miércoles, 11 de agosto de 2010

GOLPE DE ESTADO EN MARCHA EN GUATEMALA

La mayoría de guatemaltecos, por cuestiones de edad y porque existen pésimos hábitos de lectura, no está enterado, siquiera, que el proceso democrático de nuestro país ha costado sangre. No la de los próceres de la independencia sino de muchos padres y madres que, como dice el himno nacional, "lucharon un día, encendidos en patrio ardimiento".

Es por la sangre de centenas de miles de guatemaltecos que cayeron durante el siglo XIX en que nos separamos de España, nos anexamos a México, formamos la Federación de Centroamérica, la desmembramos y, finalmente, se fundó la República; es por quienes cayeron en la lucha entre liberales y conservadores, que le fue dando en carácter a nuestra nacionalidad; es por todos aquellos mártires que cayeron bajo la bota opresora de las dictaduras del siglo XX; por todos aquellos seres que, en un bando o en otro, combatieron la guerra caliente que la ideologización de la guerra fría entre las dos potencias de ese siglo trajeron.

Todo ese proceso largo y complicado, con muchos Golpes de Estado de por medio, son parte de nuestra historia, a veces penosa, a veces triste, a veces heroica, pero durante la mayoría de ese tiempo bajo el olor de la pólvora y la sangre.

Hasta la separación y reanexión del Estado de los Altos causó un impacto tremendo.

Sin embargo, la evolución política de Guatemala ha sido positiva, dentro de todo, desde que se inició el nuevo proceso democrático del país, en 1985, con la promulgación de la nueva Constitución Política y el proceso electoral llevado a cabo ese año, y la instalación de una serie de gobiernos democráticamente electos a partir de entonces, con el obscuro episodio del Golpe de Estado de Jorge Serrano a los Organismos Judicial y Legislativo, en donde se pusieron a prueba las nuevas instituciones que contemplaba la Constitución, comprobándose que el sistema de pesos y contrapesos funcionó.

A estas alturas es prácticamente impensable un nuevo episodio de Golpes de Estado, pero eso es lo que hoy denunciamos desde este medio.

Hace alrededor de dos meses se nos ofreció a los Diputados Centroamericanos que, de parte del Registro Nacional de las Personas, RENAP, como una "cortesía", se nos llegaría a extender el Documento Personal de Identidad, DPI, a diputados y familiares, para mayor comodidad.

Como sabemos distinguir entre "comodidades" y "privilegios", y nuestra escala de principios y valores no contempla aprovecharse de beneficio alguno, por modesto que parezca, además de enviarle a los hijos que Dios nos confió un mensaje equivocado al respecto, simplemente no me apunté para participar en el asunto, el cual, dicho sea de paso, desconozco si se llevó a cabo o no.

Fui hace unos días a comprarles el boleto de ornato con su multa, pues como son estudiantes y no generan ingresos no esperábamos que lo necesitaran este año.

Pero hoy que se presentaron mi esposa y dos de mis hijos para hacer sus trámites con el fin de obtener su DPI, primero hicieron una cola como de una hora para llegar al mostrador, en donde les dijeron (eran las 13:00 pasadas) que ya habían hecho el corte de la caja, que si querían esperaran a que llegara el otro turno.

Pacientemente, porque a eso llegaron, esperaron la llegada del siguiente turno (que de por sí ya es una aberración, pues un turno no debe abandonar su puesto de atención al usuario si no ha sido relevado), pero su sorpresa fue mayúscula cuando les finalizaron informando que no podían hacer su trámite porque no tenían recibos para hacerles el cobro por dicho trámite.

Como "chucho apaleado" que ya es uno en la política (y para beneficio para quienes leen estos artículos desde otras culturas, ese dicho se refiere a los perros de la calle que, cuando han sido maltratados, adquieren mucho más experiencia que los de casa, y suelen ser lo sificientemente listos como para sobrevivir cualquier cosa), sabiendo que esa institución está en la mira de la prensa independiente, de las bancadas de oposición en el Congreso y hasta de los mismos diputados y funcionarios de Gobierno, lo único que se me ocurre pensar es que esta es otra jugarreta dentro del gran plan que existe para que la gente de los sectores urbanos, más inclinada a no votar por el candidato o candidata que el partido oficial ponga, se abstengan, por cansancio, de inscribirse y, por ende, dejen de participar en el proceso electoral que se avecina.

Estas jugarretas que hoy denuncio las debe conocer la inoperante Organización de Estados Americanos, OEA, la Organización de Naciones Unidas, ONU, y el mundo en general.

Está visto que el ansia de poder los tiene enfermos. Ya no es sólo incapacidad e ineptitud. Atrás de todo esto hay todo un plan maquiavélico para documentar a quienes les interesa y para hacerle la vida imposible a quienes, en estos poco más de 30 meses, ya saben que no convencieron y será difícil cambiar su manera de pensar.

Es hora que el Tribunal Supremo Electoral, TSE, por acuerdo del Congreso de la República, se haga cargo de estos asuntos, bajo su responsabilidad y con suficiente presupuesto.

El Golpe de Estado en Guatemala, está en marcha. Ya no se requieren tanques y fusiles para llevarlo a cabo. ¡¡No nos dejemos manipular ni robar las elecciones!!

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