miércoles, 30 de junio de 2010

LA ONU EN CANCÚN, ¿INMINENCIA DE OTRO FRACASO?

Ayer y hoy he estado metido, en Managua, en la conferencia denominada “Centroamérica ante el Cambio Climático”, con la participación de expertos, más que centroamericanos, nicaragüenses. Hemos contado, además, con la valiosa participación del embajador Luis Alfonso de Alba Góngora, representante mexicano ante la Conferencia Mundial de Naciones Unidas para el Cambio Climático y con la visión del gobierno de Taiwán, patrocinador del evento, a través de su embajador en Nicaragua, señor Chin-Mu Wu, así como la posición de la Federación de Cámaras de Industria de Centroamérica, FECAICA, y la de la Secretaría General del Sistema de la Integración de Centroamérica, SICA, entre otros.

Lamentamos que el organizador del evento, el sandinista Jacinto Suárez, no haya considerado las valiosas aportaciones que costarricenses y guatemaltecos pudieran haber hecho en este campo, ya que los primeros son quienes mejor han manejado el tema cultural y educativo del ambiente en la región, de vital importancia, y los segundos somos los pioneros en la titularización y colocación, en el mercado mundial, de certificados de captación de carbono de la atmósfera.

Hubo datos importantes como para compartirlos con los seguidores del blog y de quien tenga interés en esta importante y vital agenda del planeta, como por ejemplo:
1. México, a través de su Secretaría de Asuntos Exteriores, está designado como sede (parece que será en la ciudad de Cancún) y será quien presida la próxima reunión de la Organización de Naciones Unidas para Cambio Climático, COP-16 (Conference of the Parties, Conferencia de las Partes de la Convención sobre Cambio Climático de la ONU, número 16), que es la siguiente reunión después de la tan publicitadamente fracasada de Copenhague, en Dinamarca (que fue COP-15), en medio de un ambiente ambivalente donde las presiones de los grandes países contaminadores que no se han adherido al Protocolo de Kioto (India, China, Estados Unidos), empujan por buscar una salida alternativa, especialmente por la vía del compromiso unilateral, de cada uno, sin presiones, de modo que le toca a dicha cancillería promover el reforzamiento del marco multilateral dentro de las negociaciones que se vienen dando en estos momentos;
2. Son 194 países los involucrados a nivel global bajo el principio que todos somos responsables pero todos, también, tenemos algo qué aportar a la solución del problema;
3. Los principales antecedentes son la Primera Reunión sobre Cambio Climático de la ONU, o Cumbre de Río, en 1992 (donde también se aprobó el Pacto Mundial Sobre la Diversidad Biológica, entre otros documentos importantes) y, como algunas partes se dieron cuenta de las infuncionalidades de la primera, posteriormente se suscribió el Protocolo de Kioto, en 1997, bajo el principio fundador de responsabilidad compartida pero diferenciada, es decir, las obligaciones fueron cuantificadas y la reducción determinada, tanto para los países del anexo 1, los industrializados que más contaminan el mundo, como los del anexo 2, que comprende los que se encuentran en proceso de desarrollo y los insulares o que más riesgo corren; además, la reunión de Bali, en 2007, que establece la ruta de evaluación hasta 2009, ocasión que aprovecharon los países del anexo 1 de Kioto para tratar que fuesen evaluados fuera del compromiso de este Protocolo;
4. El Acuerdo de Copenhague no fue suscrito por la mayoría de países asistentes a la reunión porque, sin números claros, sin metas clarificadas de reducción de emisiones, la pretensión era que cada país decidiera unilateralmente su meta a reducir sin negociación global, es decir, se pretendía un intento no compatible con las disposiciones de la ONU para el cambio climático; sabemos que, posteriormente, alrededor de 120 países se han ido adhiriendo al documento, pero cada adhesión contiene más reservas que manifestaciones de aceptación del mismo, de modo que existe hoy, alrededor del tema, más anarquía que acuerdo a favor del planeta;
5. La agenda es tan compleja que debemos entender que deben estar involucrados no sólo los Ministerios de Ambiente de cada país, donde los hay, sino los que ven la temática relacionada con energía, turismo, salud, población, desarrollo, vivienda, áreas protegidas, comunicaciones, finanzas, relaciones exteriores, etcétera; así como los diferentes niveles de gobierno, el comunitario, el local, el estatal, el federal (en su caso), y los congresos o asambleas legislativas para darle validez legal a los compromisos internos (ejemplos: México está comprometido en la reducción de 50 millones de toneladas de emisiones de GEI al año 2012, y una posible reducción del 50% de sus emisiones para 2020, fuera del marco multilateral; Taiwán, que se encuentra fuera del marco multilateral por su particular situación con la República Popular de China, se ha comprometido por sí mismo a bajar sus emisiones a los niveles que tenía en 2005); también se considera que deben involucrarse las diferentes etnias, las empresas del sector privado, los grupos de interés, la sociedad civil, la academia, etcétera, abriendo así, con seriedad, el espectro de discusión, viendo el tema no sólo desde el punto de vista ambiental ni estrictamente técnico sino en forma integral;
