Para estas alturas, hace años, la campaña política ya había empezado. Hoy, las salidas en falso han sido pagadas por varios comités pro formación de partido político con su propia y efímera vida.
Está por verse qué dirá el Tribunal Supremo Electoral acerca de los más de Q.20.0 millones que otro partido político, en otro resbalón, mandó a poner anticipadamente, teniendo que retirarlas como 10 días después; o de los cientos y hasta miles de millones de quetzales de fondos públicos que el partido oficial viene gastando descaradamente en su proyecto de perpetuación familiar en la Presidencia de la República, al mejor estilo aristocrático.
Personalmente creo que quien ocupe la Presidencia de la República en enero de 2012 no es ninguno de los que la prensa suele venir mencionando. No veo a ninguno de ellos, ni general, ni pastor, ni ex-candidato presidencial, asumiendo los destinos del país. Ya se verá qué tan empañada está mi bola de cristal.
Lo que sí veo venir es una de dos crisis: o el partido oficial se queda, cerca del tiempo de elecciones, sin su candidata, haciéndolos buscar y sacarse de la manga a alguien más de último momento, o la crisis es de carácter político constitucional y es provocada por un fallo favorable a la candidatura de la Primera Dama por la Corte de Constitucionalidad.
En este callejón estrecho donde el partido de gobierno nos ha metido, no hay opción: habrá crisis, a menos que todo sea una estrategia para mantener los ojos puestos en la señora mientras se deja trabajar, fuera de las cámaras y de la vista de la opinión pública, al verdadero gallo tapado.
Con tantos años de bregar por la política del país, ya nada me sorprendería.
jueves, 13 de mayo de 2010
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