miércoles, 18 de agosto de 2010

LOS CHALECOS, LOS MOTORISTAS Y LA OLA DELICTIVA EN GUATEMALA

Una de las decisiones del actual gobierno que más tumbos ha tenido es, seguramente, la de imponerles chalecos absurdos a decenas de miles de motoristas honrados, limitar la capacidad de que circulen con su familia y exponerlos a los asaltos y demás riesgos inherentes al transporte urbano.

Los tropiezos para poner en marcha esta medida, producto seguramente de la "inteligencia" con que se iba a combatir la delincuencia, se dieron en torno a los diversos colores seleccionados, a las diferentes fechas para poner la medida en vigencia, en cuanto al ámbito territorial de acción, que primero fue para todo el país y después ya no. El último tropezón es, seguramente, que la ola de criminalidad que iba a bajar, supuestamente, por ningún lado se ve que disminuya.

Mientras continúan los asesinatos desde motocicletas, los asaltos con dos tipos montados en una moto, sin casco y sin chaleco, con el colmo de que se les ponen multas por las autoridades de tránsito en los lugares donde operan, sin pedirles identificación alguna, nuestro escepticismo original se ha fortalecido y, a la par que vemos la inutilidad de esta decisión en cuanto que es una medida aislada, preferimos solicitar que se dé marcha atrás y se permita a la ciudadanía honrada continuar utilizando las motocicletas como vehículo de transporte familiar, como era antes de que tuviéramos un Presidente "inteligente".

No se combate la delincuencia con medidas que van solamente en contra de la ciudadanía trabajadora que, con su esfuerzo diario, aporta en este país.

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