6. Algunos temas pendientes de resolver son:
a) reducir el nivel de emisión de gases de efecto invernadero, GEI, de los países industrializados, un 25% menos de los niveles que tenían en 1990, conforme la comunidad científica ha recomendado, ya que ese exceso es el que ha ocasionado ya un incremento estimado en un promedio de 1.5 grados centígrados en la temperatura global, del cual se cree que se está llegando, en estos momentos, a un promedio de un 16%, de modo que falta todavía un esfuerzo adicional;
b) solucionar el tema del financiamiento, que en el corto plazo, calculado en alrededor de 3 años, es de 30 millardos (es decir, 30 mil millones) de dólares estadounidenses, sólo para proyectos de mitigación y de adaptación a los cambios que el cambio climático ha ocasionado, y de 100 millardos (es decir, 100 mil millones) en el mediano plazo, calculado en alrededor de 10 años, y el problema es que la Cooperación Internacional para el Desarrollo, en general, tiene contemplados alrededor de 80 millardos de dólares destinados para educación, combate a la pobreza, etcétera, de modo que estamos hablando más bien de cantidades adicionales que no se sabe de dónde van a salir;
7. Las mayores vulnerabilidades son las islas, las tierras bajas, las áreas cercanas a volcanes, los bosques tropicales susceptibles de incendios forestales;
8. Las mayores inversiones se necesitan en tecnología, en mitigación de riesgos, en capacitación especializada, en educación;
9. La comunidad científica establece que los niveles óptimos de contaminación no deberían ser mayores a 280 partes por millón, ppm, pero actualmente los países del anexo 1 contaminan a un nivel de 387ppm, de modo que la cancillería mexicana, entendemos, está haciendo esfuerzos por lograr acuerdos, dentro del marco multilateral, para que las emisiones contaminantes no sobrepasen las 350ppm, con la intención de llegar a la reunión de Cancún con un acuerdo negociado a este respecto;
10. Actualmente, se informa, se ha resquebrajado el principio de responsabilidad común pero diferenciada y se ha impuesto una lógica meramente económica, en donde se ha privilegiado el mercado antes que todo.
11. La organización de cada país debe establecer apoyo a las poblaciones en riesgo antes, durante y después de un desastre natural;
12. Se requiere que cada país se organice, capacite, eduque, planifique, elabore planes de contingencia tomando en cuenta experiencias anteriores, adiestre a las personas involucradas en dichos planes, tenga claridad acerca de la diversidad de necesidades, cuente con una idea exacta del inventario de recursos y mantenga un programa activo de entrenamientos, de manera que el riesgo pueda ser manejado, se tenga una respuesta inmediata y organizada frente a cualquier amenaza y se bajen los niveles de vulnerabilidad mediante la anticipación sobre contingencias conocidas;
13. Nicaragua es el único país de la región que cuenta con un Plan de Empleo de las Fuerzas y Medios del Ejército que deriva en diversos planes de contingencia frente a epidemias (identificando los diferentes vectores), inundaciones, terremotos, maremotos, incendios forestales, erupciones volcánicas, huracanes, etcétera, identificando las fuerzas que intervienen en cada caso, ayudando a formular los planes locales de contingencia, previendo las comunicaciones, los tiempos, los centros de albergue, las provisiones, el transporte de carga, los hospitales de campaña desde donde se puede hacer medicina general, ortopedia, pediatría, cirugía; asegurando las zonas afectadas del pillaje y el saqueo, etcétera;
14. Se hizo ver que el doctor William Gray, de la Universidad de Colorado, experto en el tema, ha previsto para el presente año 2010, 18 tormentas, dentro de las cuales 10 serán huracanes y, de ellos, 5 serán intensos (categorías 4 y 5); nosotros sabemos, por la prensa, que este año puede ser el más desastroso, en este sentido, desde que se llevan registros históricos;
15. Aunque no se ha conformado, se está tratando de crear, también en Nicaragua, dentro del ejército, el Batallón Ecológico que estaría a cargo de la preservación de las zonas de reserva ecológica, pulmones del mundo, como una manera de preservar los bosques para mantener los mantos acuíferos que puedan apoyar la reconversión de la matriz de generación eléctrica y la calidad del agua para consumo, en el futuro, con el apoyo de otras instituciones de gobierno, incluyendo la Procuraduría Ambiental, que ya existe;

En fin, hay mucha tela que cortar alrededor del casimir del Cambio Climático que a todos nos afecta.

