmemorativa me dijo, refiriéndose a la esquina del jardin: "ese quiosco que está ahí lo donamos entre Martita de Andrade y yo".



Aparte de ser un orgullo para la familia que la trayectoria de toda una vida sea reconocida de esta manera

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