domingo, 25 de abril de 2010

LOS MIGRANTES, OBJETO DE POLÍTICAS DIVERSAS ALREDEDOR DEL MUNDO

Migrante es la raza humana. Es su naturaleza.

Es la evolución del ser humano con la generación de instituciones, de leyes, de ordenanzas, la que ha ido, poco a poco, hasta estas últimas décadas, emitiendo las regulaciones para impedir esa vocación que la naturaleza le ha dado a la humanidad, llegando al colmo de penalizarla en los últimos tiempos, equiparándola a cualquier actividad que sí es susceptible de dañar al prójimo.

Estados Unidos de América tiene, desde hace años, una política migratoria que siempre está pendiente de alguna reforma migratoria que, casi siempre, llaman integral. Canadá y, últimamente, México, han ido endureciendo sus leyes migratorias; este último, por supuesto, viendo sólo para el sur del continente a la hora de apretar, y suplicando al norte a la hora de exigir.

Europa está inmersa, además, en un proceso de endurecimiento de su política migratoria, especialmente como reacción a la ola inmensa de migrantes provenientes del África Subsahariana. Hasta en las reuniones de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana, EUROLAT, existe una Propuesta de Recomendación, de fecha 22 de marzo del presente año, sobre migración en las relaciones Unión Europea-América Latina y el Caribe.

Es, como se ve a simple vista, una cuestión de los países ricos, a excepción de México, que con todo lo que tiene todavía no puede decirse que es un país que pueda catalogarse de rico. Es una cuestión de los países que tienen mayores índices de desarrollo, que atraen más capital para la formación de más y mejores plazas de trabajo.

Lo que quiero hacer resaltar, en este ensayo, es un tanto polémico, pero entendible si se lee bien y se ven las cosas alejadas de la coyuntura actual, de manera que traten de visualizarse en el futuro cercano.

Todo el mundo está alarmado por la nueva ley estatal de Arizona en contra de los migrantes ilegales (irregulares les llama la convención de la Organización de Naciones Unidas), pero si vemos bien, esa ley es tan sólo una respuesta a la falta de respuesta, valga la redundancia, del Congreso y el Senado de los Estados Unidos.

Lo importante de ver, en estos momentos, no es sólo la condena que se hace en Arizona de los migrantes que les ayudan a levantar sus cosechas, a mantener limpios sus colegios y hasta a atender a sus enfermos en sus hospitales. Todo eso es condenable y yo lo condeno a la par de esos aproximadamente 40,000 guatemaltecos que viven sin papeles en ese Estado. Pero, en el fondo, lo que estamos viendo es la piedra en el zapato que le faltaba a la administración de Barack Obama para tomar en serio el proyecto de una Ley Migratoria moderna, que ayude a regularizar la situación de millones de personas (a veces se les olvida que son personas) y, a la vez, endurezca las actuales políticas de ingreso, con lo cual quedarían satisfechos los estados fronterizos con México, que son los más sensibles a estos temas.

Esa nueva ley, que forzadamente tienen que cabildear ahora, antes de que la xenofobia y el racismo se esparzan por otros Estados de la Unión, probablemente, como digo, será más dura en algunos aspectos, pero indubitablemente traerá consigo el procedimiento de legalización de la situación de varios millones de personas que hoy viven al amparo de Dios pero no de las leyes, lo cual es de gran justicia.

Se les olvida a los estadounidenses (yo jamás los llamo americanos, que americanos somos todos) que su nación es una de imigrantes, pero por alguna razón que desconozco, también ha de traer la raza humana alguna dosis de olvido de sus raíces, porque no es casualidad que en los puestos de migración los guardias más duros para con los latinos sean, precisamente, de origen latino.

Pues se les olvida que sus venerados padres fundadores fueron hijos de imigrantes o nacidos en el viejo continente.

A Estados Unidos le urge arreglar este tema. No puede el Gran Imperio del Norte ir por el mundo hablando de principios y de democracia cuando en su propio seno tienen en vigencia leyes propias de un estado nacional-socialista, en donde se les inculca a sus nuevas generaciones que es legalmente válido detener a alguien en la calle e interrogarlo por su apariencia racial.

Como política de esta naturaleza no los pueden llevar más que al mismísimo infierno, y lo que es peor, tales políticas pueden comenzar a contaminar al resto de Estados de la Unión, en las semanas que vienen predigo que veremos una intensa actividad de las instituciones estadounidenses por lograr cabildear, antes de que finalice este año, la tan ansiada reforma migratoria.

Solamente esperemos que la llegada de esa reforma haga recapacitar a los legisladores y gobernadora de Arizona y den marcha atrás en una ley que podemos entender pero jamás podremos aceptar.

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo con lo escrito, pero pienso que se les debe exigir mas a los gobiernos corruptos de latinoamerica, que hacen que esta pobre gente emigre a vivir con tanta sosobra, y muchas veces hasta esclavos de los que explotan sus necesidades desde el momento que quieren llegar a este pais y de los que los abusan con el trabajo mal pagado que al final un porcentaje de su salario llego a las manos de esos gobiernos que vienen a llorarle a los estadounidenses para que no baje la remesa de dolares a los paises, verguenza deberian de tener y hacer conciencia social de todos estos humildes trabajadores ya que a eso vienen a ganar el pan de sus familias por que no lo pueden hacer en sus paises de origen, oremos por que hayan personas que los saquen de ese vacio donde viven haciendo una reforma migratoria justa.

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