Mis consideraciones van encaminadas a que todo esfuerzo que se haga alrededor del tema es valioso, importante y hay que apoyarlo, pues a todos nos incumbe la supervivencia de nuestro planeta, nuestro único e irreemplazable planeta.

Lo que no mencionaron en la conferencia y es mi apreciación, es que el cambio climático está íntimamente ligado con el comercio, que es la actividad más importante para las economías desarrolladas y contaminantes de nuestro planeta. En nuestros días no hay comercio sin industria, ni industria sin energía, y la generación de energía y la fabricación de artículos para comerciar son dos de los elementos más contaminantes del mundo.

El mundo industrializado y que mantiene la sartén del comercio por el mango frente a los países en vías de desarrollo que superviven vendiendo, especialmente, materias primas, “commodities”, viene insistiendo últimamente, dentro del marco multilateral y con la presión que sus montañas de dinero producen, un enfoque en el que ellos bajan un poquitín sus niveles de contaminación, lo cual no es un gran sacrificio, pero quieren imponer a los países en vías de desarrollo un tope en sus niveles actuales de contaminación, que comparados con los de ellos son mínimos, limitando más las posibilidades de llevar desarrollo a las grandes mayorías desposeídas del mundo, lo cual, sumado a la política anti migratoria que vienen promoviendo paralelamente, encausaría fatalmente a la inanición y muerte a una serie de culturas, frente a otras que hoy ya viven otros niveles de vida gracias a la riqueza que han acumulado, algunos desde la época del comercio de esclavos con el cual comenzaron a sentar las bases del capital que después les sirvió para montarse en la primera revolución industrial, a finales del siglo XIX.

Desde nuestro punto de vista, lo anterior es inaceptable, pero hace falta un esfuerzo adicional para que la mayoría de los países que sufrirían más con la aprobación de una política mundial de este tipo, entiendan hacia dónde nos llevan los peces grandes a los chicos, y hagamos un frente común frente a este tipo de asimetrías.

Como pintan las cosas, lo más seguro, entonces, es que la próxima reunión de trabajo de las partes dentro de la Convención de la ONU sobre Cambio Climático, que ya lleva dos reuniones preparatorias, podría ser otro fracaso por la falta de acuerdos.

Se hace necesario, entonces, encontrar un justo medio entre las economías fuertes, ricas, y las economías débiles de los países pobres; un acuerdo que le sirva a todos y que perjudique lo menos posible, aún a los países ricos.

Hace unos años, la cancillería mexicana habría sido la idónea para imprimirle seriedad a los debates y profesionalismo a la discusión, pero como lo señalé hace un tiempo, si no son capaces de reconocer la voluntad política del pueblo hondureño y continúan por la senda ideologizada de los países de la Alianza Bolivariana, ALBA, desconociendo torpemente al gobierno hondureño, nosotros, observadores imparciales del acontecer entre dos países hermanos y vecinos, tenemos derecho a dudar de la capacidad actual de dicha cancillería con un tema, de por sí, difícil.

Por esas razones nos atrevemos a vaticinar otro fracaso de la ONU en la futura reunión de Cancún sobre Cambio Climático, con las correspondientes condolencias para mi amado planeta.

Mientras tanto, las aportaciones valiosas que unos países tiene, como por ejemplo lo que viene haciendo el ejército de Nicaragua, podrían irse replicando en el resto de países de la región, en donde los abusos del ser humano sobre nuestro planeta continúan, hoy, incontenibles.

En Guatemala, por ejemplo, podríamos comenzar con un programa intensivo e integral de conservación de bosques y el mantenimiento o fortalecimiento de incentivos, con el componente educativo, el de fortalecimiento de la conciencia cultural, el de la preservación de los bosques, el del respeto a las áreas protegidas, el de la seguridad jurídica de las mismas, el de la introducción masiva de estufas de leña eficientes (probablemente de última generación, con sus termos de cocimiento lento incorporados), etcétera, que ya sería un cambio importante que llegar a presentar a cualquier foro y, además, uno importante a lo interno, que nos ayudría, inclusive, a soportar mejor las lluvias torrenciales y a tener mayores recursos para la generación hídrica.

En fin, un tema que me apasiona, que defiendo con todas mis fuerzas y que espero que sea capaz de contagiar a las generaciones de guatemaltecos, de centroamericanos y de ciudadanos del mundo industrializado.

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